Natalia a Pacheco

Vida ELU

Una gota de agua más – Natalia Pacheco

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El pasado 11 de diciembre fue la 5ª edición del Concierto Solidario Apadrina una Sonrisa por Navidad en el que recaudamos 2.300€. Apadrinamos sonrisas porque, cada año, el dinero recaudado va destinado al apadrinamiento de Ángela, una niña filipina. El resto del dinero lo donamos a la residencia de ancianos Santa María de los Ángeles, gestionada por cáritas.

Este año nos hemos encontrado con una circunstancia nueva: la reducción del aforo por el Covid. Pero no ha sido un problema, sino una oportunidad enorme para retransmitir el concierto por streaming. Así hemos podido llegar a mucha más gente, no solo de Madrid o de España, sino de todo el mundo.

concierto 2

Y, ¿cómo surgió la idea? Hablando con una amiga del Conservatorio nos dimos cuenta de la cantidad de injusticias que suceden a nuestro alrededor. Fue entonces cuando nos preguntamos qué podíamos hacer nosotras. Era la música lo que nos unía, así que decidimos organizar estos conciertos. Así ponemos nuestros dones al servicio de los demás, aportando nuestro granito de arena –o gota de agua– al mundo. No nos podíamos quedar parados ante tanto sufrimiento.

Pero lo más bonito para mí ha sido la gran acogida que ha tenido esta iniciativa por parte de nuestros amigos. Comenzó siendo un concierto de piano, pero cada año se nos une gente nueva como bailarines, magos o incluso humoristas. En ningún momento me esperaba que tantos jóvenes quisieran participar de una manera tan altruista en algo solidario. Muchas veces me he hecho esta pregunta ¿de quién me rodearía yo para cambiar el mundo? A priori me sale pensar que sería más fácil si lo hago de la mano de gente que piensa como yo, pero lo cierto es que la experiencia me dice todo lo contrario: que la solidaridad va mucho, muchísimo más allá de las ideas políticas o de las creencias religiosas.

Como ocurre en todo grupo de trabajo, hemos tenido que tomar decisiones, distribuir tareas, organizar ensayos… Pero lejos de encontrarnos dificultades, ha sido una verdadera pasada lo que íbamos construyendo entre todos. Siempre nos acompañaba esta frase: “Vale más lo menos perfecto hecho en unidad con los hermanos, que lo más perfecto hecho en desunidad con ellos” (Chiara Lubich) El ambiente de ilusión que se respiraba, marcado por un objetivo común al que mirar, ha hecho que todo culminara en un concierto precioso, con muchos más espectadores de los que nos podíamos imaginar. Y es que lo que sale a la luz es solo la punta del iceberg, pero lo verdaderamente importante es lo que sostiene esa punta, lo que a mí me gusta llamar el backstage. Y cuanto más verdadero, bueno y bello sea ese backstage, más fuerza cobra lo que se ve desde fuera.

concierto 3

Cada año, tras vivir esta experiencia, solo me siento en deuda. Tengo la sensación de estar jugando a un juego en el que gano siempre el doble. Porque cuanto más doy, más aún recibo.

Cuanto menos espero, más me sorprende cada detalle. Cuanto menos me preocupo, más me emociono. Realmente es para estar eternamente agradecida.