¡El primer mARTEs de abril! Belén Gundín, estudiante de 2° de Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y también en 2° de la ELU, comparte esta obra del surrealista belga René Magritte: El principio del placer, uno de los cuadros que vimos en nuestra visita al Museo Thyssen el 21 de diciembre de 2021 (¡han pasado cuatro meses!). Belén ha escrito un texto que encantará a los filósofos: con escasas respuestas, con muchas preguntas.
Esperamos que vosotros también os las hagáis:
«Decía Oscar Wilde que “es al espectador, y no a la vida, a quien refleja realmente el arte”. Es justo esto lo que más me fascina de la obra de Magritte: consigue plasmar en sus cuadros motivos paradójicos que, al mirarlos con atención, despiertan una infinidad de preguntas que nos incluyen en un diálogo artístico perenne en el tiempo.
Hace unos meses me encontraba ante esta obra por primera vez. A priori, me resultó enigmática, pero no fue hasta que Íñigo me dijo: “Mira, una luz que oculta la Verdad en vez de mostrarla” cuando este cuadro empezó a resonar dentro de mí. Es curioso pensar que, si se hubiese tratado de un retrato normal, probablemente me hubiese dejado indiferente. Sin embargo, ahí está, esa luz que suponemos salvífica pero que en este caso resulta inquietante, importuna incluso. Me incomoda porque no me deja ver: ¿qué habrá detrás?, pero sobre todo ¿qué hay dentro de mí que me impide conformarme con lo que simplemente percibo? ¿Por qué intuyo algo más?
Por mucho que lo intente no podré saber qué es lo que se esconde tras esta máscara incandescente, ¿y si no hay nada? ¿Y si este hombre se ha despojado de identidad al iluminarse a sí mismo? ¿Y si fuese un espejo del alma? Un hombre solo, que deslumbra en vez de alumbrar, que no guía, sino que ciega.
Como podéis ver, este cuadro me llena de preguntas. Sin embargo, también me advierte de que, si quiero al menos intentar darles una respuesta, debo hacerlo en compañía de quienes iluminan cada día mi camino, sin llegar nunca a deslumbrar como el hombre de Magritte. Tengo la suerte de contar con muchas personas así en mi vida. Ellos son mi certeza, y solo puedo agradecerles que sean ese punto de partida que me abre a la realidad».