¡Hola a todos! Soy Joaquín Delgado, elu de tercero y estudiante de Física en la Universidad Autónoma de Madrid. Llevo unos meses viviendo y estudiando en Bruselas (Bélgica), y sin duda creo que está siendo una de las etapas más felices y enriquecedoras de toda mi vida. ¡Os cuento!
El tiempo pasa muy rápido, tan rápido que a veces no somos conscientes de ello, qué me vais a contar… Van pasando los años de estudio y esa idea de ir a estudiar al extranjero que solíamos escuchar de nuestros primos y amigos mayores, de repente está al alcance de nuestra mano. Cuando menos te lo esperas, tu universidad ya ha sacado la lista de destinos y está esperando a que te lances a la aventura. ¡Es tu turno!
Después de mucha meditación intentando encajar las piezas del rompecabezas de ciudades, universidades y oportunidades, elegí Bruselas. Una ciudad llena de cultura y de personas de todas partes del mundo, la capital de Europa. Un lugar que me daba acceso a una infinidad de países y pueblos cercanos y que me ha permitido explotar al máximo el idioma, tanto el inglés como el francés. Un ambiente que jamás habría pensado que en tan solo unos meses podría llamar hogar con tanto orgullo como lo hago ahora.
La vida aquí ha sido como una película, y una muy muy buena. Si algo tengo que destacar de la experiencia que llevo vivida son las personas que he tenido la suerte de conocer, tanto españoles, como belgas, como gente de otras partes del mundo. He tenido el privilegio de encontrar mucha calidad humana, muchísima empatía y gente de la que he podido aprender y aprendo mucho. No puedo sentirme más agradecido.
La Universidad Libre de Bruselas es una pasada. Hay mucho interés y facilidades para los estudiantes, y la alta exigencia te obliga a poner los pies en la tierra. He podido elegir asignaturas muy diferentes al plan de estudios español, como La Estructura del Universo, y estoy aprendiendo a disfrutar cada vez más de cada curso que estudio. Se fomenta el entendimiento de los conceptos más allá de la memorización, hay un interés por la participación y se promueve cualquier tipo de actividad científica en grupo. Además, compartimos muchas asignaturas con estudiantes de otros grados y hay infinidad de asociaciones y actividades entre universitarios, desde cualquier equipo de deporte, hasta grupos de música, orquestas o cursos de idiomas. Se me ha hecho muy fácil sentirme acogido aquí.
Ir de erasmus es un reto constante y sin frenos. Implica estar fuera de tu zona de confort casi todo el rato. Una nueva universidad, un nuevo idioma, nuevas personas y probablemente un estilo de vida totalmente diferente al que estamos acostumbrados. Soy un afortunado, y he podido no solo conocer Bruselas, sino también viajar por toda Bélgica y por Europa. Tanta facilidad para viajar y moverse conlleva una enorme apertura de mente, y me ha ayudado a relativizar y conocer un poquito más cómo funcionamos las personas. Además, he podido ver a otros elus, que afortunadamente están viviendo su Erasmus en otros lugares. Me asombra ver cómo experiencias aparentemente tan parecidas son tan distintas al mismo tiempo, y poder compartir entre nosotros todo lo que nos está haciendo sentir es todo un regalo.
En definitiva, no puedo expresar con palabras la evolución personal que me llevo de esta primera mitad del erasmus. El Joaquín que llegó en septiembre un poco desubicado, que se enfrentaba por primera vez a la independencia, no tiene nada que ver con el Joaquín que visitaba Budapest o Edimburgo a mediados de noviembre, ¡y mucho menos con el Joaquín que se examina en enero! Me muero de ganas por seguir conociendo, aprendiendo y asombrándome con todo lo que el erasmus tenga que ofrecerme, lo recibiré con los brazos abiertos.
Para terminar, vuelvo a enfatizar que, sin duda, sin las personas que me han acompañado nada de esta experiencia tendría sentido. ¡Y poco a poco me voy dando cuenta de que ni esta experiencia, ni ninguna! Os animo a todos a lanzaros, a conocer, a dejaros asombrar y a compartir… Os aseguro que en seguida os daréis cuenta de que tal vez sois un poquito más felices. Afortunado y eternamente agradecido con Bruselas y con su gente.
¡Nos vemos pronto y a por todas!
Joaquín Delgado