Heidelberg

Vida ELU

Elus por el Mundo – Paula López

Por: ELU Admin

¡Hola! Soy Paula López, de cuarto de la ELU. Desde septiembre tengo la gran suerte de estudiar Medicina en la universidad Ruprecht Karl de Heidelberg. No pensé que cuatro años después de visitar esta ciudad con Becas Europa, se fuera a convertir en mi hogar.

Esta ciudad estudiantil situada en el sur de Alemania cuenta con la universidad más antigua de país. El campus se encuentra esparcido por toda la ciudad lo que hace que vayas donde vayas te encuentres con muchísimos estudiantes. Su gran prestigio atrae a multitud de jóvenes de distintas nacionalidades. Me atrevería a decir que este es uno de los ingredientes que la posiciona en la mayoría de los tops 5 destinos para irte de erasmus y que también puede ser la causa de que mis avances en inglés hayan sido mayores que en alemán.

Tengo que confesaros que en el momento de irme tenía un poco de miedo. Alemania como destino Erasmus va acompañado de muchos prejuicios, que para bien o para mal, nada tienen que ver con los de otros destinos europeos. No puedo estar más contenta con mi sí y, además, a toro pasado, me doy cuenta de que poco importa el destino, porque más que nombre de ciudad, esta experiencia lleva el nombre y apellido de todas las personas que te acompañan en este camino.

A nivel académico además de un gran reto personal, ha sido una grandísima oportunidad no solo para aprender alemán sino para conocer la parte más práctica de la Medicina. Muchas menos horas de clase teórica y más práctica activa caracterizan la enseñanza médica en el país. He podido asistir durante dos semanas a cirugías en las que más que una estudiante he sido una residente.

A pesar de llevar ya seis meses viviendo aquí no me sentía preparada para recibir visitas. Me sigue quedando mucho que profundizar en la historia de Alemania y muchos lugares que conocer en Heidelberg. Sin embargo, para mi sorpresa, cuando tuve que enseñar la ciudad, lo que se me venían a la cabeza eran innumerables anécdotas. Me ha gustado descubrir que he hecho la ciudad mía. Que no he pasado por ella como si fuera algo ajeno a mí, sino que yo ya no me entiendo sin este lugar. Y esto no hubiera sido posible sin los amigos que me han acompañado. Tenemos nuestro bar, nuestro kebab de confianza, nuestra sala en la biblioteca, nuestra mesa en la mensa, nuestro camino de siempre. Sabemos reconocer las bicis buenas (sin este medio de transporte esta ciudad no sería ella) y el heladero de la Hauptstraße es amigo nuestro. 

Los amigos alemanes han tardado en llegar. Hay que tener paciencia. Es difícil pero no imposible. Sus planes son muy diferentes de los nuestros. Quedar a cocinar cuando conoces a alguien es algo muy normal (os recomiendo que os compréis calcetines bonitos). Las caminatas son otro tópico de los planes alemanes. Y no nos olvidemos de las fiestas de la cerveza.

Me ha encantado descubrir la importancia que tiene la cultura en nuestra construcción como personas. El valor de la familia, el sentimiento de pertenencia, la presencia en las calles, los valores cristianos que impregnan nuestra sociedad me hacen darme cuenta de que esto que aprendí en casa no es algo tan común fuera de ella. Aún así he podido experimentar que da igual si eres americano, checo, francés o español, porque nuestras preocupaciones son muy parecidas. Rodearnos de personas que nos quieran y buscar algo que nos apasione.

Me quedan todavía otros cinco meses viviendo fuera. Y no me puedo ni imaginar lo que se me tiene preparado. Ojalá siga teniendo la primera ilusión con la que llegué y que se respiraba en la ciudad. Estar abiertos a cualquier plan y a conocer a todos. En estas últimas líneas solo me queda dar gracias a mi familia en Heidelberg. Especialmente a Bego y a Laurita.

 No dudéis en escribirme para cualquier cosa que necesitéis. ¡Es una oportunidad única!

Bis bald!!  ¡Un abrazo!

Paula.

Vida ELU

Javier Reig recibe una de las Becas La Caixa

Por:

Javier Reig, 4º ELU

¡Buenas a todos! Soy Javier Reig, físico (el 14 de julio cuando presente el TFG) por la Universidad de Valencia. Me han pedido que escriba contando mi experiencia con las Becas La Caixa, pues hace dos semanas me enteré de que me la habían concedido, fue un subidón y un regalo.

En primer lugar, os contaré mi experiencia en la Universidad, pues la evaluación de estas becas parte principalmente de ésta. Decidí estudiar física porque me atraía entender cómo se comporta la naturaleza desde un punto de vista fundamental. Como en todas las carreras, había asignaturas duras y menos interesantes. Pero, a partir de segundo y tercero, empecé a disfrutar de cuántica, campos, relatividad, nuclear o física estadística. Me reafirmé en mis ganas de investigar, así que en cuarto decidí colaborar en el departamento de Física Teórica junto a Gabriela Barenboim. Con ella descubrí lo interesantes que son los neutrinos. Estas partículas son los únicos fermiones fundamentales sin carga. Además, son leptones, por lo que no sufren la interacción fuerte. El propio Pauli, que los postuló como un remedio desesperado par salvar el principio de conservación energía-momento en los decaimientos beta, pensaba que debido a lo poco que interaccionan con la materia nadie iba a poder detectarlos. Pero la tecnología, como siempre al servicio de la curiosidad humana, lo logró. Sus propiedades no paran de sorprendernos. La observación de las oscilaciones de neutrinos ha confirmado, en contradicción al Modelo Estándar, que tienen masa. Los neutrinos son la evidencia más clara de que hay más física más allá del Modelo Estándar, su estudio nos puede ayudar a entender muchos de los enigmas más fundamentales del universo, como por ejemplo la asimetría materia-antimateria. El tiempo de los neutrinos es ahora y su estudio es verdaderamente fascinante.

Es precisamente para seguir estudiando los neutrinos desde un punto de vista teórico, pero también con conexión con los experimentos, para lo que solicité la beca La Caixa. Y la solicité para una ciudad que a muchos de vosotros os sonará, Heidelberg. En el viaje de Becas Europa me enamoré de esta ciudad que me acogerá los próximos dos años.

Respecto al proceso de las Becas, se compone de dos partes. En primer lugar, una preselección donde seleccionan a los estudiantes dependiendo de su currículum, su proyecto, expediente y las cartas de recomendación y motivación. Después de pasar esta fase (que pasaban 240) hicimos una entrevista online con un comité y de ahí ya pasamos los 120 becarios. El proceso es largo y se hacían largas las esperas hasta que salían las listas (como con Becas Europa) pero merece totalmente la pena. Estoy muy contento de poder seguir formándome con el respaldo de estas becas y qué mejor que hacerlo en Heidelberg. Si alguno se quiere presentar otro año y tiene alguna duda que no dude en escribirme. Y si pasáis por Heidelberg, dadme un toque. Cuidaos y cuidad.