Vida ELU

La primera experiencia que tuve en Central Lyon, fueron dos semanas de integración en donde cada día teníamos una yincana, una barbacoa o una actividad deportiva o fiesta preparada solo para invitarnos a hacernos amigos entre nosotros. ¡Fue una experiencia reconfortante empezar el primer día de clase con amigos ya hechos!

Este ambiente sigue durante el año de manera intermitente, con varias tardes de cerveza en el bar de la universidad llevado por estudiantes, o con el club de DJ, o con el piso U45 llevando uno de sus grupos de música (Cada piso de la residencia tiene un hobbie asociado, ¡no paséis ni por el piso de la tuna ni por el de rugby!). Pero tiene su pico en las jornadas de las elecciones. Yo me presente a la asociación de internacionales y cada día teníamos que inventarnos alguna manera de convencer a gente para votarnos. ¡La principal partida de gastos era comida! Así que el ámbito extraescolar es una universidad con muchísimas oportunidades (hay club de esquí, de montaña, de queso, de arte… ya os podréis imaginar).

Por otro lado, en lo académico ha sido una experiencia increíble. Tenemos un laboratorio enorme para cada especialidad ingenieril. Por eso muchos internacionales vienen a hacer su doctorado o su especialidad aquí. Algo muy interesante de la universidad es la preparación integral y la oportunidad de conocer el mundo laboral, tenemos una preparación adaptada para nosotros donde vienen a darnos varias conferencias y conocemos varios ambientes de trabajo haciendo proyectos para empresas y organizaciones. Una de las conferencias ha sido el TEDx en el que tuve la oportunidad de salir al escenario a hacer Teatro de Improvisación.

Una cosa que me ha sorprendido un poco es el ego de los franceses, sobre todo en ingeniería y viniendo muchos de “prepa” es difícil integrarse en el ambiente académico, ya que muchos piensan que son “más” por estar en esta escuela y a los internacionales nos ningunean muchas veces. Algo que no vi ni un solo día en Bristol. Pero supongo que pasará en muchas otras universidades.

No hacemos mucha vida más allá de la universidad pero los Erasmus están los fines de semana viajando y haciendo varias actividades, a las que nos unimos los estudiantes de doble título. Así que os recomiendo ir a Annecy y a Grenoble, no os van a decepcionar. Y sobretodo os recomiendo ir a los Alpes para hacer senderismo y/o esquiar con precios super-económicos que encuentras en el ambiente estudiante, ¡merecen mucho la pena! En Lyon lo mejor es el museo africano de la SMA, la catedral de Fourvière con vistas increíbles, el anfiteatro romano de las Tres Galias, el museo de Confluence, el museo de arte en miniatura en Vieux Lyon y el Parque Tête D’Or que tiene un zoo africano gratuito (me dejo muchas cosas que os invito a descubrir o preguntarme si tenéis planeada una visita)

Daniel Alfaro Posada

¿Qué se puede decir de California, aparte de que es uno de los lugares más fantásticos del mundo? Ya sólo su latitud privilegiada le hace tener uno de los climas más agradables (aunque eso no aplica del todo al Bay Area, la bahía de San Francisco y alrededores), y a la vez es sede de empresas que, modestamente, han revolucionado el mundo: Google, Apple, Facebook, etc…. Si California fuera una economía independiente, sería la sexta potencia mundial (por delante de Francia o Brasil).

Antes me refería a la Bay Area, donde efectivamente se encuentra Berkeley. La sede de la Universidad de California en esta ciudad es una de las más emblemáticas del mundo (y mucho mejor que Stanford, nuestros eternos rivales). En UC Berkeley tuvo lugar el Movimiento Libertad de Expresión, Free Speech Movement, que se puede considerar el origen de las protestas tanto estudiantiles como civiles de los años 60 y 70 (incluyendo aquellas contra la guerra de Vietnam). En el aspecto académico, es la universidad pública número 1 según el US News & World Report.

Pero más allá de estos datos (que me hacen sentir muy orgulloso y afortunado de estar aquí), mi experiencia estos meses no ha podido ser mejor. Tras una semana de adaptación acelerada a la vida de aquí, y al jet lag de 9 horas de diferencia con España, ya me encontraba yendo a clase un 21 de agosto (en vez de estar en la playita). Vivo en la International House, una residencia especialmente dedicada a estudiantes internacionales aunque también hay bastantes americanos, donde el ambiente de diversidad cultural y social te hace descubrir cada día un poco más la riqueza de la raza humana y las diferentes formas de ver la realidad que tiene cada cultura, y dentro de ella por supuesto cada persona.

Si algo define la vida universitaria de Berkeley es su intensidad. Me he dado cuenta de que sus estudiantes no solo apuestan por la excelencia y el esfuerzo en las aulas, sino que también lo proyectan a su futura vida profesional, y todo ello con un gran sentido de la responsabilidad, desde el ámbito social hasta el medioambiental (como los ELUs…?). Sin ir más lejos, una de mis clases este semestre tenía por nombre Sustainable Business Consulting Projects, en la cual cada equipo de alumnos elaboró un proyecto de consultoría sobre una cuestión de sostenibilidad para empresas como Levi’s, Amazon, o Blackrock.

Pero no todo ha sido académico para mí estos meses: he tenido la oportunidad de viajar y conocer este maravilloso Estado, visitar San Francisco varias veces, o presenciar de primera mano las reacciones a las elecciones americanas (y la tremenda decepción que supuso en un sitio como éste). Estos meses, Berkeley también me ha dado a conocer a personas que ya considero amigos muy cercanos, y aunque sea algo manido, la experiencia no hubiera sido igual sin ellos.

Para terminar, solo quiero animar a todo ELU que lea esto a que haga las maletas y se vaya a estudiar una temporada a cualquier sitio del mundo. Esta es, desde luego, una experiencia frontera, que te hace salir de tu zona de confort, complicarte la vida, y crecer como persona.

Eduardo Sánchez Paz – Berkeley, California

University of  California Davis

Me vine a Davis a finales de agosto aún con el drama de no haber entrado en otro campus, pensando que siempre tendría la espinita clavada; imaginaba mi vida en California junto al mar o en una gran ciudad… Y, bueno, como todo el mundo dice aquí, Davis “is in the middle of nowhere”. Sin embargo, de verdad que no podría haber encontrado un sitio en el que pudiera estar más cómoda.

Davis es una pequeña ciudad situada a 15 minutos de Sacramento y una hora de San Francisco. En ella se encuentra uno de los diez campus del sistema UC. Se trata de una ciudad extremadamente acogedora, llena de calles residenciales que rodean el centro de la ciudad. Creo que las dos cosas que más destacan de Davis es que todo el mundo se mueve en bici (es la capital estadounidense de las bicicletas), y que es imposible encontrar una sola persona que no esté concienciadísima con el medio ambiente; por ejemplo, está a las puertas de convertirse en una ciudad libre de tabaco (el campus ya lo es) y, a pesar de que lo he intentado, es imposible encontrar basura por la calle.

Estoy escribiendo esto en la biblioteca, y cada vez que levanto la vista del ordenador y miro por la ventana no puedo evitar sonreír. El campus es maravilloso. Veo hojas amarillas cayendo, gente paseando con sus UGGS, Starbucks en mano, y ardillas correteando por todas partes. Pienso que ya han pasado tres meses, y que parece que llegué ayer. Creo que me va a romper el corazón tener que irme, que todo esto es real aunque no lo parezca. Luego agito la cabeza para despistarme y volver a la realidad. Quiero creer que de verdad estoy aprovechando cada segundo aquí. Me estoy involucrando al cien por cien. De hecho, he encontrado trabajo conduciendo autobuses (sí, no es broma). Los lleva la Universidad y son  una parte importantísima de Davis. Aparte de eso, estoy en el equipo de Taekwondo, y si todo va bien, competiré en Nacionales en abril.

En cuanto a cosas que visitar, de momento no he hecho demasiado, sino las cosas más típicas: San Francisco, Yosemite, Los Ángeles, Santa Mónica… y ahora me apetece visitar otros estados y otras cosas menos conocidas. Es un poco difícil moverse por California, porque básicamente solo usan Amtrak (tren de larga distancia), y es un poco caro, pero a veces se pueden encontrar ofertas. Creo que este trimestre ha sido más bien para asentarme, pero ahora que todo está en su sitio puedo dedicarme completamente a seguir explorando, a seguir aprendiendo tanto como lo he hecho estos meses, y a llenarme de energía para planear nuevas aventuras para el año que viene. Sé que todo el mundo dice lo mismo, pero yo lo repito con toda la sinceridad que puedo ofrecer: arriesgaos. Hacedlo. Vuestra vida cambia, sí. Pero os garantizo que merece la pena.

Sara Izquierdo Martínez

El pasado 16 de noviembre tuvo lugar en la Universidad Francisco de Vitoria un Afterwork sobre las elecciones de Estados Unidos, impartido por el Director del Grado de Relaciones Internacionales en la UFV, D. Florentino Portero.

Hace dos semanas el mundo entero estaba en vilo dadas las elecciones estadounidenses que se aproximaban. La tensión internacional era palpable. Tras una jornada electoral que se prolongaba infinitamente a lo largo de los distintos husos horarios, el mundo entero quedó conmocionado con el resultado: Trump había ganado.

Más allá de las distintas opiniones sobre el actual presidente electo, Donald Trump, todos compartimos la misma sensación de perplejidad. ¿Quién nos hubiera dicho hace un año que Trump, candidato que parecía haberse presentado a las primarias con el único fin de causar revuelo y que por no contar, no contaba ni con el apoyo del partido Republicano, ganaría las elecciones presidenciales de USA?

Lo cierto es que no hemos llegado a esta situación por casualidad, sino por la combinación de una serie de factores que han provocado un cambio en la opinión pública de los estadounidenses.

-Papel del Estado en EEUU: El primer de estos cuatro factores es el fin del consenso sobre el papel del Estado central en USA. Estados Unidos es una república federal, lo que quiere decir que, cada estado se rige según el gobierno federal. En los años de la legislatura Obama, la política estadounidense ha girado hacia posturas más izquierdistas, lo que se traduce en una intervención del Estado central mucho más activa. Estas reformas reciben una gran oposición, conocida como Tea Party Movement, movimiento político estadounidense de derecha, que defiende la vuelta a los orígenes constitucionales de Estados Unidos.

-Estados Unidos busca diferenciarse de Europa, busca la paz: El segundo factor es el apoyo a Europa, reflejado especialmente en la OTAN. La Alianza del Atlántico Norte consiste en el compromiso de defensa mutua entre los integrantes, en caso de agresión armada a cualquiera de ellos. Sin embargo, la inversión militar de Estados unidos es muy superior a la que realizan los países de la Unión Europea.

-Globalización (Inmigración): El tercer punto es la Globalización. A medida que el mundo se va haciendo más pequeño, el cambio económico tiene lugar a mayor velocidad. La globalización no ha sido beneficiosa para todos. En concreto, los dos grupos poblacionales, que se han mantenido al margen y que no han podido aprovechar sus ventajas, son los jóvenes con dificultades para entrar en el mercado laboral y los adultos que han quedado desplazados. Esta situación genera una gran sensación de malestar, pues piensan que los políticos se han olvidado de ellos.

-La clase política y la mala imagen adquirida: El cuarto y último factor es la asociación “clase política-corrupción”. La población se muestra en contra del “establishment”, referido a la élite que sustenta el poder de una nación, y se muestra más próxima a las caras nuevas de la política, a pesar de su poca experiencia.

Otro factor a tomar en cuenta, son los e-mails de Hillary Clinton sacados a la luz por el FBI que afianzaron su figura como corrupta.

Una etapa ha comenzado y con ella, un nuevo análisis es necesario para comprender la realidad y sobretodo, cómo se ve afectada esta etapa tras una serie de acontecimientos que, lejos de ser algo distante, nos afecta de manera directa. Brexit, los nuevos conflictos de Oriente Medio y ahora, unos resultados electorales que marcarán la historia de Estados Unidos y del porvenir internacional.

La jugada de Trump fue sencilla y astuta, se limitó a leer bien la demanda (cosa que los demócratas no tuvieron en cuenta): muchas personas descontentas con el sistema y con necesidad de cambio. El panorama internacional y, en especial, el partido demócrata se quedaba atónito: cuanto más contradictorio era Trump, más criticado era por la prensa y más votos conseguía, pero ¡¿cómo?!

La gente al ver el trato despectivo a Trump se veían identificados y, por tanto, criticados. Gracias a Donald Trump, un nuevo ciclo se está acelerando, los populismos están resurgiendo y occidente se está cohesionando.

Podemos decir que existe una realidad actual cambiante, a un ciclo que está acabando con los objetivos que nos marcamos en la Segunda Guerra Mundial. Desde la última Gran Guerra hemos asistido a numerosos avances tecnológicos, económicos, sanitarios, sociales… que cierran esta época.

La pregunta que viene ahora es: ¿Cómo afrontaremos esta nueva situación? ¿Y los próximos cambios?

Ana Hauyón, Marta Navas y María Santaolalla.

“Welcome to the Andover Community!” Cuando me enteré de que me había tocado, no podía creerlo. Era prácticamente imposible, y sin embargo había pasado: había sido becada para estudiar un post-graduate (PG) en Phillips Academy, uno de los centros de estudio más prestigiosos de Estados Unidos.

El lema de la institución es “Youth from every quarter” y, para lograrlo, ofrecen cada año cuatro Becas Kemper a un estudiante de Francia, Alemania, Italia y España. Así, aquel 10 de marzo de 2016 me enteré de que a mí me tocaba la vertiginosa y emocionante responsabilidad de representar a España en esta aventura.

Buscan que aprenda con ellos de su forma de trabajar, de vivir, de pensar. Quieren que me contagie de sus intereses pero también que les enseñe los míos propios. Buscan exprimir al máximo mis capacidades, mejorarlas, ponerlas a prueba. Apuestan por desafiarme, por que pruebe cosas nuevas junto a personas que tienen mucho que decir al mundo. Quieren que demuestre que merezco esta oportunidad y que sabré aprovechar cada segundo con ellos. Pero, sobre todo, buscan que contribuya con todo lo que España me ha dado, con nuestra particular forma de aprender, de enseñar, de relacionarnos, de conocer, de buscar insaciablemente, de no rendirnos. Por esto es una oportunidad maravillosa: me permite demostrar el potencial tan grande, no solo a nivel académico sino también personal, que tiene nuestro país. Junto a mí viajan estas tres estudiantes europeas con el mismo reto (¡todo chicas este año!), dispuestas a comerse el mundo, a escuchar a los maestros y a poner sus propias voces en juego.

Escogemos asignaturas de diferentes campos y niveles, que nos proporcionan los conocimientos necesarios para poder estudiar en casi cualquier universidad estadounidense. Así, por ejemplo, estudiamos Astronomía en el aula y, después, contrastamos la información en el observatorio astronómico que tenemos. ¡Una verdadera maravilla poder observar la luna, los asteroides, las estrellas, en un grado de detalle que para mí, antes de venir aquí, era impensable! Además, tengo asignaturas como Anatomía, Fisiología y Psicología, pues mis intereses universitarios van encaminados a la Medicina. El laboratorio de investigación que poseen para Biología es todo un tesoro, con medios punteros con los que explorar. Tengo también Historia de los Estados Unidos, Writing and Reading Class (ensayos, tanto personales, como de ficción o académicos, con los que, teóricamente, adquirimos las destrezas necesarias para los Papers que debemos presentar como resultado de nuestras investigaciones) y Existencialismo (donde abordamos las grandes preguntas del ser humano, y donde, de nuevo, puedo aportar mi granito de arena con ideas que día tras día tratamos en el foro de la ELU, en los documentos que los profesores del módulo elaboran y en las películas que nos recomiendan; así, la ELU es parte real y necesaria de mi recorrido académico y vital).

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Cada semana, profesores de las Ivy League Universities (Harvard, Yale, Princeton, Columbia…) vienen a presentarnos sus universidades, así como las ofertas de Becas y los procesos de admisión. Además, aprovechamos la ocasión para aprender y trabajar con ellos a través de conferencias en las que exponen sus áreas de estudio e investigación.

Tratamos temas como el Racismo, la Inmigración, el Proceso Electoral (US está atravesando un periodo cuanto menos curioso con el que es, probablemente, el panorama político más difícil de su historia), la Violencia de Género, el Liderazgo… Junto a mis compañeras de Beca, estoy realizando una investigación sobre los estudiantes internacionales que, al final del año, será publicado como libro.

Cada estudiante elige un deporte que practica todos los días durante tres meses. Valentina, mi compi italiana, y yo nos animamos con Crew (remo). Esto nos permite salir del campus, ejercitar nuestro cuerpo (y mente) en la naturaleza y observar uno de los paisajes más bonitos de Nueva Inglaterra. Además, estoy en bastantes clubs (debate, iClub, Alzheimer…). ¡Formo parte del “cuerpo directivo” del Club España, a donde acuden alumnos interesados en nuestra lengua y en nuestro país! Desde Community Service ayudamos a pequeños en riesgo de exclusión social a través de distintos proyectos (música, artes, ciencias, idiomas…).

Pero… ¿dónde vivo? El campus se encuentra en Andover, MA, a 38km de Boston. Andover es un lugar tranquilo, idóneo para estudiar, investigar, leer, pasar tiempo con los amigos, crecer. Boston es una maravilla de ciudad que ofrece infinitud de posibilidades. Algunas familias de Phillips Academy nos ofrecen sus casas para que, durante los fin de semanas (si queremos), durmamos en Boston. Por si esto fuera poco, el programa paga viajes a Nueva York, California, Florida y Washington DC.

Como os podéis imaginar, decir que estoy agradecida es decir muy poquito. Animo muchísimo a que habléis de la Beca Kemper a vuestros hermanos/as que hayan empezado primero o segundo de Bachillerato y que, ante cualquier duda, no duden en contactar conmigo. Estaré más que feliz de ayudarles en el proceso de selección, así como de charlar un rato acerca de las mil oportunidades que hay para estudiar en EEUU (además, cuando vuelva a España, es muy probable que sea parte del cuerpo de reclutadores para la Beca). Creo que sería injusto no agradecer de nuevo a la UFV su apoyo incondicional desde que nos conocimos en Becas XI. Ellos han sido y, sobre todo son, una parte imprescindible de mi formación, a todos los niveles.

Como nos dijeron en el fin de semana de Becas Europa XI, “La pregunta se invirtió y dejó de ser ¿Por qué yo? para ser: ¿Y por qué no, si me lo han contado?”. Este es el momento de que seamos atrevidos y nos esforcemos. Debemos actuar, elegir, cumplir sueños. Becas Europa nos dijo en numerosas ocasiones que somos responsables. ¿Cómo demostrarlo? Juntos, porque como concluimos en los grupos de trabajo de aquel viaje inolvidable, estar juntos hace que merezca la pena seguir viviendo. Somos los protagonistas de nuestra historia. Solo tenemos que decidir cómo de sincera y valiente queremos que esta sea.

¡Un saludo enorme desde Andover!

“The Delegation of Republic of Angola is present and voting”.

Hace dos semanas tuve la suerte de asistir representando a mi universidad al Modelo de Naciones Unidas organizado por la Universidad Autónoma de Madrid y dirigido por otro ELU y amigo, Ignacio Corroto.

Los Modelos de Naciones Unidas (MUNs), como su nombre indica, imitan los órganos de la ONU, El Consejo de Seguridad, la Asamblea General, Comités de Crisis… A mí me tocó representar a la delegación de Angola en el Security Council (era en inglés).  Como se imita su funcionamiento, los países representados eran los que están ahora mismo en el Consejo que en esta ocasión eran: Angola, Egipto, España, Japón, Malasia,  Nueva Zelandia, Senegal, Ucrania, Uruguay, Venezuela (no permanentes) y los cinco permanentes (China, Rusia, Reino Unido, Francia y EEUU).

Los temas que nos teníamos que preparar porque se iban a discutir en el Consejo eran la crisis en Yemen y la violencia sexual en los conflictos armados. Por ello, también estaban de observadores, Temen, El Consejo de Cooperación del Golfo, Irán y Arabia Saudí (pero no tenían voto).

Es la primera vez que participo en un MUN, y a parte de lo procedimental y protocolario que es, (presentar mociones, enmiendas…), me ha impresionado todo lo que se pone en juego en estos modelos: el estudio no sólo del tema sino de la postura del país que te ha tocado, la estrategia (los bloques, las negociaciones…), la persuasión y mediación (poner a Rusia y a EEUU de acuerdo es más complicado de lo que se piensa…)…

Después de un proceso largo de discusión, de caucuses moderados y no moderados, conseguí, con Japón y Reino Unido sponsorizar (redactar las medidas…) la resolución de la crisis de Yemen. En la siguiente, negociamos las medidas adecuadas para resolver la violencia sexual como arma en los conflictos armados y conseguimos terminar la resolución antes de lo previsto. Rusia se abstuvo en ambos casos, pero no vetó.

En resumen, ha sido un modelo interesantísimo, muy internacional, en el que la diplomacia y la negociación son los únicos medios para pasar las resoluciones que deciden si se interviene o no en una guerra, si se sanciona a un estado… Poner de acuerdo a los estados con los intereses particulares que tiene cada uno es complejo y hasta casi imposible a veces, pero con voluntad, esfuerzo y entendimiento, ¡se puede!

Beatriz de León Cobo

Innenstadt, en la pequeña ciudad de Osnabrück, a pocos kilómetros de la frontera sur de la Baja Sajonia… Cuando decidí que esa iba a ser mi destino pensé: ¿dónde me estoy metiendo?

No voy a mentiros: no vine a esta ciudad por su fama internacional, pues no la conocía ni siquiera de oídas, como seguramente os pase a vosotros. De hecho, intentaba imaginarme un nombre que sonase más medieval que “Osnabrück, Baja Sajonia”. Me extraña que no lo hayan usado para una película de templarios o teutones. Me imaginaba que la gente aquí debía beber en vasos de madera o de cuernos huecos.

Sin embargo, cuando llegué, la sorpresa fue sumamente agradable. El centro de la ciudad, a cinco minutos en bici de mi casa, rebosaba de vida: bares y terrazas de todo tipo, bibliotecas y edificios universitarios dispersados por el casco antiguo, varias catedrales a pocos metros de distancia, museos, teatros, jardines y, por supuesto, típicos mercados callejeros alemanes de frutas, quesos, pescados… ¡incluso un hombre haciendo esculturas en medio de la plaza central!

El suelo del casco antiguo mantiene la estructura de las antiguas calzadas romanas, y te puedes perder por sus calles buscando las decoraciones de los arriostramientos que tan comunes son en el norte de Europa o los pequeños detalles que recuerdan la firma de la paz de Westfalia, que se hizo en esta ciudad en 1648.

Y, a cinco minutos de mi casa, en el otro sentido, encontramos un bosque típico de Alemania. Los árboles crecen altos y sin ramas laterales (no se puede desaprovechar el sol), y en el suelo difícilmente puede crecer algún arbusto. El resultado, es una bóveda formada por las copas de los árboles sostenida por troncos casi perfectamente rectos, en cuyo suelo se forman claros, interrumpidos únicamente por tocones de árboles antiguos. No sé vosotros, pero yo me imagino una reunión de druidas formando un círculo alrededor del tocón.

Por lo demás, estoy aquí estudiando un máster en Ciencia Cognitiva, que me permite transitar desde la ciencia (Biotecnología) que estudié en el grado a la filosofía, a la que me quiero dedicar en el futuro. La combinación de asignaturas de ciencia como neurofisiología o biología neuronal con asignaturas más humanísticas, como filosofía de la mente o psicología, hacían a este máster ideal para entrar por una rama y salir por la otra.

La universidad, llamada Universidad de Osnabrück, recordando los nombres regionales que tenían la Academia y el Liceo, tiene una gran cantidad de programas de estudio con enfoques internacionales, desde Erasmus y estancias cortas hasta masters y doctorados de varios años de duración. Su sede central está asentada sobre un antiguo palacio y sus jardines son un punto de encuentro donde puedes sentarte a tomar el sol (cuando lo hay) o a leer un libro.

¡Ah, se me olvidaba! Lo que más llama la atención al principio es la especie de obsesión que tienen los alemanes con las bicicletas. La estación central de ferrocarriles de Osnabrück te recibirá con varios miles de bicicletas aparcadas en la plaza que se extiende delante de la entrada. Yo tengo la teoría de que la gente las abandona ahí cuando se van…

Y aquí me tenéis, llevando el nombre de la ELU allí donde vaya 😉

 “El estilo HP es un método sutil, y ello explica por qué tenemos tantas dificultades en describirlo. Es básicamente la fe en que las personas utilizarán su discreción y el estar seguros de que en su trayectoria cometerán algunos errores y que también harán contribuciones. De manera que, a lo largo del tiempo, ello impulsará de manera general a la empresa en la dirección que desea ir, de forma coherente con los objetivos básicos subyacentes a la misma. Estos objetivos continúan impulsándonos, realmente lo hacen”.

Un directivo de HP explicaba de esta manera, hace algunas décadas, el espíritu que ya entonces caracterizaba la gerencia de una de las empresas más importantes del mundo. Un modelo en el que la dirección se concebía como un proceso participativo, basado en las relaciones de confianza mutua, y que prestaba tanta atención a las motivaciones intrínsecas de los trabajadores como a los resultados de su trabajo.

Incorporarse a HP suponía entrar a trabajar en una empresa con plena conciencia de su identidad como proyecto y su carácter como corporación. Ser parte de HP implicaba “actuar de determinada manera”, o “hacer un tipo determinado de cosas”. Era habitual que los empleados recurrieran a ese tipo de vaguedades para tratar de explicar una rutina de trabajo que, en esencia, combinaba libertad con exigencia.

El esquema era sorprendentemente simple: HP definía claramente –a través de un proceso que estaba abierto a todos los miembros de la empresa– los objetivos a perseguir y los incorporaba a su cultura corporativa. Objetivos e identidad empresarial eran, a ojos de los empleados, una misma cosa. Se fomentaba el sentimiento de pertenencia. Un trabajador de HP trabajaba según “el estilo HP”. La empresa se esforzaba en transmitir sus objetivos y valores de forma que todos pudieran sentirse identificados con ellos. En el fondo, un trabajador de HP trabajaba para HP… y por HP.

Este modelo sigue explicándose en las escuelas de negocio como ejemplo paradigmático de cómo dirigir exitosamente una organización. Entre otros detalles curiosos que caracterizaban la gestión en HP podemos citar el hecho de que la empresa fijaba objetivos a sus empleados, pero nunca los procedimientos a través de los cuales había que realizarlos. HP confiaba una misión, confiando asimismo en que el empleado tendría el criterio de dilucidar el mejor modo de llevarla a cabo. También se esforzaba por mantener el talento, preocupándose constantemente por cómo satisfacer las motivaciones intrínsecas de sus trabajadores.

La atracción y retención del talento, la motivación de los empleados, y la creación de un entorno de trabajo que contribuya a la realización personal son hoy algunas de las preocupaciones principales de las teorías directivas. El liderazgo, la autoridad y la capacidad de generar confianza se consideran ya cualidades indispensables en cualquier directivo. Aunque parezca utópico, experiencias de éxito afianzan progresivamente la idea de que las empresas que trascienden sus objetivos productivos inmediatos para responder a motivaciones más profundas, a largo plazo –como cuidar las relaciones humanas o atender a los problemas e inquietudes de los empleados–, son realmente más eficientes y obtienen mejores resultados.

Juan Antonio Pérez López, profesor del IESE, sostiene que a lo largo de las últimas décadas, la sociedad ha olvidado que las empresas no son sino organizaciones humanas. Necesariamente humanas. Pese a ello, la mayoría de ellas se rigen por una lógica mecanicista, en la que la producción se antepone a todo y las personas adquieren valor únicamente por el rol que representan dentro de la jerarquía organizativa –que garantiza esa misma producció­n­–. La eficacia –cumplir con los objetivos productivos– es el único valor buscado, y las relaciones humanas se limitan a cumplir estrictamente con lo establecido en los contratos/convenios colectivos.

En contraposición, Pérez López defiende una necesaria evolución hacia una visión antropológica de la empresa. No se trata de anteponer otros objetivos a la producción del producto/servicio; sino de constatar que una organización que vela por la dimensión humana de su acción y colaboradores –empleados y stakeholders– produce mejor. La mera eficacia, en este modelo, se ve superada por el concepto de consistencia: una consideración global e inclusiva que abarca la eficacia productiva, la calidad de las relaciones humanas en un clima de confianza, la autoridad de un liderazgo basado en la ejemplaridad y la satisfacción de las motivaciones de los trabajadores a corto, medio y largo plazo –salario, aprendizaje y autorrealización–.

Esta aproximación busca llamar la atención sobre el hecho de que la administración de empresas no es sino la “dirección de organizaciones humanas”. Y, en ese contexto, el liderazgo del directivo se vuelve un asunto de máxima prioridad. En un escenario tradicional, el poder del directivo emana de su rango superior en la jerarquía organizativa. Es, en lenguaje llano, un jefe. Sin embargo, dirigir una organización de modo que esta repercuta positivamente en la autorrealización de todos sus participantes es, a todas luces, algo bastante más complicado. Ahí, y solo ahí, adquiere pleno sentido la tarea de un directivo.

Hablamos ya no de un jefe, sino de un líder. Según Pérez López, el líder no gobierna a base de poder, sino de autoridad, que es aquel poder reconocido como legítimo. Y dicha legitimidad, a su vez, solo se consigue por dos vías: confianza y ejemplaridad.

Las organizaciones humanas, para ser plenamente humanas, necesitan líderes virtuosos. Encontramos, así, que el directivo de una empresa no ha de encargarse únicamente de la coordinación de áreas o recursos; sino que ha de trascender la lógica inmediata para tener siempre presentes la misión, visión y los valores de su organización; y actuar en consecuencia. El directivo ha de ser, ante todo, fuente de inspiración y confianza para su empresa. Liderar no es dar órdenes. Es asumir los intereses de la organización y sus colaboradores como propios y orientarlos permanentemente a su máxima realización.

**Para una aproximación en profundidad a las tesis del profesor Juan Antonio Pérez López, se recomienda la lectura de su obra “Fundamentos de la dirección de Empresas”, Rialp, 2000”**

Beatríz Álvarez Gallardo