
¿Dónde están los diferentes ELUMNIS?
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¿Quieres saber dónde están repartidos todos los ELUMNIS en España y por diferentes continentes? ¡Aquí los tienes!






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Berta Coll, 3o ELU
Todos los recuerdos son igual de importantes. A partir de esta premisa, el escritor francés Georges Perec (1936-1982) decidió escribir Je me souviens (1978), un libro que es, en realidad, una lista larguísima de recuerdos, todos introducidos con la fórmula “Je me souviens…”. A lo largo de unas 150 páginas, Perec se mueve entre el género memorialístico y la experimentación literaria y crea un retrato personal y a la vez colectivo, un relato original de su época. Al artista y escritor estadounidenseJoe Brainard (1942-1994) le gustó la idea y decidió aplicar la misma fórmula en I remember (1975).
Brainard sabe combinar recuerdos tiernos y divertidos, recuerdos relevantes históricamente y minucias de su infancia. Es decir, equipara todos los cajones de su memoria y, de esta forma, nos hace pensar que quizá la historia es la combinación azarosa e incontrolable de momentos distintos pero igualmente importantes. Brainard retrata bien los Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XX. Lo hace de una forma menos rigurosa que los autores de libros de historia, pero seguramente más completa o, al menos, abrazando toda la complejidad de nuestro mundo. Y, además, Brainard es un maestro de la ironía.
I remember es un libro conceptualmente fácil de entender y, por lo tanto, no me detendré más en explicaciones. Ahora bien, antes de acabar, os dejo unos cuantos recuerdos de podréis encontrar en el libro. Seguro que os enganchan:
“I remember awkward elevator ‘moments’”.
“I remember the day Frank O’Hara died”.
“I remember not being able to pronounce ‘mirror’”.
“I remember Christine Keeler and the ‘Profumo Affair’”.
“I remember changing my name to Bo Jainard for about one week”.
“I remember the rumor that James Dean got off on bodily cigarette burns”.
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¡Hola a todos! Soy Cris Pastor, ELU de 3º. Valenciana, estudiante de Derecho y RR.II, y, desde hace cosa de dos años, “amiga de la calle”.
A mediados de febrero del año 2020 escribía junto a Ignacio y Marta nuestra experiencia en una acción social. Brutal. Sin embargo, lo que no imaginaba es que hoy, después de lo ocurrido, estaría escribiendo sobre esta misma realidad. ¡Y es que, anda que no han cambiado cosas!
Poco después de redactar aquella entrada cargada de ilusión, llegó el dichoso virus, “el innombrable”, el que lo cambiaría todo. O, casi todo.
Amigos de la calle, donde participo, es una asociación sin ánimo de lucro, nacida con la intención de conseguir, preparar, y distribuir alimentos y comidas preparadas, de manera sistemática y prolongada en el tiempo, a personas habitantes de la calle o con necesidades económicas. Pero su labor no termina ahí, hay otro elemento distintivo de su función: el acompañamiento. El fin no es facilitar el acceso a la necesidad mínima, que es la comida, o al menos, no es sólo eso. Sino que se pretende compartir, tiempo y vivencias, apoyando a las personas, desestigmatizando el sinhogarismo, y fomentando las relaciones que dignifican a los seres humanos.
Bajo esta breve descripción es fácilmente perceptible cómo una pandemia como la vivida, un confinamiento y una necesidad latente de distancia social, no son aliados facilitadores de esta función. No obstante, con pandemia o sin ella, la realidad es la misma: existen personas sin medios económicos suficientes para hacer frente a lo más básico, y, de hecho, cada vez más. ¡Algo tendremos que hacer al respecto! “Renovarse o morir”, dicen, ¿no? Pues eso, a renovarse se ha dicho.
¿Antes acudíamos a un local donde se llevaba toda la comida donada y se cocinaba? A partir de ahora seremos nosotros los que la recojamos de los establecimientos, y la prepararán los voluntarios en las propias casas. ¿Antes solicitábamos más materia prima? Ahora optaremos por alimentos preparados, o precocinados. ¿Antes se repartía la comida en puntos fijos en la ciudad? Ahora seremos nosotros los que vayamos en busca de las personas (en este último aspecto se aprecia cómo ayuda sobremanera conocer a las personas. El boca a boca es nuestro mejor aliado).
Y justo así, en este proceso de adaptación al nuevo paradigma, es cómo me he visto cada domingo del mes, desde hace un año, en mi cocina, rodeada de seis señoras, y 150 pollos en la nevera. Y no os puedo transmitir qué planazo es. ¿Quién me lo hubiera dicho a mí?
Esta oportunidad de participar de otra manera en el proyecto no sólo me ha permitido mantener el contacto con otras realidades que, parecen haber quedado relegadas a un plano antagonista dadas las circunstancias sanitarias, sino que he podido establecer relaciones con personas que jamás hubiese pensado.
Personas sin hogar, en riesgo de exclusión social, o mujeres cercanas a las seis décadas, es curioso descubrir lo mucho que tenemos en común. Creo que este ha sido mi descubrimiento del año: por primera vez en la vida, ser plenamente consciente de que es palpable la inmensidad de cosas que nos unen como seres humanos. Con independencia de las circunstancias personales, la edad, el sexo, la procedencia o la preferencia política, la esencia es la misma. En un momento donde todo parece negativo, donde la frivolidad parece reinar, siempre es reconfortante sentir el abrazo de una relación humana. Ya sea sentados en el suelo del Jardín Botánico compartiendo un bocadillo, o a las 7 de la mañana de un domingo abriendo 200 barras de pan.
Creo que “pringarse” por los demás (y en este caso, en el sentido más literal de la palabra) siempre es un recordatorio de esta idea. Nos necesitamos los unos a los otros. Necesitamos hablar, tocarnos, compartir, sentirnos cerca. Es intrínseco a nosotros, y ahora más que nunca. No hemos podido hacerlo, y ahora tenemos trabas para ello, así que debemos contribuir activamente para no perder de vista lo que es innato al ser humano: su vertiente social.
Salir de uno mismo permite dejar espacio a que entre la satisfacción más plena. Olvidarte de ti y tus problemas, aunque sea por un rato, te aterriza. Saberte parte del mundo te motiva contribuir con él, en favor de todos. En definitiva, para mí, poder seguir realizando esta actividad, aunque sea de manera distinta, es más que un regalo. Poder compartirlo con mi madre; poder ser una gota más; poder contribuir a que, pese a la tendencia al alza de las necesidades económicas de las personas, no tengan que hacer frente también, al aislamiento social, característico de este momento.
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Natalia Aldaba, 3º de la ELU
Vengo a recomendaros la mejor obra literaria que me he leído nunca. Víctor Hugo (1802-1855) en Los Miserables consigue mucho más que una historia, mucho más que una sarta de ensayos filosóficos y mucho más que un sinfín de metáforas. Consigue una obra de arte al escribir sobre el alma humana.
En primer lugar, el autor hace un profundo análisis sobre la sociedad, su historia y su progreso. Expresa extensamente sus ideas políticas y defiende la grandeza de la democracia, además de describir la furia presente en la insurrección y sus diferencias con la rebelión, el motín y la guerra. No deja de explicar, también, la necesidad de esta última, pues relata cómo va construyendo la verdad de las sociedades. Víctor Hugo reflexiona sobre el progreso, el cual define como “la vida permanente de los pueblos”, y de cómo a veces surge el conflicto cuando se le opone la vida momentánea de los individuos. Dedica también varios capítulos y personajes a escribir sobre la importancia de la historia y el pasado, alabando el respeto hacia él y criticando duramente los intentos funestos de vivir con fantasmas.
Sin embargo, su análisis social trasciende ese nivel y llega hasta la vulnerabilidad de la persona. A través de sus personajes principales y las circunstancias en las que se ven inmersos, escribe sobre la mirada y sobre cómo la imagen que tenemos de nosotros mismos es, muchas veces, lo que realmente rige cómo somos y actuamos. Además, muestra la posibilidad de variar esta idea, ensalzando una segunda oportunidad con la que cada uno puede embellecerse o caer de manera vertiginosa en la maldad. No solo eso, sino que sabe llegar a la realidad de la persona porque se aproxima a la situación desesperada del rechazado, de aquel quien lo ha perdido todo, del rencoroso, del huérfano, del prisionero, del humillado, del honrado malentendido y del malvado. Habla de qué es la miseria, de cómo acabar con ella sería acabar con el odio y salvar al mundo del mal, pues la cólera es lo que la hace peligrosa. Distingue además la esencia de la miseria de la del sufrimiento, y relata cómo uno nos constituye y es necesario en la vida del ser humano y por qué la segunda, por el contrario, debería ser erradicada. Escribe, sobre todo, de la misericordia.
Otro de sus grandes temas centrales es, sin duda, el amor. Quizás os suene la idea de ser “amado a pesar de uno”, la cual encontramos entre las páginas de esta obra. Jean Valjean, el protagonista, nos habla de la gratitud y la salvación que existe en el ser amado, del cambio radical de vida posibilitado por el perdón del perdón del otro y de uno mismo. Asimismo, el amor se ve reflejado en el miedo atroz a la pérdida de un ser querido. Víctor Hugo escribe sobre cómo el mayor mal, de entre toda la miseria existente, es el dejar de ser amado.
Por último, junto al amor, la miseria y la sociedad, Los miserables trata sobre la distancia a Dios, la verdad, la muerte y, sobre todo, la libertad. Por todo ello, os recomiendo que leáis este magnífico libro con el que yo he tenido la suerte de encontrarme. Con él, Víctor Hugo consigue una obra de arte la cual ocurre, para más poesía, en París.
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En este mARTEs, que marca el ecuador del mes de noviembre, abandonamos el arte contemporáneo para acercarnos a una leyenda de la pintura española: Francisco de Goya. Su obra Perro semihundido (1820-1823) es un rompecabezas para los visitantes del Museo del Prado y ha sido elegida por el ELU de tercero Pablo Yániz, que estudia Diseño Industrial en la Universidad Politécnica de Valencia.
Éstas son sus palabras, que incluyen un pequeño apunte histórico:
«Goya nació en Fuendetodos, Aragón, en 1746. Después de la caída del Trienio Liberal y la vuelta al absolutismo, se exilió en Burdeos, Francia, donde pasó sus últimos días. Vivió tiempos convulsos de la historia de España, y reflejo de ello son sus obras, que abarcan pintura, dibujo y grabado; en ellas representó, entre otros, retratos y hechos históricos. Dentro de su gran repertorio artístico, algunas de las piezas más famosas son “La maja desnuda”, los retratos a la corte (ya que fue pintor de cámara), “La carga de los mamelucos” o “Los fusilamientos del tres de mayo”.
Entre 1820 y 1823 pintó las llamadas Pinturas negras, un total de 14 (+1) murales para su casa a las orillas del río Manzanares, a la que pertenece Perro semihundido. Aprovechó las imágenes campestres que ya adornaban la casa, obras suyas o adquiridas junto con la hacienda, y usó los paisajes en algunos cuadros. Después de pasar una dura enfermedad, de la mano de su avanzada edad y con los acontecimientos recientes del Trienio, estas obras son un reflejo y crítica de la sociedad de la época, de la situación política, de la inestabilidad y los enfrentamientos y de la religión. Caricaturiza a las personas, se centra en la soledad, la vejez, la muerte. Los colores predominantes son ocres, dorados, negros… Son una serie de obras vanguardistas que marcarían algunos de los estilos más importantes que se desarrollaron en los años venideros.
Todo esto, cuando fui al Museo del Prado de pequeño con mi familia, no lo sabía. Venía de contemplar a otros grandes como Velázquez o Rubens, e incluso otras obras de Goya que ya había visto me habían causado impresión. Pero cuando llegué a esta, sin embargo, no la entendí. No era más que una pequeña cabeza de un perro descentrada en un paisaje minimalista. Era demasiado sencilla para mí. Y lo que más me descolocó fue la reacción de mis padres, me acuerdo, de asombro. Se quedaron maravillados mirándolo fijamente. Su sencillez no me transmitía nada. Y quería que me transmitiese a mi también. Ahora, varios años más tarde, veo la soledad del perro en su mirada. Veo la insignificancia del animal en el cuadro, en el espacio que le rodea. Y me parece admirable cómo, con tan poco, es capaz de expresar tanto».
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¡Vuelve a ser mARTEs! Esta vez, Ángela Montaner, ELU de tercero que cursa el tercer curso de Enfermería en Zaragoza, nos comparte dos obras del mismo autor: Pregnant Woman y Mother and Child, ambas realizadas entre 2001 y 2003 por Ron Mueck, un escultor australiano. Mueck nació en 1958 en Melbourne, en el vientre de una familia artesana dedicada a la confección de marionetas. Sus esculturas hiperrealistas reproducen el cuerpo humano con todo detalle; es destacable cómo el artista juega con la escala de sus creaciones, consiguiendo contar historias mediante las expresiones de los personajes.
Así habla Ángela de lo que le suscitan las obras:
«Hace unas semanas fui al Museo del Prado y le dije al amigo con el que iba: “ahora que lo pienso, creo que nunca he visto una pintura o escultura de una mujer embarazada o de parto”. Fue como si las paredes del museo me escucharan porque justo la semana siguiente, en clase de enfermería materno-infantil, mi profesora me descubrió estas esculturas del artista Ron Mueck.
La primera escultura representa una mujer de parto, con cara de cansancio y de estar soportando el dolor que conlleva. Sin embargo, se siente poderosa; de ahí el gran tamaño de la escultura, todo el mundo la mira desde abajo, la admiran. La mujer en un parto natural se siente poderosa cuando su cuerpo está impregnado de oxitocina (la hormona del amor, la que provoca las contracciones). Al dejar a un lado su parte consciente y primar su lado primitivo, animal, para no bloquear lo que se gesta en su cuerpo se siente capaz de que nazca su bebé. Se siente capaz de traer un niño al mundo.
Cuando todo este largo proceso acaba, se encuentra con su bebé y se da cuenta de que ahora empieza lo verdaderamente difícil. Ese milagro, esa personita depende totalmente de ella y debe cuidarlo. El foco de todo ahora ya no es ella, la poderosa mujer embarazada, sino el bebé que la mira. Podemos ver como esta escultura es mucho más pequeña que la anterior, pues en este momento la madre se siente pequeña, observada y abrumada por la gran responsabilidad que le aguarda.
Se tiende a idealizar, a hipersexualizar el cuerpo desnudo de la mujer. El parto es algo que no suele retratarse, pero es lo más natural y precioso que existe. Me encantó encontrar un artista hiperrealista que represente ese momento tal y como es, sin idealizarlo, sin taparlo. Poder ver el cuerpo desnudo de la mujer y el bebé tal y como son, que se vea la realidad: la cara de susto de la madre al mirar a su bebé y la cara de cansancio y dolor, pero a la vez de poder, de la mujer de parto».
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¡Lanzamos un nuevo Club de Ajedrez en la UFV! La invitación es a todos aquellos miembros de la comunidad universitaria que deseen participar, sepan jugar o no al ajedrez. Para quienes no sepan (o sepan poco), el Club será una instancia de aprendizaje y perfeccionamiento. Para quienes sepan jugar (e incluso puedan hacerlo habitualmente), el Club será un nuevo punto de encuentro dentro de la Universidad donde encontrarse a compartir esta pasión. ¡Somos todos bienvenidos!
El primer encuentro será el próximo martes 23 de noviembre a las 16 h en el aula 3.6C.
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Hola a todos!! Mi nombre es Eduardo Martins-Soares Larrínaga, ahora mismo me encuentro estudiando el tercer curso de la Escuela de Liderazgo Universitario y el tercer curso del Doble Grado en ADE y Relaciones Internacionales en ICADE. Este cuatrimestre estoy teniendo la suerte de poder estar viviendo mi experiencia universitaria en North Carolina State University con sede en Raleigh, centrando mis estudios en Finanzas y Política Internacional Americana. En un principio yo no tenía pensado irme de intercambio a USA, no me atraía mucho la sociedad americana y mi verdadero objetivo era irme en 4º a alguna ciudad europea. Después de hablar mucho con uno de mis mejores amigos, vi que podía ser una gran oportunidad y decidimos irnos juntos a este destino. La experiencia está resultando ser una de las más inspiradoras y especiales de mi vida, con mucha diferencia.
Para poneros un poco en contexto voy a explicar un poco como es mi vida aquí. Raleigh es la capital de Carolina del Norte, es una ciudad de medio millón de habitantes. Podríamos pensar que al tener más habitantes que ciudades como Bilbao sería parecida pero esto está muy lejos de la realidad. Es una ciudad tranquila (demasiado) y residencial. Típica ciudad de las pelis americanas con sus gigantes suburbios donde las casas no tienen vallas y todos tienen típicos “trucks” americanos. No obstante tiene la gracia de que también es la sede de la universidad más grande del estado, donde estudian más de 40 mil estudiantes, esto le dota de la diversión y dinamismo de contar con tantos estudiantes entre sus filas. Es una universidad muy centrada en estudios agrícolas y donde muchos de sus estudiantes son personas que provienen del entorno rural de Estados Unidos. Pero también se nutre de los grandes centros urbanos de NC como Winston-Salem, The Triangle o Charlotte. Esto le da mucha variedad cultural a la universidad, añadida a la que ya tiene de por sí la diversa sociedad americana. Yo estoy acostumbrado al campus que tiene mi universidad en el centro de Madrid que son literalmente dos edificios y este campus es radicalmente distinto. Es absolutamente enorme, ocupando casi 900 hectáreas (es un paseo interesante jejeje). Gracias a Dios vivo a 15 minutos andando de las facultades donde están mis clases. Además de ser muy grande es muy rural, con muchos parques y árboles que hace que sea muy bonito también. Por otro lado, sobre la experiencia social, los estudiantes de intercambio solemos hacer un poco de trampa y juntarnos con nuestros compatriotas y lo mío no ha sido muy distinto. Tengo un grupo de 13 españoles de mi universidad que vivimos en la misma residencia y que hacemos mucha vida en conjunto. Además de ello, también tenemos bastantes amigos americanos, italianos y franceses. Tenemos tres amigas americanas que nos ayudan mucho a entender la vida americana, introduciéndonos en la vida universitaria americana y en la forma en la que ellas ven la vida.
Por otro lado veo que la sociedad americana es al mismo tiempo muy parecida y diferente a la nuestra. Tienen valores bastante parecidos a los nuestros pero los aplican de una forma diferente. Me sorprendió al principio del intercambio lo individualista que es la gente, el 85% de la gente que va a clase no se digna a dirigirse la palabra con nadie en la hora y cuarto que dura la clase y sale rápidamente cuando esta acaba. Poca gente intenta ser abierta y conocer gente nueva, pero los que lo hacen son de las personas más encantadoras y abiertas que he conocido en mi vida. Por resaltar otra cosa que no se ve en Europa, la mayoría de las personas de mi clase son de nacimiento americanas, no obstante las familias no, muchos se sienten más parte del país de origen de su familia que de la propia América en la que han nacido. En mis clases tengo personas con ascendencia de todo el mundo, Nigeria, Colombia, México, Brasil, Fiji, Alemania, Irlanda, Honduras o Taiwán por poner algunos ejemplos. Esto hace que, aunque todos sean americanos, cada uno vea la vida de una forma muy distinta debido al entorno en el que han crecido. Esto hace del ambiente universitario americano una fuente de diversidad que provee de mucho dinamismo a la educación aquí. Nunca en mi vida había tenido la posibilidad de conocer a gente con culturas tan distintas y aprender sobre ellas en un espacio y tiempo tan reducido.
Al estar solo un cuatri, no tengo la capacidad de visitar mucho el maravilloso país que es EUA, pero por ahora hemos ido a Nueva Orleans, New York y ahora en Thanksgiving nos iremos a Puerto Rico. En diciembre visitaremos todo lo posible en California y Las Vegas.
No tengo mucho más papel para escribir así que voy a acabar con una reflexión que hacemos mucho aquí. Es difícil valorar realmente algo hasta que no estás lejos de ello y puedes mirarlo y compararlo con algo de perspectiva. Después de mucho charloteo con muchos americanos distintos, es curioso la visión idealista que tienen las personas de aquí sobre España. Creo que deberíamos de valorar mucho más la suerte que hemos tenido de haber crecido en una cultura como la española y en un país como España. Este intercambio está siendo seguramente la mejor experiencia de mi vida y os animo a todos a que en algún momento de vuestra vida intentéis algo parecido!!
Un saludo!
Por:
Belén Gundín y Jimena Rodríguez, 2º ELU
¿Sabías que el símbolo del dólar tiene su origen en el escudo de España? Nosotros tampoco lo sabíamos hasta que el pasado jueves 28 de octubre un grupo de ELUs de segundo, tercero y cuarto fuimos, por iniciativa de Fer Frías, delegado de Madrid, a los cines La Vaguada para ver el documental “España, la primera globalización”, dirigido por José Luis López-Linares. Si en algo coincidimos todos al salir de la película fue en la cantidad de detalles y hechos que no conocíamos de la historia de nuestro país o que nos habían contado de una manera diferente, incluso contradictoria.
En palabras de Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de Historia, “la historia del mundo no se puede explicar sin la historia de España”. Esta frase quizás sea la mejor sinopsis que podemos ofreceros, pues es precisamente esta enseñanza la que todos nos llevamos a casa.
Durante el desarrollo del documental se recorre una línea temporal que comienza con el reinado de los Reyes Católicos y llega hasta prácticamente la actualidad, analizando cómo se fue construyendo y expandiendo el Imperio Español, los lazos que se establecieron con otros lugares del mundo y las consecuencias que todo ello trajo a nivel global.
Este análisis abarca acontecimientos como el descubrimiento de América o la primera vuelta al mundo, las importantes y desconocidas relaciones comerciales con la China de la dinastía Ming o el conflicto con los actuales Países Bajos. A medida que nos adentramos en estos temas se desmontan mitos asociados a la Leyenda Negra, fruto de la peligrosa propaganda, que tiñe la historia de España, y se nos enfrenta a una nueva lectura de esta gran narración colectiva a través de las voces de numerosos interlocutores expertos en estos ámbitos. Entre ellas aparecen las de Elvira Roca Barea, escritora e historiadora en la Universidad de Luxemburgo, Luis Ribot, Catedrático de Historia Moderna por la UNED o Nigel Townson, historiador y profesor en la Universidad Complutense de Madrid.
Una versión tan renovada de la historia despertó la curiosidad en nosotros y también sacó a relucir nuestro espíritu crítico, haciéndonos conscientes de la importancia de poner en tela de juicio la información que recibimos, especialmente cuando se refiere a disciplinas con tantos matices como la historia.
Como no podía ser de otro modo, al salir del cine nos quedamos a compartir nuestras impresiones acerca del documental y, en definitiva, a charlar como buenos amigos. Se pusieron sobre la mesa temas tan interesantes como el racismo, la manipulación de la Historia o el verdadero significado de la palabra colonización. Pero hubo una pregunta que rondaba nuestras cabezas por encima de todo lo demás: ¿Cómo lograr que esta versión, al parecer auténtica y contrastada y tan distinta de la que nos enseñan, pueda llegar a oídos de todos? ¿Se puede realmente acabar con la Leyenda Negra tan arraigada en nuestro país y en el resto del mundo? Por lo pronto vamos a dejar de hacerte spoilers y te recomendamos encarecidamente que vayas a disfrutar del documental dejándote sorprender por la sabiduría de todos los que han contribuido en su realización.
Como puedes ver, cuando los ELUs nos juntamos, los buenos ratos y las risas están aseguradas ¿Te vas a perder la próxima?
Por:
¡Buenas! Gracias por entrar en esta sección de la newsletter.
El ‘Cuaderno de Bitácora’ es el cuaderno que se empleaba en navegación para guardar los datos de lo acontecido durante la travesía. ¿No son los libros nuestro cuaderno de bitácora?
Siguiendo con esta idea, este espacio surge para que los ELUs dejemos por escrito aquellos libros que nos han acompañado en alguna etapa de nuestra vida. Es decir, queremos que compartas con el resto un libro (o los que quieras) que te haya gustado y que entronque con la línea formativa de la ELU (aunque en su época te gustase mucho Jerónimo Stilton, quizás no sea el libro más adecuado).
En cuestiones prácticas, ‘Cuaderno de Bitácora’ es la sección de la newsletter donde se publican reseñas de libros escritas por los ELUs que quieran participar. No hace falta que escribas muchas reseñas ni tiene que ser sobre La Ilíada (aunque podrías si quisieras). Con esto queremos transmitir que no te sientas inseguro sobre si el libro que te has leído es lo ‘’suficientemente’’ bueno. Queremos escucharte. De todos modos, si tienes dudas, nos puedes preguntar a Berta Coll, Marta Morcillo y Susana Sendra.
La primera reseña saldrá el 7 de noviembre. Para participar en esta sección, te dejamos el enlace al forms que tienes que rellenar y nos pondremos en contacto contigo.
¡Muchas gracias!
Por:
Elena Sánchez González- Alumna de 2º ELU
“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol” – Martin Luther King.
Las palabras se convierten en algo insignificante cuando el corazón habla por sí solo. Y las miradas y los abrazos esa emoción que brillaba detrás de la mascarillas, ya forma parte de otro gran destello de luz que me guardo en el corazón junto a vosotros.
Muchas son las generaciones que han sido parte de un camino que no deja indiferente a nadie y, muchas serán las generaciones que llegarán a este lugar esperando una respuesta, buscando una señal o quizá, con la certeza de que es su lugar.
Un camino y un legado de tantos otros que nos llega en forma de ejemplo, de generosidad infinita, de compañerismo y amistad dando sentido al verbo “compartir” en su máxima extensión. Muchos otros, todavía nos dedicamos a admirar lo ya construido, a intentar contribuir de alguna forma en este gran proyecto vital. Quizá seamos esos que aún siguen sintiéndose tremendamente afortunados por el regalo que fue Becas Europa y todo lo que no sabríamos que vendría detrás y, que, poco a poco, vamos modelando con cariño y entusiasmo.
Querer ser parte de un lugar por todos aquellos que lo habitan y con los que compartes una vocación, un deber, una responsabilidad: la búsqueda del bien, la belleza y la bondad, siendo con otros. Sentirse acompañado en una senda de auto-descubrimiento personal, siempre cogidos de la mano de aquellos que nos regalan su tiempo, su escucha y su entrega infinita; es el privilegio de unos cuantos afortunados.
Solamente cuando uno sabe qué es lo que busca, puede llegar a valorar lo que verdaderamente encuentra. Y así, con la emoción a flor de piel y la ilusión desbordante de seguir sorprendiéndonos, volvemos al lugar que, en parte, nos llevó a ser quienes hoy somos.
“Toda acción es esperanza”. Así arrancaba la Jornada de Inauguración de la Escuela de Liderazgo Universitario en este nuevo curso, 2021-2022. Una frase alentadora en tiempos de preocupación para muchos, sufrimiento para tantos y de tantas preguntas, a las que aún no hemos conseguido dar respuesta. Un tiempo en el que la vida nos ha puesto en juego frente a una realidad incierta, compleja e inquietante. Dos años sin abrazos, sin juntarnos, sin apenas mirarnos.
Juan y Carola, directores académicos de la Escuela de Liderazgo Universitario, nos abrieron, una vez más, la puerta de su casa y de sus corazones para recibirnos allí. Con ellos, comienza el pistoletazo de salida a un curso en el que recordaremos (y volveremos a pasar por el corazón), todo lo vivido y compartido y, lo que sin duda, llegará de forma inesperada y gratuita.
La “esperanza” se convirtió en el centro de una reflexión marcada por un deseo de ponerse en marcha, confiando en que algo bueno llegará. Echando raíces en lugares sólidos que nos permitan construir un hogar, para cuando lleguen las adversidades. Valorar la importancia de encontrar una fuerza interior, que nos mueva y nos conmueva, con acciones de compromiso y entrega al que me mira. La necesidad de intentar comprender la complejidad humana, tan simple y misteriosa, al mismo tiempo.
Además, contamos con la presencia de don Pablo Velasco, que fue el encargado de inaugurar la primera lección magistral de este nuevo curso académico. Aprovechamos para agradecer su “SÍ” generoso ante nuestra llamada y su respuesta tan viva. Su mirada sincera nos recordó la importancia de promover una lectura atenta de la vida, así como la necesidad de sorprenderme ante el brillo de alguien: en quien me reflejo y me miro.
El acontecimiento, entendido como una realidad que hace avanzar la trama o amenaza con destruirla, exige una respuesta libre y, gracias a ella, nos ofrece la posibilidad de encontrar un sentido a nuestras vidas. Así pues, el hombre vive en una espera sin límite, en la que nuestros corazones anhelan el infinito.
Gracias a todos aquellos los que hacéis, desde ese lugar, un llamamiento a la esperanza. Gracias por alumbrarnos un camino, en el que aún seguimos aprendiendo con vosotros. Gracias Juan, Carola, profesores, mentores: sois un equipo. Y, por supuesto, gracias a ti ELU, por reafirmar tu “sí”, día a día, con tu ejemplo e ilusión.
Volvemos con la certeza de seguir creando recuerdos y con la esperanza de continuar con el regalo recibido con la responsabilidad de ser con otros, en quienes me reflejo.
Seguimos rumbo a Ítaca.
Juntos.
Por:
Belén Gundín, 1º ELU
En 1843, el filósofo danés Søren Kierkegaard (1813-1855) publica Diario de un seductor. Podríamos pensar que el sugerente título nos desvela la totalidad de la obra. Sin embargo, ya en el prólogo se nos advierte de que lo que tenemos entre nuestras manos no es lo que típicamente nos esperaríamos encontrar asociado a un diario. Si bien es cierto que, en un plano más superficial, el libro recorre las estrategias de Juan para seducir a Cordelia, éste va mucho más allá y profundiza en cuestiones universales como el amor y el encuentro. Es la preocupación por estos temas la que verdaderamente impregna toda la obra y conforma el hilo conductor.
Diario de un seductor no es una novela que se reduzca a la mera acumulación de hechos en un eje de causalidad, articulados para apuntar hacia un final como único propósito posible. Se trata más bien de una ventana hacia el complejo mundo interior del protagonista, un ser que vive en un monólogo interior tan incesante que lo aleja de la realidad que lo rodea. Desde nuestra condición de lectores, asistimos a un escenario empapado de reflexiones y constantes debates morales del que, sin tener poder sobre la acción, somos partícipes. Kierkegaard ahonda, a través de la figura de Juan, en los sentimientos más íntimos del ser, exponiéndolos con una riqueza prodigiosa.
Por otra parte, esta obra nos adelanta el peligro del esteticismo y de poetizar la realidad hasta el extremo: tener una vida vacía de encuentros. Muestra cómo la utilización del mundo en búsqueda de una sensación de exaltación estética nos conduce hacia la vertiginosa pérdida de la alteridad. Además, otra característica que destacaría de Diario de un seductor es el cuidado con el que está escrito que queda reflejado en la gran variedad de vocabulario y referencias literarias. La destreza artística del autor lanza la obra hacia un espacio que se escapa del territorio propio del diario y que nos involucra. Así, a medida que avanzamos en la lectura, sentimos impotencia por no poder evitar un final anunciado, disputas internas acerca del significado del amor o, incluso en algún momento, miedo a vernos reflejados en el protagonista.
Personalmente, este libro que me regaló el Módulo 2 me ha ayudado a aterrizar las ideas que hemos ido descubriendo durante el curso. Realmente ha conseguido que me sienta parte de la Gran Conversación, y por ello, os invito a leerlo y a dejaros sorprender por todo lo que esta obra tiene que contar.
“¿De dónde procede todo esto?… ¿De la rica unidad de tu ser o de la pobre complejidad del mío?… ¿Amarte, no es tal vez amar un mundo?.”
Diario de un seductor, S. Kierkegaard
Por:
Marta Morcillo Martínez, 2º ELU
El programa Young Civic Leaders, como su nombre indica, es un programa de liderazgo destinado a los jóvenes. En concreto, jóvenes universitarios. A través de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, tuve la suerte de ser becada para poder acceder a este programa.
Se trata de un curso online de tres días en el cual, junto a otros jóvenes, he tenido la oportunidad de dotarle de una dimensión antropológica y filosófica al liderazgo. El recorrido en el programa se basa en el descubrimiento de las motivaciones y el temperamento, teniendo contenidos teóricos y prácticos. Es un programa muy interesante para aquellos que les suscite interés el liderazgo.
La fundación tiene más programas, ya no solo de liderazgo, sino también de neurociencia e investigación, temas humanísticos y coloquios y conferencias.
La descubrí gracias a mi amiga Inma Arrebola el año pasado y me apunté a la newsletter para estar enterada de otros programas.
Recomiendo que le echéis un ojo porque podéis encontrar oportunidades muy creativas. A mí me ha ayudado a crecer en el liderazgo y abrirme nuevos horizontes de ideas que no contemplaba en un inicio. ¡Animaos!
Por:
Muy queridos ELUS:
¡Hola a todos! Soy Inmaculada de 2º curso. Os quiero contar mi experiencia en el proyecto en el que he estado involucrada los últimos meses. Todo comenzó en enero, cuando un catequista de mi parroquia nos trasladó que desde Cáritas Diocesana de Córdoba necesitaban alimentos de desayunos y meriendas para cubrir la gran demanda que tristemente estaban teniendo.
La respuesta de los jóvenes fue maravillosa, y decidimos crear un proyecto juntos tanto a corto como a largo plazo. Nos pusimos manos a la obra y lo desarrollamos desde cero, dividiéndonos en grupos para redactar el proyecto, elaborar un plan de comunicación, surgir con nuevas ideas y expandir la red de colaboración. Desde entonces, y gracias al esfuerzo de muchísimas personas que se nos han regalado su tiempo, hemos realizado recogidas en dos institutos y un colegio, y ya tenemos fechadas recogidas en otros centros para el primer trimestre del próximo curso.
Ha sido precioso ver como desde los propios institutos, profesores y alumnos han mostrado interés en nuestra labor, y algunos de ellos incluso han decidido unirse a los grupos de organización. Además, hemos contado con la incansable ayuda de los no tan jóvenes en edad pero sí en espíritu de nuestra comunidad parroquial. Y es todos podemos ser motor de cambio si nos lo proponemos, y también en nuestro caso, todos podemos evangelizar con nuestro pequeño gran compromiso.
Para mí, ser parte de este grupo de Misiones, que es como nos llamamos, ha sido despertar a una parte de mí que parecía haberse perdido entre tantos exámenes y compromisos. Gracias a esta experiencia he vuelto a recuperar la ilusión por el voluntariado, por dar y por darme, por trabajar en equipo y por construir algo mejor. He vuelto a tener fe en las ideas, en la gente buena y en las ideas de la gente buena, que abundan mucho más de lo que a veces pensamos.
Termino mostrándoos una foto en la puerta de mi iglesia, donde estamos haciendo la recogida durante estas semanas, y donde otra vez vuelvo a comprobar que la bondad de las personas es infinita y que esa chispita de ilusión puede incendiar muchos corazones.
¡Nos vemos pronto!
Por:
Marta Morcillo, 2º ELU
A Emma Woodhouse, ‘’hermosa, lista y rica’’, o la adoras o no puedes con ella, no hay término medio. Esta señorita de la alta sociedad de la Inglaterra del S.XIX es la encargada de los diversos tejemanejes que se dan en su pueblo. Así, tras el fructífero matrimonio (no hay spoiler) de su institutriz, orquestado por ella misma, se ve en la tesitura de urdir nuevos planes de casamiento para su amiga Harriet Smith.
Puede parecer una mera comedia romántica con la que pasar el rato en la playa, pero no es así. Jane Austen (1775-1817) nos presenta una heroína egoísta y vanidosa, que, lejos de ser un personaje plano, tendrá que aprender y evolucionar como persona a lo largo de la obra. No se trata, pues, de una simple niña mimada (como al principio puede parecer) que no sabe qué hacer con su tiempo libre. Austen siempre ha destacado por su maestría a la hora de definir los personajes de sus historias que comparten el autorreconocimiento, la debilidad, las vanidades…
Emma sufre y disimula, vive en un mundo de vanidades falso para no enfrentarse a su verdad: está sola. La obra es un baile de personajes, cada cual digno de analizar por separado, que irán mostrando las diversas partes de la personalidad de Emma y sacando sus peores y mejores aspectos. Ella siempre busca lo superfluo, la diversión con pasiones vacías para entretener a su mente sin importarle a quien tenga que utilizar para ello. Le gusta compararse con los demás y sentirse superior, mirar por encima del hombro y después mostrar condescendencia. No obstante, aprenderá a vivir en verdad y descubrir la vida a través del amor. Un amor que crea y que hace dar tu mejor versión.
Para mí, fue una obra reveladora. Me la esperaba, pues eso, como la típica comedia para echar el rato. Pero se encargó de darme una lección de humildad muy grande. Yo, personalmente, llegué a identificarme con Emma y comprar su discurso como si fuera mío. No podía con Jane Fairfax y quería que siguiera divirtiéndose sin pensar en nada más. Quería que todo el mundo la adorara porque lo hacía todo bien. ¿Para qué? Es joven, guapa y muy rica, no necesita más.
Esa es la magia de los clásicos: hablan de ti y de mí y de toda la humanidad sin importar la época en la que se escriban. Por eso hay que leerlo dejándose llevar por la magia narrativa del libro y la maestría de Jane Austen a la vez que leer entre líneas. Espero que cuando lo leas tengas la sensación de estar leyéndolo en la playa con el calor de verano y el ruido del mar de fondo porque no se merece menos.
Por:
Javier Reig, 4º ELU
¡Buenas a todos! Soy Javier Reig, físico (el 14 de julio cuando presente el TFG) por la Universidad de Valencia. Me han pedido que escriba contando mi experiencia con las Becas La Caixa, pues hace dos semanas me enteré de que me la habían concedido, fue un subidón y un regalo.
En primer lugar, os contaré mi experiencia en la Universidad, pues la evaluación de estas becas parte principalmente de ésta. Decidí estudiar física porque me atraía entender cómo se comporta la naturaleza desde un punto de vista fundamental. Como en todas las carreras, había asignaturas duras y menos interesantes. Pero, a partir de segundo y tercero, empecé a disfrutar de cuántica, campos, relatividad, nuclear o física estadística. Me reafirmé en mis ganas de investigar, así que en cuarto decidí colaborar en el departamento de Física Teórica junto a Gabriela Barenboim. Con ella descubrí lo interesantes que son los neutrinos. Estas partículas son los únicos fermiones fundamentales sin carga. Además, son leptones, por lo que no sufren la interacción fuerte. El propio Pauli, que los postuló como un remedio desesperado par salvar el principio de conservación energía-momento en los decaimientos beta, pensaba que debido a lo poco que interaccionan con la materia nadie iba a poder detectarlos. Pero la tecnología, como siempre al servicio de la curiosidad humana, lo logró. Sus propiedades no paran de sorprendernos. La observación de las oscilaciones de neutrinos ha confirmado, en contradicción al Modelo Estándar, que tienen masa. Los neutrinos son la evidencia más clara de que hay más física más allá del Modelo Estándar, su estudio nos puede ayudar a entender muchos de los enigmas más fundamentales del universo, como por ejemplo la asimetría materia-antimateria. El tiempo de los neutrinos es ahora y su estudio es verdaderamente fascinante.
Es precisamente para seguir estudiando los neutrinos desde un punto de vista teórico, pero también con conexión con los experimentos, para lo que solicité la beca La Caixa. Y la solicité para una ciudad que a muchos de vosotros os sonará, Heidelberg. En el viaje de Becas Europa me enamoré de esta ciudad que me acogerá los próximos dos años.
Respecto al proceso de las Becas, se compone de dos partes. En primer lugar, una preselección donde seleccionan a los estudiantes dependiendo de su currículum, su proyecto, expediente y las cartas de recomendación y motivación. Después de pasar esta fase (que pasaban 240) hicimos una entrevista online con un comité y de ahí ya pasamos los 120 becarios. El proceso es largo y se hacían largas las esperas hasta que salían las listas (como con Becas Europa) pero merece totalmente la pena. Estoy muy contento de poder seguir formándome con el respaldo de estas becas y qué mejor que hacerlo en Heidelberg. Si alguno se quiere presentar otro año y tiene alguna duda que no dude en escribirme. Y si pasáis por Heidelberg, dadme un toque. Cuidaos y cuidad.
Por:
Goethe, el amor y la sensibilidad
Berta Coll, 2º ELU
Más que reseñar una novela, me gustaría hoy dirigirme directamente a los profesores: «Por favor, convertid Las penas del joven Werther, de Johann Wolfgang von Goethe, en lectura obligatoria en todas las universidades del país». Seguramente lo he leído demasiado tarde. No lo digo porque crea que los libros, si no se leen en una determinada edad, no se deban ya abordar. Al contrario, pienso que nunca es tarde, que una de las ventajas más valiosas de la literatura es que se amolda al lector, pase lo que pase, pasen los años que pasen. Ahora bien, desde que conozco las desventuras, el amor y los goces estéticos del joven Werther, no puedo dejar de pensar que me habría encantado —o, más bien, me habría ayudado enormemente— leerlo antes.
La juventud suele llevar consigo las primeras experiencias de enamoramiento, lógicamente abrumadoras, llenas de un ardor desconocido y a menudo inentendible. Cuando me enamoré por primera vez, me faltaban palabras para explicármelo y así poder comprenderlo. El joven Werther —o Goethe— es un maestro a la hora de verbalizar esos sentimientos vivísimos, ese bullicio intenso que baila dentro de un corazón enamorado. Werther es un joven ya a punto de entrar en la adultez, pero su amor hacia Charlotte, por suerte o por desgracia, tiene muchos rasgos de ese amor primerizo y dulcemente ingenuo. Recomiendo vivamente Las penas del joven Werther, porque leer palabras —¡y qué palabras!— sobre el amor permite vivirlo con más plenitud.
De este libro, más que la historia y el dramatismo que arrastra, destaco las descripciones de las interioridades de un espíritu inquieto, que no solo sobresale al hablar del amor, sino también al observar el mundo y captar la belleza que se expande en bosques y montañas, en ciudades y fuentes, en los grandes edificios y en los pequeños detalles. Impregnarse de los frutos que nos regala la sensibilidad debería ser uno de los objetivos primordiales de los jóvenes.
El joven Werther puede guiarnos por dos caminos realmente importantes: la senda del enamoramiento y el paseo del goce estético. Por eso, no me cansaré de pedirlo: «Por favor, convertidlo en lectura obligatoria en todas las universidades del país», «Por favor, convertidlo en lectura obligatoria en todas las universidades del país»…
Por:
Carmen Gago Sosa y Mercedes Sierra Antolín, 1º ELU
La visita de nuestro mentor Diego junto con la compañía de la profesora Laura Llamas supuso una oportunidad perfecta para descubrir, con una mirada muy diferente, la ciudad de Sevilla. Tanto los sevillanos de nacimiento como los universitarios acogidos por esta ciudad, tuvimos la oportunidad de recorrer hasta los más recónditos rincones de la capital andaluza, desde la Catedral de Sevilla hasta las callejuelas del Barrio de Santa Cruz.
Pero, sin duda, si tuviéramos que elegir alguno de estos sitios, nos quedamos con el Conjunto Monumental de San Luis de Los Franceses. Pese a haber pasado frente a este lugar cientos de veces, la rutina nos había impedido ver más allá que una simple fachada con una arquitectura similar a la que vestían otros monumentos de la ciudad. ¡Qué equivocados estábamos!
Al entrar, el blanco reinaba en la estancia, pero pocos pasos detrás encontramos un gran patio interior andaluz que recogía los olores característicos de Sevilla. Nuestra visita acababa de empezar. Como decía Saint-Exupéry en El Principito, lo esencial es invisible a los ojos: y allí estaba, tras una diminuta puerta de madera, una grandiosa cúpula que nada tenía que envidiarle a otros monumentos con mucha más reputación. Amplia, luminosa y con una gran historia detrás: construida por los jesuitas a principios del siglo XVIII, simbolizando el nexo de unión entre el nuevo y antiguo testamento. Aunque actualmente esta iglesia se encuentra desacralizada, sus paredes encierran muchas historias, fruto de un largo recorrido: inaugurada como Iglesia en 1731, abandonada posteriormente por la expulsión de los jesuitas y desde entonces, ha tenido diversos usos, entre ellos, hospital de venerables sacerdotes o fábrica en el S.XIX. Tras una restauración, abre sus puertas al público en 2016, permitiendo así sorprender a todos sus visitantes. Nosotros, por suerte, contábamos con la profesora Laura Llamas, quien, con sus sabias palabras, iluminó nuestro recorrido por el monumento.
Para terminar, disfrutamos todos de una agradable cena en el pintoresco barrio de La Alameda, que nos brindó la oportunidad de conocernos un poco más, poniendo fin a un día lleno de redescubrimientos.
Por:
Inma Arrebola, 3º ELU
El pasado martes 25 de mayo contamos con la esperadísima visita de nuestra querida María a Córdoba. Para festejar la tradicional Feria de Nuestra Señora de la Salud, como no podía ser de otro modo, nos reunimos para degustar algunos de los platos más destacados de nuestra gastronomía. Entre recapitulaciones del curso y anécdotas de los más veteranos, pudimos recuperar el tiempo perdido entre confinamiento y confinamiento.
Y como lo bueno, si breve, dos veces bueno, en un abrir y cerrar de ojos nos volvimos a sumergir en un mar de clases, prácticas y exámenes, pero con una sonrisa gigantesca gracias a este soplo de aire fresco.
¡Muy agradecidos de haber podido disfrutar de una excelente compañía en estas fechas tan relevantes para los cordobeses y tan complicadas para los estudiantes!
Por:
Jorge, Sara, Lourdes, Carlos, Alfonso y Fátima
Hace nueve semanas, seis alumnos de ELU Sevilla comenzamos un viaje en Vodafone Campus Lab, una plataforma de innovación que pretende dar solución a diferentes problemas candentes en la sociedad. A decir verdad, no sabíamos bien dónde nos metíamos ni comprendíamos la magnitud de la decisión que estábamos tomando.
Nuestra elección fue un tanto temeraria pero asumíamos el reto con valentía, nos retaban desde Vodafone a proponer una solución para mejorar la labor del personal sanitario en tiempos de pandemia.
Ante esta pregunta, surge HermeX. Una app que digitaliza y agiliza la toma y registro de datos en sanidad, omitiendo pasos innecesarios y aliviando la carga burocrática de nuestros sanitarios. Conseguimos así un importante ahorro de tiempo, que se cometan menos errores y lo que es más importante, permitimos al sanitario pasar más tiempo con el paciente, ofreciéndole una atención más humanizada.
Han sido meses de darle mucho al coco. Pasamos una primera fase con todos los equipos de España, donde lo importante no era tanto la solución sino el comprender realmente el problema y el usuario. Nuestra idea debía estar forjada desde dentro del problema, adaptándonos a éste (y no al contrario). Tras esta primera fase, nos clasificamos como finalistas para la siguiente fase, donde ya sí comenzamos a trabajar en HermeX, elaborando el modelo de negocio, el elevator pitch para presentarlo a inversores…
Y por fin, el 1 de junio, presentamos ante directivos de Vodafone España el proyecto. Sentíamos nervios, no era como en los exámenes de la facultad, donde las consecuencias de nuestro desempeño son particulares. En este caso, las consecuencias eran colectivas y teníamos que bordarlo, ya que en función de cómo lo hiciésemos dependía en gran parte de cuándo este proyecto podrá ver la luz.
Hemos quedado 4º que sabe a victoria, con la sensación de que los deberes están hechos y que hemos puesto todo el amor posible a la idea. Además, hemos recibido el Premio del Público, lo que nos llena de orgullo y reafirma que vamos por el buen camino, que lo que proponemos es solución ante un problema real que el sistema sanitario lastra.
Estamos enormemente agradecidos con todo el apoyo que la Familia ELU ha brindado al proyecto. Desde elus a ya ELUMNI, desde profesores a mentores… todos nos han ofrecido su ayuda desinteresada y verdaderamente nos reafirma que merece la pena.
Esto no acaba aquí, es solo el inicio. Tenemos ya la vista puesta en próximas oportunidades de crecimiento y formación, para que siga madurando HermeX. ¡Os mantendremos informados!
Un abrazo fuerte,
P.D: Os dejamos el enlace del evento, comenzamos la presentación del proyecto en el minuto 53, segundo 57. También os dejamos un vídeo que hicimos en la primera fase que nos quedó chulo
Por:
Alejandro de la Vega, 4º ELU
¿Qué tal estáis todos? ¡Espero que muy bien!
Hace ya más de una semana que tuve el placer de participar en un coloquio promovido por Universia, en el que profesionales y estudiantes pudimos debatir cuestiones y compartir ideas y reflexiones acerca de la universidad que nos ha tocado vivir en estos tiempos a los universitarios, La Universidad del Nuevo Presente.
Quien me conozca sabe que soy una persona muy activa y que, sobre todo, no sé decir que no a nada. Cuando me preguntaron si estaba dispuesto a participar en este coloquio, con el previo aviso de que compartiría escenario ni más ni menos que con Ana Botín, presidenta del Banco Santander y Universia y una de las mujeres más influyentes de este planeta, y José Carlos Gómez Villamandos, presidente de CRUE Universidades Españolas, mi respuesta fue un rotundo e innegable sí. Tras colgar el teléfono, no sabía muy bien qué había hecho, y, sobre todo, si iba a estar a la altura de la situación a la que me debía enfrentar.
Y aquí estoy ahora, escribiendo para la newsletter de esta semana, pudiendo afirmar que el evento fue un éxito y, sobre todo, ¡una experiencia increíble! En los meses y semanas previas, trabajamos con el Santander con el objetivo de que este coloquio resultase de la mejor forma posible, y así expresar de una forma clara el mensaje que los distintos invitados y yo como estudiante queríamos transmitir.
Yo tenía una intención clara, reflejar una visión positiva de la universidad de hoy en día, en contraste a muchas de las opiniones que se expresan actualmente sobre ella, y también, dar mi punto de vista de cómo el emprendimiento es fomentado desde la universidad. Soy un fiel defensor de que la universidad es la etapa perfecta para explorar, investigar, arriesgar y fallar en el intento, y creo que debemos contagiar esta forma de vivir la universidad a todos nuestros compañeros. Nosotros tenemos el privilegio de pertenecer a la ELU, escuela en la que no hay problemas para poder encontrar gente que comparte tu forma de vivir la universidad, e incluso te impulsa a emprender y arriesgarte a lanzar tus propias ideas al mundo.
En este coloquio hice referencia a dos proyectos que me han marcado en especial. El primero de ellos, el proyecto Al Loro, que ofrecía asistencia telefónica humanizada a las personas mayores en plena pandemia. El segundo es Step Up, una iniciativa que trata de orientar a los estudiantes en su elección de grados universitarios basado en las aplicaciones prácticas de las materias que estudian o han estudiado. Pude formar parte de ambas iniciativas junto a algunos de mis compañeros en la ELU, disfrutando de su trabajo y empeño por impulsar ese tipo de ideas.
Con estas palabras quise resaltar la importancia que tiene la universidad y el emprendimiento en el desarrollo no solo como estudiantes sino como profesionales y, en definitiva, como personas. Sin embargo, en los pocos pasos que he podido dar en este mundo, he podido comprobar que es un entorno agobiante y estresante cuanto menos, pero la recompensa al ver como algo que has creado, y que hace tan solo unos meses era solo una idea, cobra vida y cumple su función en la sociedad no tiene precio.
Por otro lado, el esfuerzo del Santander y Universia para que este coloquio tuviese lugar fue extraordinario, todo estaba medido al detalle y la gente con la que traté era encantadora. El encuentro con Ana Botín no pudo ser mejor, aunque he de decir que estaba un poco nervioso por conocerla. Sin embargo, Ana fue muy amable, cercana y atenta y en tan solo unos pocos minutos pude comprobar que su preocupación por la calidad educativa de nuestro país es sincera y los universitarios somos una de sus principales preocupaciones.
En definitiva, salí de este encuentro muy contento no solo porque todo resultó de la mejor manera posible sino por poder afirmar que la universidad es algo que de verdad se mueve, está en constante cambio y las personas responsables de que estos cambios se produzcan de verdad se interesan por el estado de la educación y los universitarios.
Me despido ya, no sin antes agradecer de nuevo esta gran oportunidad. Mucha suerte a todos en estos últimos exámenes, ¡no queda nada para terminar, ánimo! Ah, ya se me olvidaba. ¡Espero veros a todos en la graduación de este año, no podéis faltar!
Por:
Platero y…todos nosotros
Marta Morcillo Martínez, 2º ELU.
Gracias a Juan Ramón Jiménez (1881-1958), premio Nobel de Literatura en 1956, hoy podemos disfrutar de una de las obras más bonitas de la literatura española: Platero y yo.
Publicada en 1914, narra las aventuras en Moguer, Andalucía, del burro Platero que es ‘’pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos’’. En este escenario puramente andaluz, con sus fiestas, sus tradiciones, sus maneras de hablar y de entender la vida, se narran distintas épocas y vivencias de Platero y su dueño.
Lo que caracteriza a esta obra es su prosa poética. Es con esta sencillez de la prosa combinada con la belleza de la poesía como se desarrollan los sucesivos capítulos. No obstante, cada capítulo es independiente uno del otro, aunque todos comparten la profunda belleza encontrada en los pequeños detalles de la realidad. Todo se convierte a ojos de Juan Ramón Jiménez en merecedor de un canto: desde el sol, las flores, los niños, las golondrinas, la alegría y la pena, hasta la muerte. Pero, sobre todo, Platero, ‘’dulce Platero trotón, burrillo mío, que llevaste mi alma tantas veces.’’
Este libro puedes leerlo en el orden que tú quieras y al ritmo que sientas. Yo, personalmente, lo leía a pequeñas dosis, si no, corría el riesgo de creer que era una novela y perder la profundidad de cada palabra. Lo importante es la actitud con la que tomes la lectura: dejándote sorprender. A lomos de Platero, vas a recorrer las distintas escenas que componen la vida de toda persona. Si te dejas alcanzar por el libro, no te arrepentirás.
Personalmente, este libro significa mucho para mí. Pienso que conecta con lo más íntimo de cada persona, llevándote a tu propio Moguer y tus propias experiencias. Está teñido de esa nostalgia con la que miras hacia el verano pasado. Pero también está teñido del más puro y simple amor y belleza. Está
lleno de aquello que nos hace personas: la amistad, el sentimiento, la razón, la belleza, la verdad, el bien, el asombro y la curiosidad, la búsqueda y el encuentro.
Cuando acabas de leerlo, piensas que habla de ti. Es una auténtica preciosidad. Como reza el prólogo del libro:
De su Platero y yo, libro universal, ha dicho Juan Ramón Jiménez que << estaba escrito para… ¡qué sé yo para quién!>> Pero en verdad, Platero y yo ha quedado escrito para todos, para cuantos vuelven sus ojos a esa edad de oro de la infancia, isla espiritual del hombre ante la que nada puede el fragor tumultuoso de vivir: <<isla de gracia, de frescura y de dicha>>.
Por:
Pepe Yáñez Maján, 1º ELU
Es innegable que la pandemia de Covid-19 ha alterado en numerosos aspectos nuestra forma de vida. Una de sus repercusiones fue a nivel deportivo, pues supuso la cancelación de la temporada 2019/20 de la mayoría de disciplinas en nuestro país, entre ellas el piragüismo, deporte que practico. Por tanto, no es de extrañar que, después de casi un año y medio sin competir, las incógnitas sobre nuestro nivel y el de nuestros rivales estaban altas.
La primera cita importante de esta temporada fue la Copa de España de 1.000 metros, en la localidad de Trasona, Asturias. En ella, participé en las modalidades de K-2 y K-4 (embarcaciones de dos y cuatro personas, respectivamente) en la categoría de senior absoluto, donde tuve la oportunidad de competir contra campeones del mundo como Javier Hernanz o Paco Cubelos, e incluso campeones olímpicos como Cristian Toro. Como resultado, concluí con unos dignos puestos 34º y 21º. Personalmente, fue una sensación mágica volver a sentir esos segundos previos a la salida llenos de adrenalina, en los que, con todos tus sentidos agudizados al máximo, sientes cada vibración de la piragua y escuchas cada suspiro de la tensa respiración que reina en el embalse; por no hablar de esa explosiva arrancada tras escuchar la señal de inicio…
Dos semanas después, el 8 y 9 de mayo se celebró en el CEAR de la Cartuja, Sevilla, el campeonato de Andalucía de velocidad, donde destacó mi participación en K-2 500 metros. Aunque en un principio, debido a nuestra corta edad (mi compañero 21 años y yo, 19) y los resultados del evento anterior, apenas confiábamos en clasificarnos a la final, lo sucedido fue muy distinto. Tras una dura prueba contrarreloj en la que dimos nuestro 110%, concluimos con el mejor tiempo de esta fase clasificatoria. Así, animados por este inesperado resultado, comenzamos dominando desde el principio una disputadísima final, hasta que en los últimos cincuenta metros de carrera fuimos sobrepasados por la embarcación del Club Tartessos de Huelva, finalizando en segunda posición por apenas cinco décimas de segundo. Sin embargo, esa medalla de plata nos demostró que, con el trabajo duro y una mentalidad decidida, podemos conseguir grandes cosas. Actualmente seguimos entrenando para el Campeonato de España de Sprint Olímpico, que tendrá lugar del 30 de julio al 1 de agosto en Verducido, Pontevedra.
Por:
Luisa Ripoll, alumna de 3º
El pasado viernes 30 de abril nos juntamos un grupo de alumnos de Madrid con María García y Laura Llamas para pasar la tarde en el museo. Pensábamos ir a la exposición temporal del Prado, pero el aforo estaba lleno, así que decidimos a última hora dejarlo para otro día y acercarnos a la exposición ‘Jawlensky: el paisaje del rostro’, en la Fundación Mapfre.
En ella se exponía en una serie de cuadros la trayectoria del pintor ruso Alexéi von Jawlensky (1864-1941). Dicho camino podía dividirse perfectamente en etapas, en las que a partir de un motivo recurrente iba avanzando en su búsqueda personal de sentido. Desde rostros de técnica limpísima a rostros geométricos que esconden la cruz cristiana, pasando por retratos expresionistas. Desde los paisajes de Murnau, influenciados claramente por los de su amigo Kandinsky (cuadros que pueden visitarse en la colección permanente del Thyssen-Bornemisza), hasta la representación obsesiva y desfigurada de la vista desde su ventana cuando estuvo convaleciente.
Después nos tomamos unas cañas en el café Gijón, y decidimos que utilizaríamos el grupo de WhatsApp que habíamos creado para seguir disfrutando de exposiciones juntos, este es el link por si os queréis unir. A continuación os dejo algunos testimonios sobre la experiencia:
Pablo de Anta – alumno de 4º
La experiencia del pasado viernes no es más que otra evidencia en mi vida que sirve para reforzar dos ideas clave: el arte da vida, empuja a ser mejor y a profundizar en quiénes somos; y las experiencias ganan valor cuando las compartimos con otros.
Debido a un pequeño fallo de organización, tuvimos que sacar a relucir nuestra improvisación. Pasamos de pensar que íbamos a ver cuadros renacentistas mitológicos a enfrentarnos a los rostros de Jawlensky. Dos exposiciones totalmente distintas pero capaces de hacernos mirar hacia dentro. Y aunque no pudo ser el día de Tiziano y Rubens, tenemos claro que es cuestión de tiempo.
Gracias a que pudimos seguir la vida del artista mientras veíamos sus obras, fuimos capaces de irnos metiendo en su cabeza y poco a poco comprender el misterio de lo humano y el misterio de lo divino. En definitiva: el misterio de Jawlensky. Quien diría que unos cuadros tan aparentemente simples encapsulan la inmensidad de nuestra identidad y sirven de espejo hacia uno mismo mientras que te hacen levantar la mirada y preguntarte por qué hay más allá.
Fue una exposición que aparte de enseñar cuadros memorables, trajo consigo conversaciones memorables. Y es esta la razón por la que el arte, cuando es compartido, es mejor. Y por ello mismo, era imperativo quedarnos a tomar una caña y entre profesores y alumnos poner en coloquio aquello que había sucedido entre lienzo y lienzo. ¿De qué hablamos? Espiritualidad, arte contemporáneo, percepción social del arte, el Pompidou y sobre todo, qué significa ser partícipe de este arte. Pero si buscáis los detalles, tendréis que encontrarlos en la próxima caña que nos tomemos.
Carmen Leguina – alumna de 3º
Desde el primer paso que dimos en la vida de Jawlensky nos capturó la capacidad de transmisión del alma en aquel primer retrato. Y desde entonces nos fuimos adentrando en la exhaustiva búsqueda de la esencia que tanto obsesionaba al autor. Sin lugar a duda esta frustrante y constante búsqueda es el motor de la extensa obra de Jawlensky la cual concluye con la máxima expresividad reducida a la esencia. ¿Consideró Jawlensky haber alcanzado la esencia más pura del retrato del alma? Así parecen transmitirlo sus cuadros, sin embargo, nunca sabremos si al final de su vida logró saciar su sed.
Laura Llamas – profesora de la ELU
¿Qué buscaba Jawlensky? Tras ver este espectáculo de exposición, no cabe duda de que buscaba obsesivamente lo mismo que nosotros: la Verdad con mayúscula.
¿La encontró? Estoy segura. Encontró una Verdad misteriosa, imposible de decir con palabras, pero que le permitió mirar toda la realidad con un amor insólito. ¿Cómo, si no, se explica el colorido de sus últimas obras? ¿Cómo un moribundo puede celebrar así la existencia de las botellas que hay en la repisa de su ventana?
Por:
José Rama, 1º ELU
Cuando hemos estado viajando por el desierto de la soledad y del aislamiento, la Tierra Prometida es el otro. Otros, en nuestro caso, porque nuestro bienquerido mentor Diego vino a visitarnos a este reducto galaico muy bien acompañado: Carola vino con él. Con ellos disfrutamos de dos días que, pese a todo el viento, lluvia y sol con los que Compostela nos quiso echar de sus calles, fueron, sin duda, maravillosos.
Como es natural y no puede ser de otra manera, y como Santiago empieza en la Catedral, nosotros ahí empezamos nuestro recorrido. Atravesar la Puerta Santa y disfrutar del edificio, tan soberbiamente restaurado, tan virgen que aún hay andamios en el exterior, es siempre una experiencia que acerca más a Dios mediante su belleza, pero poder hacerlo en compañía de explicaciones tan acertadas como las que Carola nos brindó ofrecen una nueva perspectiva.
Pese a empezar como empezamos con visita tan señalada, el día solo fue a mejor. Comimos en la terraza de Amoa bajo el vendaval (pues las medidas sanitarias son las que son), pero ni notamos viento ni sentimos lluvia, tanta y tan buena era la conversación que se dio alrededor de esos platos atípicamente gallegos. Las conversaciones cara a cara son lo que nos lleva a conocer y a apreciar más al otro. Son en estas en las que nos damos cuenta de que, como decía Bauman, la verdad solo puede emerger al final de una conversación. De estos días nos llevamos, sobre todo, tantas buenas palabras que nos dijeron y que no cabrían aquí por mucho que las intentásemos plasmar.
Rematamos el día con una tarde de lo más completa: paseo por el parque de Bonaval, visita al Centro Galego de Arte Contemporánea y finalmente al teatro, a ver “Terceiro acto”. De la naturaleza saltamos al arte y del arte a la naturaleza y, de pronto, ambas cosas eran una. Estas actividades culturales dieron lugar, una vez más, a las mejores conversaciones y a los más acalorados debates. Ya se sabe que esta es la virtud (o la condena) del arte moderno. Todo, por supuesto, alrededor de una mesa, que esto es Galicia.
El segundo día lo comenzamos oyendo la Misa del Peregrino, pues ningún viaje compostelano está completo sin esta, y continuó por los senderos más apartados y desconocidos de la ciudad, si es que tal cosa era aún ciudad, pues parecía que nos hubiéramos internado en lo más profundo de las fragas. Comimos una penúltima vez y nos despedimos, sumamente agradecidos los elus, esperando que la próxima comida y la próxima conversación no se hiciesen tanto de rogar.
Por:
EXPLORANDO UNA VALENCIA INACABADA
Silvia Tevar, 3º ELU
23 de abril. Por fin. Todos esperábamos desde hacía días la llegada de María García, nuestra mentora. Y ahí estaba, en la plaza de la Virgen, con una sonrisa en los ojos y, seguro, con otra bajo la mascarilla; llena de ilusión, de amor y de cariño.
Junto a ella, aquella tarde nos equipamos con una mochila incompleta, un tamiz, una campana y un candil; y tuvimos la suerte de poder transitar nuestra «ciudad inacabada» y descubrir con nuevos ojos el espacio que nos ha visto crecer. Nuestra primera parada fueron la catedral y la basílica. Juntos, conocimos un poco más sobre sus estilos arquitectónicos y nos preguntamos sobre el sentido que sus muros encierran. Más tarde, llegamos a las torres de Serrano, esas vigías que franqueaban la anterior muralla de la ciudad y que han saludado o amenazado a infinidad de ciudadanos.
Poco después, la calle Caballeros y el barrio de la Seda nos encantaron con sus callejuelas estrechas, sus dibujos, colores y recovecos. El Mercado Central y la Lonja estaban cerrados, pero pudimos admirar sus impotentes estructuras. Finalmente, nuestro último destino fue la Plaza del Ayuntamiento, franqueada por el edifico de Correos.
En definitiva, fue una tarde entrañable. Tras mucho tiempo sin poder vernos, fue una gran alegría reencontrarnos y poder disfrutar todos juntos descubriendo y conectando con nuestra cultura.
EXPOSICIÓN EN EL CENTRO CULTURAL BANCAJA DE SOROLLA
María Castillo Persiva, 1º ELU
Lucía Pina Rodríguez, 2º ELU
La lluvia no fue un impedimento y el sábado, contando con las incorporaciones de aquellos que no pudieron asistir el viernes, nos volvimos a reunir. Por la mañana pudimos disfrutar de la belleza de la Lonja, un precioso monumento valenciano.
Tras tantos meses viéndonos a través de las pantallas con cinefórums, inauguración… el momento había llegado. Poco a poco, como las gotas de lluvia que mojaban la calle, fuimos llegando al lugar acordado.
Qué tendrán las comidas que siempre dan paso a la comunión de personas e ideas… Ya no había marcha atrás: habíamos recuperado la cercanía tan propia de la comunidad ELU, estaba viva. En menos de tres horas pudimos compartir parte de nuestras vidas, inquietudes e ilusiones. Los elus de primero nos sentimos muy acogidos; fue como si volviéramos al hogar.
Como siempre pasa, al acabar de comer nos quedamos con ganas de más y aprovechamos el tiempo para disfrutar de una nueva exposición en el Centro Cultural Bancaja. Y qué mejor exposición para ir con nuestra mentora, María, que: Femenino plural, de nuestro gran querido pintor valenciano: Sorolla. Una increíble exposición donde muestra la presencia de la mujer en la sociedad de finales del sXIX y principios del XX, coincidiendo este periodo con los inicios del movimiento feminista. Sorolla siempre se manifestó como un hombre de ideas liberales y promotor de la instrucción femenina donde decidió educar a sus hijas; esta visión aparece plasmada en la exposición, fue realmente un final de quedada digno de ELU Valencia.
Por último, queríamos dar las gracias a María por habernos acompañado todos estos meses y por habernos enseñado a ver la vida con tanta pasión, como tú lo haces. ¡Esperamos volverte a ver pronto por la Terreta!
Por:
El Dr. Ignacio H. Medrano, neurólogo en el Hospital Ramón y Cajal, Licenciado por la Singularity University (Silicon Valley), fundador de Savana y Mendelian, es considerado una de las personas más influyentes en Salud Digital en España. En esta ocasión, los ELUMNI pudieron conocer de primera mano su experiencia como emprendedor y Álvaro Prados Carmona, ELUMNI de la 8ª promoción, nos cuenta cómo fue este DO IT! ELUMNI: La aventura de emprender en el campo de la medicina y la tecnología.
Álvaro Prados Carmona, ELUMNI8
Aprox. 5 minutos. Si no los tienes, al final encontrarás los mensajes clave.
Hace pocos días tuvo lugar una nueva sesión “Do it!” específicamente organizada para los ELUMNI que, como sabéis (y, más aún, sabréis cuando os toque), somos esos nostálgicos que una vez terminado nuestro paso por la ELU nos rehusamos a que el fin de los Módulos suponga el adiós a nuestro afán por complicarnos la vida. En ese empeño, además de ir sumando letras a la etiqueta de “Elus” (ahora “ELUMNIs”) que llevamos por la vida, seguimos pidiendo que se nos rete a confrontarnos periódicamente con distintas realidades que de otro modo nos serían ajenas, ¿verdad? Porque, claro, uno puede pensar que qué hay más alejado de una periodista que se dedica a cooperación al desarrollo y que toma notas con libreta y boli como Esther – ELUMNI9 – que la Inteligencia Artificial. Y qué decir ya de un médico, como yo, cuya razón de ser es algo tan contrario a lo artificial como la biología misma.
Pues todo lo contrario. O al menos eso es de lo que durante una hora (que se hizo corta) nos estuvo intentando convencer el Dr. Ignacio Hernández Medrano, Especialista en Neurología de formación y una de las primeras espadas del panorama actual en el ámbito del emprendimiento y la tecnología (Savana; Mendelian). Y, de hecho, no es que le faltasen ejemplos para hacernos ver que la IA y el ahora apodado Machine Learning o aprendizaje automático están más que presentes en cada rincón de nuestras rutinas.
Equipos de fútbol, agencias de seguridad, fondos de inversión… Nuestro viaje en forma de conferencia comenzó por darnos cuenta de que estos programas son ya una realidad. En Medicina, sin ir más lejos, están aprobados por la FDA varios algoritmos que buscan ayudar a los médicos e, incluso, se esbozan otros que buscan sustituirlos en una primera atención y triaje del mismo modo que un coche autónomo te lleva a tu destino sin nadie al volante.
Ahora bien, no basta con saber que algo existe para sentirse en posición de convertirse en un emprendedor en la materia. Es necesario entender cómo funciona, y el problema es que el Machine Learning no es una ecuación lineal que podamos despejar como nos enseñaron las matemáticas… ni si quiera las propias inteligencias artificiales sabrían explicar cómo consiguen funcionar. El traductor de Google® es capaz de traducir un texto a cualquier idioma sin conocer realmente ni el de origen ni el de destino. Funciona porque ha visto tantos ejemplos que es capaz de imitarlos y, sin embargo, realmente no entiende lo que está diciendo ni por qué esa traducción es así y no de otro modo. Trabajar sin conocer las reglas del juego y sin poder justificar el resultado del propio trabajo es bastante contraintuitivo. Esta forma de aprendizaje que ahora programamos en las máquinas sería, probablemente, calificada por la mayoría de adultos como de ineficaz sólo porque llevamos años aprendiendo en base al estudio empecinado de reglas (gramaticales o de cualquier otro tipo) que sólo una vez que dominamos comenzamos a aplicar, sin embargo no es sino lo que hicimos todos cuando éramos niños y con un rendimiento muy superior al que alcanzamos con el método adulto. Así que touché. Aprender por reconocimiento de patrones y retrotraernos hacia un pensamiento más inductivo-ingenuo que deductivo-académico es, paradójicamente, cuestión más bien de inteligencia natural que artificial.
*Imagen utilizada por el ponente durante su presentación. Derechos reservados
Esta capacidad de identificar patrones y dar respuesta a problemas de los que somos conscientes pero también de aquellos en los que todavía no hemos reparado es lo que está cambiando el mundo. Ahora bien, el problema de las inteligencias artificiales es que para ser fiables necesitan haberse nutrido de muchos casos… Por suerte para ellas vivimos en la era del Big Data, de los formularios de registro hasta para comprar el pan, de las cookies, de que mientras más “G”s tenga tu teléfono mejor, de los wearables y de la necesidad de cuantificar cada variable de tu salud de forma constante. Los datos son la nueva divisa más valiosa, y mientras más profundamente puedas indagar en las distintas capas de datos que generamos y más complejos sean los algoritmos que los analizan, mayores y más variadas serán las conclusiones que puedan extraer.
A esto, apunta Ignacio, hay que sumar que la innovación científica-tecnológica es disruptiva a una velocidad exponencialmente cada vez mayor. Aunque la brecha es todavía salvable entre generaciones, de aquí a poco tiempo sucederán avances que nos convertirán en analfabetos tecnológicos varias veces a lo largo de una misma generación, y hay que ser capaz de gestionar esta situación y promover un debate ético que permita compatibilizar lo tecnológicamente posible con lo deseable, tal y como se apunta desde el Módulo 6.
*Imagen utilizada por el ponente durante su presentación. Derechos reservados
Son muchas los consejos e ideas adicionales que se podrían destacar de la conferencia con respecto a la aventura de emprender, así que me despido con cinco take-home messages que han sido claves para mí y una pequeña reflexión:
A propósito de la importancia del equipo, termino con una reflexión personal porque es una certeza que he podido validar en casi todas las esferas de mi vida y que, aunque ahora haya surgido en este contexto, no sólo aplica al emprendimiento. De hecho, la conversación entre amigos que pudimos mantener al finalizar la conferencia de Ignacio es una prueba más de ello. La de mayor calado reciente en mi vida ha sido este último año en que como Médico me he visto en la circunstancia de tener que enfrentarme al examen MIR en mitad de una pandemia. Para más inri, ha sido un año especialmente duro a nivel personal, y sin embargo los resultados han acompañado y ha sido entre otros factores por el trabajo de mi hermano a quien he tenido conmigo en la aventura así que gracias de nuevo, Juan – ELUMNI8 – .
No hay mayor proyecto de emprendimiento, ni más propio, que la vida misma. Buscad bien a vuestro apoyo y formad un equipo que engrandezca vuestro proyecto. La ELU es un buen sitio para ello.
Por:
Abraham Velarde, 4º ELU
“Feria” fue el motivo y Ana Iris Simón la excusa perfecta. Hace unos días los elus de Salamanca, de la mano de nuestra mentora María García Mejías y de Juan Serrano celebramos una tertulia online, si bien las ideas traspasaron de sobra las pantallas de cada uno, a propósito del Café Newman en el que la autora había sido entrevistada por nuestro director académico.
La identidad y la libertad son dos constantes en la reflexión universitaria, y por ende, en la ELU. También lo fueron en esta amable conversación donde hubo ocasión de distinguir interesantes conceptos con eminente explicación filosófica pero sobre todo con gran fuerza experiencial: la libertad “de” y la libertad “para” y cómo la multitud de opciones que hoy día tenemos disponible dificulta la ejecución de nuestra libertad de elección, algo que como se ve -o mejor dicho, se lee en Feria– evidencia la multitud de medios para comunicarnos al mismo tiempo que nos falta la verdadera conversación.
Entre otros temas que ocuparon el encuentro destacaron el auto reconocimiento como “libre” en el momento que los problemas no impiden el disfrute vital, los postulados de Sartre sobre el error que supone la libertad radical en la que el otro es mi límite, la condición de posibilidad de contar con lo anterior para ser libre y la libertad como vínculo y origen. Y como es habitual, una recomendación cinematográfica que compartimos con vosotros: Into the Wild.
Apunta Adolfo que la actividad “sirvió para tranquilizar el espíritu —en cuanto que su aporte fue de encuentro, referencias y verdad— a la vez que para inquietarlo, obligándonos a lanzar nuevas preguntas y traer a la realidad personal y práctica lo descubierto”.
Y todo al amparo de la historia real que despertó en Belén lo que expresó como “un reflejo de mi realidad”, arrojándonos a todos a las ganas de la gran conversación, esa que es inagotable e inabarcable pero tan verdadera que siempre conmueve y apetece y que esperamos repetir muy pronto con todos, con la misma ilusión pero sin pantallas de por medio.
Un abrazo a todos.
Por:
Natalia Aldaba y Marta Morcillo, 2º de la ELU
Varios integrantes del grupo de Beers & Books nos reunimos de manera online el pasado 25 de abril alrededor de la figura de Carlos Romero, profesor de Historia moderna en la Universidad Francisco de Vitoria. Además, contamos con la presencia de Susana Sendra y Santiago Huvelle, principales promotores de esta iniciativa ELU.
Quizás no conozcas Beers & Books: se trata de un grupo de elus y no elus que se reúnen alrededor de una obra literaria, en este caso, 1984 de George Orwell. A lo largo del mes tenemos una serie de encuentros semanales o ‘’mini-Zooms’’ donde compartimos nuestras impresiones sobre los capítulos de esa semana porque, como Carlos Romero dijo, se trata de un libro en el que «uno saca petróleo de cada página». El broche final de este camino lo pone el encuentro con profesores y ponente, tal y como sucedió el pasado 25.
Esta reunión comenzó con la presentación de Carlos Romero por parte del equipo. Después, Carlos nos dibujó una serie de claves para ahondar en el conocimiento del libro como, por ejemplo, por qué triunfan las distopías como 1984 actualmente, por qué es importante reescribir la Historia y el tema de la abolición de la intimidad.
El formato principal de estos encuentros se basa en el diálogo: no es tanto un formato vertical, sino horizontal donde todos podemos participar (como todo Beers & Books, básicamente). Debido a la suerte de contar con un profesor como Carlos, pudimos tener un diálogo guiado, de forma que conseguimos sacar fruto a las preguntas que nos lanzaba. De esta manera, terminamos de comentar los temas más relevantes de la obra, tales como la importancia del lenguaje para el pensamiento, la importancia de la identidad reflejada en el pasado, la cuestión de la intimidad en la persona, la canalización del odio, la Verdad, la libertad o el pensamiento crítico.
Creemos que, aunque fue una magnífica oportunidad para escuchar a alguien entendido en la materia, se complementa de una manera estupenda con las reuniones semanales antes comentadas. Muchos de los temas secundarios y detalles del libro quedarían sin comentar si no fuera por estas.
Ha sido un verdadero placer compartir con el pequeño equipo de elus que hemos formado Beers & Books semanalmente, así que muchísimas gracias por acompañarnos en este proyecto tan bonito.
Además, este mes de mayo estamos leyendo Cartas del diablo a su sobrino, de C.S. Lewis, que también ha traído de la mano a nuevas incorporaciones; es muy ilusionante ver cómo la pequeña familia lectora va creciendo. De nuevo, muchas gracias.
¡Nos vemos!
Por:
De la libertad en Macbeth
Natalia Aldaba Petrina, 2º de la ELU
Vivimos en un mundo con una riqueza cultural y una variedad maravillosas. Gracias a ello, las personas somos muy diferentes en nuestra manera de pensar, sentir y actuar. No obstante, hay algo esencial en nuestra naturaleza que nos une: la libertad. Vivimos en la constante necesidad de tomar decisiones, elegimos en todos y cada uno de los ámbitos y momentos de nuestra vida y, en una última instancia, elegimos incluso la actitud con que afrontarlos.
Shakespeare, como uno de los autores más importantes de la Literatura, no pasó este hecho por alto y decidió escribir sobre el gran tema en su obra Macbeth (1606). En ella, el protagonista- uno de los caballeros del rey- es visitado por unas brujas que como si de oráculos se tratasen, le vaticinan que será proclamado rey. Macbeth entonces se ve tentado por la posibilidad de matar al monarca para ostentar su poder. Gran parte del comienzo de la obra trata el dilema presentado al personaje principal que refleja la importancia de nuestras elecciones y sus consecuencias.
De esta manera, el autor opone la libertad de los protagonistas a la fatalidad predicha por los oráculos. Aquellos que optan por el mal teniendo plena consciencia de sus actos son atacados por su propia conciencia moral. Shakespeare nos muestra así unos personajes que, atrapados por un círculo de mal, van perdiendo libertad, y junto a ella pierden el sentido. Muestra cómo la ira deshumaniza al ser humano y lo convierte en un monstruo, o cómo la pérdida de uno mismo arrastra hacia el camino de la locura y a las decisiones más desesperadas, acabando en una pérdida del yo. En contraposición, también se puede ver a través de varios personajes la importancia del buen uso de la libertad: quien elige el bien, haciendo caso omiso de los vaticinios, es acompañado de sus seres queridos y persiste en la búsqueda de sus ideales.
La libertad y el sentido en relación a la identidad de uno mismo fueron para mí los temas claves encontrados en esta gran obra. Recomendaría la lectura de esta obra a cualquiera, puesto que además es idónea por su brevedad y por pertenecer al género teatral, que muchas veces acompaña en la imaginación del universo propuesto por el autor.
Quizás no exista mejor momento para leer esta obra, ahora que se está empleando tantísimo el término “libertad”. Puede que sea el momento perfecto para recordar lo que realmente significa, también dentro de la sociedad, y valorar si se contempla en su totalidad o si, por el contrario, estamos cayendo en discursos rápidos y vacíos. Ojalá hagamos un buen uso de la libertad para que podamos seguir buscando nuestro sentido.