Natalia Aldaba, 3º de la ELU
Vengo a recomendaros la mejor obra literaria que me he leído nunca. Víctor Hugo (1802-1855) en Los Miserables consigue mucho más que una historia, mucho más que una sarta de ensayos filosóficos y mucho más que un sinfín de metáforas. Consigue una obra de arte al escribir sobre el alma humana.
En primer lugar, el autor hace un profundo análisis sobre la sociedad, su historia y su progreso. Expresa extensamente sus ideas políticas y defiende la grandeza de la democracia, además de describir la furia presente en la insurrección y sus diferencias con la rebelión, el motín y la guerra. No deja de explicar, también, la necesidad de esta última, pues relata cómo va construyendo la verdad de las sociedades. Víctor Hugo reflexiona sobre el progreso, el cual define como “la vida permanente de los pueblos”, y de cómo a veces surge el conflicto cuando se le opone la vida momentánea de los individuos. Dedica también varios capítulos y personajes a escribir sobre la importancia de la historia y el pasado, alabando el respeto hacia él y criticando duramente los intentos funestos de vivir con fantasmas.
Sin embargo, su análisis social trasciende ese nivel y llega hasta la vulnerabilidad de la persona. A través de sus personajes principales y las circunstancias en las que se ven inmersos, escribe sobre la mirada y sobre cómo la imagen que tenemos de nosotros mismos es, muchas veces, lo que realmente rige cómo somos y actuamos. Además, muestra la posibilidad de variar esta idea, ensalzando una segunda oportunidad con la que cada uno puede embellecerse o caer de manera vertiginosa en la maldad. No solo eso, sino que sabe llegar a la realidad de la persona porque se aproxima a la situación desesperada del rechazado, de aquel quien lo ha perdido todo, del rencoroso, del huérfano, del prisionero, del humillado, del honrado malentendido y del malvado. Habla de qué es la miseria, de cómo acabar con ella sería acabar con el odio y salvar al mundo del mal, pues la cólera es lo que la hace peligrosa. Distingue además la esencia de la miseria de la del sufrimiento, y relata cómo uno nos constituye y es necesario en la vida del ser humano y por qué la segunda, por el contrario, debería ser erradicada. Escribe, sobre todo, de la misericordia.
Otro de sus grandes temas centrales es, sin duda, el amor. Quizás os suene la idea de ser “amado a pesar de uno”, la cual encontramos entre las páginas de esta obra. Jean Valjean, el protagonista, nos habla de la gratitud y la salvación que existe en el ser amado, del cambio radical de vida posibilitado por el perdón del perdón del otro y de uno mismo. Asimismo, el amor se ve reflejado en el miedo atroz a la pérdida de un ser querido. Víctor Hugo escribe sobre cómo el mayor mal, de entre toda la miseria existente, es el dejar de ser amado.
Por último, junto al amor, la miseria y la sociedad, Los miserables trata sobre la distancia a Dios, la verdad, la muerte y, sobre todo, la libertad. Por todo ello, os recomiendo que leáis este magnífico libro con el que yo he tenido la suerte de encontrarme. Con él, Víctor Hugo consigue una obra de arte la cual ocurre, para más poesía, en París.