La Xuntanza

12 ENE

Este 27 de diciembre, tuvo lugar la primera quedada de los elus gallegos, decidimos hacerlo en La Coruña, puesto que había una exposición de fotografía que resultaba muy prometedora. La reunión comenzó frente a la Iglesia de San Nicolás, donde nos encontramos entre afectuosos y cariñosos abrazos, para poco después dirigirnos al restaurante, donde entablamos conversaciones y reflexiones de lo más interesantes, entre ellas, destacó la idea del bien y el mal, donde la variedad de opiniones sirvió para enriquecernos unos a otros.

Posteriormente, nos dirigimos al muelle de baterías, donde se encontraba la exposición de fotografías de moda, de Steven Meisel, impulsada por la Fundación Marta Ortega cuyos pilares son: Coruña, la moda y la fotografía. Al entrar en ella, pudimos ver un breve vídeo en el que se mostraban relatos de modelos y colaboradores suyos, ensalzando la maestría y la técnica del fotógrafo, al mismo tiempo que leíamos acerca de su vida con anécdotas de lo más curiosas. Entre ellas el origen de su vocación, la que se remontaba a su niñez cuando iba al colegio con una cámara, puesto que en los alrededores de su colegio pasaban modelos, lo que le llamaba la atención. Gracias a esto se convirtió en un gran artista revolucionario que tomó fotografías que nunca antes nadie se había atrevido a tomar, todo esto fue lo que le reportó una gran fama como fotógrafo y le permitió embarcarse en su mayor proyecto profesional, trabajar para la Vogue, creando 28 portadas para esta conocida revista.

Después de verlo, nos dispusimos a abandonar el recinto, y la mayoría de nosotros compartimos una sensación agridulce, al ser conscientes de todo el esfuerzo llevado por el autor pero que no se transmitía al faltar contexto sobre lo que él nos quería compartir. Finalmente dimos un paseo por los principales “landmarks” de la “Ciudad de Cristal”, nombre para referirse a La Coruña que viene dado por los edificios de la Marina cuyas impresionantes fachadas de galerías blancas ornamentan esta simbólica avenida, por la cual paseábamos y que nos condujo al Baúl de los Recuerdos, una mítica librería, en la que pudimos compartir opiniones sobre los libros apilados. Finalmente el día no pudo terminar sin las tradicionales castañas de la Calle Real. Esto fue un breve resumen de nuestra quedada, “da nosa xuntanza”, en la que nos prometimos hacer otra tan pronto cómo pudiéramos.