Gustavo Adolfo Béquer

Vida ELU

Ruta Gastronómica y Literaria de ELU Sevilla

Por: ELU Admin

El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo”

Gustavo Adolfo Bécquer

Mercedes Sierra, 2º ELU

ELU Sevilla no descansa. Tras el fin de semana de Educación, nuestras ganas de comernos el mundo, de lanzarnos a ser educadores en nuestro entorno, a responder preguntas y hacernos nuevas, nos impulsaron a programar una de nuestras quedadas por la ciudad. Os mentiría si os dijera que, pese a las innumerables veces que paseo por Sevilla, por sus calles y plazoletas, cada vez que hacemos un encuentro ELU, redescubro con una mirada diferente alguno de sus rincones.

Esta vez preparamos una ruta literaria que tuvo lugar en el parque María Luisa. Me sorprendió aún más ver que el pulmón de Sevilla, además de tener cabida para el deporte, dedicara parte de su espacio a la cultura y en especial, a los grandes poetas de la generación del 27. Paseando juntos y discutiendo sobre temas diversos, fuimos desentrañando los monumentos ocultos a estos escritores y poetas que, pese a pasar desapercibidos en nuestro día a día, bastaba solo una mirada sincera, profunda y desde el corazón para descubrir la gran historia que encierran. Cabe hacer una mención especial a la Glorieta de Bécquer, pues nos llamó la atención de una manera extraordinaria. En esta aparecía representado el amor en sus tres fases: la ilusión, la pasión y el olvido, el desamor. Todas ellas encarnadas a través de tres mujeres. Además, un gran ciprés de los pantanos presidía la glorieta, también simbólica: un árbol que crece durante toda su vida así como lo hace el amor. No pudimos dejar escapar nuestra oportunidad y dejamos, como al parecer es costumbre entre los turistas, un poema en el espacio que habían habilitado, para que los transeúntes que lo supieran admirar dejaran ahí sus poemas de amor, amistad y agradecimiento.

Para terminar la ruta y ponerle buena cara al día nublado y lluvioso que nos hizo, nos dirigimos a degustar unas tapas en “La Gorda de Los Jardines” y aunque la comida estuviera al nivel de la ruta literaria, lo que sí que fue insuperable fue la compañía. Para poner broche final a nuestro día, no pudimos decir que no a un café para seguir hablando juntos, conociéndonos y compartiendo miradas. Educación en estado puro, diría yo.

Termino con la referencia al poeta cuyo monumento nos maravilló a todos, Bécquer, pues a pesar de que conozcamos Sevilla de principio a fin, siempre descubrimos una Sevilla y, por qué no, un mundo nuevo, en cada uno de nuestros encuentros.