Nuestra alumna Ruth Muñoz quiere compartir con nosotros su experiencia durante su participación en el concurso “Reacciona!”, en el que ha conseguido el segundo premio en la categoría de “Universidad”.
“La Sección Territorial de Valencia de la Real Sociedad Española de Química (RSEQ-VAL) y la Ciutat de les Arts i les Ciències ofertó la séptima edición del concurso Reacciona!, con el fin de incentivar a los estudiantes de cualquier ciclo de universidad, de Bachillerato, ciclos formativos de formación Profesional Grado Medio y 2.º Ciclo de la ESO de toda España, a presentar un material multimedia que expusiera, de forma didáctica, creativa y original, algún proceso químico en especial, aquellos cuya contribución al bienestar de la sociedad sea más patente o resulten más formativos e ilustrativos.
Esta iniciativa pretende incrementar la apreciación pública de la química como herramienta fundamental para satisfacer las necesidades de la sociedad, promover el interés por la química entre los jóvenes, y generar entusiasmo por el futuro creativo de la química.
Decidí apuntarme a este concurso con un amigo, Rubén Blay, que estudia su último año de Química en la Universidad de Valencia, ya que necesitaba un compañero externo al mundo de la Química que le ayudara a presentar el tema de una forma mucho más atractiva. Creo que la última vez que estudié química estaba en la ESO, y no es que no fuera mi asignatura favorita, es que era la que más odiaba, así que plantearme este objetivo estudiando Diseño y Tecnologías Creativas en la UPV, fue un verdadero reto.
En un primer momento me tenía que encargar únicamente de la parte artística de la presentación, sin embargo, acabé sintetizando toda la información, traduciendo el idioma químico con el que hablaba mi amigo, al castellano que hablamos el resto de personas ajenas a ese mundo. Decidimos relacionar una reacción química como es la Reacción Oscilante de Belousov-Zhabotinsky, con el proceso biológico que realiza el sistema eléctrico cardíaco para dar lugar al latido del corazón. Con ayuda de mi madre cardióloga, y de una profesora de química de la UV, que nos tutorizó todo el trabajo, realizamos un vídeo con el que conseguimos pasar a la fase final del concurso.
Finalmente, tras presentar el trabajo en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el jurado nos dio el segundo premio de la categoría “Universidad”.
Lo que me llevo de esta experiencia es la riqueza que me ha aportado la unión de dos disciplinas tan alejadas, aparentemente, como son el Diseño y la Química. Creo que cualquier cosa que ayude y fomente la divulgación científica debería potenciarse, ya que en el caso de la química, se piensa que es una ciencia fría limitada a un laboratorio, y gracias al trabajo que realizamos mi compañero y yo, demostramos su utilidad en otros campos como son los de la biología y la medicina, algo que sin la ayuda del Diseño, no habríamos conseguido de una manera tan efectiva.”