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Vida ELU

Encuentro de Beers & Books

Por: ELU Admin

María de Jorge, 3º ELU

El domingo 14 noviembre tuvimos en Beers & Books la reunión para comentar el primer libro de este curso: Noches Blancas, de Dostoievski. Esta novela corta, ambientada en San Petersburgo y publicada en 1848, es intensa a pesar de su brevedad, y nos dio mucho que hablar.

La conversación empezó con la presentación del autor: Fiódor Dostoievsky (1821 -1881), uno de los novelistas rusos más influyentes de occidente y de la literatura universal. Tuvo una vida marcada por el sufrimiento y la muerte, y sus obras son conocidas por explorar la psicología humana en el contexto social y político de la Rusia del siglo XIX. En cuanto al título de la obra, este hace referencia al fenómeno natural que ocurre durante el solsticio de verano en ciudades como San Petersburgo en el que el sol no se llega a poner del todo y por lo tanto la oscuridad durante la
noche no es completa.

Una vez hecha la introducción, y entendiendo mejor al escritor y de dónde viene, pudimos profundizar en la trama. Este relato narra la vida de un hombre que se presenta a sí mismo como a un soñador. Un hombre que pasea las calles de San Petersburgo y conoce de memoria sus edificios o incluso la cara de sus habitantes, pero que, a pesar de ello, no tiene un solo amigo. Sin embargo, una noche conoce a una mujer. Aquí comienza la historia.

Nuestro protagonista deja de vivir en su imaginación para conocer a Nastenka, una mujer real, de carne y hueso. Durante las cuatro noches que dura la narración, se nos presentan varios temas que tuvimos la oportunidad de comentar: la soledad y el (des)amor, los sueños y la realidad, la felicidad y la esperanza. Y es que, este encuentro del personaje principal con Nastenka (y con la realidad), le marca profundamente: «¿Y qué podré soñar entonces que sea más bello que la vida, después de haber gozado realmente aquí, a su lado, instantes tan felices?».

Sin embargo, las noches blancas acaban con una mañana, y – intentando no destripar el final – se podría decir que los personajes no acaban comiendo perdices precisamente. De manera que el protagonista, que por una parte vive en su carne aquello que ya habíamos aprendido nosotros en la ELU de que la verdadera felicidad sólo es real cuando es compartida, también se topa de frente con el sufrimiento, circunstancia inseparable del amor, de salir de sí mismo y de ponerse en juego– aunque sean tres maneras de decir lo mismo. La gran pregunta que nos deja, y que nos hacíamos el domingo, es: ¿merece la pena?

La respuesta que propone Dostoievski, una de las frases más conocidas del libro, marcó nuestra reunión: «¡Dios mío! ¡Todo un momento de felicidad! Sí, ¿no es eso bastante para colmar una vida?» Un abrazo a todos, ¡¡nos vemos en el siguiente Beers and Books!!

Vida ELU

Cuaderno de Bitácora – Retrato de una dama

Por: ELU Admin

Marta García Lamas, 3º ELU

“En lo más profundo de su alma se arraigaba la creencia de que, si una luz determinada alboreaba en su vida, ella se entregaría por completo a ella”. ‘Retrato de una dama’, Henry James.

Isabel Archer, una joven americana que hacía apenas unos meses desembarcaba en Inglaterra, se encuentra de repente con todo lo que una mujer de su edad podría desear. Es joven, atractiva, inteligente y, por si fuera poco, acaba de heredar una gran suma de dinero de su tío. Todas las puertas de la alta sociedad europea se abren para ella, pero al paso que los privilegios entran también los peligros. Isabel debe madurar, tomar decisiones y distinguir entre los verdaderos amigos y aquellos que buscan su fortuna. Y con sus decisiones, sus valores y principios se verán amenazados. ¿Resistirá? ¿Caerá? ¿Será realmente el retrato de una Dama?

Encontré esta novela en una estantería de mi casa, entre dos tomos de Jane Austen que iba buscando, con una portada preciosa y un buen número de páginas. ‘Retrato de una dama’, leí en el lomo, de Henry James. Ya había leído antes algo de Henry James, aunque no me había fascinado. Pero el título me llamó la atención, y era una de esas ediciones que no incluye una sinopsis en la contraportada. Así que lo cogí, sin saber en qué nueva historia me estaba
adentrando. No voy a hacer spoilers de ningún tipo, pero la pregunta que me rondaba durante los días que tardé en leerlo era constante, ¿cómo sería ese retrato de una dama? ¿Cómo sería esa mujer para ser considerada el retrato de una dama?

No es raro encontrar novelas en las que la heroína es o bien una ingenua con una gran sensibilidad a la que mangonean todos los demás personajes, o una especie de “mujer de hierro” que no se deja mangonear pero que carece de cualquier tipo de sensibilidad o feminidad. Casi parece que una mujer no puede ser fuerte, inteligente, divertida, atractiva y preocuparse por estar guapa y ser elegante al mismo tiempo. O es boba o es fría. No significa
que ocurra esto con todas las heroínas, tenemos a Elizabeth Bennet o a Emma Woodhouse, por ejemplo; pero es un modelo de joven cada vez más común en las nuevas novelas.

Bien, puedo asegurar que Isabel Archer no es ni lo uno ni lo otro, y es verdaderamente el retrato de una dama. Una mujer que, sin adelantar nada de la historia, es atractiva y sabe resaltar su belleza natural, es inteligente, intrépida, educada, elegante y virtuosa. Una mujer que se hace responsable de las consecuencias de sus decisiones, la llevan estas a donde la lleven. Una mujer que no huye de sus deberes cuando aparecen las complicaciones, sino que se mantiene firme en sus obligaciones. Una mujer que no abandona sus principios ni sus valores ante el primer signo de contrariedades. Una mujer que es, al final, la imagen y el modelo de lo que toda mujer debería ser. El retrato de una dama.

Por lo tanto, aquí tenemos un primer y gran motivo para aventurarse con esta novela. Porque todos tenemos modelos, guías y referentes para todas las cuestiones de la vida, seamos o no conscientes de ello, y es de persona inteligente aprovisionarse de buenos modelos. Pero no es solo eso. Porque en Retrato de una dama encontramos también una serie de lecciones muy útiles en la vida. Sobre la elegancia, el amor, la responsabilidad…

Como diría Galadriel “Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado”, así que puestos a dedicar tiempo a leer, vamos a dedicarlo a los buenos libros que elevan el espíritu y las miras.

Vida ELU Cuaderno de Bitácora – Una mente terriblemente sensible

Cuaderno de Bitácora – Una mente terriblemente sensible

Por: ELU Admin

Berta Coll, 3º ELU

Hoy quería hablaros brevemente de uno de mis primeros amores literarios, la escritora neozelandesa Katherine Mansfield. Virginia Woolf — ¡una y otra tuvieron una relación de amor odio muy interesante! — la describió como “a terribly sensitive mind”, y es totalmente cierto, pero Mansfield era mucho más que eso: era unos ojos puros; era una forma sencilla y lúcida de apreciar la vida; era un nervio creativo, sumamente autoexigente a la hora de escribir.

Escribió sobre todo cuentos y, de hecho, es conocida especialmente por su innovación en el género del relato breve. Los cuentos de Mansfield no son historias lineales, con un principio y un final y con un clímax fácilmente detectable, sino pequeños retratos de escenas vitales aparentemente intranscendentes. Actualmente, esa técnica literaria nos puede parecer habitual, incluso poco original, porque la literatura y el cinema han tirado mucho hacia aquí. Sin embargo, en la época de Mansfield eso supuso una revolución artística, y ella fue una de las pioneras que la lideró. Mansfield retrata la vida tal como viene, tal como es, y presta muchísima atención a los pequeños detalles, a los sonidos y colores del mundo, a las sensaciones psicológicas de sus personajes. Algunos críticos la han etiquetado como “impresionista”, pero es importante remarcar que sus obras trascienden la mera plasmación de un instante: en el fondo de sus personajes, se esconde una verdad terriblemente impactante. Al leerla, no es extraño tener la sensación de que sus cuentos esconden la vida misma, de que son la vida misma.

Por desgracia, murió con solo 34 años y, por lo tanto, no tuvo demasiado tiempo para escribir. Sin embargo, todas sus recopilaciones de cuentos —In a German Pension (1911), Bliss and Other Stories (1920), The Garden Party and Other Stories (1922), The Doves’ Nest and Other Stories (1923), Something Childish and Other Stories (1924)… — fueron aplaudidas por la crítica y, sobre todo, por el conjunto de lectores ingleses.

Con respecto al estilo literario, me gustaría destacar el gran ritmo de la lengua de Mansfield. De adolescente, la escritora estudió música de forma intensa, y eso se refleja en la musicalidad de sus palabras. En su Diario, cuando comenta el texto de otro escritor, escribe: “Good lines! And another example of the choice of the place of words. I suppose it was instinctive. But ‘fruitful’ seems to be just where it ought to be, to be resolved (musically speaking) by the word ‘barren’ One reads ‘fruitful’ expecting ‘barren’ almost from the “sound-sense.”

Si tuviera que recomendaros una de esas colecciones, seguramente elegiría The Garden Party and Other Stories: se trata de una obra de madurez literaria y los cuentos que incluye son representativos de su estilo y de su técnica. De todos los cuentos de The Garden Party and Other Stories, mis tres favoritos son “Mr. and Mrs. Dove”, “Her First Ball” y “Bank Holiday”.

Vida ELU

Cuaderno de Bitácora – Diario de un seductor

Por:

Belén Gundín, 1º ELU

En 1843, el filósofo danés Søren Kierkegaard (1813-1855) publica Diario de un seductor. Podríamos pensar que el sugerente título nos desvela la totalidad de la obra. Sin embargo, ya en el prólogo se nos advierte de que lo que tenemos entre nuestras manos no es lo que típicamente nos esperaríamos encontrar asociado a un diario. Si bien es cierto que, en un plano más superficial, el libro recorre las estrategias de Juan para seducir a Cordelia, éste va mucho más allá y profundiza en cuestiones universales como el amor y el encuentro. Es la preocupación por estos temas la que verdaderamente impregna toda la obra y conforma el hilo conductor.

Diario de un seductor no es una novela que se reduzca a la mera acumulación de hechos en un eje de causalidad, articulados para apuntar hacia un final como único propósito posible. Se trata más bien de una ventana hacia el complejo mundo interior del protagonista, un ser que vive en un monólogo interior tan incesante que lo aleja de la realidad que lo rodea. Desde nuestra condición de lectores, asistimos a un escenario empapado de reflexiones y constantes debates morales del que, sin tener poder sobre la acción, somos partícipes. Kierkegaard ahonda, a través de la figura de Juan, en los sentimientos más íntimos del ser, exponiéndolos con una riqueza prodigiosa.

Por otra parte, esta obra nos adelanta el peligro del esteticismo y de poetizar la realidad hasta el extremo: tener una vida vacía de encuentros. Muestra cómo la utilización del mundo en búsqueda de una sensación de exaltación estética nos conduce hacia la vertiginosa pérdida de la alteridad. Además, otra característica que destacaría de Diario de un seductor es el cuidado con el que está escrito que queda reflejado en la gran variedad de vocabulario y referencias literarias. La destreza artística del autor lanza la obra hacia un espacio que se escapa del territorio propio del diario y que nos involucra. Así, a medida que avanzamos en la lectura, sentimos impotencia por no poder evitar un final anunciado, disputas internas acerca del significado del amor o, incluso en algún momento, miedo a vernos reflejados en el protagonista.

Personalmente, este libro que me regaló el Módulo 2 me ha ayudado a aterrizar las ideas que hemos ido descubriendo durante el curso. Realmente ha conseguido que me sienta parte de la Gran Conversación, y por ello, os invito a leerlo y a dejaros sorprender por todo lo que esta obra tiene que contar.

“¿De dónde procede todo esto?… ¿De la rica unidad de tu ser o de la pobre complejidad del mío?… ¿Amarte, no es tal vez amar un mundo?.”
Diario de un seductor, S. Kierkegaard

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Lecturas para un tiempo único

Por:

Nos ha tocado vivir un tiempo único. Cada tiempo lo es -y sus coetáneos así lo sentimos y manifestamos-; lo es cada historia humana, cada biografía… pero eso no quita que, sin duda, este 2020 esté sorprendiendo a la humanidad. Nos ha situado ante las preguntas radicales de la existencia de un modo abrupto y peculiar, pues al hacer aguas una aparente seguridad; ante el sufrimiento y la incertidumbre prolongada, no puede sino florecer lo fundamental. Y como hemos podido comentar a lo largo de este curso en el módulo de Grandes Libros y en otras ocasiones, son precisamente esas cuestiones eternas de la existencia las que abordan las grandes obras literarias.

Por ello, y también de cara a las iniciativas que comenzaremos el próximo curso, – Cuaderno de Bitácora y el club de lectura Beers & Books- queríamos sugerir brevemente algunas lecturas de obras clásicas para este periodo de verano. Lecturas de distintos periodos con las que se puede establecer un diálogo en torno a cómo vivir.

En un contexto como el nuestro, ¿a quién no le gustaría conocer la verdad de una cuestión inquietante que está acabando con la vida de personas? Puede que conocerla suponga un cambio en el trascurso de tu biografía, que conlleve la confirmación de un destino marcado, pero, ¿puede la verdad supeditarse a ello? Le preguntamos a Edipo Rey, de Sófocles, del siglo V a.C. Del mismo poeta trágico, con una temática diferente ­-ser hija, ser ciudadana, obedecer o no las leyes, etc.-, recomendamos Antígona, que además será representada en los próximos días en el Festival de Teatro Clásico de Mérida.

¿Puede alguien llevado por su ambición acabar destruyéndose a sí mismo y a los de su alrededor? Macbeth de Shakespeare -el aclamado escritor al que Harold Bloom situaba en la cúspide de los literatos- profundiza en el tema en esta famosa y oscura tragedia del XVII. También lo hace varias centurias después y con una historia diferente Albert Camus en Calígula (1944), quien, tras perder a alguien querido y quedar desprovisto de un fin que pueda orientar su existencia, se convierte en un tirano para quien la vida de otros y la propia carece del más mínimo valor.

Por otra parte, el primer fin de semana de la ELU de este curso contamos con la ponencia de José Manuel Mora Fandos que llevó por título “El placer de leer”. El profesor y escritor comenzó su exposición partiendo de Primer amor de Iván Turguénev, obra que nos recomendó. Publicado en 1860, es el relato en primera persona del proceso de enamoramiento del que cae presa un adolescente por una joven princesa, y toda la vivencia que conlleva. De un tema similar, sugerimos la lectura de la famosa obra de Jane Austen, Orgullo y prejuicio (1813). La escritora inglesa -experta en desarrollar de forma delicada la psicología de sus personajes- presenta al lector varios procesos de enamoramiento en las hermanas Bennet, siendo el de Elizabeth y el señor Darcy el que ocupa el papel central por su búsqueda de la virtud y la felicidad en la relación, después de un inicio marcado por los vicios que dan título a la obra.

¿Alguna distopía clásica que nos permita adentrarnos en situaciones irreales, pero a veces más cerca de la realidad de lo que nos gustaría? Podemos recomendar tres títulos, publicados respectivamente en 1932, 1949 y 1953, en medio de un contexto convulso como es el siglo XX: Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Estas obras abren los ojos a la necesidad de desarrollar un pensamiento crítico y nos hacen descubrir los métodos de control de la sociedad; siendo precisamente uno de los más importantes el privar de la lectura.

Y concluimos con el tema del tiempo, pues estamos llamados a vivirlo como kairos, como el tiempo oportuno en el que algo importante sucede. También en el verano, en el descanso. Nuestra vida está en juego.

¡Buenas vacaciones!