En la jerga pepeluística que bien conocemos los ELUs, una “experiencia-frontera” es aquella que te hace imposible seguir viendo el mundo de la misma manera que antes de vivirla. Mi experiencia a lo largo del último año en el programa WISE Learner’s Voice, impulsado por la Fundación Qatar y Santander Universidades, no puede calificarse de otra manera.
No quiero aburriros a base de detalles logísticos sobre el programa (https://www.wise-qatar.org/learners-voice-5). En líneas generales, es un programa que selecciona a 30 universitarios de todo el mundo cada año, formándolos en relaciones internacionales y educación. Mi recorrido en él ha sido largo: desde la cumbre internacional World Innovation Summit for Education, en noviembre de 2014, pasando por varias sesiones de formación y un intenso año de trabajo en un equipo con tres pakistaníes (Memoonah, Salman y AbdurRehman), un indio (Hisham) y dos qataríes (Dana y Aysha) para presentar nuestro proyecto “Connected Cultures” en el Summit celebrado de nuevo hace apenas unas semanas.
La oportunidad de trabajar en un proyecto real, como parte de un equipo tan diverso, me ha permitido conocer de primer mano la cooperación internacional en el ámbito de la educación, mostrándome posibilidades de futuro que no contemplaba. En cualquier caso, más allá del componente profesional del programa, destaco la oportunidad de salir del mundo occidental para ser consciente de hasta qué punto damos por sentados ciertos sistemas de creencias, ciertas libertades, ciertas dinámicas sociales. Y, por supuesto, tengo la inmensa suerte de llevarme un buen puñado de amigos en todos los rincones del mundo: Nepal, Kenia, Australia, Estados Unidos, Qatar, Italia, Serbia, Chipre, El Salvador…
Ahora que el programa apenas ha acabado, la sensación es parecida a la que todos hemos vivido al acabar el viaje de Becas Europa, un viaje académico de la ELU o un fin de semana de formación particularmente interesante: asusta la posibilidad de perder las fuerzas cogidas, las ganas de cambiar el mundo. Pero confío en que eso no va a suceder. WISE Learner’s Voice no sólo me ha formado en el ámbito de la educación y las relaciones internacionales; por encima de todo, me ha recordado que, si no nos lo creemos, el mundo se quedará sin esa luz que sólo cada uno podemos darle. Agradezco a la ELU la suerte de compartir esta experiencia con vosotros, aunque sea en unas líneas, y me despido con muchas ganas del próximo fin de semana de formación, para seguir escuchando y aprendiendo de tantas “experiencias-frontera” que compartimos siempre que nos reencontramos.
Violeta Lanza
En la foto, de izquierda a derecha: Hizbullah (Afganistán), Bonnie (Estados Unidos), Yvens (Haití), Chol (Kenia), Philio (Australia), Ana (Serbia), Sanhirmaa (Mongolia) y Katerina (Chipre). Yo aparezco agachada en primera fila.
“World Innovation Summit for Education, Qatar National Convention Center. 5 de noviembre de 2015”