Un empujón necesario

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El jueves 3 de diciembre realicé en el Colegio Altocastillo de Jaén una charla orientada a alumnos de 2º de Bachillerato titulada “La Búsqueda de la Verdad y los Umbrales del Conocimiento” y cuyo lema era “Atrévete a Cuestionarte”. La intención de esta era generar inquietudes y empezar a desarrollar un pensamiento crítico dentro de los alumnos, así como adentrarlos por primera vez en la vasta y ardua búsqueda de la verdad.

Y bien, cabría preguntarse: ¿cómo surgió todo esto? Ya desde el comienzo del módulo 1 del primer curso de la ELU sentí la necesidad de querer compartir esos conocimientos y formas de ver la vida con personas que tuvieran inquietudes y que pudieran sacar provecho de ello. Por lo cual, comencé hablando con antiguos profesores míos con los cuales tengo una gran relación y que sabía que tendrían confianza en mí y aceptarían que diera una pequeña charla. Como suele pasar, esta idea inicialmente quedó un poco en el aire, sin embargo, tras ver que la tarea final del módulo era desarrollar un proyecto en el que se pusieran en práctica los conocimientos adquiridos, vi claro que era el momento para dar ese deseoso paso hacia delante.

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Ese fue el punto de inflexión en el que junto a mis compañeros Lola Álvarez, Itziar Belderrain, Carmen Gago y Lluís Gil decidimos darle forma a esa idea que llevaba pensando e imaginando en mi mente durante meses.

El enfoque de la charla era distinto y es que como dije en la introducción de la misma: “no vengo como un catedrático de Derecho Romano a hablaros de algo de lo que soy experto, vengo a daros el empujón de salida dentro de un mundo en el que soy un corredor y aficionado más que sigue buscando respuestas”. Mi intención era tras darles a los alumnos ciertas nociones sobre la búsqueda de la verdad como el asombro, el cinismo y los pasos de la adquisición del conocimiento, empezar a debatir y hablar con ellos acerca de temas que les interesaran y que les generaran dudas.

Y así fue. En seguida se involucraron en la charla interviniendo, realizando preguntas y dando sus puntos de vista de temas como: ¿somos realmente independientes o dependemos de los demás? ¿somos verdaderamente libres actualmente? ¿vivimos en la época de la posverdad?

Todos estos temas que a priori parecen muy complicados, suscitaron mucho interés en los alumnos, con los que periódicamente hablo acerca de otros temas que les provocan dudas o que les gustaría debatir con otra persona y de los que también aprendo mucho junto a ellos. Y es que como les dije al final de la charla: “si salís de aquí con más dudas que respuestas, habréis aprovechado este rato”.

Si algo saco de esta experiencia es que todos, absolutamente todos, ya seamos de primero o cuarto, podemos aportar a que crezca este gran grupo de jóvenes con inquietudes y con ganas de pensar críticamente del que formamos parte. Es tan sencillo como hablar con tus amigos y allegados de aquellos temas que pueden encender esa bombilla que todos tenemos en el interior, el asombro. Y es que aunque a veces pueda costar creerlo, la vida diaria está llena de gente con preguntas sin respuesta, sólo es necesario pararse un poco y tomar un respiro dentro de la vertiginosidad del mundo actual y darse cuenta que lo único que necesitan es a alguien que los alumbre un poco para ver cuál es el inicio del camino, es decir, darles un empujón desde la salida de meta.

Francisco Javier Pérez Cumbreras