El pasado domingo 17 de febrero, los elus de Castilla y León, junto a algunos madrileños, disfrutaron de una soleada jornada en la ciudad dorada; la capital del Tormes: Salamanca. Escenario del mayor título de la picaresca española, esta ciudad acoge a la Universidad más antigua del país y una de las más antiguas de Europa, que el pasado año cumplió su octavo centenario de historia desde que el inquieto y culto Alfonso IX fundase los estudii salmantini en 1218.
Perderse por las calles de la ciudad charra, como hicieron los elus, es la experiencia de sumergirse entre las joyas del románico, gótico y plateresco castellano. El free tour del que nosotros mismos fuimos guías dio comienzo en la Plaza Mayor, epicentro de la vida urbana y universitaria, querida por la gran pantalla y por los miles de estudiantes, nacionales e internacionales que cada tarde disfrutan de sus detalles y leyendas, sentados en su suelo siendo observados por todo un linaje histórico de reyes cuyos rostros vitalizan las monumentales paredes de la plaza.
En nuestro paseo hasta las Escuelas Mayores, aulas que fueron testigo de las lecciones magistrales de Francisco de Vitoria, Fray Luis de León y de las proclamas históricas de Unamuno (“¡Venceréis pero no convenceréis!”), nos detuvimos ante la imponente fachada de la Real Clerecía de San Marcos, templo arrebatado a los jesuitas en su expulsión y cedido a la Orden que le da nombre. Hoy, esta Iglesia acoge los matrimonios de los egresados de la otra universidad que dota de vida intelectual a Salamanca: la Universidad Pontifica, creada por orden del Papa Pío XII.
Nuestra llegada al Patio de las Escuelas supuso la inmediata búsqueda de “la rana” que habita en la fachada de la Universidad. Confiando en encontrarla para tener suerte y acabar bien los estudios universitarios, los elus no tardaron en localizarla.
Visitamos la cúpula del Cielo de Salamanca, la Casa de las Conchas, la Catedral- o mejor dicho, las dos catedrales, por si algún salmantino nos está leyendo-, El convento de San Esteban –buque insignia de los dominicos en España- la cueva del demonio y el romántico Huerto de Calixto y Melibea, donde Fernando de Rojas, que también pasó por la USAL, quiso imaginar más de un encuentro de los protagonistas de La Celestina.
Para poner fin al itinerario cultural, degustamos las bondades de la gastronomía castellana en uno de los sitios más populares de la ciudad.
La ciudad, cuya atmósfera invita al estudio, al sentir universitario y a la intelectualidad no quiso despedirnos sin mantener antes una tertulia, al estilo de Torrente Ballester en el célebre café Novelty, donde pudimos dar rienda suelta a las percepciones que nos brinda el panorama político actual, lo inédito de las próximas elecciones, los retos de la democracia, los estereotipos políticos, la libertad de cátedra y el papel que juega la Universidad como institución de referencia académica y moral en la vida política y social.
Salamanca fue parada obligada en el último viaje de Becas Europa; y es que hay muy pocas ciudades en el mundo cuyo nombre esté tan ligado a la Universidad, siendo muchos los estudiantes que pasan por ella, algunos que empezaron en 1218 siendo maestros en leyes o médicos y otros que hoy se forman en este centro y faro del saber. Presente y pasado se han fundido en sus aulas, Fray de León y Adolfo Suárez, Francisco de Vitoria y Tierno Galván, Calderón de la Barca y Ana Pastor, y Antonio de Nebrija, San Juan de la Cruz, Fray Bartolomé de las Casas, Francisco de Rojas, Luis de Góngora…muchos genios de ayer y muchos de los que lo serán mañana. Los elus, aquel domingo, pudimos respirar ese aire universitario que impregna cada rincón de sus calles.