California

Vida ELU

ELUS POR EL MUNDO – ÁNGEL HONRUBIA

Por:

¡Hola a todos! Soy Ángel Honrubia Rodríguez, estudiante de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Carlos III de Madrid y, desde septiembre, estoy viviendo una experiencia que está marcando un antes y un después en mi vida como estudiante de intercambio en la Universidad de California Irvine. Al tomar la decisión de venir aquí, no solo lo hice por un motivo académico, sino también para sumergirme en un entorno que me permitiera crecer de manera integral, profesional y personalmente. Lo que he descubierto aquí es un lugar donde la innovación y el aprendizaje se dan la mano con la práctica, donde cada día es una nueva oportunidad para desafiarme a mí mismo y explorar nuevas formas de pensar y hacer.  

Como todos sabéis en Estados Unidos la manera en que se aborda la educación es radicalmente distinta. No se trata solo de teoría la cual sin duda es muy importante, sino de transformar lo aprendido en soluciones prácticas. Al fin y al cabo, ese es el trabajo de un ingeniero, proyectos que estoy realizando como el diseño de aviones o vehículos submarinos conecta la creatividad con la resolución de problemas reales. Este enfoque me ha permitido conectar con mi vocación y poder ver el resultado del trabajo de estos años para construir una base de conceptos sólida. Cada vez que trabajo en un proyecto o participo en un debate con mis compañeros, me doy cuenta de que la verdadera esencia de lo que aprendo no está en los libros, sino en cómo soy capaz de usar ese conocimiento para afrontar los desafíos del presente y futuro desde una nueva perspectiva y la importancia de la colaboración.  

Es esto lo que realmente hace que esta experiencia sea única, las personas que conoces en el proceso. Tanto los españoles que también están de intercambio como los internacionales y los que viven aquí, son una parte esencial de cada día. Cada conversación, cada proyecto, cada viaje, me ha mostrado lo valioso que es compartir ideas, tiempo, opiniones y las cosas que te gustan. Por supuesto sin olvidar a la familia y todos los amigos que siguen en España a los que aprovecho para mandar enormes GRACIAS por acompañarme en este gran año y hacer que todo funcione a la perfección. Sin duda esta experiencia también es de todos vosotros que habéis respondido con un sí a esta gran oportunidad en la que me aventuré el año pasado, toda esa energía, consejos y aprendizaje sin duda es esencial para sacar lo mejor de cada situación. Y es que en parte la experiencia de la ELU es esto, una gran comunidad en la que todos contribuimos a crear un ambiente en el que todos crezcamos.  

Pese a esa seguridad que tenía yo de que esta oportunidad iba a ser fuente inmensa de bien, la incertidumbre es algo inherente a esta experiencia debido al gran cambio que supone. Algo que en principio parece malo, se ha convertido en una parte fundamental de este proceso ya que salir de la cotidianeidad te pone en juego. Como Kierkegaard dijo: “El que no es capaz de vivir la incertidumbre, no es capaz de vivir la vida.” Esta cita ha cobrado un significado profundo y es núcleo de esta aventura. En este entorno nuevo de constantes variaciones se ha hecho evidente que las respuestas no siempre llegan de inmediato y que el proceso de buscar soluciones, de fallar y volver a intentarlo, es en sí mismo un camino de aprendizaje. Por tanto, aprender a navegar por esa incertidumbre ha sido, en muchos casos, el mayor de los aprendizajes.  

Es por esto que aprovecho para lanzar una invitación a todo el mundo que este planteándose o dudando de embarcarse en este viaje para que lo hagan definitivamente. Aprovecha cada minuto y cada segundo, porque todo lo que vivirás es valioso. ¡¡Un gran abrazo!! 

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ELUS POR EL MUNDO – CRISTINA GONZÁLEZ LUNA

Por:

¡Hola a todos!

Soy Cristina, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Universidad Carlos III de Madrid, y este año tengo la suerte de estar de intercambio en la Universidad de California, Santa Barbara (UCSB). Cuando se presentó esta oportunidad, sabía que no podía dejarla pasar. Los días antes de venir fueron un poco intensos, con la cabeza llena de pensamientos sobre todo lo que dejaba atrás y lo mucho que lo iba a echar de menos, pero también con la certeza de que esto era una experiencia única a la que tenía que responder con un gran Sí.

Desde que llegué, me di cuenta de que este cambio era justo lo que necesitaba. En este lugar, he tenido la oportunidad de empezar de nuevo, de centrarme en las cosas que realmente me hacen feliz y de reconectar con lo que me apasiona. Mi objetivo este año era recuperar las ganas de todo, al igual que muchos de nosotros vivimos los Fines de Semana ELU como una recarga de baterías durante el curso. En ese momento, sentí que este año en California sería como un gran fin de la ELU, donde debía estar constantemente en el momento, diciendo sí a todo y aprovechando todas las oportunidades que se me presentaran. Este año ha sido esa recarga de energía y motivación que me permitirá volver a España con renovadas ganas de seguir aprendiendo.

Siento que he recuperado, y sigo recuperando, la motivación por todo lo que hago, y eso me llena de orgullo. Estoy haciendo espacio para probar cosas que en España nunca consideraría que tenía tiempo para hacer, como participar en proyectos como el Ideathon o unirme al Excursion Club donde se hacen actividades como escalada, yoga, surf, senderismo…

Estar aquí me ha enseñado a encontrar la belleza en lo sencillo: los atardeceres en la playa con amigos, las caminatas tranquilas sin un destino fijo por el campus, o el simple placer de sentarme a comer en la terraza con una buena conversación. Estos momentos, que en otro contexto podrían parecer cotidianos, aquí tienen un valor inmenso. Me he dado cuenta de que en España, aunque también aprecio estos momentos, a menudo me siento atrapada por la necesidad de hacer planes más elaborados. Pero al estar aquí, me he dado cuenta de que la verdadera magia está en los planes más espontáneos: ver los colores del atardecer reflejarse en el mar, quedarme mirando a los surferos en el agua o simplemente disfrutar de la calma que trae un paseo sin rumbo fijo.

Santa Bárbara, con su belleza natural, es un lugar increíble. El mar, el lago y las montañas se entrelazan en un paisaje espectacular, tan cerca unos de otros que casi parece irreal. Aunque a veces siento que vivo dentro de una película como La La Land, lo que realmente hace que esta experiencia sea única no es solo el lugar, sino las personas con las que la comparto. El ambiente aquí es especial, la gente tiene una actitud increíblemente abierta y siempre está dispuesta a decir “sí” a todo, lo que genera una energía positiva que se contagia. La alegría con la que afrontan todo, la facilidad de adaptarse y el calor humano con el que me han acogido, me han ayudado a sentirme en casa. Es una mentalidad muy parecida a la que vemos en los elus o en los Erasmus, esa actitud abierta y de aprovechar todo lo que el momento te ofrece.

Al principio, estar lejos de mi familia era algo que me inquietaba, pero al llegar aquí me di cuenta de que he encontrado una nueva familia. El apoyo mutuo, la complicidad y la forma en que nos enfrentamos a todo juntos me ha dado una sensación de pertenencia que hace que esta experiencia sea aún más especial.

Si estás pensando en hacer un intercambio, te animo a que lo hagas sin pensarlo dos veces. Es una oportunidad increíble para descubrirte a ti mismo, aprender de todo lo que te rodea y vivir experiencias que realmente te marcan. Para mí, California siempre será un lugar especial, no solo por lo que he vivido, sino por todo lo que me ha ayudado a descubrir sobre mí misma.

Quería terminar con una frase que para mí está definiendo mi experiencia “Prioriza lo importante, no lo urgente”.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Gonzalo Aranda

Por: ELU Admin

Gonzalo Aranda, 3º ELU

¡Hola a todos! Soy Gonzalo Aranda y estoy en mi tercer curso de la ELU. Normalmente vivo en Sevilla y estudio el doble grado de ADE bilingüe y Comunicación en la Universidad Loyola Andalucía. Sin embargo, como algunos ya sabréis, este cuatrimestre ha sido un poco especial para mí. He tenido la suerte de poder estudiar unos meses en Estados Unidos como estudiante de intercambio en la Universidad de San Francisco, California, así que me he animado a compartir con vosotros un poco de esta experiencia.

Siempre he planeado hacer un intercambio académico como universitario. Además, una de las mejores oportunidades que ofrece mi universidad, como parte de la Compañía de Jesús, es la posibilidad de estudiar en muy buenas universidades por todo el mundo. Así que, cuando llegó el momento de solicitar el destino, mi cabeza ya estaba pensando en Estados Unidos y ni la incertidumbre del COVID pudo quitarme la ilusión por esta aventura.

Y así fue, después de meses de preocupaciones por vuelos, visados, convalidaciones y demás, aterricé en la bahía de San Francisco. Una de las zonas económicamente más prósperas del mundo, cuna de startups y grandes multinacionales tecnológicas, con una ciudad que ha servido de escenario a tantas películas clásicas y actuales, y que además es uno de los focos de los grandes movimientos sociales en la historia reciente de este país.

Durante mi estancia aquí, mi casa ha sido la residencia Pedro Arrupe. En “Pedro”, como la llamamos nosotros, he encontrado una familia de estudiantes nacionales e internacionales que me han acogido y han sido mi día a día durante cuatro meses haciendo de este semestre una de las etapas más felices de mi vida. Quizás muchos de los que viváis fuera de casa entendáis mejor a lo que me refiero, pero he tenido la suerte de tener un grupo de más de 10 hermanos y hermanas, de países, edades y estudios distintos, con los que compartir y comparar cada uno de nuestros descubrimientos y experiencias en estos meses.

En cuanto a la universidad, me he encontrado con un sistema completamente distinto al que estaba acostumbrado. El número de clases semanales aquí es mucho menor, los exámenes no tienen tanta importancia, el trabajo en equipo es fundamental y, y esto es lo que más me ha impactado, prácticamente todos los universitarios trabajan y tienen cierta experiencia profesional que vuelcan en las clases. Personalmente, ver a tantos jóvenes de mi edad compaginando sus estudios con trabajos reales que les permiten ir conociéndose en el ámbito laboral, me ha animado a esforzarme yo también por crecer en este aspecto, dentro de mis posibilidades, y aplicar para prácticas laborales durante este verano.

De la ciudad, y lo que he podido visitar del estado, solo puedo decir cosas buenas. Las personas que he podido conocer han sido muy acogedores, siempre dispuestos a ayudar y con un gran sentido de la responsabilidad social y el liderazgo. Me ha gustado ver que el legado español sigue muy presente mediante la lengua que compartimos con muchos de ellos, pero también en las misiones históricas que conservan por todo el territorio.

Una visita casi obligada durante estos meses era Los Ángeles, la otra gran ciudad de California, así que aprovechamos nuestras primeras vacaciones para ir a explorarla. En comparación con San Francisco, diría que es una ciudad más salvaje y caótica, lo cual era de esperar estando cuatro veces más poblada que esta otra. Pero, si algo me encanta de Los Ángeles, es que representa perfectamente todo aquello que hemos visto en el cine desde pequeños sobre Estados Unidos. Muchas de sus lugares icónicos, como el Paseo de la Fama o el Pier Santa Mónica se sienten familiares, aunque sea la primera vez que los visitas fuera de una pantalla.

Por último, como amante de la naturaleza que soy, no puedo acabar sin escribir algunas palabras de la de California. Sus parques naturales, bosques, lagos, playas y montañas que merecen muchísimo la pena. Si me tuviera que quedar con un lugar me quedo con el lago Tahoe, una enorme masa de agua cristalina rodeada de montañas con picos nevados y bosques de pinos. Tuvimos la suerte de visitarlo dos días y nos encontramos con algunos de los paisajes más impresionantes que hemos visto estos meses.

Para terminar, solo me gustaría animar a aquellos que tengáis la posibilidad a realizar un intercambio académico. Merece mucho la pena y puede ser muy útil para coger fuerzas y afrontar con ganas y nuevas perspectivas nuestros estudios universitarios.

Espero veros pronto.

Un saludo,