El pasado 25 de septiembre en el mítico Bar JJ se produjo al fin entre risas, música, algún que otro libro sagrado y por supuesto cervezas la vuelta de Filosofía de Bar. A finales del primer cuatrimestre del año pasado Alejandro Aragón, el Padre Pou y yo, Luis Muñoz, lanzamos esta nueva iniciativa, que por ahora ha tenido un más que cálido recibimiento demostrado en las tasas de asistencia de cada encuentro y en el entusiasmo que nos habéis transmitido después de cada sesión, en los findelus o en el trato individual; por ello queríamos dejar constancia de nuestro agradecimiento con todos los que habéis apoyado este proyecto.
En el inicio de este nuevo curso nos topamos con un obstáculo que no era otro que la noticia acerca de la ausencia del Padre Pou durante todo el primer cuatrimestre, ya que se halla en Texas terminando su doctorado, por ello el primer encuentro de este curso era vital para ver qué rumbo iba a seguir esta iniciativa y gracias a Santiago Huvelle, que ha sido nuestro referente intelectual en este debate, podemos considerar el regreso de Filosofía de Bar todo un éxito.
El tema tratado fue la especialidad de Santiago Huvelle: las religiones. Tras una introducción teórica y contextualización por parte de Santiago, comenzamos la sesión comentando un texto perteneciente a “Lo sagrado y lo profano”, libro de Mircea Eliade, un titán en su campo y después de debatir acerca de si el hombre podía vivir sin religión o pseudorreligiones nos aventuramos a explorar las características principales de cada una de las grandes religiones, sin dejarnos por el camino curiosidades acerca de religiones históricas generalmente desconocidas. Introducido esto pasamos a discutir sobre la veracidad de unas declaraciones que el Papa había hecho recientemente en Singapur, proclamando que había distintos caminos para llegar a Dios haciendo referencia a la variedad de religiones existentes en el mundo. En esta temática se encuadró la tónica principal del debate dimos paso a que Santiago nos ilustrase con las posibles contracciones y compatibilidades entre religiones sirviéndose, además de su vasta memoria, de varios textos sagrados que había traído él personalmente, siendo los que más destacaron e interesaron el Corán y el libro de Los Upanishads; saliendo a la luz la pregunta acerca de cuánto en una religión es cultural y cuánto es trascendente a lo humano. Finalmente cada uno procedió a sacar sus conclusiones personales y algunos incluso se atrevieron a ponerlas en común, aunque como es habitual estas conclusiones suponen una montaña de dudas incluso mayor a la existente previo el encuentro.
Dicho esto y a modo de conclusión, sugiero a todo aquel que no forme parte de esta iniciativa y que haya sentido interés por lo tratado en este artículo que nos escriba a Alejandro Aragón (673929756) o a mí, Luis Muñoz (675068282), si quiere asistir a alguno de los encuentros de Filosofía de Bar, tenemos preparados invitados muy buenos para las tres sesiones restantes que quedan este cuatrimestre y si esto nos convence estoy seguro que lo hará la cerveza bien fría que marida estos encuentros.
El pasado 19 de septiembre tuvimos nuestro primer encuentro del curso en Beers and Books. Aprovechando que el Festival de las Ideas tenía lugar en Madrid, varios elus de la capital, acompañados de nuestro querido Martín Tami, nos juntamos para escuchar una ponencia sobre la historia de las emociones de la mano de Barbara H. Rosenwein, historiadora catedrática emérita en la Loyola University de Chicago.
“Las velas del viento: ¿Qué cosas amamos y por qué?” Este era el título de la charla que tuvo lugar en el Club Matador, donde Rosenwein, a través de las preguntas de Montserrat Iglesias, cohesionó emociones e historia durante 60 minutos.
“Decía Voltaire que las emociones son el viento que mueve las velas de la vida. En esta ponencia, y de la mano de la experta en historia de las emociones, la profesora Barbara Rosenwein, nos preguntaremos cómo han cambiado los deseos y las emociones a lo largo de la geografía y de la historia. Decía el antropólogo francés René Girard que, como no sabemos lo que desear, deseamos lo que quieren otros. Quizá sea así, pero nadie mejor que Rosenwein para hablarnos del amor hacia lo que se quiere poseer y de la rabia ante la frustración y el fracaso. Y nadie mejor que la profesora Montserrat Iglesias, profesora de la Universidad Carlos III, pero sobre todo persona que conoce bien las relaciones entre la empresa y el conocimiento, para detener ese barco del que hablaba Voltaire y pensar en la fuerza del viento y en la cualidad de las velas”.
Este párrafo en el panfleto del Festival de las Ideas atrajo nuestra atención cuando la lluvia y un contratiempo nos hicieron tener que buscar un plan B en el último momento (algo que con los elus siempre es posible). Así pues, ¿qué es lo que nos llevamos de esta charla?
“We may better understand our own emotions by thinking of the emotions others had in the past”.
¿Acaso hay que replantearse la Edad Media desde el punto de vista de las emociones? ¿Es la Edad Media un espejo en el que podemos mirarnos? ¿Dónde están esas huellas del amor, la ira o la tristeza en la historia? ¿Cuáles son esas palabras del pasado cargadas de emoción? ¿Fueron olvidadas? Si las emociones las expresamos con palabras y esas palabras han ido cambiando con el tiempo, ¿cómo podemos identificarlas?
“Lo que más me maravilla es el mucho amor que yo de amistad siento por ti”. Garcilaso de la Vega era capaz de expresar algo tan grande como el amor a un amigo, ¿no es esto tremendamente poderoso? ¿Somos nosotros capaces de expresar nuestras emociones en una sociedad que vive a través de la pantalla?
Don Quijote, por ejemplo, idealiza el amor y, al hacerlo, se nos presenta como humillado, pero ¿y si ese amor no lo humilla sino que lo eleva?
Estos son algunos de los puntos que se abordaron en la ponencia. Salimos de ella queriendo entender cuáles son esas palabras del pasado que expresan lo que sentían entonces y que quizá sentimos nosotros. La lluvia no pudo con nosotros y cena, cervezas y mucha conversación concluyeron nuestro día. Un gusto reencontrarse de nuevo con todos.
El pasado sábado, 15 de junio, se celebró la graduación de la XIV promoción de la Escuela de Liderazgo Universitario en la Universidad Francisco de Vitoria.
El evento dio inicio a las 15:00 horas, momento en el cual los alumnos de cuarto año presentaron sus trabajos y artículos finales. Estos proyectos reflejaron todo lo aprendido a lo largo de su recorrido en la Escuela, abordando una variedad de temas relacionados con sus ámbitos profesionales, pero todos con la misión de buscar la verdad en cada cuestión. Los estudiantes trabajaron en equipo para encontrar soluciones a problemas humanos, demostrando su capacidad de colaboración y compromiso.
Exalumnos de la ELU con una trayectoria destacada formaron parte de los tribunales, donde tuvieron la oportunidad de compartir su perspectiva y ofrecer críticas constructivas.
Más tarde comenzó el Acto de Graduación; los profesores, académicos, alumnos y familiares se reunieron en el Aula Magna para conmemorar a la promoción. Esther de Arenas, mentora de la ELU desde hace seis años y que desde enero está en otro proyecto de la Universidad Francisco de Vitoria, fue elegida madrina en reconocimiento a su destacada trayectoria en la Escuela de Liderazgo Universitario.
Después de la ceremonia, celebramos con una cena y mucha música para compartir y disfrutar de los recuerdos y experiencias acumulados a lo largo de estos cuatro años.
Muchas gracias a todos por, un año más, confiar en nosotros, por apostar por el pensamiento crítico y por buscar la belleza y la verdad a través de la universidad.
El bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (de ahora en adelante, CGPJ) está suscitando un gran debate en las esferas política y jurídica. Hoy, en Ratio Legis, analizaré, a través de estas líneas, distintos conceptos y problemáticas, otorgando al lector la comprensión del asunto jurídico.
¿QUÉ ES EL CGPJ?
Es un órgano constitucional con funciones de naturaleza administrativa-gubernativa. El encargado de garantizar la independencia del poder judicial (uno de los tres poderes del Estado, junto con el ejecutivo y el legislativo) y el gobierno de este,por lo que tanto los presidentes y demás órganos de gobierno de Juzgados y Tribunales, están subordinados a él.Este órgano, según el art. 558 LOPJ (Ley Orgánica del Poder Judicial) ejerce sus competencias en todo el territorio nacional y tiene su sede en la villa de Madrid (C/Marqués de la Ensenada 8).
¿CUÁLES SON SUS FUNCIONES?
Son veinticuatro, más todas aquellas que le sean atribuidas por la LOPJ. Aparecen reguladas en el art.560 de la mencionada ley. Las más importantes son:
Proponer el nombramiento de: Jueces, Magistrados, Magistrados del Tribunal Supremo y de dos Magistrados del Tribunal Constitucional.
Ejercer la potestad disciplinaria, es decir, sancionar a los jueces, desde multas a la expulsión de la Carrera Judicial.
Participar en la selección de Jueces y Magistrados, a través del concurso de oposición, y elegir al director y profesorado de la Escuela Judicial (donde ingresan, durante año y medio, quienes aprueban las oposiciones, para estudiar y realizar prácticas antes de elegir destino donde ejercer la profesión judicial).
Encargarse de la alta inspección de Tribunales, así como de la coordinación de la actividad inspectora ordinaria de los presidentes y Salas de Gobierno de estos.
Cuidar de la publicación oficial de las sentencias y demás resoluciones que se determinen del Tribunal Supremo y del resto de órganos judiciales
¿CÓMO SE COMPONE? Art. 122.3 de la Constitución y art. 556 LOPJ.
Está conformado por 20 vocales:
8 miembros: 4 vocales elegidos por el Congreso + 4 por el Senado, por mayoría de 3/5, entre abogados y juristas de reconocida competencia y más de 15 años de profesión.
12 miembros: 6 vocales elegidos por el Congreso + 6 por el Senado, igualmente por mayoría de 3/5, entre jueces y magistrados que tengan aval de, al menos, 25 miembros de una asociación judicial.
De esos 20, resulta electo un presidente, que es, a su vez el Presidente del Tribunal Supremo, por también mayoría de 3/5 entre juristas de reconocida competencia con más de 25 años de experiencia y un vicepresidente, por mayoría absoluta (11 votos).
En cuanto a la temporalidad, todos pueden permanecer en el cargo no más de cinco años, salvo el presidente, que puede ser reelegido por otros cinco, es decir, presidir hasta diez años.
¿CUÁL ES EL PROBLEMA TAN MEDIÁTICO?
El verdadero dilema jurídico reside en el bloqueo del órgano. Este consiste en su falta de renovación desde el 4 de diciembre de 2018, a causa de la escasa voluntad política. Gracias a la STC (Sentencia del Tribunal del Constitucional) del 2 de octubre de 2023 se ha conseguido prorrogar el mandato de los miembros, dando lugar a un órgano en funciones. No obstante, esta situación es insostenible, pues acarrea diversas problemáticas:
En primer lugar, las cuatro vacantes de vocales del CGPJ que quedan descubiertas conforme sus miembros se han ido jubilando (según el art. 386 LOPJ, un juez debe jubilarse a los 65 años y, a más tardar, a los 70 años, con prórroga de 2 años; esta casuística se denomina jubilación forzosa).
Por consiguiente, el bloqueo del órgano imposibilita los nombramientos, lo que ocasiona 87 plazas desiertas: 36 en Tribunales Superiores de Justicia (los tribunales de mayor rango de cada Comunidad Autónoma), 25 en Audiencias provinciales (los tribunales de mayor rango de cada provincia), 25 en Tribunal Supremo y una en la Audiencia Nacional. Todo ello deriva en el retraso de los asuntos judiciales, que se han incrementado en más de un 50%.
¿CUÁLES SON SUS POSIBLES CAUSAS?
Todo parece apuntar a que esta situación se basa en el interés político de las funciones de nombramiento. Son las CCGG quienes nombran a los miembros del órgano, de acuerdo con sus preferencias ideológicas. Ello se basa en una única razón: el aforamiento.
El aforamiento es una posibilidad, una condición especial (beneficiosa o no) por la cual los ministros, consejeros y presidentes (autonómicos y del gobierno) serán juzgados, en caso de cometer un delito relacionado con el ejercicio de sus funciones -y solo bajo este precepto-, por la Sala 2ª de lo Penal del Supremo (en caso de ministros y presidente del Gobierno) o por la sala de lo civil y penal de un TSJ (consejeros y presidentes autonómicos). Esto no sería aplicable en el caso de, por ejemplo, atropellar a alguien por conducir bajo los efectos del alcohol; ahí serían juzgados por jueces de instrucción, como cualquier ciudadano; hablamos solo de delitos relacionados con funciones asociadas a su cargo.
No me voy a extender en si esta cláusula es un privilegio o no, para no cansar al lector, pero lo que sí cabe dilucidar es que la cuestión radica en que a la comunidad política le interesaría, en caso de ser juzgados, tener a jueces con ideologías similares a las suyas.
¿QUÉ SOLUCIONES SE PROPONEN?
Finalmente, Vicente Guilarte, Presidente actual del CGPJ, ha propuesto un modelo de elección de miembros en el que sean los propios jueces quienes se elijan íntegramente entre ellos, para evitar las susceptibilidades políticas. Esta opción es respaldada por la recomendación CM/Rec (2010)12 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, que aconseja que los vocales judiciales de los consejos de la magistratura sean elegidos por sus pares. A juicio del TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea), el sistema vigente rompe con la independencia judicial, al inmiscuirse el poder legislativo.
Espero que la explicación os haya sido útil para comprender la situación actual que mantiene en vilo a los juristas ¡Hasta la próxima entrega!
Por fin consigo sentarme a escribir esta breve reflexión, pero creo que merecía que le dedicara el tiempo y el cariño suficientes. Y es que no es fácil plasmar en un papel lo que siente el corazón, pero espero lograr transmitir en estas líneas lo que ha significado para mí formar parte del equipo de Cirugía en Turkana y vivir el proyecto en terreno, allá al Noroeste de Kenia, a orillas del lago Turkana.
Las primeras veces siempre son especiales. No lo voy a negar, viajar como cooperante a África por primera vez con tan solo 21 años da vértigo al principio. Sobre todo porque sabes que vas con la misión de llevar un poco más de salud donde hay tanta enfermedad, de darlo todo donde no tienen tanto y de abrazar a quienes más lo necesitan. Y luego te das cuenta de que eso supone largas y calurosas jornadas en quirófano, un sinfín de pacientes en consulta y muchas horas de intenso trabajo en el laboratorio. Y era inmensamente feliz mientras lo hacía, porque era consciente de la suerte, el privilegio y también de la responsabilidad que habían depositado en mí.
Empezaré por el principio. Creo que nunca antes había cogido tantos aviones en un periodo tan corto de tiempo. Era enero y acababa de terminar mis exámenes del primer cuatrimestre de cuarto de Medicina. Al día siguiente volaba a Londres para pasar unos días con mi hermana, y desde allí viajé hasta París para visitar a mi amiga Elena. Tras volver a Santander, tan solo disponía de un par de días para preparar un viaje totalmente diferente: África. Llegar hasta Turkana también implicaba enlazar varios aviones consecutivos, de modo que mi trayecto fue el siguiente: Santander-Madrid Doha-Nairobi-Turkana. Sin duda, el modo avión pasó a ser una forma de vida.
La buena compañía hace que te sientas en casa aunque estés en uno de los lugares más remotos del planeta. Nunca pensé que sería tan fácil encajar tan bien con cada uno de los miembros del equipo, a pesar de las diferentes edades y procedencias. Hasta tal punto que, aquel equipo de Cirugía en Turkana que despegaba desde Madrid, cuando aterrizamos en el aeropuerto de Nairobi ya empezaba a considerarlo “familia”. Sin duda, Cirugía en Turkana no solo es un proyecto quirúrgico, sino también una forma de entender la vida.
Y hablando de entender la vida, también he aprendido mucho de los turkana, el verdadero motivo de esta campaña. Me llama la atención su forma de afrontar la enfermedad: no sienten resignación por el pasado o por su falta de salud, ni tampoco excesivo temor por el futuro, simplemente viven el presente con la mayor serenidad posible, afrontando la vida tal y como viene. Se te encoge especialmente el corazón cuando ves a los niños, algunos corriendo de un lado a otro del hospital y otros sufriendo las consecuencias de la enfermedad. De cualquier modo, una piruleta y un abrazo es suficiente para que se sientan las personas más afortunadas del planeta. Es, simplemente, admirable y maravilloso. Por muy diferentes que seamos en cuanto a lenguaje, cultura o color de piel, cuando llegas a Turkana te das cuenta de que la necesidad de salud y de amor (y concretamente la necesidad de amar y sentirse amado) es lo único intrínseco a cualquier ser humano sobre la faz de la tierra.
Nunca pensé que cumpliría 22 años en África. Aquel día no solo cumplí años, sino también un sueño: ver por primera vez la llegada de una nueva vida al mundo. A un mundo mucho más inhóspito del que me tocó a mí hace 22 años y una vida por delante indudablemente más dura. No creo mucho en las casualidades pero sí creo profundamente en la Providencia y nunca olvidaré que, a partir de ahora, no solo comparto cumple con mi hermana melliza, sino también con aquel “peque” que nació ese día en Kenia, delante de mis ojos, y al que pude dar la bienvenida al mundo mientras le sostenía en mis brazos. Cada 7 de febrero me acordaré de rezar por él y por su vida, pero también de dar gracias a Dios por la mía y por el regalo de unos padres que no me han soltado de la mano desde entonces.
No puedo evitar sonreír (e incluso que se me caiga alguna lagrimilla) al recordar cada uno de estos momentos, cada una de estas personas y este lugar, Turkana, mientras escribo estas líneas desde mi habitación, después de un curso muy intenso a nivel personal y académico, pero también inolvidable por muchos motivos. La palabra recordar viene del latín re (volver a) y cordis (corazón); recordar: volver a pasar por el corazón. Y cada vez que recuerdo Turkana, mi corazón late un poco más fuerte. Y es que, ahora, de vuelta en Santander, cada vez que me preguntan por mi viaje a África, empiezo a contarles, sin saber por dónde empezar ni tampoco por dónde terminar, porque es complejo hablar de un sentimiento que va más allá de las palabras… pero, como está escrito en el Evangelio según San Lucas: “de lo que rebosa el corazón habla la boca”.
Turkana siempre permanecerá en mi corazón por ser ese lugar donde es fácil ser feliz intentando hacer un poco más felices a los demás. Turkana es ese lugar donde, como diría Madre Teresa de Calcuta, solo hacen falta “dos manos para servir y un corazón para amar”.
¡Buenas a todos! Primero de todo, soy Alonso Císcar, recién graduado de la ELU y estudiante de Física y Matemáticas en la Universidad de Valencia. Recién regresado a España, vengo a contaros un poco de mi experiencia de mi Erasmus en Estrasburgo, Francia, lo que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
El hecho de haber hecho mi intercambio en Estrasburgo no es para nada una casualidad, y es de hecho una decisión que tomé ya en primero de carrera. Yo formo parte de la primera promoción de mi doble grado en la Universidad de Valencia, por lo que cuando comencé los estudios, todavía no había ningún destino cerrado para realizar el Erasmus. Tras unirme a la Comisión de Seguimiento del grado, me comprometí para asegurar que hubieran destinos interesantes, y tras saber las opciones posibles y escuchar Estrasburgo, no paré de presionar a los coordinadores para que consiguieran ofertar ese destino. Cuando firmaron el convenio, incluso me llamaron para contarme las buenas noticias.
Tras haber vivido casi un año en Estrasburgo, puedo decir que elegí el destino perfecto. La ciudad parece sacada de cuento, y se encuentra en la histórica y preciosa región de Alsacia, que combina pinceladas de cultura francesa y alemana, increíbles parajes naturales y para los amantes de la Navidad, tiene de los mercados más impresionantes del mundo, por algo la llaman Capital de la Navidad. Además, no podemos olvidar que es sede del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, y a pesar de que soy estudiante de ciencias, los que me conocéis, sabéis que me apasiona la política europea. La historia de Alsacia y en particular Estrasburgo es apasionante, en sus calles puedes observar la unión de Francia y Alemania y en sus museos el difícil pasado de la región, las múltiples guerras, todo contribuyendo a la gran ciudad que es ahora. No puedo dejar de hablar de la increíble pastelería francesa y los vinos de la región, donde he destinado muy alegremente, gran parte de mis fondos del Erasmus.
Podría hablar durante horas sobre lo enamorado que estoy de la ciudad, lo mucho que he disfrutado utilizando y mejorando mi francés, y lo bien que me han acogido en la Universidad de Estrasburgo. La realidad es que en el Erasmus, no solo he aprendido física y matemáticas, sino que he aprendido sobre mí mismo y sobre la vida. El salir de mi casa, enfrentarme a ser independiente, y darme cuenta de que lo que pasara dependía de mí, lo cual es emocionante y da vértigo en partes iguales. Lo siguiente va a sonar muy cliché pero lo que el primer día era un piso vacío y una ciudad desconocida, se ha convertido en un hogar lleno de recuerdos, y dejarlo ha sido difícil.
Al final, el alma del Erasmus está en las personas que conoces en el proceso, que de repente, se convierten en grandes amigos y forman parte de la rutina. En mi caso, fue inevitable formar un grupo inseparable de españoles, con los que compartimos comidas, cenas, viajes, fiestas, aprendizajes y experiencias, amigos que invadían mi habitación, con los que he recorrido norte y sur de Europa y a los que pronto volveré a ver en España. Es increíble la capacidad que tenemos los españoles de formar comunidad en cualquier parte del mundo. Aunque no os cerréis tampoco solo a los españoles, el mundo es grande y conoceréis a personas maravillosas de otros países.
El Erasmus me ha enseñado a dejarme llevar y fluir, no pasa nada por no tener los próximos meses calendarizados minuto a minuto y el enfrentarse al día a día abierto a ser espontáneo ha traído recuerdos inolvidables que no tendría si hubiera sido algo más prudent o temeroso. Abrir la mente y dejarse sorprender por las personas que se han puesto en mi camino ha sido un regalo, y me ha permitido conocerme más, ser yo mismo y valorar mis vivencias. Y quién diría que a pesar de ir con el dinero justo como para no comer pescado en un año, he podido pasear por Praga, Bruselas, Berlín París, Viena, Oslo, Zagreb, Ljubljana, Estocolmo y Copenhague, entre otros (ignorando el dormir en autobuses y aeropuertos).
Leyendo los testimonios de mis compañeros, creo que todos estamos de acuerdo en que el Erasmus supone una evolución como persona, y que es desde luego una experiencia de lo más recomendable, yo desde luego lo recomendaría mil y una veces, y más si es en Estrasburgo. Eso sí, os deseo suerte con la burocracia francesa, la vais a necesitar. Esta experiencia te abre la mente y para mi ha supuesto un punto de inflexión en la visión que tengo de mí mismo y de mi futuro, por haber sido capaz de vivirlo, de encontrar un hogar, de compaginar con el trabajo, de mantener una relación a distancia sana y de disfrutar de mis estudios (sí, algunos hemos estudiado en nuestro Erasmus). Ahora que me queda poco tiempo en la universidad, me llevo los aprendizajes y las memorias en el corazón para seguir con mi vida, y miro al futuro con ganas de descubrir las sorpresas que vienen, con menos ansia de controlar y sobreplanificar cada paso que tomo, pero con la confianza de que estoy preparado para avanzar.
Por último, aprovecho este párrafo final para agradecer a mi universidad por pelear este destino por mi insistencia, al apoyo de mi familia, a las personas maravillosas que he conocido en mi Erasmus y a todos aquellos que hayáis llegado hasta el final, os animo a dar el paso y a vivir una experiencia única e inolvidable, ojalá pronto leer sobre vuestras propias experiencias. Finalmente, gracias a la ELU por darme la oportunidad de reflexionar sobre mi Erasmus, una buena forma de lidiar con la pena de terminarlo y también de graduarme, os mando un abrazo enorme y os deseo un feliz verano!
El pasado 9 de mayo, los alumnos de la ELU de Cataluña nos reunimos para compartir nuestros rincones favoritos de la ciudad de Barcelona.
Así descubrimos algunos lugares históricos que suelen pasar desapercibidos, como las ruinas del acueducto y el foro de la época romana, los jardines cercanos a la catedral, el Museo Frederic Marès, el mercado de Santa Caterina e incluso los restos de la muralla en la estación de Plaza Cataluña. Durante el encuentro, también cenamos todos juntos antes de terminar nuestra ruta en la Casa de les Punxes.
María Longás, nuestra mentora, viajó hasta Barcelona para realizar mentorías presenciales y nos acompañó durante la tarde. Sin duda, fue una gran oportunidad para redescubrir nuestra ciudad con la mejor compañía.
¡Hola a todos! Antes de empezar, me presento, soy Álvaro Monllor, de cuarto de la ELU y estudiante de Economía y ADE en la Universidad de Alicante. Si hace unas semanas Elena escribió sobre su Erasmus en Inglaterra, hoy me toca a mi cruzar un pequeño mar para cambiar al país vecino y hablar de mi erasmus en Irlanda, concretamente, en la Universidad de Limerick, en la ciudad con el mismo nombre situada al oeste del país.
Debo decir, que en un primer momento no tenía pensado realizar ningún intercambio durante mis estudios de grado. Sin embargo, un “milagro” burocrático que consistió en un cambio en las bases de la convocatoria para este curso 2023-2024 me permitió poder solicitar movilidad para cursar asignaturas de ADE durante el segundo cuatrimestre de este curso. Tuve en ese momento claro que no iba a desaprovechar esta oportunidad que se presentaba ante mí y que me pedía a gritos que buscara algún destino para pasar unos meses estudiando en el extranjero.
Mi requisito a la hora de escoger el país fue sencillo, tenía que ser angloparlante, por lo que mi lista de posibles destinos se redujo bastante desde el primer momento. Finalmente, tras analizar asignaturas e instalaciones, decidí escoger Limerick como primera opción.
El 21 de enero, tras unas pocas turbulencias y un aterrizaje no muy suave, llegué al aeropuerto de Shannon. El motivo de un final de vuelo tan intranquilo me azotó en la cara nada más salir del avión dado que el país se encontraba en alerta meteorológica por la tormenta Isha. El fuerte viento y la lluvia provocada por la tormenta dejaba claro por qué este país, conocido como la Isla Esmeralda, es tan verde: llueve mucho. Pero yo ya estaba mentalizado de que dejaba atrás el sol del Mediterráneo y como decimos, al mal tiempo buena cara y palos con gusto no duelen.
Tras acomodarme en la residencia, llegó la semana de introducción donde, a parte de conocer a mucha gente de muchos países, nos introdujimos de lleno en la cultura irlandesa (bebiendo mucha cerveza Guinness) disfrutando de un espectáculo de baile típico y de música irlandesa.
A medida que comenzaban las clases y avanzaba el cuatrimestre, comenzaban a surgir numerosas oportunidades para viajar. Y es que, sin ninguna duda, una de las mejores partes de mi experiencia erasmus fue la de descubrir los rincones de este país. Irlanda es un país pequeño, lo que facilita los viajes de fin de semana. Visité ciudades como Dublín, Cork, Galway, Belfast y Derry (estas dos últimas en Irlanda del Norte, país perteneciente al Reino Unido) y pueblos como Ardara, Adare, Kinsale, Ennis, Kilkee, Killarney y Killaloe, todos ellos con su característico encanto: casas de colores y un pub donde (tomarse una buena Guinness) disfrutar de buena música en directo. Pero si hay algo de verdad impresionante es la naturaleza (y el número de vacas y ovejas que hay por todos los lados). Los acantilados de Moher, el Parque natural de Killarney, los faros de Loophead y de Sheep’s Head, la Calzada del Gigante y el área de Binevenagh (estas dos últimas en Irlanda del Norte) además de numerosas rutas de senderismo que hacen obligatorio pararse, mirar a todos los lados y asombrarse por la belleza y grandeza de la naturaleza que se muestra ante ti. He viajado con mis compañeros de resi, con amigos internacionales, con amigos de la Universidad de Alicante que estaban también de erasmus en la ciudad de Cork, con mi madre y con amigos que vinieron a Irlanda a vernos, cada viaje ha sido un regalo y me ha servido para recordar, una vez más, la importancia del “con quién”.
En cuanto a la vida académica, debo decir que la universidad presenta una oferta de actividades extraacadémicas impresionantes. Hay numerosos clubes deportivos y sociedades y un campus precioso con instalaciones deportivas de categoría. Es decir, siempre hay algo que hacer.
Sin embargo, hay algunos aspectos que hay que mencionar. El coste del alojamiento en Irlanda es bastante alto y, para visitar muchos lugares, es necesario alquilar un coche ya que los autobuses no llegan. Además, aquellos erasmus que busquen fiesta deben saber que aquí se termina temprano, alrededor de las dos de la mañana.
Finalmente, mi conclusión es que se me ha quedado corto. Han sido cuatro meses muy intensos en los que he hecho mucho, pero me ha quedado mucho por hacer. Me quedo con muchas personas y muchos lugares. La despedida fue dura pero necesaria para nuevos rencuentros que si llegan serán acompañados de ilusión, alegría y emoción. Mi recomendación va muy en línea con las recomendaciones de otros elus que han estado de Erasmus, aprovechad la oportunidad, salid de vuestra zona de confort e id a conocer nuevas metodologías, universidades y personas. Exprimid al máximo el tiempo libre y poned al límite vuestras habilidades de gestión del tiempo para viajar, pasar tiempo de ocio y estudiar (no nos olvidemos tampoco que seguimos siendo estudiantes). No conozco a ninguna persona que se haya ido de erasmus y se haya arrepentido de esta decisión. Puede ser que Irlanda no sea vuestro destino idílico, no os preocupéis porque afortunadamente hay más países, pero os lo recomiendo si queréis practicar mucho inglés, os gusta la naturaleza, queréis hacer muchas actividades extraacadémicas y queréis (beber Guinness) ver muchas ovejas y vacas.
El pasado 25 de abril, Diego aterrizaba en Santiago.
Aunque el plan inicial era organizar una visita a alguna exposición de pintura o fotos, las ganas de hacer las mentorías por fin presenciales ganó a la cultura esta vez. Aún así, y aunque el tiempo lluvioso como de costumbre no acompañó, pudimos irnos turnando entre clases para pasear más o menos toda la ciudad, empezando con un desayuno cerca de la catedral, siguiendo por un paseo por la alameda y plaza de abastos y, después de un descanso para comer en un clásico sitio de la ciudad, continuar la tarde de mentorías, cuando ya fue inevitable tener que comprar un paraguas.
Para terminar el día, nos reunimos todos para cenar entre conversaciones tanto banales como un poco más profundas, para acabarnos despidiendo ya con ganas de su próxima visita.
Al día siguiente, tras dar un último paseo por la zona vieja, al mediodía Jacobo despedía a Diego, esperamos que no hasta dentro de mucho tiempo.
La vida tiene formas curiosas de sorprendernos. Aún me parece difícil creer que esté aquí, en Londres, ya que el único destino en mi mente, y en mi solicitud del programa Erasmus, fue siempre París. Sin embargo, un error administrativo me trajo a la capital del Reino Unido. Mis padres siempre me apoyaron, mis hermanos nunca dudaron, pero yo inicialmente no confié. Y, ahora que este curso tan extraordinario llega a su fin, entiendo que todo tiene un sentido, que el plan de Dios es más pleno que el que yo crea tener y que no cambiaría lo que he vivido durante estos últimos meses por nada del mundo.
Recuerdo mis primeros días con especial cariño. Mientras entraba un dieciséis de septiembre en la residencia que sería mi casa durante nueve meses, me pareció ver salir a la niña de Santander a la que acompañaron sus padres hasta un colegio mayor de Madrid hacía tres años. Nos detuvimos, nos miramos y, simplemente, sonreímos. No sé si, por aquel entonces, ella habría podido imaginar que las aulas del King’s College London le acogerían algún día con los brazos abiertos durante un curso académico entero. A orillas del Támesis, me siento enormemente afortunada de haber formado parte de una prestigiosa universidad situada en el corazón de Londres que cree con firmeza en sus alumnos, y que, bajo el lema “con santidad y con sabiduría”, hace de las diferencias culturales su fortaleza. Londres no era una ciudad desconocida para mí, pero de su mano he disfrutado de tours por los barrios más emblemáticos, paseos en barco por el río, noches en clubs de la comedia, voluntariados en pueblos como Margate, conferencias y eventos a través de sus societies y de visitas a las oficinas más espectaculares de la City, el famoso distrito financiero.
Me emociona darme cuenta de que he conocido a las personas más especiales de la forma más inesperada. Echando la vista atrás con una amiga de intercambio en diciembre, llegamos a la conclusión de que hacía tiempo que ya no se trataba de Londres, sino de la gente. Por eso, cuando me preguntan por mis rincones favoritos, enmudezco. Porque, por supuesto, me ha fascinado el mirador del edificio más alto de la Square Mile y he paseado embelesada entre las preciosas viviendas de Kensington. Sin embargo, en mi cabeza únicamente bailan las veces que nos hemos reunido en torno a una mesa o en una biblioteca, retumban las numerosas ocasiones en las que hemos llorado de risa sin tener un gran motivo para hacerlo y vociferan los deseos de que un trayecto en metro se extendiera con tal de estar juntos un poco más.
En algún momento, se volvió normal quedar para estudiar con amigas de México y de Singapur, ir a la celebración de cumpleaños de un estudiante de intercambio estadounidense el mismo día que lo conocí, asistir a la fiesta de una chica de Canadá con una amiga australiana o trabajar en un proyecto por equipos con compañeros de los Emiratos Árabes Unidos, China, Italia, la India y Rumanía. Y yo, que estudio matemáticas, no puedo evitar preguntarme, ¿cuál es la probabilidad de que nuestros caminos se cruzasen? Me niego a pensar que conocernos aquí y ahora ha sido una mera casualidad.
¡Es verdad! Los cielos de Londres a menudo son grises y sus adoquines están constantemente mojados. No obstante, la ciudad que yo he conocido ha sido la dispuesta a vestir una sonrisa, y vivir cualquier aventura con un paraguas en la mano. Además, no ha sido sólo mi destino y el de las amigas que han venido a verme sino también punto de partida a Edimburgo, a Múnich y a Madrid. Tengo la sensación de que no podré dejar de identificar recuerdos con cada una de sus esquinas. Y, en fin, de que esta experiencia me ha enseñado mucho, pero, especialmente, que a veces nos valoramos poco y juzgamos demasiado, y que nos podemos hacer a nosotros mismos, pero que siempre estaremos hechos de los demás.
Sé que, algún día, volveré a cruzar el puente de Waterloo, por el que hoy paso a diario. Ese puente que, cuando tienes prisa parece muy largo y, cuando tienes tiempo, lo disfrutas despacio: el Big Ben y el London Eye a un lado, St Paul’s Cathedral, Canary Wharf y la City a ciento ochenta grados. Caminaré por él, quizás incluso deseando tener clases de nuevo a las que correr. Me detendré a la mitad y el viento me hará rememorar muchos momentos pasados. Pensaré: ¿acaso fue todo un sueño, y es que he despertado? Por ahora, mi etapa en el King’s ya ha terminado, pero me hace ilusión pensar que pronto comenzará una nueva en UC Berkeley.
Me marcho de Londres con alguna que otra lagrimilla y profundamente agradecida, especialmente con todas las personas que han sido aquí como mi familia, y con quienes lo son y han renunciado desde el amor a tenerme en su día a día.
El 11 de julio de 2010 fue un día bonito: España disputaba su primera Copa del Mundo, su primera final. Manolo -no el del bombo- estaba con sus colegas al son de un corazón, fuego y pasión, con la mirada clavada en el televisor. Con tres cervezas en sangre y otra abierta en mano, contemplaba mudo la jugada que ahora ha quedado grabada en la retina de todos los españoles: un tiro cruzado, un gol, el de Iniesta, que pasó a engrosar el panteón de los goles históricos del fútbol. Manolo y sus amigos celebraban como neandertales, y éste bebió de hidalgo la cuarta cerveza de la noche.
De seguido Manolo miró el reloj, que señalaba las Iniesta en punto, o sea las 22:55, y se percató de que, o desplazaba el coche antes de las 23:00, o le multaban. Entonces bajó, consciente de su estado de embriaguez, escudriñó la callejuela, cerciorándose bien de que estaba desierta, y recorrió marcha atrás los tres metros que le sacaban de la zona azul. Luego salió, vio que la calle seguía vacía, y subió de vuelta al piso.
Bien, pues ahora quiero que leas estos dos artículos, que me he permitido resumir a efectos de comprensión:
379 Código Penal:
El que condujere un vehículo a más de 60 km/h en áreas urbanas o a más de 80 km/h en zonas interurbanas, será castigado con… (las penas no nos importan).
Se aplicarán las mismas sanciones a quien conduzca bajo la influencia de drogas o alcohol, o supere los límites permitidos de alcohol en el cuerpo.
380 Código Penal:
El que condujere un vehículo con temeridad manifiesta poniendo en peligro la vida o integridad de otros, será castigado con…(las penas siguen sin importarnos).
Se entiende por temeridad manifiesta la conducción que reúna las circunstancias mencionadas en el artículo 379, incluida la alcoholemia.
Estos dos artículos hacen mención a dos delitos distintos: el 379.2 al delito de alcoholemia, el 380 al de conducción temeraria. De su primera lectura comprendemos que Manolo ha infringido ambos preceptos, dado que:
Ha conducido bajo una alta influencia de alcohol (entendiendo que dar marcha atrás tres metros es conducir).
Ha conducido un vehículo con “temeridad manifiesta”, al ser la circunstancia anterior (la alcoholemia) una de las contempladas para apreciar dicha condición.
Ahora bien, estudiando los preceptos, si fueses el abogado de Manolo ¿qué alegarías en su beneficio?
Pues bien, a fin de elaborar una buena defensa primero has de saber una cosa:
Para apreciar un delito en Derecho Penal se atiende al bien jurídico. Un bien jurídico es una cosa o valor que la ley considera valiosa y que se debe cuidar para que todos estemos seguros y felices. Por ejemplo, la vida, la libertad, el orden social o la integridad física. Habida cuenta de esto, podemos constatar que existen dos tipos de delitos:
Delitos de resultado: los que lesionan o ponen en peligro un bien jurídico, siendo esta puesta en peligro o lesión condición indispensable para que haya delito.
Delitos de simple actividad: los que se consuman con la mera realización de la conducta descrita en el artículo penal, sin que se requiera la producción de un resultado.
Ahora que sabes esto, vuelve a leer los artículos e intenta pensar en cómo defenderías al pobre Manolo.
Yo mientras tanto te doy una pista: de la pena del artículo 379 no se va a librar ni aunque fuese Harvey Specter quien lo defendiera; sencillamente porque se desprende de su lectura que se trata de un delito de simple actividad, esto es, que el mero hecho de dar marcha atrás, ciego como una cuba, consuma el delito, sin necesidad de que haya una víctima o una pierna rota de por medio.
Pero ¿qué hay del delito de conducción temeraria? Aquí se podría alegar que es necesaria la flagrante puesta en peligro (o lesión) del bien jurídico para apreciarlo. Pero ¿de qué bien jurídico hablamos? Porque si consideramos como bien jurídico la seguridad vial, el juez determinaría que ha sido lesionada por el mero hecho de haber generado un riesgo; pero si consideramos otros como la vida o la salud, podríamos argumentar que en una calle desierta -sabiendo que estaban todos celebrando a Iniesta en sus casas- poco riesgo hay, y que tomó las medidas de precaución necesarias para no vulnerarlos.
Por lo que la cuestión del pleito giraría en torno a determinar dónde está barrera de precaución, y si está debe ser adelantada (y culpar a Manolo por conducción temeraria) o no. Y sobre esto la ley no se pronuncia, así que su libertad depende tan sólo de tu capacidad de argumentación. Que fuerte, ¿no?
¿Qué opinas? ¿Dónde situarías la barrera de precaución?
Me costaba pensar que terminara haciendo mío un lugar nuevo en un tiempo relativamente corto. O mejor dicho, saber que en algunos de sus rincones, quedara algo de mí, de mi forma de ser y ver el mundo. Nunca pensé que mi tan soñada París fuera tan amplia, elegante, especial. Cuánta belleza envuelta en ternura y cotidianidad, en sus cielos anaranjados en lienzo grisáceo, en su tránsito por el Sena, en sus impresionantes calles llenas de promesas ajenas. Cuánta profundidad descifrada a través de su historia, escondida en su cultura y cuántos secretos albergan cada una de sus esquinas: desde las más turísticas a aquellas que tan solo conocen a los que más les gusta perderse. Es en esa mirada atenta e inquieta de donde brota la sensibilidad y el agradecimiento ante lo que sucede, lo que se me pide y dónde me llaman.
El “sí” a París fue meditado, confiado y convencido.
La incertidumbre envolvía la plena ilusión. Por qué mi corazón intuía que debía marcharme a París si estaba feliz en Madrid, pensando en cómo continuaría mi cuarto año de medicina en la Universidad Complutense. Qué me movía a querer hacer maletas para entregarme en todos los sentidos a esta nueva llamada, a esta ventana llena de luz que se presentaba como un regalo inmerecido. El entusiasmo abrazó al vértigo y saltando con él, empezó un año tan bonito en mi vida…
La ciudad del amor, París. Y sí, es la ciudad que te invita continuamente a amar quién eres, de dónde vienes y hacia dónde anhelas construir tu proyecto. En esa vuelta a la raíz y haciendo memoria, uno no puede dejar de agradecer a quiénes te esperan en casa con el mayor de los abrazos. Y saber que, a tan solo una llamada o un mensaje, tienes la palabra de alivio de siempre, es otro privilegio. Y al mismo tiempo, te recuerda la importancia de cuidar a quiénes más quieres, diariamente y sin excusas para que ese vínculo siga creciendo, en una circunstancia algo particular.
Echo la vista unos meses atrás y me impresiona el enorme esfuerzo que he hecho por estar a la altura de un ritmo académico muy exigente. Y, también, valoro el entramado de lazos que he construido, en todos los ámbitos. Y aunque muchos de ellos vuelven conmigo a Madrid, una gran parte de ellos se queda en París, especialmente con mis pacientes y la suma de sus historias, cicatrices y vidas que han sido un destello que me ha ayudado a entender parte de la mía.
Gracias a su generosidad, conversación y paciencia durante mi aprendizaje, he vuelto a reafirmar, redescubrir y entender qué es ser médico con mayor profundidad, con plena entrega y compromiso. La propia vocación se desarrolla viviéndola y aunque no tiene que estar necesariamente vinculada a un lugar en concreto, es innegable que en París he encontrado un mirador con vistas más amplias: de expansión, de explorar y servir a través de la escucha.
Ahí reside la mayor belleza de nuestra profesión: en quién nos mira con su vulnerabilidad al descubierto, en quién nos busca a través de una mirada y en quién necesita la palabra justa en un momento puntual o tan solo esperar en silencio.
Las visitas cada mañana al pie de una cama, encontrarme con muchas personas en los momentos más bellos o amargos de sus vidas, traer vida al mundo y agarrarla con mis propias manos, disfrutar de un descanso al sol leyendo en los Jardines de Luxemburgo o ver Montmartre iluminado por la ventana en una noche de guardia, han sido algunas pinceladas de estos meses. Hace una semana, hablando con una paciente que se había dedicado toda su vida a la pediatría, me recordaba que en lo que más nos debemos esforzar es en cultivar nuestras relaciones humanas, como elemento vertebrador de nuestra persona. Y aunque el idioma puede llegar a dificultar algunas de estas conversaciones, hay un lenguaje que es universal y que trasciende cualquier barrera; al contrario, crea puentes: la sonrisa y la empatía.
Rescatando las palabras de una gran amiga, no solo hay lugares e instantes cosidos al corazón; sino más aún, personas. A todos los rostros que empezaron siendo coincidencia y pura casualidad y que han terminado siendo fuente de verdad, diversión, felicidad y amistad, no puedo dejar de darles las gracias. A través de ellos, he podido conocerme más aún en profundidad y compartir nuestras vivencias, distintas pero no lejanas.
Como todo lo que nos conmueve, salir de casa nos empuja a hacernos preguntas casi de forma cotidiana, a querer comprender el porqué de nuestras decisiones, a tener la posibilidad de elegir continuamente cómo y con quién vincularnos o de qué forma encontrar descanso en el corazón por medio del silencio. Es precisamente por esa toma de decisiones continua, la que nos permite elegir cómo construir nuestro propio Erasmus, cómo hacer de París, tú propio París.
El agradecimiento es infinito porque París ha sido un sueño y me resisto un poco a pensar en que, en poco tiempo, tocará volver a hacer maletas de nuevo. Me las llevo con sobrepeso de nombres, recuerdos, muchísimas risas, mucho esfuerzo, visitas express desde Madrid, atardeceres, paseos, silencio y reflexiones. Y lo más importante de todo, de mucha vida.
Ojalá mi París sea siempre un lugar donde recordar todo lo que crecí, aprendí y todo lo feliz que fui. Y volveré a Madrid no de igual forma que cuando vine pero sí con todo el corazón y con la tranquilidad de saber que la vida tiene que continuar y sucederse allí donde uno sienta que el mundo le reclama.
¡¡Un abrazo con mucho cariño y sabéis dónde estoy, para lo que necesitéis!!!
¿Sabes qué es la Constitución? ¿Cómo se estructura? ¿Cómo se aprobó la actual? ¿Cuántas veces ha sido reformada? Si lo desconoces, tranquilo. Hoy en Ratio Legis te lo explicamos.
¿QUÉ ES LA CONSTITUCIÓN?
Según la RAE (Real Academia Española), la Constitución se define como “la ley fundamental de un Estado, con rango superior a las leyes, que define el régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e instituciones de la organización política”. Es decir, la Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico, “la ley de leyes”. De ella emanan las normas ordinarias a través de dos principios: el de jerarquía y el de competencia (sobre esto profundizaremos otro día…).
¿CÓMO SE ESTRUCTURA?
La Constitución consta de un Preámbulo, 169 artículos, 4 Disposiciones Adicionales (podríamos definirlas como posdatas que añaden estipulaciones complementarias), 9 Disposiciones Transitorias (estas regulan los supuestos en los que continúa aplicándose a la legislación que estaba vigente antes de la aprobación del nuevo texto normativo), 1 Disposición Derogatoria (que anula las normas anteriores) y 1 Disposición Final, que establece su entrada en vigor, el comienzo de la eficacia normativa.
Por consiguiente, cabe resaltar su división en 11 títulos (cada uno puede dividirse, a su vez, en capítulos y secciones)
I. Título Preliminar (arts. 1 a 9) en él se plasman principios generales
II. Título Primero (arts. 10 a 55) de los derechos y deberes fundamentales
III. Título Segundo (arts. 55 a 65) de la Corona
IV. Título Tercero (arts. 66 a 96) de las Cortes Generales (CCGG)
V. Título Cuarto (arts. 97 a 107) del Gobierno y la Administración
VI. Título Quinto (arts. 108 a 116) de las relaciones entre el Gobierno y las CCGG
VII. Título Sexto (arts. 117 a 127) del Poder Judicial – régimen de los jueces y magistrados
VIII. Título Séptimo (arts. 128 a 136) de la Economía y la Hacienda
IX. Título Octavo (arts. Arts. 137 a 158) de la organización territorial del Estado – todo lo relativo a las CC.AA y el reparto de las competencias
X. Título Noveno (arts. 159 a 165) al Tribunal Constitucional (TC) – el único órgano capaz de declarar la inconstitucionalidad de una ley
XI. Título Décimo (arts. 166 a 169) de la reforma constitucional
A los Títulos Preliminar y Primero se les suele denominar como “parte dogmática”, que regulan los derechos y libertades fundamentales y al resto – del Título Segundo al Décimo – parte orgánica. Esta última pauta la organización de los diversos poderes e instituciones del Estado.
¿CÓMO SE APROBÓ LA CONSTITUCIÓN DE 1978?
La Constitución de 1978 es la séptima de toda la historia constitucional española. Las anteriores fueron las de 1812, 1837, 1845, 1869, 1876 y 1931. A diferencia de aquellas, la de 1978 fue el fruto de un gran acuerdo en torno a la convivencia colectiva, que versaba sobre temas tan importantes y pioneros como los Derechos Constitucionales y sus mecanismos de defensa, la estructura territorial y la de índole económica.
Para su aprobación se constituyó la Ponencia Constitucional, una comisión formada por 7 miembros: 3 de la UCD (Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez Llorca y Gabriel Cisneros Laborda), 1 de la AP (Manuel Fraga Iribarne), 1 del PSOE (Gregorio Peces Barba Martínez) y 1 de la minoría vasco-catalana (Miguel Roca Junyent). La ponencia se desarrolló a lo largo de 29 sesiones – entre agosto y diciembre de 1977 – bajo el principio de confidencialidad.
Tras pasar los trámites pertinentes como anteproyecto – sobre los que no me quiero extender, pero dejo los más importantes enumeradas (publicación en el Boletín Oficial de las CCGG, las enmiendas y votos particulares, el debate en el pleno, el Senado, la modificación conforme a la Ley de Reforma, la aprobación por el Congreso y el Senado y la aprobación del Dictamen de la Comisión Mixta Congreso-Senado) – se sometió al refrendo popular el 6 de diciembre de 1978 (de ahí el día de la Constitución), obteniendo el apoyo del 87,8 % de los votantes, de 15.706.078 ciudadanos. Hubo, además, 1.400.505 votos en contra, 133.786 nulos y 632.902 en blanco. La participación ciudadana osciló el 67.1%.
Finalmente, la Constitución fue sancionada y promulgada por el Rey Juan Carlos I el 27 de diciembre de 1978 y publicada en el BOE el 29 de diciembre, en castellano y en las de lenguas cooficiales. El día de retraso en su divulgación se debe a la connotación derivada del día 28 (el de Los Santos Inocentes), pues se quería evitar a toda costa los apodos, como el de la Constitución de 1812 (“La Pepa”), al ser publicada el día de San José, 19 de marzo ¿Os imagináis tener una constitución conocida popularmente como “La Inocente”? ¿Os resultaría creíble? 😉
¿CUÁNTAS VECES HA SIDO REFORMADA?
La reforma constitucional aparece regulada, como ya se ha explicado, en el Título X (arts. 166 a 169). Hasta el día de hoy, la Carta Magna ha sido remodelada en 3 ocasiones:
La primera, en 1992. Esta consistió en incluir el inciso “y pasivo” en el art. 13.2. El cambio en cuestión tenía como objetivo permitir a los extranjeros residentes en el territorio nacional ser elegibles en las elecciones municipales (aquellas en las que se votan alcalde y concejales).
La segunda afectó al art. 135 y fue aprobada conforme al procedimiento del art. 167 el 27 de septiembre de 2011. Con ella, se perseguía garantizar la sostenibilidad económica y social, así como limitar la actuación de los poderes públicos.
Respecto a la tercera y más reciente, la del art. 49 CE. Tuvo lugar el pasado 15 de febrero de 2024, con su correspondiente publicación en el BOE nº.43 el 17 de febrero.
Con esta reforma se buscaba, en primer lugar, la supresión del término “disminuido”, así como la adaptación a la LO 8/2021, de 2 de junio, (…) para el apoyo de personas con discapacidad en la práctica del ejercicio de su capacidad jurídica.
Sobre esta última cuestión, la de la reforma constitucional, si os parece interesante, podemos extendernos en un futuro artículo.
Espero que la explicación haya sido de vuestro agrado ¡Hasta la próxima entrega!
El pasado 14 de abril fuimos un grupo de 27 elus a Cuenca.
La jornada comenzó paseando hasta la parte antigua de la ciudad, trayecto durante el cual aprendimos acerca de la historia y leyendas de la ciudad. ¿Sabíais que no es correcto decir reconquista cuando nos referimos a la toma de la ciudad por el rey Alfonso VIII? O que a veces ponían a ciegos a vigilar puertas. Incluso Sammy reconoció la superioridad jurídica del fuero de Cuenca.
Para continuar, Celina, responsable del Museo de Arte Abstracto Español, perteneciente a la Fundación Juan March, nos transmitió su entusiasmo por esta forma de arte. Aprendimos nuevas formas de mirar el mundo, que un ratón puede ser un artista, que las ventanas también son cuadros o que la forma muchas veces importa tanto como el fondo. Incluso aquellos que más reticentes se mostraban por el arte contemporáneo, reconocieron la categoría de este museo. Muy generosamente, fuimos los últimos visitantes en abandonar el magnifico edificio (ya que este museo se emplaza en las Casas Colgadas!!!).
Estando ya muy hambrientos, tomamos unos bocadillos a la vez que disfrutábamos de unas vistas espectaculares de la hoz del Júcar (en Cuenca los valles se llaman hoces) y veíamos los rascacielos más antiguos de Europa. El café lo reservamos para tomarlo en el barrio del Castillo, la parte más alta de la ciudad, desde donde disfrutamos de la otra hoz que limita la ciudad, la del Huécar. Vimos el edificio donde Velázquez pudo inspirarse para dibujar las meninas y nos acordamos de nuestro buen amigo David Redondo al pasar por delante de la casa de José Luis Perales.
Finalmente, visitamos la catedral, primera catedral gótica de España (con permiso de los abulenses). Donde una vez más se fusionaban el arte abstracto que encontramos en las vidrieras con lo medieval de la arquitectura. Aprendimos que gracias a un graffiti se ha vinculado esta catedral con la de Burgos y diversas curiosidades como la inclinación de la nave central o la del ángel sonriente que guarda el Santo grial.
Como nuestros persuasivos estudiantes de derecho no podían abandonar la ciudad sin verlo, finalizamos visitando el monumento a la constitución que nos dejó sin palabras.
Creemos que hablamos en nombre de todos cuando decimos que pasamos un magnífico día y que estamos encantados de haceros de guías o de responder a las preguntas aquí planteadas a aquellos que no pudisteis venir. Muchas gracias también a quienes nos hicieron de conductores!!! Alonso, Jorge, Ignacio.
P. D. No podíamos dejar de divulgar que desde hoy y hasta junio, la sede madrileña de la Fundación Juan March acogerá la exposición titulada “El pequeño museo más bello del mundo” donde podréis disfrutar de una selección de obras seleccionadas del museo.
Aquí tenéis más información https://www.march.es/es/madrid/exposiciones/pequeno-museo-mas-bello-mundo
No sé ni por dónde empezar a escribir porque son tantas las cosas que me han pasado en estos meses que no sé cómo transmitir todo lo vivido.
Soy Sofía Sánchez-Bleda, y estoy en tercero. Estudio el doble grado de Relaciones Internacionales y Business Analytics en Madrid, en Icade y este cuatrimestre estoy en NC State, en Carolina del Norte, EE. UU.
En cuanto supe que me podía ir a estudiar fuera no lo dudé ni un segundo, sabía que iba a ser algo único y una oportunidad que tenía que aprovecharla. Siendo sinceros cuando en enero llegó el momento de irme me daba mucho vértigo. Era una sensación única, por un lado tenía muchísimas ganas de irme pero por otro me daba miedo salir de mi zona de confort.
Estados Unidos no es el típico destino de Erasmus a los que los estudiantes se suelen ir, para mí totalmente desconocido donde lo único que sabía era lo que había visto en las películas. Y así es, aquí estoy viviendo la mía, escribiendo sentada al sol en el enorme campus rodeada de otros estudiantes. Algunos están tumbados leyendo, otros jugando al voleibol, otros disfrutando del sol, …
El 3 de enero empezó mi aventura y salí del aeropuerto de Madrid con los ojos empapados en lágrimas. Cuando llegué y ya pasado el horrible jet lag una de las cosas que más me sorprendió es lo simpática y agradable que es la gente. Como me dijo Ainhoa una vez, la sonrisa es síntoma de felicidad, muestra el reflejo del alma y permite al otro crecer, y a mí para el que no me conozca mucho una de las cosas que más me caracteriza es esto. Escribía en mi diario “a mí me encanta sonreír y aquí te devuelven exageradamente la sonrisa” y es que con un simple gesto me empecé a sentir súper acogida.
Al principio la sensación es como que uno está de viaje hasta que pasadas las primeras semanas es cuando te das cuenta de que eso será tu casa durante los próximos meses. Otra de las cosas que más miedo me daba era perderme. Sin embargo he estado acompañada desde el minuto en el que llegué. Qué suerte tengo de que el Señor haya estado conmigo siempre.
Cada día aquí es distinto. Hay montón que cosas de hacer, desde ir a dar un paseo cerca del lago, ir al club de voluntariado del que formo parte, ir al gimnasio, pintar camisetas, ir a ver cualquier tipo de deporte que puedas imaginarte… siempre hay algo nuevo y divertido. También he tenido la suerte de haber compartido unos días con mi hermana Sara, y que lo que era mi casa a 6389 km, lo haya sido aquí.
Las clases aquí son muy distintas, en el buen sentido. El trabajo diario y constante es lo que más porcentaje tiene. Los estudiantes realmente disfrutan yendo a clase y les gusta, y hacen que eso se contagie.
Todo está siendo a lo grande. Estoy disfrutando mucho a la vez que aprendiendo. Además me ha servido para valorar lo que en casa era lo normal. Estoy conociendo una nueva Sofía que nunca se había dado, y estoy siendo feliz, dejando a un lado las preocupaciones del día a día y aprovechando cada pequeño momento.
¡Hola a todos! Somos Maite y Guille de primero y os queremos contar una experiencia que tuvimos la suerte de vivir el verano pasado y que tú también puedes vivir este verano. Y no, querido ELU, no lo ibas a adivinar nunca: fuimos guías turísticos en dos de las catedrales más bonitas de nuestro tiempo, Notre-Dame de París y la Catedral de Bourges.
Efectivamente, has leído bien. Si hubieras pasado por Bourges o París un 9 o 13 de julio, te habrías encontrado con Guille y Maite enseñando los rincones de la catedral a turistas de todos los lugares del mundo, con una banderita española de guía y creyéndose lo más.
¿Y cómo llegamos hasta ahí? Fue todo gracias a Nártex, una asociación española y católica que promueve el arte desde la fe y que todos los años organiza estancias de alrededor dos semanas en iglesias o catedrales europeas, en las que grupos de guías voluntarios de distintas nacionalidades se ponen a disposición de los turistas de su misma lengua para, desde la fe, acogerles y guiarles en su visita al monumento.
¿Y cómo es el día a día de un guía de Nártex (que no es lo mismo que un guía turístico corriente)? Para empezar, te levantas y haces el desayuno. Charlarás con tus compañeros (que se acabarán convirtiendo en tus amigos; Maite tuvo mucha suerte porque conoció a una Elumni) mientras hacéis unas tostadas con café, y saldréis hacia la catedral. Ya sea tu primer o último día, te quedarás unos minutos fuera admirándola con la boca abierta de par en par. Después de ese breve momento de éxtasis que te aseguro que tendrás, entrarás y te sentarás en una mesita colocada justo a la entrada de una de las puertas. Personalmente, te recomendamos rezar unas jaculatorias antes de empezar, porque un poco de ayudita del de arriba nunca viene mal. Una vez sentado, puedes hacer dos cosas, dependiendo de tu mood del día:Sacas el arpón y activas el modo “guía lanzado?, preguntándole a todo aquel que entre si desea una visita. Empiezas más relajadito, charlando con los otros guías (amigos) en la mesa hasta que algún visitante muestre un ápice de interés, momento en el que ya te lanzas a por la primera visita del día.
Probablemente estarás preocupado diciéndote: ¿Cómo voy a hacer yo una visita, si no sé nada de catedrales? ¿Cómo empiezo? ¿Cómo arranco? ¿Alguien me va a enseñar?
Tranquilo, tranquila. Déjanos explicarte.
Antes de llegar a tu destino, la asociación de Nártex te impartirá un curso del cual vas a salir con un máster en guías turísticas. Allí, durante un fin de semana en Madrid, vas a aprenderlo todo: cómo hacer las guías; cómo enseñar un edificio cristiano revelando la Fe tras las piedras y cómo captar y tratar a los visitantes, incluso a los más desinteresados. Además, te van a enviar unos documentos específicos sobre la catedral. Con eso ya sí que tendrás un doctorado en guía turístico.
Volviendo a tu día a día, cuando acabes la primera tanda de visitas, volverás a casa, cocinaréis algo juntos y comeréis. Luego, si eres un español de bien te echarás una buena siesta y partirás de nuevo hacia la catedral. De nuevo allí, seguirás con tu tanda de visitas hasta que llegue la hora de irse.
Ahora viene la segunda parte de la experiencia, que depende más de tí y tu organización con los otros guías. Tendrás todas las tardes para ver la ciudad, ir a los castillos de los alrededores, hacer paseitos en bici, visitar más monumentos o simplemente quedarse en casa jugando a las cartas con canciones de fondo o viendo una peli con un cuenco de palomitas. También hay un momento para cuadrar las cuentas, porque todo lo que recaudes de las visitas se destina a la asociación encargada de la iglesia en cuestión, que ya es muy generosa costeándote el alojamiento y la comida.
NOTA: Nosotros hablamos de Francia porque es el destino que escogimos, pero Nártex te ofrece la posibilidad de ser guía en ni más ni menos que: Oxford, París, Burdeos, Montpellier, Rouen, Constanza, Speyer, Erfurt, Florencia, Venecia, Madrid, Cádiz, Barcelona, ¡y más! Pero el mensaje es el mismo, porque no es la ciudad sino lo que vives en ella, y la parte de comunidad hizo que lo vivido haya sido inolvidable. Pero como te dijimos antes, eso ya te toca a tí planificarlo.
Amigo, amiga, creo que te hemos dicho todo lo que tenías que saber. Estamos seguros de que, si te animas, será una de las experiencias más completas que vayas a vivir. Probablemente tengas alguna duda más, por lo que aquí te dejamos nuestros instagrams (y de paso, le echas un vistazo a los posts que subimos de la experiencia :))
El pasado 24 de febrero se celebró una nueva edición de las ELUmpiadas, el evento deportivo más importante de la ELU.
Este año ha sido especial por dos motivos. El primero es que hemos batido todos los récords de asistencia, han acudido alrededor de 30 personas, el éxito ha sido tal que han venido personas hasta de Toledo y Salamanca. Además, este año hemos ofrecido muchos más deportes de lo que suele ser habitual.
La jornada ELUmpica comenzó con el torneo de pádel, en el que todos mostraron su destreza y habilidad con la pala. Después del torneo de pádel jugamos a distintos juegos de mesa, al resto de deportes y finalmente hicimos distintos juegos grupales.
Claro está, para cerrar la jornada nos fuimos todos juntos a tomar algo.
¡Gracias a todos por venir, especialmente a los que habéis venido desde fuera!
Ramiro y sus amigos van de camino a las pistas de pádel de su pueblo para jugar una emocionante partida de pádel, cuando de repente escuchan unos gritos muy fuertes, se dan la vuelta y ven a una persona con la cara tapada pegándole un fortísimo puñetazo en la cabeza a un hombre, el hombre cae desplomado al suelo y el agresor empieza a rebuscar en sus pertenencias, quitándole un móvil de última generación, un reloj Rolex valorado en 20.000 € y un monedero con sus identificaciones, tarjetas de crédito y 764€ en efectivo.
El ladrón no se lo piensa dos veces y procede a darse a la fuga, se dirige a la carrera hacia Ramiro y sus amigos para escapar por la calle principal. En ese momento y aprovechando que el ladrón emprendía la huida muy cerca de ellos, Ramiro le hace la zancadilla al ladrón. Este, que estaba corriendo a una alta velocidad, pierde el equilibrio y se cae dándose un fuerte golpe. Gracias a la intervención de Ramiro una patrulla de la Guardia Civil, que pasaba por ahí, consigue detener al ladrón, que en la caída ha sufrido la fractura de 4 dientes y un esguince en el hombro.
¿Crees que Ramiro podría ser condenado por un delito de lesiones si el ladrón le denunciara?
Defensa propia es un término que habrás escuchado en muchas ocasiones. En películas, principalmente americanas.
¿En España existe la defensa propia? ¿Qué requisitos se exigen? Pues ahora mismo te lo cuento.
En España no existe, en el Código Penal, ninguna figura jurídica con el nombre de defensa propia como tal. En España existe lo que llamamos legítima defensa y se encuentra regulada en el artículo 20.4 del Código Penal.
La legítima defensa supone la exención de la responsabilidad criminal. Esto quiere decir que cuando una persona actúa en legítima defensa (ya sea en defensa de los derechos propios o los de otra persona), si comete un delito en el ejercicio de la defensa, no tendrá que responder criminalmente por esa acción.
Pero no todo vale, el Código Penal exige tres requisitos para que se pueda considerar que se ha actuado en legítima defensa.
A) Existencia de una agresión ilegítima: debe estar dándose una agresión de forma presente (esto es muy importante) o que la agresión sea inminente. No vale que queramos actuar en legítima defensa cuando la agresión ya no se está produciendo o ya ha finalizado. En nuestro caso vemos claramente la agresión ilegítima, el puñetazo y el robo, que todavía no se ha terminado de producir (se considera que el robo ha finalizado cuando el ladrón puede disponer de lo que ha robado libremente, en este caso todavía no ha terminado de huir)
B) Necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión: básicamente no matar moscas a cañonazos. El medio que usemos debe ser proporcional a la agresión. En nuestro caso vemos que Ramiro ha usado un método que podríamos calificar de proporcional, ponerle la zancadilla. En todo caso, para observar si existe racionalidad en el medio usado para evitar la agresión, debemos atender al caso concreto y los recursos que tenia disponible la persona que repele la agresión y la forma en la que ha usado estos medios de defensa.
C)Falta de provocación suficiente por parte del defensor: esto quiere decir que el defensor no genere la situación de agresión, debemos tener en cuenta que debe ser una provocación suficiente. En nuestro caso observamos que ni la víctima del robo ni Ramiro han provocado al ladrón.
Lo que diferencia la legítima defensa de otras figuras similares, como el estado de necesidad, es que en la legítima defensa podemos, cuando cumplamos con los requisitos, generar un daño mayor del que pretendemos protegernos.
Parece claro que Ramiro cumple con todos los requisitos que exige el Código Penal. Por lo que no tendría ninguna responsabilidad criminal por las lesiones del ladrón.
¿Cómo se justifica la legítima defensa? El Derecho Penal justifica esta figura alegando que quien actúa en legítima defensa está actuando en defensa del Derecho y del Ordenamiento Jurídico.
No obstante, debemos tener en cuenta que cada situación concreta puede ser interpretable y debatible.
Al parecer la ELU ha decidido este año conquistar Italia y yo no voy a ser menos. Soy Lola Álvarez, estudiante de 4º de Ingeniería Química en el Instituto Químico de Sarrià (Universidad Ramon Llull) en Barcelona y este último cuatrimestre he estado en Milán de Erasmus.
Me he sumado tarde al carro de contar mi experiencia, puesto que la mayoría de mis compañeros lo han hecho durante su estancia, pero como bien dice nuestro querido Martín, un camino no lo da todo hasta que no se recorre por entero. Por otra parte, quería darme un tiempo para aterrizar y digerir todo lo vivido, para así poder contarlo de la mejor manera posible.
No os voy a mentir, considerando toda la historia y cultura que abunda en Italia, Milán no era de mis primeras opciones como destino. Sin embargo, al ser mi universidad de origen pequeña, las ofertas eran un tanto limitadas, y de todas las elecciones posibles (en Italia tenía únicamente dos), terminé decantándome por la universidad: el Politecnico di Milano.
Con casi 50.000 estudiantes y 6 campus enormes repartidos por la región de Lombardía, el Polimi es una de las universidades con más prestigio a nivel europeo para estudiar ingeniería. Mi compañero Dani Abellán – si lees esto, verás como Milán mola más que Turín 😉 – ya comentó en su día cómo funciona el sistema educativo en Italia, así que no me entretendré porque en Milán funciona de la misma forma. Lo que sí mencionaré sobre el Politecnico es que está diseñada para que los alumnos se gestionen ellos mismos su propio tiempo y dedicación a los estudios, lo cual supone un gran contraste teniendo en cuenta que yo venía de una universidad privada, con muy pocos alumnos por clase, tres horas de laboratorio diarias y evaluación continua. El Politecnico es más bien todo lo contrario. No obstante, me ha gustado poder vivir la experiencia y poder contrastar dos formas de aprender distintas, cada una con sus respectivas ventajas e inconvenientes.
Mi campus en concreto, Leonardo, está ubicado en Città Studi, una zona de Milán no muy alejada del centro pero a su vez muy tranquila. Se respira el ambiente estudiantil allá donde vayas, en especial hacia las siete de la tarde, cuando la mayoría de clases han terminado y, si hace buen tiempo, se observa a todo el mundo sentado en la hierba que hay delante del edificio principal tomándose un Aperol del bar de confianza, la Spritzeria.
Pese a lo que muchos opinen, Milán es una ciudad bonita para vivir. Evidentemente no tiene el calibre cultural que tiene Roma, donde en prácticamente cada esquina hay una ruina o monumento que contemplar, pero es bonita a su manera. Más allá de los lugares más turísticos a visitar, como el Duomo, las galerías Vittorio Emmanuele, el Castello Sforzesco, la Pinacoteca de Brera y la zona de Navigli, vivir en Milán me ha dado la oportunidad de descubrir rincones preciosos que suelen pasar desapercibidos. Además, es la ciudad que mejor comunicada está del país, tanto dentro como fuera. Y es que donde no llegue una de las líneas de metro, llega un tranvía, y si no, habrá un bus que te lleve a tu destino. Por lo que respecta a viajes, su posición es tan estratégica que te permite hacer infinitas excursiones con sus trenes regionales. Gracias a ello, yo visité toda la región de Lombardía, Piemonte, Veneto, la Toscana y llegué incluso a Lazio, por no mencionar los viajes por Europa desde cualquiera de los tres aeropuertos de la ciudad.
Creo que todos los que hemos ido de Erasmus o de intercambio coincidiremos en dos cosas. La primera es que todos hacemos una evolución. Como bien comentaba mi compañero Ramón, volvemos siendo personas completamente distintas. A parte de que la Lola de hace seis meses no sabía cocinar, ni saber vivir sola, ni espabilarse, he vuelto con un cambio de mentalidad. Algo que no me gustaba de mí y que siempre comentaba con María en las mentorías es que de estar tan preocupada por el futuro, no lograba vivir el presente al cien por cien y no estaba conectada con la realidad. Pero este cambio de aires, no tener una rutina preestablecida y mis ganas de no querer contar lo mismo que ayer han permitido que disfrutara más de lo que vivía, y es algo que me he llevado de vuelta a Barcelona.
La segunda cosa es que la experiencia Erasmus no son los viajes, ni la fiesta (que por cierto, en Milán es lo más), sino que son las personas. No me considero una persona tímida (en gran parte gracias a la ELU, donde en cada ocasión uno acaba conociendo a gente nueva, y en parte porque al ir completamente sola no me quedaba otra) y no me fue difícil hacer amigos. Y qué amigos. No sabéis la suerte que he tenido de haberme rodeado de gente tan buena, y no sabéis lo agradecida que me siento. Vivir lejos de mi casa, sumado con la intensidad que supone estar de Erasmus, convierte a tus amigos en tu única familia allí, y una vez más pude ver reflejada la frase que tanto se nos dice en la ELU, no es dónde, sino con quién.
No me quiero enrollar mucho más, pero a efectos prácticos sí me gustaría dar algunos consejos para aquellos que quieran irse o se vayan a Milán de Erasmus:
Id pronto. Aunque vuestras clases no empiecen hasta mediados de septiembre, intentad venir diez días antes para asentarse a la ciudad, conocerla y hacer planes con el resto de Erasmus que ya estén allí.
Milán es una ciudad de clima extremo, el entretiempo no existe. Suele hacer mucho calor hasta mediados de octubre y en cuestión de dos días llega el frío invernal.
Como buena catalana, os diré el bolsillo os va a picar, sobre todo con el alojamiento. Pero la situación es la que es y cuanto antes busquéis alojamiento, mejores opciones tendréis.
Lo queráis o no, acabaréis relacionándoos más con españoles por inercia. Al fin y al cabo somos los que no solo compartimos el idioma sino también costumbres. Sin embargo, os animo a no cerraros y conocer a personas de distintas nacionalidades (no solo italianos, sino que también libaneses, belgas, franceses, iraníes, taiwaneses, americanos,…). La riqueza cultural que ganaréis será brutal y os llevaréis muy buenos amigos.
No decir que no a ningún plan, las mejores anécdotas nacen de los planes más aleatorios.
Sed conscientes de que lo que estáis viviendo es algo único y que muy probablemente estéis viviendo los mejores meses de vuestra vida, por lo que aprovechad desde el principio cada momento.
Por mi parte creo que no me no me olvido de nada, salvo de recomendar encarecidamente que vayáis de Erasmus. No tendremos muchas más ocasiones en la vida de vivir una experiencia así, de modo que si os lo estáis pensando, no dudéis. Y por supuesto, si alguien tiene alguna pregunta, yo estaré encantada de responderos.
¡Hola a todos! Somos Zulima y Mikel, alumnos de tercero de la ELU que el primer día de Becas Europa no sólo nos conocimos sino que nos dimos cuenta que íbamos a estudiar en las misma ciudad de Países Bajos por los siguientes cuatro años. Han pasado ya dos años y medio, y con casi nuestros grados acabados queremos compartir algunas de nuestras experiencias tanto individualmente y como amigos. Como nuestras experiencias han sido tan diferentes, vamos a contar cada uno por separado algunas de nuestras impresiones:
MIKEL
En mi caso vengo desde el País Vasco, desde Vitoria-Gasteiz, y desde que me aventuré a mudarme a Groningen, mi vida ha sido una montaña rusa emocional llena de desafíos y grandes descubrimientos. Decidir dar el paso para vivir en un lugar completamente nuevo no fue fácil, pero cada día que pasa confirmo que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
Una de las primeras cosas que noté al llegar aquí fue la marcada diferencia cultural. Tanto crear amistades, cómo tratar a los locales y profesores de la Universidad es diferente respecto a mi experiencia anterior. Acostumbrado a mi ciudad de origen Vitoria-Gasteiz un ambiente tan internacional fue un auténtico shock, que al cabo de ya dos años y medio no puedo más que recordar con cariño, ya que he conseguido crear amistades muy fuertes y diferentes a las que tenía antes, abriéndome unas perspectivas del mundo desconocidas para mí hasta el momento.
La universidad en Groningen ha sido otro aspecto fundamental de mi experiencia. Yo estoy estudiando la carrera de Física en la Facultad de Ciencias e Ingenierías y, aparte del duro trabajo que requiere diariamente, mis expectativas han sido superadas ampliamente. Las instalaciones y profesorado son de una calidad excelente, pero lo que más valoro es la oportunidad que se me ha dado para implicarme en equipos de investigación. El contacto con los profesores y su disponibilidad a ofrecerte proyectos te permite dar tanto de tu tiempo como quieras, pudiendo conocer de primera mano cómo funciona la investigación fundamental, sus dificultades y también lo apasionantes que pueden ser.
Vivir fuera me ha permitido desarrollarme en otros aspectos de mi vida más de lo que hubiera pensado, sobre todo en el plano personal. La posibilidad de descubrir no sólo centro-Europa sino también Europa del Este ha sido una experiencia enriquecedora. Compartir aficiones como la música, la guitarra o el deporte con nuevos amigos. Descubrir lo que significa madurar y convertirte en una persona completamente independiente. Son aspectos que me han asustado, pero también sorprendido y me han acabado encantando.
En resumen, vivir en Groningen ha sido una experiencia transformadora que nunca olvidaré. Las diferencias culturales, la excelencia académica, la calidez de la gente y los desafíos personales han contribuido a mi crecimiento y desarrollo de maneras que nunca habría imaginado.
ZULIMA
Holaaa! Yo soy Zulima vengo de Valencia y estudio Ciencias y Artes liberales, una carrera interdisciplinar que me brinda muchas perspectivas diferentes y la oportunidad de experimentar la ciencia explorándola en esencia. Mi carrera en Europa sólo se hace en los Países Bajos y queriendo estudiar en una ciudad pequeña llena de actividades culturales y artísticas acabé en el precioso Groningen.
Groningen después de ya 3 años tiene mi corazón. He conocido a tanta gente que me ha aportado riqueza de opiniones y perspectivas, especialmente aquellas no occidentalizadas con las que raramente nos topamos. El ambiente es acogedor pero siempre está pasando algo ya que la ciudad es muy joven y está muy viva, cuando no hay raves hay exposiciones artísticas, deportes, asociaciones…es tan imposible aburrirse como intentar hacerlo todo (confiad en mí, se ha intentado).
Este país también me brinda oportunidades de desarrollo que la Zulima de Becas no habría podido imaginar. Este año trabajo para la Rectora de la uni, Jacqueline Scherpen, como asesora estudiantil de políticas universitarias. Además soy asistente de profesora y hago investigación, que he descubierto que es mi pasión y a lo que me encantaría dedicarme en el futuro: a la universidad.
Comparar perspectivas entre Holanda y España está siendo una experiencia increíble. Os invito a todos y todas a venir cuando queráis a visitarnos!
El pasado 18 de febrero, nos reunimos varios elus y algún amigo para comentar la primera parte de Demian de Hermann Hesse. Esto sucedió en el marco de Beers and Books, una iniciativa en la que a modo de club de lectura nos reunimos en formato online y nos beneficiamos de la lectura compartida de una obra súper interesante.
El próximo encuentro tendrá lugar este domingo 3 de marzo a última hora de la tarde, retomaremos los debates acerca de si las circunstancias nos determinan, si podemos elegir quiénes somos, el poder de un buen amigo… Corre si aún no has empezado. ¡Te da tiempo!!! Siempre elegimos libros cortitos.
Si te interesa la iniciativa o tienes cualquier cosa que aportar, no dudes en ponerte en contacto con Belén o Ignacio de 4º de la ELU.
Os esperamos a todos y os prometemos pasar un buen rato tanto leyendo como comentando el libro.
Sputnik es un proyecto liderado por la Fundación el Mundo Que Viene, que nace en Sevilla y cuyo objetivo es movilizar y formar en las tecnologías exponenciales a 5000 jóvenes andaluces en diez años, actuando a modo de cañonazo de optimismo, con el fin de que estos creen las startups del futuro.
Así, este año, en su cuarta edición, hemos tenido la oportunidad de participar en el programa seis elus: Pedro Amores, Beatriz López, Javier Micó, Sergio Küppers, Juan Manuel García y Carmen Rojo.
El programa se estructura en tres seminarios que se llevan a cabo durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, abordando temáticas distintas en cada uno de ellos. Este enfoque secuencial permite una inmersión gradual en diferentes aspectos de desarrollo personal y profesional.
En el Bootcamp, los diversos oradores nos guiaron a través de un viaje inspirador al compartir experiencias y consejos que resonaron en lo más profundo. Descubrimos la importancia de confiar en nosotros mismos, derribar límites, perseguir nuestros sueños y apreciar la sinergia del trabajo en equipo. Desde las experiencias vividas por Ousman Umar hasta las reflexiones sinceras de David Cerdá acerca del sentido de la vida, cada relato dejó una huella profunda y duradera en nuestra percepción del crecimiento personal.
En el TechCamp, nos adentramos en el mundo de las tecnologías emergentes. Los expertos nos mostraron las líneas de investigación en la inteligencia artificial, la biotecnología, la conducción autónoma, el blockchain y el metaverso, brindándonos una comprensión práctica de su impacto actual y futuro. Aprendimos cómo estas herramientas están transformando nuestra realidad y, lo que es más importante, cómo podemos aprovecharlas de manera creativa. Desde sus aplicaciones cotidianas en el ámbito empresarial hasta la exploración de metas ambiciosas como la búsqueda de la cura del cáncer, cada ponente compartió conocimientos clave que nos preparan para afrontar la inminente revolución tecnológica.
Por último, en el Start-up Camp tuvimos la oportunidad de escuchar los testimonios de grandes emprendedores. A lo largo de este seminario, se abordaron temas indispensables para la creación de una empresa desde la financiación, la motivación y espíritu tras esta, hasta la importancia de disponer de un buen equipo y una adecuada formación. Todo esto con el objetivo de profundizar en los retos y oportunidades que se están generando en este sector de actividad.
En definitiva, Sputnik ha supuesto una gran oportunidad de aprendizaje que, además, nos ha permitido entender la importancia de ser proactivos y tomar la iniciativa, aspirando a grandes objetivos que contribuyan a la construcción de un mundo mejor
“¿Quién es una persona verdaderamente exitosa?” Es la pregunta planteada por el BBVA a una serie de jóvenes. Con Jaime Lorente como portavoz, surgieron preguntas como: ¿Qué es el éxito y qué se puede hacer para lograrlo? Nuestro alumno de 4º, Alonso Císcar, participó en esta iniciativa.
El actor Jaime Lorente, conocido por su participación en series como “La Casa de Papel” y “Élite”, reflexionó con un grupo de jóvenes en el quinto episodio de ‘Desafíos‘, un programa de Aprendemos juntos 2030 que reúne a jóvenes de distintos países y contextos para dialogar y reflexionar sobre los desafíos que enfrenta su generación. En este proyecto del BBVA, que consta de 10 episodios, más de 100 jóvenes de diversos países se unen para discutir 10 desafíos vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La ELU se suma a esta iniciativa gracias a nuestro alumno Alonso Císcar que aportó su perspectiva y reflexiones sobre el tema.
El pasado 8 de febrero nos reunimos un numerosísimo grupo de elus, elumni y amigos para ir al Teatro de la Comedia a ver “El Castillo de Lindabridis”, una obra de Calderón de la Barca que prometía entretener con un a priori típico argumento de una princesa cuyo padre decide casarla con el caballero que venza al príncipe en un combate. Como no podía ser de otra forma, la trama de enredó hasta extremos insospechados, tanto que al salir que hubo vívidos encontronazos (verbales) defendiendo cada uno nuestra versión.
El post-teatro se trasladó a una cervecería cercana donde se produjeron esos encuentros que tanto nos gustan y pasamos un muy buen rato.
“En el Museo de Bellas Artes de Coruña hay una exposición de las obras y de la biografía de Joaquín Sorolla, excusa perfecta para que los elus nos rencontrásemos después del I Finde ELU”.
Hacía un día lluvioso y lo empezamos con una comida italiana. De la mano de “La Mafia se sienta a la mesa”, entre risottos, tagliatelli y rigatoni, compartimos reflexiones tan variadas como los sistemas electorales, la sociedad, las carreras universitarias y la formación que nos ofrece la ELU.
Después de estas dos horas donde filosofamos todo cuanto el tiempo nos permitió, nos tocaba andar 10 minutos, dirección al Museo de Bellas Artes para ir a ver la exposición. La lluvia parecía que trataba de impedírnoslo, pero al fin llegamos al museo donde estaba la exposición que queríamos ir a ver.
Una prolífica exposición, donde empezamos aprendiendo sobre la biografía de Joaquín Sorolla, sobre sus vínculos con Galicia y sobre su estilo artístico, y seguimos observando todas y cada una de las obras que la exposición nos ofrecía. Detrás de cada obra, un sentido, un mensaje, que nos hacía detenernos delante de cada una de ellas y reflexionar sobre los aspectos que nos parecían más importantes de la obra.
Finalmente, cerramos esta quedada eluartística con un buen chocolate con churros en el tradicional “Bonilla a la Vista” de Coruña, con el convencimiento de que había sido un día estupendo entre amigos y de que teníamos que volver a disfrutar de un día así lo más pronto posible.
No solo quedan 5 meses para verano, sino que quedan 5 meses para el evento del año: el Summer Ball. Reencuentros, música, copas, risas, abrazos… ¡Desde ELUMNI ya nos estamos preparando para darlo todo el 29 de junio! No te pierdas el vídeo que hemos preparado.
Soy Daniel Abellán, estudiante de Economía en la Universidad de Zaragoza y elu de 4o curso. Tengo la inmensa suerte de poder cursar mi último año de Erasmus en Italia. Me encuentro en Turín, capital de la región del Piamonte (al noroeste del país) y primera capital del Reino de Italia. Los motivos por los que me decanté por este destino Erasmus son varios, pero no puedo negar que una de las razones principales fue que Carmen, también elu de 4o, que estuvo aquí de Erasmus el año pasado, supo transmitirme toda su ilusión por esta ciudad. Y no era para menos (podéis leer su crónica aquí).
A diferencia de otros erasmus, yo no me había planteado cursar un año de mi carrera en el extranjero hasta muy tarde, tras realizar en el verano de segundo a tercero un curso de un mes en Londres. Me supo a poco y el gusanito por hacer un Erasmus empezó a despertar. Esto, unido a que quería aprender italiano, fue lo que hizo que “me tirase a la piscina”.
Voy a empezar a contaros unos cuantos datos curiosos de Turín y luego un poco de mi experiencia estudiando aquí, errores y aciertos que he visto y/o cometido durante mi Erasmus y alguna recomendación final.
Datos curiosos de Turín
– Aquí viven casi un millón de personas.
– El monumento más emblemático de la ciudad es la Mole Antonelliana, que es un edificio con una cúpula cuadrada muy alta y un pincho que destaca por encima del resto de la ciudad. Se inauguró el mismo año que la Torre Eiffel. Nietzsche dijo sobre ella que posiblemente era la obra arquitectónica más ingeniosa jamás realizada. Empezó siendo un templo y escuela judía, pero pronto se dieron cuenta de que no sabían qué hacer con ella y ahora es un museo del cine. Por cierto, la leyenda cuenta que si subes a la Mole no te gradúas (y por supuesto, estoy esperando a julio para subir).
– Turín y Milán tienen pique (y Turín mola más).
– El Martini, el café Lavazza, la FIAT y la Nutella (grazie Piemonte) son de aquí.
– El chocolate típico es la gianduia.
– Hay dos equipos de fútbol importantes: la Juventus y el Torino. Los turineses de verdad son del Torino, que es un poco como ser del Espanyol, nunca ganas nada, pero al menos, no eres culé. Por cierto, el derby se llama Derby della Mole.
– Tienen uno de los museos egipcios más grandes e importantes de Europa. He estado una vez, se organizan fiestas ahí. También hay otro de arte oriental.
– La ciudad está rodeada por montañas y tiene dos vistas principales que no te puedes perder si vienes aquí: desde el Monte de los Capuchinos, accesible con un pequeño paseíto a pie, y Superga, muy mal conectado, pero se llega fácilmente haciendo autoestop (que no de corte, los propios locales se ofrecen sin tenerlo que pedir).
– Hay una leyenda que asocia su fundación al Antiguo Egipto y a Faetón, que encontró el río Po (el Erídano en la mitología griega) parecido al Nilo, al huir del Mediterráneo.
– Creen que tienen el Santo Sudario, pero todos sabemos que el real está en Oviedo.
Estudiar en Italia y en italiano: mitos y verdades
Italia tiene fama de ser un destino fácil pero, tras hablar con compañeros que estudian en otras facultades y en otras ciudades, la conclusión a la que llegamos es que no. Para nada. El nivel de exigencia nos parece más o menos el que hay en España y la dificultad depende del profesor que imparte la asignatura. Tampoco creo que haya un favor genérico a los Erasmus. Y, aunque es cierto que tengo compañeros a los que les han “facilitado” alguna asignatura, a la mayoría se les exige lo mismo que a los demás compañeros italianos. Hay que tener en cuenta que Italia es un destino que se presta a venir sin conocer el idioma y a estudiar en él. No hay que obviarlo. Evidentemente es más fácil que el alemán o el francés, pero hay que estudiarlo. Ir a clase, aunque cueste porque siempre vas a tener planes que te distraigan, es, en mi opinión, la forma más rápida de aprenderlo.
Es importante tener en cuenta que aquí los grados no funcionan como en España. Su grado tiene dos partes. La formación de grado principal dura tres años (lo que llaman Laurea Triennale) y, si vienes en cuarto, probablemente tengas que coger asignaturas de Laurea Magistrale, que es parecido a lo que nosotros entendemos por Máster, aunque en realidad es una extensión de dos años y profundización del grado, que no todo el mundo hace, previa a los estudios de posgrado. En Italia no es tan típico hacer un posgrado en sentido estricto. Explico esto porque al principio puede ser lioso entenderlo.
La fiesta no es tan buena como en España, aunque no va a faltar, y hay muchísimas oportunidades para viajar barato y a muchos lugares. No hay que olvidar que hay un curso que sacarse.
Por último, decir que son muy amigos de los exámenes orales y tipo test, aunque también hay escritos.
Errores y aciertos
Vine con dos amigos de la Universidad a Turín y buscamos piso juntos. De cara a aprender italiano y conocer gente no me parece un gran impedimento si tienes voluntad suficiente para salir de tu zona de confort, y es un gran apoyo cuando más negras te las ves. Nuestro principal acierto fue ponernos a buscar piso en abril. Lo encontramos a finales de julio tras decenas de llamadas y correos electrónicos a inmobiliarias. Es muy complicado encontrar piso al principio, aunque cuanto más te acercas al inicio de curso más fácil se hace. No tiréis la toalla, algo encontraréis tarde o temprano. Y no esperéis a estar aquí para buscar piso, probablemente encontraréis, pero con mucho agobio, dinero en Airbnb y estrés. Los principales motivos para colgarnos el teléfono eran: que fuésemos estudiantes, que nos conociéramos antes de llegar, que fuésemos todos chicos y que éramos españoles. Pero a pesar de esta discriminación inicial más o menos justificada, debo decir que, una vez aquí, uno ve que la gente es muy agradable, acogedora y gentile en general.
El error principal que veo es no hacer amigos italianos. Son un poco como los españoles: no se van a acercar a ti en clase, pero si lo haces tú, verás que son muy abiertos y estarán encantados de ayudarte e integrarte. Acércate en el pasillo después o antes de clase con cualquier excusa e introdúcete. La conversación a partir de ahí es muy fácil con ellos. Si intentas hablar en italiano, te los ganas seguro.
Recomendaciones
– Haz un curso de italiano antes de venir. Yo estudié un A1 (para tener unas nociones básicas) en la escuela de idiomas de la universidad el año antes de llegar y sin duda fue un acierto para desenvolverme los primeros meses.
– Haz un free tour al llegar el primer mes. Es muy fácil posponerlo, pero conocer la ciudad en la que vives te ayuda a saborearla más y orientarte mejor al principio.
– Viaja y exprime el tiempo libre. Es una experiencia que recordarás toda la vida.
– Si puedes, quédate el curso entero.
– Si estás pensando si solicitarlo o no, tómate esto como una señal para no darle más vueltas. 🙂
Llevo vivido la mitad de mi Erasmus y no puedo estar más contento con lo que me llevo: amigos, experiencias y un aprendizaje en la mochila que no tiene precio. Habrá momentos en los que se pueda hacer un poco duro, pero no dudéis en que el sabor que deja es dulce. Por supuesto, si tenéis cualquier duda, estoy a vuestra disposición. Por teléfono o el finde en la Paquito.
Soy Marta Aguado, de 2º de la ELU. Vengo a invitaros a participar en un proyecto muy chulo que se lleva a cabo anualmente en mi Universidad (ETSII, UPM)*.
Se trata de VOLUNFAIR, una feria de voluntariado muy especial. Es parecida a Aula (en Ifema) pero, en vez de ser una congregación de universidades, es de ONGs. Invitamos a más de 60 ONGs y asociaciones para que tengan la oportunidad de presentar sus proyectos de voluntariado a los más de 4000 jóvenes que cada año se pasan por la Feria.
Nuestro objetivo es ser un puente entre los jóvenes y el voluntariado. Somos conscientes de que hay mucha gente con ganas e ilusión por ayudar, pero que no sabe ni cómo ni dónde hacerlo.
La feria nació de la mano de unos pocos estudiantes que supieron responder a un deseo profundo de hacer de la universidad un lugar que fuese más allá de la obtención de unos conocimientos técnicos acerca de la ingeniería. Formaron lo que hoy se conoce como la feria de voluntariado universitaria más grande de España.
Pero no acaba aquí… Durante los días de la feria, invitamos a personas que nos dan su testimonio, motivándonos a dar lo mejor de nosotros mismos y a aspirar a grandes metas e ideales de vida.
Este año, será la IX edición y tendrá lugar los días 8 y 9 de febrero. El lema elegido para esta edición es: ¡Manos a la obra! Con él, queremos despertar a los jóvenes, invitarles a que se involucren en experiencias de voluntariado, porque estamos convencidos de que saliendo de nuestra zona de confort y dándonos a los demás, somos plenamente felices.
En esta edición, he tenido la suerte de formar parte del equipo de más de 100 voluntarios que todos los años organizan la Feria, junto con otros alumnos de la ELU: Álvaro Pacheco, Alejandro Aragón, Olivia Alarcón (ELUmni) e Isabel Salmerón (ELUmni). La verdad es que está siendo una experiencia muy enriquecedora; compartiendo ideas, trabajando juntos por algo tan especial…el ambiente que se crea entre todos es una pasada. Además, nos damos cuenta de que cada esfuerzo, cada gota, por pequeña que sea, cuenta. Porque sumándolas todas, se puede lograr algo tan grande como esta Feria.
VOLUNFAIR es una toma de conciencia de la necesidad de salir de nuestras zonas de confort y darnos cuenta de que en cada esquina hay alguien que podría necesitar nuestra ayuda, empezando en nuestras familias y con nuestros amigos. Solo con mirar, mirar con ojos predispuestos, podrá uno encontrar aquel sitio en el que su presencia suponga la liberación, en alguna medida, del peso del sufrimiento inevitable del ser humano.
¡Estamos ya en la recta final!
Por eso, queremos invitaros a todos a que vengáis a VOLUNFAIR.
Creemos que es un proyecto que merece mucho la pena, no os arrepentiréis.
Lo primero de todo, para aquellos que no me conozcan, soy Ramón Torres, estudiante de 4º de ingeniería industrial en la Universidad de Sevilla y de 4º de la ELU.
Este año soy uno de los afortunados en irse de Erasmus y no hay mejor ciudad que Roma, la citta eterna. La ciudad que no muere, que tiene historia romana, germánica e incluso española, que durante siglos fue la capital de la civilización occidental y en la que se respira historia en cada esquina.
Para mí, los primeros días fueron como un turista más, desde el Coliseo al Vaticano pasando por Trastevere sin olvidarnos de pasar antes por la Fontana di Trevi. Lo he resumido en muy poco para una ciudad como Roma, pero para mí era la primera vez que salía de casa tanto tiempo y la primera vez en esta ciudad. Aunque lleve 4 meses fuera de casa y me quede bastante aún, desde hace tiempo puedo decir que me llevo a personas esenciales, desde mis compañeros de piso a personas de distintas partes de España con las que probablemente nunca hubiera coincidido.
Los primeros meses fueron de viajes, y muchos: Nápoles, Milán, Verona, Florencia, Bolonia y Rávena, entre otros. Además, el segundo cuatrimestre se espera movidito también por viajes: a Madrid de vuelta a la “Paquito”, al norte de Italia y centro de Europa en general. Sin embargo, no todo va a ser viajar. Leyendo distintos “Elus por el mundo”, me di cuenta de que se nota que somos ELUs, no solo queremos viajar y salir de fiesta como siempre pintan de Erasmus, sino que queremos ir más allá, nunca pasar de puntillas.
Por este motivo, siempre tuve muy claro que quería aprovechar al máximo la oportunidad de estar en una universidad tan prestigiosa como lo es la Sapienza. Durante el curso he podido asistir a clases de máster, seminarios y prácticas sobre energía (mi especialidad en Sevilla), además de poder impregnarme de distintas culturas, compartiendo clase con polacos, franceses, iraníes, etc. Actualmente, estoy terminando los exámenes, pero la experiencia de las clases me ha encantado; muy internacional y abierta, una universidad muy grande y diversa en la que todo el mundo tiene cabida. Además, mi facultad, por suerte, está al lado del Coliseo y de la Iglesia de San Pietro in Vincoli (alberga el Moisés de Miguel Ángel), además de ser un edificio histórico la propia facultad. En resumen, en Roma se respiran historias vayas donde vayas.
Como es de esperar, en el Erasmus hay tiempo para todo, y tú decides en qué invertirlo. En estos primeros cinco meses, puedo decir que han sido de mucho aprendizaje, de reír, de equivocarme, de disfrutar, de saber gestionar y aprender. Puedo decir que, tras esta primera mitad, el Ramón que llegó no es, ni volverá a Sevilla dentro de 5 meses siendo el mismo, este continuo aprendizaje hace madurar aún más al que pensaba que era maduro, organizado al que pensaba que lo era y ciudadano del mundo al que pensaba que era el mundo el que lo llevaba a él.
Antes de despedirme, llega el momento que todo el mundo estaba esperando, y sí, la recomendación. Animo y recomiendo a todo aquel que se quiere ir y al que no y aún no lo sabe también, a que se dejen sorprender y se “tiren” a la piscina. Somos jóvenes una vez y los 22 (que acabo de cumplir) no los voy a volver a tener. Por eso, porque la vida está para exprimirla al máximo, no dejéis que miedos e inquietudes os abrumen y os dejen sin una experiencia que recordaréis toda la vida, el “famosillo” Erasmus. Finalmente, quiero agradecer a todos los que están haciendo de estos meses una experiencia única y que para cualquier duda o indecisiones que tengáis, no dudéis en escribirme, para eso están los Elus .
¡Hola! Soy Álvaro Monllor, elu de cuarto. Hace un tiempo, algunos compañeros de la Universidad de Alicante y yo lanzamos un proyecto llamado Findit. Con Findit pretendemos ofrecer a la sociedad una aplicación que vaya más allá de comparar precios, ya que aspiramos a convertirlo en el mejor asistente virtual para hacer compras eficientes e informadas, todo con el objetivo de ahorrar tiempo y dinero al usuario.
Desde el principio, el Centro de Emprendimiento de la UFV nos ha brindado su apoyo, alentándonos a participar en diversas competiciones y actividades relacionadas con el emprendimiento. Es por ello, que el pasado martes 19 de diciembre, asistí a la UFV para presenciar las presentaciones de los trabajos finales que estudiantes de Diseño habían realizado como parte de algunas de sus asignaturas. Lo que hace especial a esta iniciativa es que los estudiantes basan su trabajo final en proyectos colaboradores con el Centro de Emprendimiento.
En septiembre, recibí un correo del Centro informando que habíamos sido seleccionados por estudiantes de Diseño de la UFV para formar parte de su proyecto final transversal. Este proyecto abarcó un rebranding completo, visuales de comunicación, un plan de marketing y representaciones en 3D para nuestra marca. Durante el cuatrimestre, los estudiantes trabajaron siguiendo las pautas proporcionadas por sus profesores y las indicaciones que les dimos en un video de presentación, así como en documentos con preguntas específicas sobre el proyecto. La presentación final tuvo lugar, como he comentado, el martes 19 de diciembre en la UFV. Hago un inciso para mencionar la extraña situación que se tiene al pisar la UFV sin la compañía de todos los elus. Durante las presentaciones pude apreciar los resultados del trabajo realizado por los 4 grupos que se centraron en Findit. Esta oportunidad no sólo nos ha brindado un impulso creativo dado que los estudiantes han diseñado logos, representaciones 3D y han definido tipografías y colores de marca, sino que también he podido escuchar el feedback de sus profesores. Estamos muy agradecidos a los estudiantes y al Centro de Emprendimiento por habernos seleccionado para participar en esta iniciativa que sin duda nos ha servido como fuente de inspiración.