Tessa Mondría – ELUs por el Mundo

31 ENE

“Cuando hice las maletas en septiembre y me monté en el tren (porque con tanto equipaje en el avión ni me dejaban subir) de camino a París, no sabía para nada todo lo que me depararían estos meses. Ahora mismo me encuentro en el ecuador del Erasmus, y creo que es el momento perfecto para contaros lo que he ido descubriendo de una ciudad tan “conocida” por fuera y con tanta sorpresa dentro, pero también para hacer reflexión sobre lo vivido y poder enfocar mejor lo que me queda de esta experiencia.

Primero de todo, para los que no me conozcáis, soy Tessa, estoy en tercero de la ELU y este año me encuentro estudiando en l’Université Sorbonne Nouvelle de París. Y no soy la única ELU por aquí, también están Diego Sánchez, Miguel Escalante, Rubén Almendros de CLAVIS, y Paula Hortas que está en Reims, muy cerquita de París. Así que podemos decir que este año ha habido actividades ELU por provincias en la capital francesa.

1

Aunque tenía muy decidido desde hace tiempo que quería aprovechar la oportunidad del Erasmus para vivir un tiempo en París y experimentar a fondo la cultura y sociedad de la ciudad, he de decir que llegué en septiembre con muchos miedos. Miedos, sobre todo, de que la experiencia no llegara a las altas expectativas que tenía, alimentadas por las buenas palabras de cada persona que me recomendaba irme de Erasmus, los anteriores “ELUs por el Mundo”, y en definitiva, la concepción previa que tenía de París a través de varios viajes. Y no ha sido para nada como me lo esperaba, y no puedo alegrarme más por ello. Estos meses me han servido para desmontar todos los mitos de vivir en la gran capital de la cultura, y solo por eso ya ha valido la pena.

París no es para nada una ciudad Erasmus al uso. Al ser tan grande, los Erasmus estamos muy repartidos y coincidir con la gente puede ser difícil, pero ya desde la primera semana, las fiestas y actividades Erasmus dieron su fruto y fue súper fácil conocer a gente nueva. Que los españoles nos hemos juntado mucho y hablar en francés se nos olvidó al principio… pues es verdad, pero los amigos internacionales no tardaron en llegar tampoco. Y es que hay tantísimos estudiantes de todas partes del mundo aquí que no hay día que no se conozca a alguien nuevo, no solo durante las primeras semanas, sino a lo largo de todo el curso, y es increíble, saber que siempre queda gente por descubrir.

4

Lo mismo pasa con la oferta cultural de la ciudad. Inocente de mí cuando creí que ya conocía París, que me acabaría aburriendo de ver la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, o de pasear junto al Sena, de visitar una y otra vez los museos…. No es que no me haya cansado, es que no dejo de asombrarme y aún no me creo que tenga la oportunidad de en cualquier momento ir a ver los cuadros de Monet, Picasso, Renoir… O de salir de la universidad y andar 15 minutos para estar en el Panthéon, o en los Jardines de Luxemburgo… Solo hace falta no darlo por sentado, y aprovechar cada momento para seguir descubriendo rincones de la ciudad.

Y los mitos sobre la Universidad de la Sorbona no se quedan atrás. Estudiar medios y cine en la cuna del séptimo arte en Europa está siendo una experiencia única. Es curioso ver el amor que tienen por lo propio, y lo orgullosos que están de todas las creaciones artísticas que se han realizado en el país a lo largo de la historia, ya que la base de los contenidos de todas las asignaturas está enfocada en el ámbito francés, algo poco común en temas de comunicación, donde el enfoque tiende a ser global.

La Universidad aquí también tiene un enfoque muchísimo más teórico que en España, ya que el concepto de Licence (equivalente a Grado) no es un medio para entrar al mercado laboral, sino la adquisición de conocimiento teórico en sí. Y lo que más me llama la atención, es que parece que el espíritu de Mayo del 68 sigue presente en los pasillos de la universidad, donde las reivindicaciones de estudiantes (y ahora también de los profesores) son más frecuentes de lo que parece.

3

Lo que sí que nadie se esperaba, que tampoco nadie quería y que, desafortunadamente, ha definido gran parte del Erasmus de cualquier estudiante en París, han sido las huelgas. Se puede ver cómo hemos vivido un momento histórico en el país, y es que la huelga de transportes que comenzó el 5 de diciembre ha sido la más larga de la historia de Francia. Era un “entretenimiento” adicional, por llamarlo de alguna manera, encontrar la única de entre todas las combinaciones posibles para volver a casa sin tener que andar dos horas en el frío de París en las semanas de mayor bloqueo. Junto con el desastre de su sistema burocrático, han sido la parte “no tan buena” del Erasmus aquí, pero la balanza contrarresta con creces todo lo bueno vivido y no lo cambiaría por nada.

Para terminar, deciros que no dudéis en venir si todavía no habéis descubierto la ciudad, que los ELUs que estamos aquí os recibimos con ganas, y que, si alguno todavía no tiene claro si irse de Erasmus, a París o a cualquier otra ciudad, decirles solo una cosa: empieza a hacer ya la maleta, porque va a ser una de las mejores experiencias de tu vida, y no te lo vas a querer perder. Como dicen, “Once an Erasmus, always an Erasmus”, y es que esta experiencia, por mucho que se quiera, no se puede describir en palabras: hay que vivirla para entender lo mucho que vale la pena.”