Elus por el Mundo – Beatriz Fermina Baena
Por: ELU Admin
Soy Beatriz Fermina Baena Martín, y si tuviera que decir algo respecto a mi vida en este momento, estoy segura de que diría que estoy de Erasmus. Probablemente esto conlleve algunos pensamientos en el receptor, ideas preconcebidas sobre esta experiencia. Algunas de las cuales son ciertas, otras, a medias. Quizás la necesidad inmanente de comunicar y compartir lo que nos hace felices es lo que me hace escribir esto, así que espero hacer justicia a todo lo que me está dando esta oportunidad en este breve monólogo.
Estos dos años anteriores he cursado el grado de Filosofía en la Universidad de Granada, y ahora mismo estoy viviendo mi tercer año, tanto en la carrera como en la ELU, en Lublin (no Dublín, casi como Dublín pero con “L”), una ciudad, no muy grande y sí muy universitaria, al Este de Polonia. Para comenzar por el principio, he de decir que la decisión de venirme a Lublin fue casi totalmente aleatoria. Tenía claro que quería moverme a un país radicalmente distinto aun estando dentro de Europa, y el Este me pareció una buena opción, teniendo también en cuenta que uno de mis más grandes intereses es la II Guerra Mundial. Esta ha sido una oportunidad única para profundizar en esta zona, donde la historia se vivió de una forma radicalmente distinta, cosa que se nota en el ambiente y en su gente. Por otro lado, mi universidad aquí es la UMCS, la Uniwersytet Marii Curie-Sk?odowska, la cual me está brindando la oportunidad de aproximarme a la Filosofía desde un punto de visto más científico, ya que parte de mis asignaturas son de la carrera que aquí llaman Cognitive Science, de la cual nunca había oído hablar antes, pero que estoy disfrutando muchísimo, además de ser un reto más, intelectualmente hablando. Siempre me ha llamado más un modelo multidisciplinar de educación y considero que aquí lo estoy recibiendo. La accesibilidad con los profesores, el equilibrio entre el contenido práctico y el teórico y la novedad, que para mí es un incentivo, son razones por las que este año está siendo estimulante y beneficioso para mí a partes iguales académicamente hablando.
Sin embargo, este curso no estaría siendo tan importante sin otro sentido más allá del ya mencionado académico. Vivir en otro país requiere de una apertura maravillosa, si uno quiere empaparse de la realidad del mismo. Yo quise ir desde un inicio con esa mentalidad, con la intención de ampliar así mi empatía y enriquecer mi cosmovisión, además de hablar inglés lo máximo posible, al menos en el ambiente universitario (y quizás un poco de polaco). Estoy totalmente agradecida, porque aunque realmente vine con pocas expectativas, sólo para dejarme sorprender, ha superado, y está superando cualquier posibilidad que hubiera podido venirme a la mente.
Otro de los temas que merece la pena abordar es, por supuesto, el de las relaciones que se forman durante el Erasmus. Para mí suele ser sencillo hablar con la gente, pero aquí en un primer momento puede resultar desesperante, incluso un poco vacío, superficial, a veces hace aflorar la inseguridad, el estímulo es constante, al ser todo (todo) nuevo. Pero hay que seguir una intuición hacia lo Bello, y es que dando su tiempo se fraguan amistades muy profundas en muy poco tiempo, por las circunstancias. En concreto, es una oportunidad para conocer a gente internacional, cosa que en mi caso se ha hecho una realidad, y enriquece aún más la experiencia. Puedo afirmar con enorme alegría, que tanto de las personas que se quedarán todo el año como yo, como de los que ahora se van, ya que sólo estarán un cuatrimestre, me llevo gente muy especial, que está haciendo de mi Erasmus el mejor que podría haber resultado.
No puedo decir una cosa diferente a que recomiendo con creces a cualquier persona apostar por esto. A veces se hace un poco difícil, pero remueve por dentro, y la realidad está hecha de tal manera que, al menos para mí, algo que mueve es algo que merece la pena probar, y vivir con consciencia. Personalmente, me apasiona por diversas razones salir de mi zona de confort, y no podría haber tomado una decisión mejor que venir. He aquí mi alegato y experiencia personal en lo relativo a este año vertiginoso y a la vez reconfortante y precioso.