Cuaderno de Bitácora – Somos la última generación que puede salvar el planeta

02 JUN

David Rodríguez, 3º de la ELU

¿Hay algo más ELU que una reseña escrita por un elu sobre un libro escrito por una elu? Somos la última generación que puede salvar el planeta es el nombre de mi última lectura, firmada por seis jóvenes defensoras del medioambiente: Carlota Bruno, Claudia Ayuso, Connie Isla, Mariana Matija, Mónica Rosquillas y Patricia Ramos, elu de cuarto que está apunto de graduarse cuando escribo estas líneas.

Llegué hasta el libro con prejuicios, pues casi todo lo que había leído antes sobre activismo climático me dejaba insatisfecho de una manera u otra. Por un lado, estaban los textos que depositan todo el peso de salvar el mundo sobre los ciudadanos, abrumados ante la lista innumerable de costumbres que tenemos que incorporar para no convertirnos en cómplices del cambio climático. Por el otro lado, me llegaban voces cada vez más sonadas que decían que la responsabilidad estaba solo en los Estados y las grandes multinacionales, frente a las que nuestras acciones eran insignificantes. Creo que estas dos visiones contribuyen a eso que empieza a denominarse “eco-ansiedad”, ya sea delegando en nosotros tareas inasumibles o haciéndonos sentir como pasajeros de un barco que no pueden hacer nada ante su eminente naufragio.

Os digo esto para anunciaros que el libro de Patri destaca por no caer en ninguno de estos errores. A lo largo de sus 183 páginas, siempre me ha parecido encontrar un balance tremendamente difícil de conseguir entre la urgencia del asunto y el tiempo que podemos dedicarle, entre todo lo que se debe hacer y aquello que tú y yo podemos hacer. Este equilibrio brilla especialmente en la parte escrita por nuestra compañera, que trata sobre la actitud “residuo cero”. Nos ofrece muchísimos posibles hábitos de vida con el fin de disminuir nuestra producción de basura (algunos de los cuales ya he adoptado gracias a ella), pero incide en que no pretende que los hagamos todos, sino elegir aquellos que se puedan amoldar a nuestro día a día. Y, aún más importante, hacer nuestras dos preguntas: antes de comprar, ¿realmente lo necesito? Antes de tirar, ¿puedo darle otro uso?

Os recomiendo que os hagáis con vuestra copia. No solo contribuís a la producción literaria de la ELU, ni compráis un libro con maquetación e ilustraciones preciosas, sino que además conseguís un manual al que volver tantas veces como necesitéis para cuidar nuestra casa común.