Itziar Belderrain

Vida ELU

Elus por el mundo – Itziar Belderrain

Por: ELU Admin

¡Hola elus!

Soy Itziar Belderrain, elu de tercero. Estudio Comercio y Marketing en la Universidad de Oviedo. Me hace muy feliz compartir con vosotros la experiencia que estoy viviendo este año en Gante, Bélgica. Antes de empezar la carrera, sabía que tenía que irme de erasmus sí o sí. Algo dentro de mí me lo estaba pidiendo.

Barajando las diferentes opciones que me ofrecía mi universidad, finalmente me decanté por Gante. Años atrás, estuve de viaje con mi familia en Bélgica; el estilo de vida, el ambiente estudiantil y los paisajes me cautivaron. Cuando lo vi como posible destino, supe que tenía que ser ahí.

Llegar hasta aquí no fue fácil. Encontrar alojamiento en Bélgica es muy complicado. Me dieron habitación en la residencia de la universidad a principios de septiembre, lo que hizo que mi verano fuera un tanto agobiante y lleno de dudas. A finales de agosto, la madre de una amiga me dijo una frase que llevo grabada todo el erasmus, y es que “si hay algo que cuesta es porque merece la pena “. A día de hoy, no puedo estar más de acuerdo. A base de insistir mucho, conseguí habitación en el mejor lugar posible: acogedor y lleno de vida.

Gante es increíble, irradia energía y vida. Es preciosa mires por donde la mires. No es una ciudad grande, pero sí lo suficiente como para tener mil rincones que visitar y que nunca falten los planes. Aunque llevo aquí desde septiembre, mi lista de cosas por hacer sigue creciendo, al igual que las ganas por descubrir los lugares más recónditos. Además, en bici llegas en nada a cualquier sitio, algo que me encanta. Esto fue de lo que más me chocó cuando llegué, la gente va en bici a todas partes: a clase, a la compra e incluso de fiesta. Lo único malo es el tiempo, que a veces no acompaña, pero espero que a partir de ahora vaya mejorando.

En cuanto a la universidad, soy alumna de la Hogeschool Gent. Estudiar aquí me está enriqueciendo en muchos niveles, ya que trabajar en equipo y los casos prácticos es lo que más se valora. Las asignaturas son inspiradoras y verdaderamente útiles para la vida real. Asimismo, el campus de la universidad es moderno y se organizan actividades muy a menudo.

Uno de los motivos por los que escogí este destino, fue el ambiente internacional que impera en la ciudad. Quería salir de mi zona de confort. Hay muchos estudiantes internacionales, lo que facilita conocer otras culturas y personas muy distintas y especiales. Esto es de lo que más valoro, ya que en España no pasa, y no todos los días se tiene un vecino irlandés en la habitación de al lado.

Además, este segundo semestre estoy trabajando como Corresponsal de naturaleza, parques y cicloturismo en el proyecto Erasmus en Flandes . Se trata de una iniciativa en la que españoles que estudian en Flandes publican contenido en su blog, compartiendo curiosidades y experiencias que resulten interesantes para todo aquel que quiera visitar o vivir en la región.

Estoy eternamente agradecida a esta ciudad por darme el mejor año de vida y regalarme personas que me llevo para siempre. Lo que dicen de que en el erasmus te conoces más a ti mismo es verdad; os animo a todos a dejaros llevar, salir de casa y descubrir todo lo bueno que os espera. Aprovechad cada segundo, cada plan y cada persona, esto solo se vive una vez.

Un abrazo,

Itziar Belderrain

Vida ELU

Un empujón necesario

Por:

El jueves 3 de diciembre realicé en el Colegio Altocastillo de Jaén una charla orientada a alumnos de 2º de Bachillerato titulada “La Búsqueda de la Verdad y los Umbrales del Conocimiento” y cuyo lema era “Atrévete a Cuestionarte”. La intención de esta era generar inquietudes y empezar a desarrollar un pensamiento crítico dentro de los alumnos, así como adentrarlos por primera vez en la vasta y ardua búsqueda de la verdad.

Y bien, cabría preguntarse: ¿cómo surgió todo esto? Ya desde el comienzo del módulo 1 del primer curso de la ELU sentí la necesidad de querer compartir esos conocimientos y formas de ver la vida con personas que tuvieran inquietudes y que pudieran sacar provecho de ello. Por lo cual, comencé hablando con antiguos profesores míos con los cuales tengo una gran relación y que sabía que tendrían confianza en mí y aceptarían que diera una pequeña charla. Como suele pasar, esta idea inicialmente quedó un poco en el aire, sin embargo, tras ver que la tarea final del módulo era desarrollar un proyecto en el que se pusieran en práctica los conocimientos adquiridos, vi claro que era el momento para dar ese deseoso paso hacia delante.

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Ese fue el punto de inflexión en el que junto a mis compañeros Lola Álvarez, Itziar Belderrain, Carmen Gago y Lluís Gil decidimos darle forma a esa idea que llevaba pensando e imaginando en mi mente durante meses.

El enfoque de la charla era distinto y es que como dije en la introducción de la misma: “no vengo como un catedrático de Derecho Romano a hablaros de algo de lo que soy experto, vengo a daros el empujón de salida dentro de un mundo en el que soy un corredor y aficionado más que sigue buscando respuestas”. Mi intención era tras darles a los alumnos ciertas nociones sobre la búsqueda de la verdad como el asombro, el cinismo y los pasos de la adquisición del conocimiento, empezar a debatir y hablar con ellos acerca de temas que les interesaran y que les generaran dudas.

Y así fue. En seguida se involucraron en la charla interviniendo, realizando preguntas y dando sus puntos de vista de temas como: ¿somos realmente independientes o dependemos de los demás? ¿somos verdaderamente libres actualmente? ¿vivimos en la época de la posverdad?

Todos estos temas que a priori parecen muy complicados, suscitaron mucho interés en los alumnos, con los que periódicamente hablo acerca de otros temas que les provocan dudas o que les gustaría debatir con otra persona y de los que también aprendo mucho junto a ellos. Y es que como les dije al final de la charla: “si salís de aquí con más dudas que respuestas, habréis aprovechado este rato”.

Si algo saco de esta experiencia es que todos, absolutamente todos, ya seamos de primero o cuarto, podemos aportar a que crezca este gran grupo de jóvenes con inquietudes y con ganas de pensar críticamente del que formamos parte. Es tan sencillo como hablar con tus amigos y allegados de aquellos temas que pueden encender esa bombilla que todos tenemos en el interior, el asombro. Y es que aunque a veces pueda costar creerlo, la vida diaria está llena de gente con preguntas sin respuesta, sólo es necesario pararse un poco y tomar un respiro dentro de la vertiginosidad del mundo actual y darse cuenta que lo único que necesitan es a alguien que los alumbre un poco para ver cuál es el inicio del camino, es decir, darles un empujón desde la salida de meta.

Francisco Javier Pérez Cumbreras