Turín

Vida ELU

Elus por el Mundo – Daniel Abellán

Por: ELU Admin

¡Hola a todos!

Soy Daniel Abellán, estudiante de Economía en la Universidad de Zaragoza y elu de 4o curso. Tengo la inmensa suerte de poder cursar mi último año de Erasmus en Italia. Me encuentro en Turín, capital de la región del Piamonte (al noroeste del país) y primera capital del Reino de Italia. Los motivos por los que me decanté por este destino Erasmus son varios, pero no puedo negar que una de las razones principales fue que Carmen, también elu de 4o, que estuvo aquí de Erasmus el año pasado, supo transmitirme toda su ilusión por esta ciudad. Y no era para menos (podéis leer su crónica aquí).

A diferencia de otros erasmus, yo no me había planteado cursar un año de mi carrera en el extranjero hasta muy tarde, tras realizar en el verano de segundo a tercero un curso de un mes en Londres. Me supo a poco y el gusanito por hacer un Erasmus empezó a despertar. Esto, unido a que quería aprender italiano, fue lo que hizo que “me tirase a la piscina”.

Voy a empezar a contaros unos cuantos datos curiosos de Turín y luego un poco de mi experiencia estudiando aquí, errores y aciertos que he visto y/o cometido durante mi Erasmus y alguna recomendación final.

Datos curiosos de Turín

– Aquí viven casi un millón de personas.

– El monumento más emblemático de la ciudad es la Mole Antonelliana, que es un edificio con una cúpula cuadrada muy alta y un pincho que destaca por encima del resto de la ciudad. Se inauguró el mismo año que la Torre Eiffel. Nietzsche dijo sobre ella que posiblemente era la obra arquitectónica más ingeniosa jamás realizada. Empezó siendo un templo y escuela judía, pero pronto se dieron cuenta de que no sabían qué hacer con ella y ahora es un museo del cine. Por cierto, la leyenda cuenta que si subes a la Mole no te gradúas (y por supuesto, estoy esperando a julio para subir).

– Turín y Milán tienen pique (y Turín mola más).

– El Martini, el café Lavazza, la FIAT y la Nutella (grazie Piemonte) son de aquí.

– El chocolate típico es la gianduia.

– Hay dos equipos de fútbol importantes: la Juventus y el Torino. Los turineses de verdad son del Torino, que es un poco como ser del Espanyol, nunca ganas nada, pero al menos, no eres culé. Por cierto, el derby se llama Derby della Mole.

– Tienen uno de los museos egipcios más grandes e importantes de Europa. He estado una vez, se organizan fiestas ahí. También hay otro de arte oriental.

– La ciudad está rodeada por montañas y tiene dos vistas principales que no te puedes perder si vienes aquí: desde el Monte de los Capuchinos, accesible con un pequeño paseíto a pie, y Superga, muy mal conectado, pero se llega fácilmente haciendo autoestop (que no de corte, los propios locales se ofrecen sin tenerlo que pedir).

– Hay una leyenda que asocia su fundación al Antiguo Egipto y a Faetón, que encontró el río Po (el Erídano en la mitología griega) parecido al Nilo, al huir del Mediterráneo.

– Creen que tienen el Santo Sudario, pero todos sabemos que el real está en Oviedo.

Estudiar en Italia y en italiano: mitos y verdades

Italia tiene fama de ser un destino fácil pero, tras hablar con compañeros que estudian en otras facultades y en otras ciudades, la conclusión a la que llegamos es que no. Para nada. El nivel de exigencia nos parece más o menos el que hay en España y la dificultad depende del profesor que imparte la asignatura. Tampoco creo que haya un favor genérico a los Erasmus. Y, aunque es cierto que tengo compañeros a los que les han “facilitado” alguna asignatura, a la mayoría se les exige lo mismo que a los demás compañeros italianos. Hay que tener en cuenta que Italia es un destino que se presta a venir sin conocer el idioma y a estudiar en él. No hay que obviarlo. Evidentemente es más fácil que el alemán o el francés, pero hay que estudiarlo. Ir a clase, aunque cueste porque siempre vas a tener planes que te distraigan, es, en mi opinión, la forma más rápida de aprenderlo.

Es importante tener en cuenta que aquí los grados no funcionan como en España. Su grado tiene dos partes. La formación de grado principal dura tres años (lo que llaman Laurea Triennale) y, si vienes en cuarto, probablemente tengas que coger asignaturas de Laurea Magistrale, que es parecido a lo que nosotros entendemos por Máster, aunque en realidad es una extensión de dos años y profundización del grado, que no todo el mundo hace, previa a los estudios de posgrado. En Italia no es tan típico hacer un posgrado en sentido estricto. Explico esto porque al principio puede ser lioso entenderlo.

La fiesta no es tan buena como en España, aunque no va a faltar, y hay muchísimas oportunidades para viajar barato y a muchos lugares. No hay que olvidar que hay un curso que sacarse.

Por último, decir que son muy amigos de los exámenes orales y tipo test, aunque también hay escritos.

Errores y aciertos

Vine con dos amigos de la Universidad a Turín y buscamos piso juntos. De cara a aprender italiano y conocer gente no me parece un gran impedimento si tienes voluntad suficiente para salir de tu zona de confort, y es un gran apoyo cuando más negras te las ves. Nuestro principal acierto fue ponernos a buscar piso en abril. Lo encontramos a finales de julio tras decenas de llamadas y correos electrónicos a inmobiliarias. Es muy complicado encontrar piso al principio, aunque cuanto más te acercas al inicio de curso más fácil se hace. No tiréis la toalla, algo encontraréis tarde o temprano. Y no esperéis a estar aquí para buscar piso, probablemente encontraréis, pero con mucho agobio, dinero en Airbnb y estrés. Los principales motivos para colgarnos el teléfono eran: que fuésemos estudiantes, que nos conociéramos antes de llegar, que fuésemos todos chicos y que éramos españoles. Pero a pesar de esta discriminación inicial más o menos justificada, debo decir que, una vez aquí, uno ve que la gente es muy agradable, acogedora y gentile en general.

El error principal que veo es no hacer amigos italianos. Son un poco como los españoles: no se van a acercar a ti en clase, pero si lo haces tú, verás que son muy abiertos y estarán encantados de ayudarte e integrarte. Acércate en el pasillo después o antes de clase con cualquier excusa e introdúcete. La conversación a partir de ahí es muy fácil con ellos. Si intentas hablar en italiano, te los ganas seguro.

Recomendaciones

– Haz un curso de italiano antes de venir. Yo estudié un A1 (para tener unas nociones básicas) en la escuela de idiomas de la universidad el año antes de llegar y sin duda fue un acierto para desenvolverme los primeros meses.

– Haz un free tour al llegar el primer mes. Es muy fácil posponerlo, pero conocer la ciudad en la que vives te ayuda a saborearla más y orientarte mejor al principio.

– Viaja y exprime el tiempo libre. Es una experiencia que recordarás toda la vida.

– Si puedes, quédate el curso entero.

– Si estás pensando si solicitarlo o no, tómate esto como una señal para no darle más vueltas. 🙂

Llevo vivido la mitad de mi Erasmus y no puedo estar más contento con lo que me llevo: amigos, experiencias y un aprendizaje en la mochila que no tiene precio. Habrá momentos en los que se pueda hacer un poco duro, pero no dudéis en que el sabor que deja es dulce. Por supuesto, si tenéis cualquier duda, estoy a vuestra disposición. Por teléfono o el finde en la Paquito.

Ci vediamo presto!

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Vida ELU

Elus por el Mundo – Carmen Suárez

Por: ELU Admin

¡Hola a todos! Soy Carmen Suárez. Estudio Derecho en la Universidad de Córdoba, pero este curso estoy de Erasmus en Turín, en la región del Piamonte, al norte de Italia. Hacer Erasmus era algo que siempre había estado entre mis planes, así que, ¡aquí estoy! He de decir que el principio no fue nada dulce, muchos ya lo sabéis o incluso lo habéis experimentado. Hablo de la búsqueda de alojamiento, lo que supuso una auténtica gymkana. En mi caso tuve suerte,
pues a pesar de meses de búsqueda online y de aterrizar aquí sin nada, acabé encontrando a finales de septiembre una habitación. ¡Menos mal! Ahora sí, podía empezar a disfrutar de la experiencia.

¿Por qué Turín? Lo que me impulsó a elegir esta ciudad fueron tres razones. Vi que tenía un tamaño grande pero manejable, que el aeropuerto tenía buena comunicación con España y con el resto de Europa y, por último, que el acuerdo de estudios con mi Universidad de origen era muy completo y me permitía cursar las asignaturas que yo quería. No me lo pensé más y me dejé sorprender por esta ciudad, de la que a día de hoy sigo descubriendo curiosidades. En la cultura piamontesa tienen muy presente un principio que dice: “esageruma nem!”, cuya traducción quiere decir: “¡no exageramos!” Y os puedo decir que es verdad. Turín es una ciudad que tiene mucho para presumir: fue la primera capital de la Italia unificada, la presencia de los Saboya se respira aún en cada fachada y en la gran cantidad de palacios, tiene unas reglas de urbanismo muy cuidadas, plazas llenas de historia, es la ciudad del cine, custodia el Santo Sudario y a su vez es la cuna de grandes empresas como FIAT, Lavazza o Martini. ¿Lo sabíais? Seguro que no… ¡Quizá sea por la prudencia y discreción de los piamonteses! Así que esto que os cuento es un secreto, shhhh :).

Cambiando de tema, la universidad me parece alucinante en cuanto a instalaciones. Para mí ha sido un gran contraste, pues acostumbrada a pasear por el claustro del siglo XVI de la Facultad de Derecho de Córdoba aquí me he encontrado con un campus increíble que no conjuga para nada con el estilo barroco del resto de la ciudad. El método de las clases es similar al de España, lecciones frontales. En mi caso sin contenidos prácticos, por lo que nos jugamos
toda la nota en el examen. Exámenes no solo orales, también escritos, para romper uno de los mitos de los erasmus en Italia. Y por supuesto, en italiano. El idioma era algo a lo que le temía bastante, sin embargo, me ha resultado bastante fácil aprenderlo. Desde aquí os recomiendo ir a clase. Sí, de verdad. Se aprende un montón integrándote con el resto de estudiantes, es como mejor puedes poner en práctica lo aprendido y os aseguro que es totalmente compatible con viajar y salir de fiesta.

Hablando de ocio, Turín es una ciudad con mucho ambiente universitario, por lo que no faltan planes para hacer cada día. Y si no, ¡nos los montamos nosotros! En estos meses he podido tachar muchos deseos de la bucket list, pues no todos los días se esquía en los Alpes o se visitan cuatro países en una semana. Pero, sobre todo, me quedo con lo que me ha aportado el Erasmus a nivel personal. Aprendes a gestionarte, desarrollas habilidades que no sabías que
tenías, te sumerges en otra cultura, descubres nuevos lugares y a veces incluso te olvidas de que estás lejos de casa porque te sientes en casa. En ello influyen las personas que conoces durante este tiempo, pues se convierten en tu apoyo diario. Me gustaría darles las gracias por haberme enseñado a compartir, a convivir y a saber elegir.

Me quedan solo dos meses aquí, pero os aseguro que me voy inmensamente feliz por haber podido disfrutar de este regalo. Si estáis dudando entre iros o no, yo os lo digo muy claro: ¡coged las maletas y adelante!

Ci sentiamo!