mARTEs – Mar con cielo rojo
Por: ELU Admin
¡Seguimos descubriendo más arte en este corto (pero intenso) mes de febrero! Hoy contamos con las bellas palabras de Paloma Gutiérrez, médico apasionada por la pintura y la poesía. Conoció mARTEs a través de una amistad común en el grupo de poesía que inició un antiguo profesor de su facultad, con el objetivo de aportarles una formación humanística adicional. Así, Paloma dice: «me refugio mucho y me reencuentro conmigo y con los demás a través del arte; es lo más valioso para mí del arte, que los hombres se muestran honestamente a través de él».
Agradecemos su colaboración a través de este comentario de Mar con cielo rojo, del pintor alemán Emil Nolde.
«Desde pequeña me he sentido atraída por el arte, sobre todo por la pintura. No sé si he contemplado cada obra con la curiosidad con la que escudriño el mundo a mi alrededor o si observo la vida como si fuese una sucesión de cuadros. He querido traer a mARTEs a Emil Nolde, con su Mar con cielo rojo. Nolde, supuso un descubrimiento personal durante el confinamiento. Se sitúa a este pintor, que toma apellido artístico de su ciudad natal, dentro del expresionismo alemán, habiendo formado parte del Die Brucke y la Neue Sezession.
Entender el arte es fascinante, pero resulta a mi parecer una entelequia. Podemos bucear en la bibliografía de artistas y modelos, podemos leer sobre los movimientos artísticos y cómo se concibieron, e igualmente, podemos investigar acerca del marco de cada obra, desentrañar esas historias y anécdotas que dan vida a cada pintura. Sin embargo, el significado final siempre lo completa el espectador. Con todo lo que hay detrás de un cuadro, me parece valiosísimo que lo fundamental sea aquello que transmite la obra, lo que nos hace sentir a cada uno. Dicho esto, las acuarelas de Nolde me conquistaron en el acto. No es fácil sentirse atraído por determinadas corrientes artísticas, exceptuando movimientos como el realismo, en los que admiramos directamente la destreza del pintor. Sin embargo, las acuarelas de Nolde, fueron mi puerta al expresionismo y me enseñaron a apreciar formas de arte muy distintas, pero igualmente apasionantes.
Invito a investigar sobre el expresionismo que bebe de los precedentes impresionistas. En él, el color es protagonista indiscutible. No importa transmitir una fiel fotografía de la realidad, sino expresar las emociones del artista. Así, en un momento de enfado el mar podrá incendiarse en magenta bajo el sol, o la piel de una modelo será verde y sus formas no seguirán proporción ninguna.
A pesar de que, según se ha descubierto recientemente, el artista fue simpatizante del partido Nazi, la censura artística del Régimen Nacionalsocialista incluyó 48 de los trabajos de Nolde en su exposición de “Arte degenerado”, una muestra del arte confiscable e inaceptable en el Tercer Reich. En palabras de Hitler: “Si alguien pinta la hierba azul y el cielo verde, debería ser castrado”. En este contexto, se prohibió la venta de las obras de Nolde y al pintor, se le ordenó dejar de pintar. Pero en palabras de Nolde, aún vigilado por la Gestapo: “Tenía que pintar”. Y hasta que se lo impidió una fractura a los 84 años, pintó. No usó óleo para no ser descubierto por el olor, en su lugar realizó 1032 acuarelas en pequeño formato, que fueron base para óleos posteriores de mayor tamaño».