Pepe Yáñez, 2º ELU
El pasado miércoles 30 de marzo, ELU Sevilla tuvimos el placer de recibir la ansiada visita de nuestro mentor Diego. A lo largo de escasos dos días, marcados por el sol y calor propios de la capital andaluza, aprovechamos la ocasión para reunirnos entre nosotros, reflexionar y debatir sobre la institucionalidad de nuestro país y, sobre todo, para mantener esas conversaciones tan trascendentales en nuestro camino como universitarios y como personas con nuestro mentor, no a través de una fría pantalla, sino verdaderamente cara a cara, por lo que el impacto de estas es mucho mayor.
Ya desde el momento de la llegada de Diego al hotel, algún que otro elu se encontraba esperando impaciente su salida para iniciar su mentoría, y es que en Sevilla somos así de intensos. Esta fue la primera de varias consecutivas, en las que disfrutamos de un paseo a la orilla del Guadalquivir, por el centro histórico de la ciudad e incluso terminamos disfrutando de alguna que otra tapa en la barra de un típico bar. Esa misma tarde, acudimos a la última sesión de una serie de conferencias organizadas por la Fundación Cajasol y coordinadas por Arturo Pérez-Reverte, “Letras en Sevilla VI”, este año con el título de “¿Monarquía o República? Un debate de tres siglos”. En esta ocasión, disfrutamos de Ana Pastor con su ponencia ¿Para qué sirve un rey? y Alfonso Guerra con Monarquía o República: ¿Cuál es el problema? Incluso en el turno de preguntas, como no podía ser de otra forma, estuvo presente la marca de la ELU. Para aquellos interesados, las ponencias están disponibles a través del canal de youtube de la Fundación Cajasol.
A la vez que debatíamos y compartíamos nuestras impresiones sobre las conferencias, caminamos en un fresco atardecer por el centro sevillano hacia un restaurante junto a la Torre del Oro. Esto dio paso a una multitudinaria cena en la que no solo se presentaron elus de todos los cursos, sino ELUMNIS como Antonio Domínguez, Joaquín Obando, Javier Salmerón o Quique Mochales, quienes nos describieron su paso por la ELU y cómo había cambiado su vida desde que terminaron la Universidad, mostrándonos la Esperanza intrínseca a este camino que estamos realizando. Para rematar la jornada, la mañana siguiente consistió en un par de mentorías con las que pudieron despedir a Diego, quien poco después subía al tren rumbo a la capital.