ELUs por el Mundo – Maribel Valiente

Dicen que un viaje lo hacen dos personas; el que se marcha y al que le cuentan la experiencia a la vuelta. Os invito pues a viajar conmigo, y descubrir las maravillas que Latinoamérica tiene para ofrecer…Mi nombre es Maribel Valiente, tengo 21 años, estudio Medicina, y estuve de intercambio de estudios en Santa Fe, Argentina.Viví un país que me acogió como hija, y me mostró su espíritu. De la Argentina aprendí:

Su espíritu comunitario, contra nuestro individualismo.

Quizás es parte de la herencia de los pueblos originarios, que recuerdan con orgullo y todavía hoy nos reprochan a los españoles (los boludos estos que vinieron a conquistarnos…) Creemos que nosotros somos cálidos, hospitalarios y extrovertidos… No; ellos lo son.

Viví un país en el que tuve familia, puesto que muchos descienden de inmigrantes españoles y así te lo muestran. Un país en el que literalmente me abrazaron por ser española, diciéndome que yo era lo más cercano a su familia emigrada (en la época del corralito el flujo migratorio fue a la inversa, hacia España). Pensadlo de nuevo, lo que se siente cuando una señora te dice ¡vení que te abrace, que sos lo más cercano a mi hermana que sentí en años! Un país en el que escuchaban mi edad y contestaban: ¡Ché, pero si sos rechiquita! ¿Qué hacés sola por acá? ¿Necesitás ayuda?

Me he encontrado con personas que sin conocerme de nada me han ofrecido techo y comida: un matrimonio me invitó a cenar con ellos cuando les pregunté cómo llegar a La fonda del tío (restaurante de Bariloche muy recomendable), un par de guardabosques nos acogió para dormir en su reserva en medio de la selva, un exmilitar de la Guerra de las Malvinas nos llevó en la parte de atrás de su camioneta hasta el pueblo de San Ignacio. Los argentinos te invitan a cenar asado cualquier día de la semana (¡ché no hay drama si a la mañana siguiente toca trabajar!). ¡Y que suene la guitarra, el ritmo de cumbia y corra el Fernet!

Su sociedad

Las ciudades, compuestas por el microcentro y la miseria personificada en las villas (barriadas sin cloacas, asfalto o servicios públicos). Allí se reían cuando hablaba de la crisis en España (¡ché, los españoles en crisis son los argentinos normales de acá!). En el día a día, he visto mucha pobreza y desigualdad social. Como anécdota, la primera noche escuché un carro tirado por caballos. Un amigo argentino me dijo que se dedicaban a recoger la basura. Más tarde descubrí que los camiones de basura también hacían recogida, y estas personas a caballo recopilaban cartones, cristales y latas para venderlas por una miseria en el vertedero. Impactaba la cantidad de niños pequeños solos por las calles. Era bastante común verlos dando estampitas por la calle, y luego volviendo a recoger la estampita, o el donativo que quisieras dar. Y el alcantarillado…juzgad vosotros mismos, en las imágenes está mi calle tras una noche de tormenta.

Sirva esto no como lamento o compadecimiento, sino como valoración de nuestro privilegio y compromiso de ponerlo al servicio de aquellos que no lo tienen.

Su cultura

-El culto a la vaca entera, literalmente; se comen los chinchulines (intestino delgado), mollejas (glándula parótida y timo), la lengua, las ubres, el corazón (“anticuchos” en Perú), los riñones, el mondongo (estómago), el hígado y un largo etc. con todo lo que podáis imaginar. A destacar, el matambre a la pizza, un filete de carne con tomate y queso por encima; cuando queráis os hago uno 😉

-La cumbia, música nacional parecida al reggaeton que ponen hasta en los supermercados y bailan todos (ancianos incluidos). El tango, contra nuestra idea, sólo se baila en Buenos Aires y en ciertas zonas turísticas (el desengaño fue similar al de los extranjeros que esperan encontrar bailaoras de flamenco y toreros en cualquier rincón de España). Para quien quiera escucharlo, recomiendo el disco Lugar de Gabriella Novellino, disponible en Spotify.

-El humor y galantería del pícaro argentino (chamullero dirían allá), que no duda en decir a toda mujer que pasa sos relinda (aclaro, para el público interesado, que resultan tremendamente pesados).

-El arte urbano, con acción poética presente en cada rincón de la ciudad. Aquí un ejemplo a diez cuadras (manzanas) de mi casa.

-El cine, con películas como El secreto de sus ojos con Ricardo Darín.

-La literatura, con Rayuela de Julio Cortázar, y el mítico Quino.

Respecto al deporte, me aficioné a dos muy comunes allí: boxeo y telas aéreas. Muy recomendables. Y ya que nadie me conocía, si no me subía a un escenario en argentina… ¿Dónde lo iba a hacer?

Su Medicina

Aunque no estéis dentro de la rama sanitaria, resulta impactante la diferencia entre sistemas de salud. Los recursos son mucho menores; desconchados en las paredes, perros por los pasillos (en realidad, perros por todas partes de la ciudad), pacientes que ingresan con su ropa y no les dan un pijama o camisón del hospital, habitaciones frías con mantas viejas a los pies de la cama, alta incidencia de tuberculosis, algunos pacientes analfabetos, limitaciones a la hora de pedir pruebas como un TAC, y mucha más ciencia y conciencia a la hora de disponer de recursos (los médicos ejercen una medicina basada en personas y no en pruebas complementarias)…¡Y quien no tiene silla de ruedas, es porque no quiere! (Visto en mi hospital)

Viajes

De Argentina, he conocido: -Buenos Aires.

-Iguazú y el Parque Nacional Teyú Cuaré (un retorno a mi infancia de película de Tarzán). Aquí fue donde mi amiga y yo dormimos a la luz del fuego en una reserva natural, y a la mañana siguiente fuimos a un poblado guaraní donde los niños conocían los nombres y propiedades de cada árbol, habían hecho trampas para animales (sólo para que las viéramos los turistas), y pudimos ver el curioso contraste de casas con tejado de chapa, televisión en su interior, y gallinas alrededor.

-Bariloche, o los Alpes Suizos en Argentina. Ese viaje lo hice sola, y estuve más acompañada que nunca por completos desconocidos que en cinco minutos compartían su vida conmigo. Allí hice una ruta de unas siete horas hasta el refugio Frey, donde conocí a estadounidenses y canadienses locos por la escalada que dejaban la carrera un par de años, trabajaban de lo que podían para ahorrar y se iban a recorrer Sudamérica (propósito que antes o después, cumpliré)

-También he viajado a dedo por Uruguay, conociendo retales de vida de cada conductor que decidió levantarnos (por favor, que este texto no tenga difusión familiar). Dormí en un Eco-hostel hecho de barro, en el que prácticamente vivimos en comuna (foto de una comida en la que cada uno llevaba lo que tenía).

Y para terminar, el gran viaje por Perú y Bolivia. Catorce días conociendo sitios como…

-Las Islas Ballesta, con sus orcas y leones marinos.

-El Oasis de Huacachina

-Cuzco, donde no son tremendamente progresistas y enarbolan la bandera del orgullo gay en lo alto de la montaña (como todo turista piensa). Es la bandera de los pueblos originarios, y está presente por varios países de Latinoamérica. Y Machu Pichu, con la apasionante cultura inca y las llamas pastando a sus anchas.

-El Lago Titikaka, donde hice una excursión por las islas del lago. En la primera de ellas, los habitantes eran descendientes de pobladores originarios a los que los colonizadores habían ido expulsando de sus tierras. Como alternativa, construyeron barcos a base de totora (juncos) e hicieron de ellos su hogar, hasta que a los dos meses comenzaban a hundirse y tenían que fabricar otros nuevos. Más tarde, comenzaron a construir sus propias ISLAS a base de unir totorales y poner capas de nuevo totora cada día. En otra de las islas, me vestí con el traje típico y conviví con una familia durante un par de días. Comían exclusivamente lo que producían en la isla: papa, frutos secos, queso, y vegetales varios.

-El Salar de Uyuni: kilómetros y kilómetros de sal en todas direcciones. Paradójicamente, dos todoterrenos chocaron de frente y fallecieron 15 personas en el accidente, pude ver el monumento conmemorativo.

Anécdotas

-Con el idioma, muchas (especialmente con la palabra coger, que cada uno saque conclusiones). Tengo un diccionario argentino-castellano, del que os pongo las expresiones más curiosas: La pucha (Jope) ¡La concha de la Lora! (¡Joder!) Sos un salame/pelotudo (Eres tonto) Zarpado/copado (guay) Fachero (lindo, guapo) Que culo tenés (Que suerte tienes) Ojotas (chanclas) Campera (chaqueta) Remera (camiseta) Pollera (falda) Birome, lapicera (bolígrafo)

A modo de síntesis…

Lo bueno: todo lo relatado arriba, y lo que me queda por contar. Lo malo: vivir en una ciudad muy húmeda con múltiples alérgenos, que me deja bonitos ataques de asma de recuerdo. Consejo: conoced Sudamérica. Que no os lo cuente yo, vividlo. Sacaos la maldita mentalidad de: secundaria-bachiller-universidad-trabajo. Ahorrad un par de meses, enganchad la mochila, e id a viviros plenamente. Ya lo decimos siempre… ¡Hay que complicarse la vida!