ELUS POR EL MUNDO – MARTA GONZÁLEZ-RUANO

Queridos ELUs:

Soy Marta González-Ruano Calles, estudiante de Derecho y ADE (E3) en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE-Madrid). Este cuatrimestre pasado, el primero de 4º de carrera, he tenido la gran oportunidad de vivir en EEUU, concretamente en el campus universitario de Boston College. Desde el principio tenía la intuición de que esta institución iba a encajar perfectamente con mi estilo de vida, y sin duda así lo ha hecho, superando todas mis expectativas. Al llegar recuerdo el asombro por ver que el campus era, literalmente, ¡una ciudad!: con sus autobuses propios que te llevan incluso a varios km fuera de la universidad; con su propio cuerpo de policía al que puedes llamar simplemente si “tienes miedo”; su numerosa flota de furgonetas y camiones granates y con un águila (el color y logo de la universidad) para cubrir las necesidades de los 10.000 alumnos que ahí vivíamos… Además, la organización y la acogida las calificaría de excelentes. Tuvimos la suerte de que a cada alumno de intercambio nos asignaron un alumno americano, que se convirtió en una especie de “ángel de la guarda”, al que acudíamos para cualquier consulta. Además pusieron todo de su parte para integrarnos entre sus amigos, en sus fiestas, sus planes, sus clubs… Por tanto he podido vivir una experiencia 100% americana, incluso una de ellos me invitó a su casa en Thanksgiving y disfruté del día de Acción de Gracias rodeada de su familia.

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención y me ha gustado es el sistema académico. En concreto yo tenía cinco asignaturas de ADE que, lejos de un contenido fundamentalmente teórico como al que estoy acostumbrada, han sido tremendamente prácticas y reflexivas. Son cursos con muchos trabajos que escribir y muchos debates en clase, e incluso hemos tenido actividades al aire libre. El papel del alumno es imprescindible en la clase, de él se espera que venga con las lecturas hechas y preparado para participar en la conversación del tema del día. Para los que no estamos acostumbrados a este sistema, al principio nos costó un poco adaptarnos. Yo por ejemplo las primeras veces no entendía bien qué se esperaba de mí, si tenía que dar mi opinión sobre los temas o querían un comentario más de tipo académico. Pero enseguida comprendí que sin tener miedo y saliendo de mi zona de confort debía aportar a la clase todo tipo de comentarios, especialmente porque agradecían mucho que fuese extranjera y pudiese dar una perspectiva distinta.

He percibido, al menos en mi universidad y con la gente que he conocido, que el alumno americano es muy consciente del privilegio que es estudiar una carrera universitaria y se esfuerza al máximo para conseguir la mejor nota, por no hablar de la conciencia que tienen sobre el tema de la autenticidad y plagio de los trabajos académicos. Recuerdo que los primeros días me chocaba verles a todos en primera fila, muy atentos y realmente interesados en la clase. Aquí también creo que influye el factor de que son ellos mismos quienes eligen las asignaturas que quieren cursar, con ciertas limitaciones lógicamente. La carrera acaba siendo mucho más específica de lo que es en España (por ejemplo ellos estudian “Contabilidad”, o “Finanzas”, en vez de ADE como haríamos nosotros). Los estudiantes terminan con un conocimiento muy extenso sobre una materia concreta, habiendo tenido unas bases como es lógico, lo cual en mi opinión tiene ventajas e inconvenientes.

La vida en el campus también es digna de ser mencionada. El plan de clases está pensado para que los estudiantes combinen las asignaturas con un trabajo remunerado (casi siempre dentro del campus, en cualquiera de las distintas secciones que lo componen) y otro no remunerado (por ejemplo en alguno de los más de 200 clubs y asociaciones que existen). En la práctica esto se traduce en un día a día muy ajetreado, con numerosas reuniones y compromisos, que obligan al estudiante a llevar una vida organizada y aprovechar mucho el tiempo. En general, para mí la mayor diferencia con lo que vivimos en España es que para ellos su vida es literalmente la universidad, ahí viven cuatro años de su vida y básicamente lo que hagan en ella es su carta de presentación para salir al mundo laboral.

Ha sido un privilegio haber vivido cuatro meses inmersa en esta cultura, y haber conocido a mucha gente que viene a Boston desde cualquier punto del país o del mundo para tener en la universidad “la experiencia de sus vidas”. Por mi parte puedo decir que he aprendido mucho, me llevo lecciones muy valiosas y personas que nunca voy a olvidar. Además he tenido la suerte de haber viajado a distintos sitios del país (Nueva York, Washington, Chicago, Texas, Montreal en Canadá..) donde he comprendido mejor la esencia de este conglomerado de estados.

Por último, quiero despedirme animándoos a todos a hacer un intercambio si tenéis la oportunidad. No es solo una oportunidad para conocer el mundo y otras culturas e idiomas, sino también para conocerse mejor a uno mismo, para aprender a desenvolverse en ambientes que salen de nuestra zona de confort y manejarse en situaciones poco comunes. En definitiva, para seguir creciendo y madurando y prepararse para dar algún día lo mejor de uno mismo a los demás.