ENCUENTRO ELU EN SEVILLA

07 ABR

Julia Martínez, 2º ELU

En Sevilla ya huele azahar y en esta maravillosa ciudad, eso es sinónimo de alegría. Bien lo sabe nuestro mentor Diego que ha elegido estos días, cuando ya se vislumbra el final de la Cuaresma, para venir a visitarnos. También Sabrina, responsable de Elumni, a quien hemos tenido el gusto de conocer en este encuentro, y que esperamos que venga más de una vez, pues así le hemos tomado la palabra. Como sabemos que ambos tienen una sevillanía oculta, decidimos darles un tour por los rincones más emblemáticos de la ciudad que, como no podía ser de otra manera, están estrechamente vinculados a nuestra Semana Santa.

Nuestro tour cofrade comenzó en la calle Feria, en el casco antiguo, donde se encuentra la Capilla de Monte-Sión, sede canónica de la hermandad homónima. Allí contemplamos el palio de Nuestra Señora del Rosario y hablamos del origen del paso de palio, su composición y su simbología.

Después, caminamos hasta San Juan de la Palma, donde ya estaba alzado el palio de la Virgen de la Amargura y el misterio del Desprecio de Herodes. Charlando sobre la piedad popular del pueblo andaluz y la autonomía de las hermandades, llegamos a Santa Catalina, sede de la Hermandad de la Exaltación.

Finalmente, tras una breve parada en San Pedro para visitar a los titulares de la Hermandad del Cristo de Burgos, acabamos en la Iglesia de la Anunciación. Allí pudimos presenciar uno de esos momentos mágicos que regala Sevilla en Cuaresma: la subida al altar de cultos de la Virgen del Valle.

Este encuentro no sólo nos ha permitido conocer más acerca del origen de las hermandades que han tejido hilo a hilo la historia de esta ciudad, sino también ha dado pie a un debate interesante sobre la belleza, el arte, y sobre cómo el culto a las imágenes ha constituido la identidad de la religiosidad andaluza, así como una gran parte de su cultura y prestigio social.

Todo lo que rodea a la Semana Santa sevillana es arte en sí mismo. Las leyendas, los bordados, la imaginería, los pregones, la penitencia, la mantilla, las marchas procesionales… todo ello. Hemos podido compartir nuestras experiencias relacionadas con la Semana Santa, transmitidas desde la herencia del pasado y el recuerdo de la infancia.

La cena, faltaría más, en Triana, que para eso estamos en tierra castiza. Pudimos conversar acerca de nuestras impresiones del segundo fin de semana de este curso, y charlar con los Elumnis que vinieron a compartir este rato con nosotros. Fue un encuentro muy fructífero y enriquecedor, tanto que ya estamos con la mente puesta en el próximo.