Elus por el Mundo – Alberto Pantoja

03 NOV

¡Hola a todos! o, como diríamos en París, Bonjour a tous!

Soy Alberto Pantoja Bonilla, y estudio Magisterio de Primaria en la Universidad de Castilla-La Mancha, en el Campus de Toledo… ¡Aunque ahora estoy estudiando en París!

Como ya sabéis, en Magisterio tenemos un par de grandes períodos de Prácticas de Enseñanza en colegios. Desde que empecé la carrera, sabía que no quería pasar mis “Prácticums” por encima, cubriendo el expediente, lo que me animó a buscar una experiencia diferente y en la que pudiera ser consciente de otras realidades que también existen, aunque no sean muy comunes.

Más tarde conocí la Acción Educativa Exterior del Gobierno de España, que son una serie de centros escolares públicos repartidos por distintos países del extranjero y donde los estudiantes aprenden siguiendo el sistema y modelo educativo español. Gracias a un convenio Erasmus Prácticas que mi universidad tenía suscrito con un cole de Acción Educativa Exterior, pude concursar por ese destino, que más tarde conseguiría.

Así, conocí el Colegio Español Federico García Lorca de París, centro que sería mi “casa” de París. Como además en la Facultad pude estudiar a la vez  los recorridos de Didáctica del Inglés y de Didáctica del Francés, esta era la mejor oportunidad para poner en marcha mis competencias en francés.

Con mucha ilusión y ganas de aprender, llegué al Colegio Federico García Lorca a finales de Septiembre, donde comenzaría una de las mejores aventuras de mi vida.

París es una ciudad que nunca duerme, en la que suceden cosas constantemente y en la que en ocasiones uno pierde la noción de la realidad, arrastrado por el vertiginoso ritmo que aquí se respira. Sin embargo, es también una ciudad que revela su belleza en las cosas más pequeñas y simples del día a día, y que me ha enseñado a descubrir que lo bonito de cada día no tiene por que ser algo impactante, sino cosas sencillas hechas o contempladas con amor: Mi paseo en bici por el Sena hasta llegar al colegio, cruzar a diario en metro el puente de Bir-Hakeim y ver el amanecer con la Torre Eiffel de fondo, o conseguir que uno de mis alumnos de 1º de Primaria, cuya lengua materna es el francés, haya aprendido a leer bien en castellano la palabra “Agua” gracias a mi ayuda. ¡Estoy seguro que a partir de hoy, todos los días de su vida leerá alguna palabra!

En estas prácticas de Enseñanza, al estar en clase con mi alumnado, cada mañana me pregunto de nuevo: ¿Quién enseña a quién? Y me exclamo del mismo modo ¡Esta es la vida misma!

Y a ti, París: Gracias por haberme enseñado tantas cosas, pero sobre todo por haberme acogido tan bien. Aunque resulte algo paradójico, el estar lejos de España me ha hecho apreciar y valorar más mi tierra. Todo el profesorado del Colegio es Español, y de algún modo nos apoyamos y entendemos nuestras necesidades comunes. ¡Qué bonito es ver cómo en el Cole, gente de todas partes de España se apoya, se ayuda y hasta celebra su fiesta nacional en común!

Gracias a Dios también por estar regalándome en París a personas que hacen que todo esto sea más enriquecedor y con las que puedo recibir el don de su amistad y aprender mucho de ellas. Mi experiencia no sería la misma sin mis compañeros del colegio o mis amigos de mi parroquia de París.

Todo ello es genial, pero esta experiencia también me está sirviendo para recordar más y tener más presente que nunca las cosas tan buenas que de normal disfruto en España y que no valoro tanto: Mis padres y hermano, de los que me acuerdo a diario y trato de compartir mis experiencias y aprendizajes con ellos, mis buenos amigos de Toledo, a los que no olvido, o mis visitas casi diarias a mis abuelos.

Y a la pregunta sobre si esta experiencia merece la pena, diría: ¡Por supuesto que sí! (De hecho, me planteo repetirla) y si eres estudiante de educación te animaría totalmente a probar una experiencia así.

Muchas gracias por vuestro tiempo y atención. Espero que hayáis podido comprobar lo contento que estoy con esta experiencia y os haya animado a intentar algo parecido. ¡Seguro que merecerá la pena!