Antes que nada, voy a presentarme para aquellos afortunados que aún no me conocen. Me llamo Alberto Leroy, estudio ADE y derecho bilingüe en la Universidad de Navarra y estoy ya en 4º de la ELU. Este semestre me he ido de intercambio a Montreal y os quiero compartir un poco mi experiencia por tierras canadienses.
¿Cómo es la vida aquí? La verdad es que en Montreal se vive muy bien, para qué vamos a engañarnos. He podido comprobar la hospitalidad legendaria de los canadienses, que no dudarán en acompañarte a un sitio si les preguntas dónde está, en una ciudad que vive preparada para el frío. La ciudad subterránea, dónde casi todos los edificios están conectados entre sí y con el metro, y buzones de sal, coches con cadenas y resbalones por el hielo están al orden del día. Además, si bien Montreal es una ciudad enorme con 1,5 millones de habitantes sin contar área metropolitana, lo cierto es que te puedes mover muy rápido gracias a lo bien que funciona el transporte público.
En Montreal se conjugan idiomas, costumbres e ideologías. Como ciudad más grande de la región francófona de Quebec y la segunda del país de la hoja de arce, los montrealeses son bilingües. Sorprende bastante la primera vez que eres testigo de una conversación en que uno pregunta en francés y el otro responde en inglés, o en que empiezan las frases en un idioma y la acaban en otro. Incluso en clases que son oficialmente en francés, se les escapan expresiones en inglés. Nos hemos tenido que acostumbrar, pues no quedaba otra. De especial dificultad ha sido llegar a entender el francés québéquoi, que a los franceses les encanta.
Basta pasearse por sus barrios para darse cuenta de que aquí todos tienen su espacio, en unas zonas se oye más francés y en otras más inglés. Aquí está el Village, el barrio gay más grande de Norteamérica, pistas de patinaje sobre hielo, muchísimo arte urbano, estatuas de hielo, actividades y juegos o exposiciones temporales en plena calle, más hielo… Como curiosidades, diré que los canadienses son capaces de no emitir un Real Madrid-PSG por un partido de hockey (sobre hielo, por supuesto, “¿Ah qué el hockey sobre hierba existe?” he llegado a oír).
Alberto Leroy.