ELUs por El Mundo – Jaime Planells

17 MAR

El pasado septiembre llegué a la mayor ciudad “europea” (sí, por ahora, sí), para quedarme. Es diferente llegar a una ciudad turística con esa mentalidad. No es fácil ver una habitación de una residencia como un hogar, pero uno aprende. Al final, eso es lo que me trajo aquí.

El 17 de septiembre llego a mi cuarto, mi pequeño refugio durante mi estancia en Londres. Estaba completamente desierto. Yo era el que tenía que ir rellenando el cuarto, a la vez que a mí mismo.

La primera noche dormí sin almohada, sin manta,… Nada más levantarme, fui a hacer mi primera compra, ya que tenía que conseguir desde lo más básico hasta los alimentos necesarios para ponerme a cocinar por primera vez, todas las comidas durante todos los días de la semana. Por suerte mi madre ya había pensado en eso, y, aparte de haber preparado antes juntos la lista de la compra, tuve un curso intensivo con ella de cocina: tortilla, guisos,… Aunque los postres me los traigo de España en la maleta. ¡Es imposible equipararlos!

jaim2

En la Universidad tengo un horario partido. Algunos días, clases por la mañana, otros, por la tarde, a la hora de comer, etc. Esto me hace organizarme de distinta manera cada día y así poder tener tiempo para estudiar, hacer deporte y, sobretodo, formar parte de distintos clubes como por ejemplo Ingenieros sin Fronteras. En el que paso más tiempo es en Formula Student, un proyecto en el que estamos más de 40 alumnos con el objetivo de conseguir sacar adelante el primer coche que compita de nuestra Universidad. Si buscara una palabra que definiera mi Universidad sería “diversidad”, de clubes, de proyectos,… pero especialmente, de culturas. Es alucinante ver cómo somos de diferentes, pero al final tenemos las mismas prioridades y objetivos. En cuanto a españoles, a pesar de no ser muchos, estamos todos muy unidos.

jaime1

Ya se sabe, Londres es caro. Solo un billete de metro son, mínimo, 2.40 libras (aquí las comas son puntos y los puntos comas, ¡cómo no!). Pero… hay un truco: salir a correr. Desde mi experiencia, creo que es el mejor modo de explorar Londres. Es importante decidir la ruta antes de salir, sino seguro que te pierdes, he llegado a estar en la orilla del Támesis sin querer, a pesar de que esta es la mejor manera de ir descubriendo. Veo cómo funciona, cómo “respira” la ciudad de verdad, aparte de aire contaminado por coches que van por el lado contrario de la calzada, veo su ritmo, las interacciones entre personas, además de los miles de turistas de todas las partes del mundo, que, todos juntos, hacen Londres. De esta manera, comienzo a entender la metrópoli y a su gente, de la que ahora ya formo parte. Es también, y quizás más interesante, la manera de ver la ciudad desde una perspectiva diferente, estando solo en una ciudad con tanta gente, en la que en ese momento estás tú con ella, a solas.

jaime3

En cuanto a sitios para visitar recomendaría los típicos, que por algo lo son, pero también perderse por zonas como Shoreditch, cruzar puentes como el Golden Jubilee o ir a colinas, como Primrose. De sitios para comer, no puedo recomendar demasiados, siendo intolerante al gluten y a la lactosa está complicado, pero un desayuno en The Breakfast Club, un pastel de Square Pie y fish and chips de Poppie’s, creo que darán energía para luego ir a correr.

También, si hay tiempo, Inglaterra tiene muchas ciudades y pueblos pequeñitos, como Brighton, así como naturaleza, muy recomendables para ir a visitar y pasar el día.

Por suerte, ahora viajar a Londres es muy rápido y bastante asequible, lo que facilita que vaya a España (incluso sólo para el fin de semana de la ELU). Para mí, la llegada a España es uno de los mejores momentos: el abrazo de la vuelta, la comida española,… ¡estoy en casa! Otro momento genial es que me vengan a ver, mi familia o amigos (aunque duerma en el suelo con un colchón prestado).

Por último, sin atreverme a recomendar, pues hay que pensárselo bien, sí querría animar a todo ELU a planteárselo. Es, sin duda alguna, una “experiencia frontera”, que te saca de tu zona de confort y de la que aprendes de personas que se convierten en muy buenos amigos en muy poco tiempo, de culturas distintas y, mientras tanto, te vas conociendo un poquito más.

Jaime Planells