Interior

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mARTEs – Interior

Por: ELU Admin

¡Qué privilegio poder continuar nuestro proyecto! Hoy, nos sentimos afortunados de contar con las palabras de Rosa Leal, estudiante de primero de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid (y de tercer curso de la ELU). Verdaderamente, se ha sumergido en la obra que nos trae, deteniéndose en cada detalle y lo que significa para ella. Una reflexión genial sobre la mirada en el Arte:

«Clive Smith es un artista inglés nacido en 1967. Esta obra pertenece a la colección ‘Interiors’, la cual es iniciática en cuanto a la producción artística de Clive Smith, situándose en los años cercanos al 2000. La colección inmediatamente posterior se centra en la figura humana de nuevo; sin embargo, el resto de sus colecciones contienen estudios de aves, nidos y plantas. El carácter aséptico de las obras, la falta de interacción entre las figuras y la soledad que irradian sus composiciones caracterizan la colección.

En Interior el protagonista masculino se encuentra sedente, entre dos puertas aparentemente iguales, aunque incapaz de abrir ninguna de las dos. Sus manos se entrelazan sobre su regazo, ambos brazos quedan ocultos bajo la camiseta blanca que lleva puesta, por lo que las mangas esta?n vaci?as, dando una apariencia inicial de no tener brazos. Incluso podría recordar a una camisa de fuerza, aunque claramente no lo es. Este vestuario estándar, compuesto por una camiseta blanca y unos pantalones caquis, es utilizado a lo largo de numerosas obras pertenecientes a ‘Interiors’, despojando a las personas de rasgos distintivos entre ellas. La mirada se dirige hacia abajo, la expresión es neutra. Es difícil hablar de inexpresividad cuando la pesadumbre y el cansancio acompañan al rostro.

La incapacidad de decisión es clara. A pesar de haber dos caminos por los que discurrir, la figura decide quedarse en el centro de esta ambivalencia, completamente incapaz de tomar una decisión. La libertad ilusoria ante la abundancia de posibilidades le abruma, conteniendo sus brazos en su camisa de fuerza particular, dejándole indefenso, despojado de vitalidad y de cualquier iniciativa. Se limita a reclinarse sobre ambas puertas, siendo consciente de que es uno más, que solamente es un hombre con una camiseta blanca y unos pantalones caquis, como muchos otros. Su identidad es desconocida, el espectador no sabe nada de él y, aun así?, es familiar su angustia, su silencio, su indiferencia. No pronuncia palabra porque no tiene a quién llamar, no hay ninguna ventana, únicamente dos paredes y dos puertas cerradas. Ni siquiera hay cerradura, sería absurdamente fácil abrir una de ellas, pero la opresión de la ambivalencia se lo impide.

Lo verdaderamente tétrico de Interior es la frontalidad, relacionada por los griegos con la otredad. El encuentro con el Otro cara a cara, donde realmente el espectador no descubre diferencias, sino similitudes con aquel que parece tan lejano. Clive Smith muestra un espejo donde dos personas, en un intento de mirarse, bajan unos ojos inundados por la culpa o la vergüenza».