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Cultura

Visita a la Galería de las colecciones Reales

Por:

Laura Cuesta y Lázaro Cruz. 2°ELU

El pasado miércoles 25 de octubre, varios elus de Madrid acudimos a la Galería de las Colecciones Reales. El punto de encuentro: el Mirador del Palacio Real. Allí nos esperaba nuestra guía favorita, Rosa, de 4° de la ELU, que nos sumergió en un mundo lleno de tapices, reyes, pintura e historia.

El recorrido que Rosa nos había preparado empezó con la austeridad de los Austrias para luego contemplar la gran exhibición de ornamentos, ajuar y obras de los Borbones. Asimismo, nos adentramos en el mundo visigótico y no pudo faltar la mitología a través de curiosos tapices alegóricos.

Aunque no podremos hacerlo tan bien como nuestra guía, vamos a intentarlo mencionando algunas de las obras que más nos sorprendieron.

¿Quién no recuerda a los visigodos del temario de Historia de España? Pues bien, de este pueblo que tanto influyó en nuestra lengua y cultura pudimos disfrutar de la corona del abad Teodosio y de la cruz de Lucecio, que forman parte del Tesoro de Guarrazar, datado del siglo VII.

Una parada fascinante en la mitología romana la hicimos frente al tapiz que mostraba la relación entre Vertumno (dios de las estaciones) y Pomona (diosa de la fruta). Una historia de transformaciones por parte de Vertumno: segador, guerrero, podador… ¡hasta anciana! No os hacemos spoiler de cómo acabó, pero pista: este tapiz estuvo durante años en las alcobas reales.

El tabernáculo de Montini, tan admirado por Felipe IV, o la arqueta relicario nos hicieron admirar trabajos artesanales llenos de color y detalle.

El arcángel san Miguel venciendo al demonio, que abrió a la escultora Luisa Roldán las puertas de la Corte en tiempos de Carlos II. Primera mujer en recibir el título de Escultora de Cámara, su valía quedaba claramente demostrada en una obra que parecía que nos miraba a los ojos y no al revés. ¡Impactante!

La majestuosidad de los Borbones la vimos plasmada en el dessert de las Glorias de España, que durante años estuvo como adorno de sobremesa en la Real Casa del Labrador de Aranjuez. El coral, las piedras preciosas y el mármol fueron también protagonistas de esta parte del museo.

Para finalizar, quedamos maravillados con la historia detrás de la Corona de la Virgen de Atocha. Como nos narraba Rosa, fue regalada por Isabel II a la imagen de Nuestra Señora de Atocha. Esto lo hizo en agradecimiento por resultar ilesa del atentado perpetrado por el religioso Martín Merino cuando la monarca se dirigía a la Real Capilla de Atocha para presentar a la Virgen a su primogénita.

Siendo miércoles, el 100 montaditos era parada obligatoria, donde no faltaron las anécdotas, risas y muchas conversaciones que tendrán que continuar.

Esperamos haberos dejado con ganas de más. Confiamos en que pronto podamos volver a disfrutar de Rosa en otro museo lleno de magia.

¡Nos vemos pronto!