“ ‘Temo el silencio de los buenos’ estas palabras de Martin Luther King que tantas veces he escuchado en mi paso por Becas Europa y la Escuela de Liderazgo, han resonado en mi cabeza desde los comienzos de Ápex y muy especialmente durante estas II Jornadas de Bioética sobre “Ética en el final de la vida” que se han celebrado del 3 y 4 de diciembre en la Facultad de Farmacia de la UCM.
Soy Paula Arias y estoy en el último curso de la ELU, estudio medicina en la Universidad Complutense de Madrid y soy socia fundadora y Vicepresidenta actualmente de Ápex, que para los que no lo conozcáis, es una asociación universitaria con sede en la Facultad de Farmacia de la UCM en la que buscamos defender la vida desde su inicio hasta su fin natural, a través de la formación en bioética. Somos un grupo de estudiantes de farmacia y medicina de la UCM a los que poco a poco se nos han ido uniendo alumnos de otras titulaciones y universidades, entre ellos, de la UFV también. Habiéndonos dado cuenta de la falta de formación en Bioética de los futuros profesionales biosanitarios y de los jóvenes en general, organizamos periódicamente unas Jornadas de Bioética invitando a grandes expertos en distintos temas: catedráticos, profesores universitarios, médicos, magistrados….
En estas II Jornadas de Bioética tratábamos un tema de gran actualidad en el panorama político español, la eutanasia, los cuidados paliativos y la ética en el final de la vida. Hemos contado con la presencia de ponentes como el Exmo. Sr. Don Antonio Del Moral Magistrado del Tribunal Supremo que nos hablaba del marco legal de la eutanasia en la actualidad, con el Dr. Álvaro Gándara ex-presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos o el mismo D. Miguel Ortega profesor de filosofía de la UFV y ex-director de la ELU.
Pero Paula, ¿de verdad hay interés entre los jóvenes por formarse en Bioética? ¿Por escuchar hablar de cuidados paliativos, de vida, de dignidad, de médicos que se guían antes por el “primum non nocere” que por incluir entre sus actos médicos el administrar inyecciones letales? Pues con una gran alegría, y habiéndolo comprobado de primera mano a través de Ápex y las jornadas, os puedo decir que si. Que es impresionante ver funcionar al grupo de socios y voluntarios que se han desvivido para que los 70-80 asistentes que llenaban la sala ambos días, así como los ponentes, se sintieran lo más cómodos posibles y pudieran disfrutar de las intervenciones, del café y de los momentos de descanso para hablar. Que los frutos son muchos, que hay un agradecimiento sincero por parte de los que tienen la oportunidad de formarse en estos temas tan politizados de un modo académico, hablando de ciencia y no de opiniones, de verdades, de debatir y preguntar; de hacer, en definitiva, universidad.
Ojalá sea esto una semilla que desde Ápex, los asistentes que ya forman parte de esta familia que empieza a dar sus primeros pasos, y todos los que queráis formar parte de esto de algún modo, sepamos regar y cuidar para que de mucho fruto. Y, por supuesto, gracias a la ELU y a Becas Europa por todo su apoyo y difusión, por todo lo aprendido estos años que ahora tanto he podido aplicar directamente en Ápex.”