
Filosofía de Bar – ¿Quién eres?
Por:
Inés Pacheco, 1º de ELU:
El pasado 7 de marzo tuvimos un nuevo encuentro de “Filosofía de Bar” en el que reflexionamos sobre la identidad. En esta ocasión, contamos con la compañía del Padre Rafa Pou, Martín Tami y Marta Luquero.
El encuentro comenzó con una presentación del tema por parte del Padre Pou en la que planteó la relación entre el nombre y la identidad. Nos invitó a preguntarnos: ¿quién eres?, ¿cuál es tu nombre? Partiendo de la idea de que sí existe un nombre para cada uno pero no lo conocemos verdaderamente, sino que tenemos que salir a buscarlo con el otro. Una búsqueda en la que hay cabida para el error y que solo adquiere sentido en el diálogo con los otros y con el Otro. También nos lanzó otras preguntas como ¿es posible darme forma a mí mismo? o mi yo se crea o se descubre.
Después, realizamos una ronda en la que cada uno compartió las preguntas que le habían surgido antes del encuentro y a partir de las palabras del Padre Pou, así como los aspectos que más nos inquietaban sobre este tema. En este punto, Martín nos introdujo el concepto de la vocación y la relación entre las dualidades permanencia-cambio y llamada-pertenencia en el descubrimiento de la identidad. Y es que cuando soy capaz de reconocer la llamada, tenemos la responsabilidad de responder porque nuestra identidad está vinculada con el otro ya que pertenecemos al otro porque el otro conoce nuestro nombre y es capaz de interpelarnos.
A partir de este momento, mantuvimos un diálogo abierto en el que abordamos cuestiones como la influencia del entorno en nuestra identidad, el papel de los errores en la búsqueda de nuestro yo, la forma en a que las personas que nos rodean nos moldean y la relación entre nuestro yo y los cambios que este ha experimentado a lo largo de nuestra vida.
Durante la conversación comprendimos que somos una mezcla de las personas que nos rodean, las decisiones que tomamos y aquello que se escapa de nuestro control. Entendimos que no podemos conocer quienes somos sin la mirada del otro, porque solo se conoce lo que se ama y, ¿cómo voy a conocer si no amo y soy amado? Además, reflexionamos sobre cómo nos definimos a través de la entrega al otro en el presente y la fidelidad a nuestros valores frente a los desafíos de la vida. Coincidimos en que para saber si nos estamos equivocando en la búsqueda de nuestra
identidad, la respuesta se encuentra en el silencio. Solo cuando conectamos con nuestra interioridad sin que esto nos genere ruido, podemos saber que estamos en el camino correcto.
Para cerrar, hicimos una ronda final en la que recopilamos qué es lo que más nos había llegado a cada uno y compartimos las preguntas que nos llevábamos, además de agradecer el tiempo compartido.
Personalmente, era la primera vez que asistía a un encuentro de Filosofía de Bar y la experiencia no me dejó indiferente, salí con más preguntas que respuestas, lo que en filosofía solo puede ser algo positivo. Pero, sobre todo, disfruté de escuchar a mis compañeros, de la oportunidad de conocerlos un poco más, de compartir nuestro tiempo y nuestras ideas. Me fui con una profunda sensación de calidez de poder formar parte de algo tan especial como la ELU.
