“Hacer memoria para ser libres. Volviendo al principio”
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Contra todo pronóstico, el 13, 14 y 15 de noviembre de 2020 hubo fin de semana de la ELU. Y fue, no solo por las circunstancias que le rodean, sino también por los temas tratados, muy especial. Porque… ¿En qué otro lugar se reúnen 140 personas desde sus casas un viernes por la tarde para hablar sobre la verdad?
Gracias al trabajo incansable del comité del fin de semana, profesores, mentores y responsables, salió todo bien (y lo que no, aprendimos a solucionarlo, cosa que también dice mucho de todos). Además, gracias a la actitud de los asistentes hacia este atípico evento, la chispa se mantuvo viva durante todo el tiempo. Pudimos volver a conectar y mantener viva la red ELU de la cual todos formamos parte.
Viernes por la tarde
Ponencia de Isidro Catela: “Tu Verdad no: La Verdad, y ven conmigo a buscarla”
A las 18:30h del viernes todos los ELUs asistentes nos conectábamos a través de la plataforma Zoom a la que era la primera ponencia de este primer fin de semana del curso 2020-2021. Así, Isidro Catela comenzaba la reunión con un fragmento de la cita de Antonio Machado presente en “Nuevas Canciones”, en el poema LXXXV: “Tu Verdad no: la Verdad, y ven conmigo a buscarla, la tuya guárdatela”.
El ponente dividió la ponencia en tres partes: ideas introductorias, la posverdad y la Verdad en la Universidad. Así, empezaba la conferencia haciendo hincapié en la importancia de mantener una actitud de búsqueda, saber salir de uno mismo y vivir al otro: “tú existes y desde ti yo me pienso”; idea presente y recordada a lo largo de nuestra estancia en la ELU, que no por ello deja de ser relevante. Más adelante, Isidro Catela proseguía con la importancia de la elección de los compañeros de camino y de aprender juntos, de manera que las distintas ideas se contrapongan y desarrollen en un camino conjunto hacia la Verdad, rechazando el relativismo moral.
En su segunda parte, la ponencia continuaba con la actual idea de la posverdad, que se define como la mentira emotiva, una distorsión deliberada de la realidad. En un contexto social actual en el que existen tantas “fake news”, debemos ser capaces de llegar a los hechos y no quedarnos en los relatos. Es de vital importancia hacerse conscientes de los sesgos cognitivos que nos limitan a cada uno de nosotros para no caer en la manipulación por parte de los medios. Es en este punto donde se llegaba a la idea central de la ponencia: la importancia de la búsqueda de la Verdad en nuestro día a día. No obstante, no es suficiente con llegar a una verdad, sino que es clave que hagamos vulnerable aquello que consideramos verdad, lo sabido, porque debemos estar abiertos a percibir una nueva perspectiva o visión de la misma. Como la verdad no admite sustituto útil, es de vital importancia que no cerremos nuestra percepción, ya que corremos el riesgo de quedarnos estancados en una equivocación.
A raíz de la ponencia surgían varias preguntas, tanto las realizadas al ponente como las presentes en los grupos de trabajo. Algunas de ellas planteaban las siguientes cuestiones: ¿Por qué tender a la inmortalidad si el sentido de la vida, la tensión que nos mantiene en movimiento, se encuentra en la finitud? ¿Cómo combatir la posverdad en la actualidad? Y en los hechos ya pasados de la Historia, ¿cómo no quedarse en el relato?
La búsqueda de la Verdad es el primer pilar de la Universidad, aquel por el que nuestra tan amada institución es creada, y como tal es necesario recordar su importancia. De ahí la relevancia de tratarlo en este primer Fin de Semana, pues es preciso seguir en el camino de la búsqueda de la Verdad, mantenernos abiertos para seguir aportando sentido a nuestra experiencia universitaria. Al fin y al cabo, “una vida sin Verdad no merece ser vivida”.
Actividad de integración
Como todos bien sabemos, una de las grandes riquezas de la ELU es conocernos entre nosotros. Si normalmente es muy difícil no perderse a nadie, este fin de semana la interacción con los demás ELUs, sobre todo aquellos a quienes todavía no conocíamos, suponía un gran reto. Sin embargo, pese a la dificultad presente, como alumnos nos supimos reinventar diseñando nuevas actividades de integración, radicalmente diferentes por ser de manera telemática. Hubo especial hincapié por parte de los integrantes del comité por apuntarse a estas las dos actividades propuestas. Este fin de semana, más que nunca, necesitábamos vernos y disfrutar los unos de los otros, aunque fuese a través de una pantalla. Las dos actividades de la noche, que esta vez se realizaron el viernes en vez del sábado, consistieron en un ”escape room” por equipos y un bingo colectivo.
A las 22h del viernes dio comienzo la actividad del ”escape room”, para la cual nos dividimos por equipos de unas seis personas formados aleatoriamente. Para aumentar la interacción, se crearon varias salas para chatear con las personas del grupo a través de canales de la plataforma Discord. Además de los mensajes, la plataforma daba la posibilidad de hacer una videollamada, con objeto de conocernos mejor y poder realizar la actividad de manera más coordinada. Fue muy divertido poder pensar juntos y de manera original para resolver los distintos acertijos que se iban proponiendo, y una oportunidad magnífica de poder vernos las caras, aunque fuese a través de una pantalla.
Después, solo para los más despiertos -ya que parece que el confinamiento ha acabado con nuestra capacidad de aguante-, empezaba el bingo a las 23:30h. Para ello, se asignó un cartón aleatorio a cada jugador y en una videollamada colectiva se fueron sacando y cantando los números. Tras muchas casillas marcadas y creciente expectación, Pablo Yániz (2º) cantó línea. Minutos después, Lucía Hidalgo (2º) cantaba bingo, coreado con aplausos y caras de decepción por los más competitivos. Tal y como desde el comité se había prometido, ambos alumnos serán galardonados con… ¡unas fantásticas mascarillas de la UFV! El comité detectó con anterioridad que la demanda era mayor para el envío de unos bolígrafos de la universidad, pero están tan cotizados que la petición fue rechazada.
Pese a la realidad que se nos presenta, gracias a estas dinámicas supimos mantener lo importante: mantenernos juntos, seguir disfrutando y seguir conociéndonos los unos a los otros.
Sábado por la mañana
Ponencia de Armando Zerolo: “Universidad en relación con la Verdad”
“Cuando el sujeto entra en relación con un objeto, si la relación es verdadera, surge la Verdad”. Con esta frase comenzaba Armando Zerolo su ponencia en la mañana del sábado, la cual tuvo la gran amabilidad de regalarnos. El ponente prosiguió con la idea de que la realidad nos incumbe y por tanto no es ajena al sujeto. Se crean uniones y lazos con ella que nos permiten hallar un sentido y encontrar la verdad en dicha relación. Debe haber cierta polaridad, cierto flujo, entre lo que somos y los demás, el mundo y nuestra circunstancia. Así, se contrasta la legitimidad de la famosa cita de nuestro querido Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia”.
De esta manera, la Verdad no es algo que pesa y molesta, sino algo que libera, una experiencia salvífica. Al principio, la polaridad de esta relación con lo externo puede suponer una contradicción si se da de manera equivocada. Dos posturas principales que nos alejan de una buena relación con la realidad son el constructivismo y el objetivismo y por ello nos alejan de la Verdad. La primera de ellas afirma que “yo construyo mi verdad”. Sin embargo, la persona que sigue esta dinámica se convierte en ese niño que rompe sus juguetes porque, aunque intenta establecer esa relación con ellos, no sabe cómo utilizarlos.
La Verdad no se hace inmediatamente visible, sino que está velada y por ello hace falta una técnica que trabaja más allá de la primera experiencia. No obstante, pese a que la realidad no sale de nosotros, sí que tiene que ver con cada uno de nosotros porque supone una relación del sujeto con el objeto conocido.
Tampoco debe uno caer en el olvido del sujeto, el cual ocurre en la otra principal postura equivocada: el objetivismo. En él se da un rechazo a la experiencia subjetiva, de forma que se intenta imponer la realidad, sin importar el sujeto en cuestión. Lo vemos, por ejemplo, en aquel profesor que todos tenemos en mente que se limita a dar información y no tiene en cuenta a los alumnos que tiene delante los cuales son, al fin y al cabo, los que debieran establecer una relación con esa realidad.
También se trataron otros métodos equívocos, como el ambientalismo, que consiste en la creencia de que todas las conductas son influenciables hasta el punto de llegar a condicionarlas. Esta postura tendría como consecuencia no poder ser ni hacer a nadie responsable de sus actos, pues todo se basaría en las circunstancias pasadas que habrían influido totalmente en su comportamiento. La postura contraria tampoco sería correcta, puesto que afirmaría que el ser humano tiene una preferencia moral innata hacia lo bueno y disgusto hacia lo malo, y que por tanto llevado al extremo significaría que la persona es ajena a las circunstancias.
Ante este gran abanico de opciones, Armando Zerolo propone una síntesis: la Verdad es una relación. Tal y como afirma Romando Guardini en “Mundo y Persona”: “La persona está destinada por esencia a ser el Yo de un Tú”. Así, el aula es este umbral que da pie a la relación, de ahí la presencia de la Verdad en la Universidad. Uno no conoce la verdad hasta que no siente que se quita un peso de encima, y por ello la experiencia de Verdad es una experiencia salvífica. El ponente, de manera muy acertada, concluía su ponencia afirmando que: “La Verdad da esperanza para que la persona pueda vivir en el mundo”.
Como de costumbre, la ponencia invitaba a hacernos preguntas, algunas de ellas eran las siguientes: “¿cómo se puede utilizar el lenguaje, que es arbitrario, para referirse a la máxima expresión de la objetividad?” o “¿Cómo convencer a alguien de que es mejor vivir en la verdad que ser feliz en la mentira?” Ante esta pregunta tan común y tan esencial, Armando Zerolo respondía que no se debe negar el dolor de la Verdad sino ahondar en ella, pero nunca hacerlo solo. Solo así se vive la experiencia salvífica de la Verdad. Tras esta magnífica ponencia, nos dirigimos, de manera virtual, a los grupos de trabajo, donde se plantearon muchas más preguntas. De esta manera, seguimos buscando la Verdad, y lo hicimos de la única manera posible: juntos.
Encuentro con profesores
A las 13h, los ELUs de distintos cursos nos reunimos con nuestros profesores de los módulos 1,3 y 5, además de con los coordinadores de los trabajos finales.
En este encuentro se resolvieron dudas, se plantearon temas para tratar en cada módulo y se presentaron las tareas finales. Un encuentro muy fructífero para renovar la ilusión y las ganas de trabajar.
Sábado por la tarde
Ponencia de Ruth de Jesús: ‘’Las tensiones que me forman y deforman’’
Sábado, 16:00h. Más de 100 ELUs conectados para escuchar la conferencia que esta experta en Psicología, Educación y Pedagogía daba. Siguiendo la línea argumental del fin de semana, hablamos de aquello que nos hace ser quiénes somos.
Ruth de Jesús comenzó la conferencia hablando sobre las diferentes dimensiones del ser humano. Se describen las dimensiones biológica, psicológica, social y espiritual. Es decir, tenemos un cuerpo material que reacciona frente a lo que le rodea según unas circunstancias concretas. Además, se une la conciencia de la existencia y la trascendencia de esta.
La visión íntegra del ser humano debe comprender estas dimensiones, ya que quedarnos con una sola parte supondría una visión reduccionista sobre nosotros mismos. Según la ponente, necesitamos integrar todas estas facetas de nuestra existencia. Todas estas ejercen una fuerza en nosotros y buscan un bien en concreto. Se nos planteaba la siguiente pregunta entonces: ¿qué bien es más importante?
Para poder ordenar los bienes de cada una de las facetas, necesitamos dirigirnos hacia una fuerza que nos inspira. Según este ideal o sentido de nuestra vida, aportamos un valor a la realidad, que nos hace aceptarla o rechazarla. Pero, ¿es todo sentimiento? Ruth de Jesús propuso a la razón como herramienta que necesitamos para valorar conscientemente a nivel personal aquello que nos sucede o percibimos. Un ejemplo fueron los prejuicios. Estos son un posicionamiento antes de un juicio consciente. Pueden ser trabajados racionalmente y someterlos a una comprensión para elaborar un juicio. Por tanto, la razón nos permite ordenar los diferentes bienes hacia la Verdad de nuestras vidas. Y la Universidad nos enseña a valorar la realidad desde distintos ámbitos.
No obstante, este ideal no es un ideal perfecto. Tenemos grietas, pero nos pueden ayudar. La ponente nos lanzó la idea de la grieta como don: ¿cómo me puede ayudar algo que aparentemente me limita? Sabiendo nuestros límites y cómo me distorsionan somos mucho más libres porque podemos dirigir nuestros actos hacia la Verdad, pero desde la comprensión de nosotros mismos.
Los grupos de trabajo reflexionaron sobre esta maravillosa conferencia. Dieron vueltas alrededor de lo ya dicho, planteando nuevas preguntas y aclarando aquellas que se podían. Preguntas sobre el sentido de la vida, sobre las grietas y limitaciones de los seres humanos desde una perspectiva personal. Esta conferencia nos ayudó a conocernos a nosotros mismos y al otro de una manera nueva y especial: desde la Verdad de cada uno.
Domingo por la mañana
Ponencia de Javier Mula: ‘’ El servicio a la sociedad, el fin de la formación del universitario
Última ponencia de este fin de semana tan atípico. Se nos plantea el cuarto pilar de la universidad de la mano de Javier Mula. Una vuelta a conectar con el verdadero fin de la formación universitaria.
Se empezó la conferencia planteando la existencia del ser humano en relación. Siempre nos definimos en relación a la existencia del otro. En palabras del ponente, “no existe un yo sin un tú’’. Por tanto, la sociedad es una trama de relaciones extraordinarias entre las personas. Pero no solamente eso, sino que también somos en relación con el medio. Lo transformamos para poder sobrevivir en él. ‘’Somos en relación con el otro y con lo otro’’.
Por tanto, en la universidad se debe preparar a personas que entren en relación con la sociedad y sean capaces de transformarla. Es decir, prepararles a los alumnos para ejercer un liderazgo en lo más positivo y pongan sus conocimientos al servicio de un bien para la sociedad. Esta sociedad que entendimos como trama de relaciones configuradas en el ‘’yo-tú’’ donde todos necesitamos unos de otros.
Pero, ¿qué es servir a la sociedad? Javier contestaba diciendo: ‘’Servir a la sociedad es hacer cada día lo que tengo que hacer’’. Es decir, comprometernos con aquello que tenemos que hacer y llevarlo a su máxima plenitud. Esto es amar a algo o alguien. El amor nos liga a las cosas porque descubrimos que las necesitamos existencialmente, y el acto de amor básico es la voluntad. Por tanto, debemos comprender el sistema de ideas imperante y ubicar nuestra profesión en la trama de relaciones para ponerla al servicio.
El pensamiento se plantea entonces como medio constitutivo para defender la Verdad yendo más allá, luchar contra los totalitarismos y por nuestra libertad. No debemos transformar lo que las cosas son a lo que queramos que sean, sino, descubrir la verdad que en ellas se esconde.
Así, terminamos el ciclo de ponencias que giran en torno al tema ‘’La libertad como motor de la historia’’. Debemos dar las gracias a todos los ponentes que dedicaron su tiempo para formarnos y descubrirnos algo más sobre la Verdad que nos rodea.
Asamblea
El broche final lo puso la Asamblea. Moderada por Laura Llamas y Juan Serrano, nos reunimos todos los ELUs para poner en común aquellas inquietudes que el fin de semana nos dejó. Salieron dudas, debates, reflexiones y experiencias preciosas, que hicieron que un fin de semana tan especial dejara tan buen sabor de boca. Sentirnos tan cerca unos de otros, compartiendo y escuchándonos fue una maravilla.
Para terminar, se explicó la nueva iniciativa de la Mención Honorífica para poner en común los proyectos que se desarrollen por los alumnos de la ELU. Así, se puede participar y crear nuevas ideas todos juntos, ampliando y afianzando la trama de relaciones extraordinarias de la que todos formamos parte. ¡Ánimo!
Natalia Aldaba y Marta Morcillo