El pasado fin de semana del 6, 7 y 8 de noviembre, nuestra compañera Cristina López Crespo tuvo el privilegio de competir en el Euskalgym y disfrutar el tapiz del gran Pabellón Buesa Arena, en Vitoria. “La experiencia fue verdaderamente impresionante; mi equipo, el Club Gimnasia Rítmica Arganzuela y yo logramos realizar un ejercicio limpio y sin caídas, el mejor de la temporada, el cual nos colocó en un séptimo puesto a nivel nacional y un segundo puesto a nivel de la comunidad. Lo mejor de todo fueron las sensaciones vividas: risas y gritos de alegría, llantos y lágrimas, abrazos y besos, emoción, satisfacción.”
Cris nos cuenta que la gimnasia rítmica es un deporte un tanto aleatorio, unas veces te sitúas en lo más alto y otras desciendes unos cuantos peldaños. Tienen tan sólo dos escasos minutos y medio para demostrar al público y, especialmente al jurado, todo el trabajo. En otros campeonatos no han tenido tanta suerte, pero, a pesar de todo, Cris nos dice que “siempre hemos sabido aprender de los errores y crecer, levantarnos para continuar con las mismas o incluso más fuerzas que antes y, sobre todo, sonreír y disfrutar de estos momentos que, para la vida de una gimnasta, se tratan de auténticos sueños hechos realidad.”