Saarbrücken

Vida ELU

Elus por el Mundo – Laura Márquez Malia

Por:

Hola, familia:
En primer lugar, espero que vuestra salud esté en estado óptimo y, en segundo lugar, ¡viva Andalucía!, que un día como hoy hace 43 años alzamos la bandera blanca y verde que nos arropa en esta tierra de poetas.
Mi nombre es Laura, tengo veintidós años y, para los que no me conozcan, vengo de la bella ciudad de Málaga, a la que tanto extraño cuando el cielo se cubre de nubes.

EPM 1Para poneros en contexto os contaré que en septiembre terminé la carrera de Derecho hispano-alemán en Bayreuth, una ciudad pequeñita de Baviera, después de un curso sui géneris. Y, a pesar de que extrañaba mucho mi tierra, y todo lo que ello implica, decidí quedarme en el extranjero haciendo un Máster.
Al final me decanté por quedarme en Alemania, pero trasladándome al Oeste, donde la tierra alemana tiene sabor y acento francés. Y es así como estoy en la pequeña, pero más grande que Bayreuth, ciudad de Saarbrücken. Es un rincón digno de conocer, por el simple hecho de haber sido motivo de disputa entre alemanes y franceses a lo largo de la historia y, aunque el nombre no os suene de nada, ¡casi fue sede de las instituciones de la Unión Europea!
Supongo que os preguntaréis qué estoy haciendo aquí. Pues bien, como ya habréis supuesto, sigo estudiando, porque, yo no sé si os pasará u os ha pasado, pero, cuando acabas una fase de estudio, te das cuenta de que seguir aprendiendo y ser universitario en lo mejor que hay.
A inicios de noviembre comencé con un Máster en Derecho Europeo e Internacional en inglés y en alemán en el Europa-Institut y, aunque solo lleve un mes, ya he hecho tres exámenes y he conocido a gente que ha cambiado mi manera de ver el mundo.

EPM 4Estoy viviendo en un piso compartido, a lo que en Alemania se le llama WG, con tres alemanes y una francesa. En casa, como imaginaréis, aprendo mucho, pero es que, cuando llego a la facultad, sigo aprendiendo. ¡En mi programa de máster hay gente de 38 nacionalidades distintas! E imaginaos… cada uno con su trasfondo, con su contexto social e histórico-cultural a cuestas, pero con ganas de indagar en los contextos ajenos. Es cierto que el virus este, que tiene hasta cuenta de Twitter, no nos deja socializar como nos gustaría, pero, respetando las medidas, nos hemos tomado más de un vino caliente en la plaza del mercado de la ciudad. Y qué rico sabe un vino caliente cuando hace frío… pero solo en Alemania. Es como comer paella en Berlín. No pega. No sé si me explico.
Hoy por hoy, no sé a qué me quiero dedicar. Supongo que esto es lo que os quería transmitir hoy: yo que, como todos, estoy llena de miedos e inseguridades, estoy feliz de estar aprendiendo desde cero y desde fallos. Así que, desde aquí, a los que os invada el estrés por la presión de la duda de qué haréis en un futuro, os quiero transmitir un aliento de alivio. Ojalá aprovechéis tanto vuestra etapa universitaria que se os olvide lo poco que se duerme en exámenes.

EPM 2Asimismo, disfrutad la Navidad con cabeza y abrazad a vuestra familia fuerte, por todos aquellos españoles que esta Nochebuena no la pasaremos de la mano de los nuestros.
Mi madre, desde que yo era una niña, me ha leído poesía. Hoy en día, me la manda por WhatsApp. Es lo que tienen las nuevas tecnologías…
A lo que voy es que ella siempre me ha dicho que vuele y vuele como las golondrinas de Bécquer porque, a casa, siempre se vuelve. Y eso es lo que estoy haciendo y os animo a hacer.
Os mando un abrazo cálido y os deseo mucha salud.
Feliz viernes.
Con cariño,

Laura Márquez Malia