EEUU

Vida ELU

Elus por el Mundo – Santi Bercedo

Por: ELU Admin

¡Hola a todos!

Soy Santiago Bercedo alumno de 4º de la Escuela de Liderazgo Universitario y estudio un doble grado de Ingeniería Industrial y Administración y Dirección de Empresas, en I.C.A.I.

El año pasado se me presentó la oportunidad de aplicar para cursar el último año de ingeniería en un país extranjero y desde septiembre estoy viviendo en Estados Unidos, concretamente en Minnesota, el estado de los 10.000 lagos.

La vida en un campus americano.
Estoy estudiando en la University of Minnesota, cuyo campus cuenta con aproximadamente 51.000 estudiantes y se encuentra repartido por dos ciudades, las Twin Cities o, mejor dicho, las ciudades gemelas: Minneapolis y Saint Paul, divididas por el río Misisipi. El hecho de que la Universidad sea tan grande permite albergar grandes laboratorios y recursos enfocados en la investigación y de los cuales he podido hacer uso en alguna asignatura.

En cuanto a la gente, sobre todo las primeras semanas, Vicente (otro compañero de I.C.A.I.) y yo, nos rodeamos del resto de alumnos internacionales por tener la misma sed de conocer y descubrir todo lo nuevo que se nos presentaba por delante. Hemos conocido a gente de todos los rincones del mundo: de China, Australia, Alemania, Suecia, Inglaterra, Colombia, Francia o Noruega, además de otros muchos españoles.

Después, durante los primeros días recorriendo las calles de Minneapolis, nos quedábamos sorprendidos de que todo el mundo nos sonriera al cruzarnos con ellos. Y es que aquí, en Minnesota, hay una expresión conocida como Minnesota Nice, entendida como que la gente tiende a ser inusualmente cortés con los desconocidos.

Así que no tardamos mucho tiempo en hacernos nuevos amigos americanos y descubrir la verdadera cultura desde el “interior”. España gusta, y gusta mucho. Cada vez que digo que soy de España la gente se queda impresionada y empezamos a hablar de Madrid o Barcelona y, como no podría ser de otra manera, del fútbol español. El caso es que no tardamos en empezar a ir a los partidos de fútbol americano o hockey sobre hielo de la universidad. ¡Menudo ambiente! Los estudiantes de Minnesota nos llamamos los Gophers y a los equipos deportivos Minnesota Golden Gophers. El estadio de fútbol americano tiene una capacidad de 51.000 personas y todos los allí presentes (antiguos alumnos, padres y actuales estudiantes) animan al grito de Go Gophers!

La universidad también cuenta con su frat row, con sus fraternidades y hermandades, pero eso ya es otra historia. Lo que especialmente me gusta de esta universidad es que puedes intercalar vida de campus con vida de ciudad, teniendo Minneapolis y Saint Paul a tan solo unos minutos en trasporte público.

El frío no nos para.
El frío era una de mis grandes preocupaciones antes de venir a este estado. La universidad cuenta con pasadizos subterráneos, el gopher way, para conectar los diferentes edificios y no tener que salir a la calle. Además, en Minneapolis existe el skyway system que se podría definir como pasarelas climatizadas entre los grandes rascacielos para recorrer el centro urbano sin tener que salir a la calle.

Yo ya he llegado a experimentar lo que supone una sensación térmica de -20ºC. Pero pensé que iba a ser mucho peor; buen abrigo, buenas botas y para delante. También os diré que me han dicho que lo peor todavía está por llegar, será en el mes de enero donde, según los locales, “no podrás a salir a la calle con el pelo mojado porque por las bajas temperaturas se te congelará y te lo podrás cortar con la mano.”

El intercambio da para mucho.
Durante mi estancia aquí he tenido la suerte de recorrer algunas de las grandes ciudades de Estados Unidos como Nueva York, Chicago o Los Ángeles. Y no os voy a engañar, impresiona ver como cada estado es totalmente diferente.

Es la primera vez que “cruzo el charco” y me esta encantando poder conocer la cultura americana de primera mano. Este intercambio está siendo una experiencia única. Nueva gente, nuevos sitios, nuevo estudio y sobre todo muchísimo disfrute. Ahora tocan exámenes finales, así que muchísimo animo a todos.

Aprovecho para desearos una feliz Navidad y muy felices fiestas.

¡Un saludo fuerte!

Santi.

Vida ELU

ELUs por El Mundo – Jorge Bautista

Por:

Verdaderamente, este año de intercambio he podido vivirlo con una gran intensidad y me llevo después de todo; momentos, lugares y personas que siempre tendré presente en mí durante toda mi vida. El primer cuatrimestre lo cursé en los Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Atlanta, y posteriormente, el segundo cuatrimestre en Corea del Sur, en una ciudad cercana a Seúl llamada Chuncheon.

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Dos vivencias únicas, muy diferente la una a la otra, pero ambas tienen en común que me han permitido desarrollar una visión mucho más amplia sobre las personas y sobre el mundo.

Aterricé en el JFK en Agosto, con muchas ilusiones y expectación sobre lo que iba a vivir allí durante el cuatrimestre. Tuve una breve estancia en Nueva York, ciudad que pasaría a convertirse en mi ciudad favorita, y no tanto por las luces y los edificios, sino por los neoyorkinos. Ciudadanos con backgrounds muy diversos que llegan a esa ciudad con la tarea  común de lograr el objetivo vital que inicialmente les movió allí, “concrete jungle where dreams are made of”, como dice Alicia Keys.

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Posteriormente me traslade a Atlanta para comenzar el curso. Honestamente, es una ciudad que no tiene demasiado misterio más allá del Coca-Cola world, los headquarters de CNN o el Stone Mountain. Sin embargo, todos los estudiantes desarrollábamos nuestro día a día en torno al campus universitario de Emory, que pude aprovechar bastante a muchos niveles; académico, deporte, ocio…  Básicamente la vida allí consistía en esas tres cosas:

Ir a las clases y a alguna sociedad de alumnos que te pudiera interesar, en mi caso me apunté a la de Relaciones Internacionales, club con el que tuve la oportunidad de participar en un modelo de naciones unidas a nivel nacional.  El segundo aspecto era hacer deporte, ya que el campus tenía unas instalaciones magníficas para todos los deportes. De hecho, formamos un equipo de fútbol para una “liguilla” de la uni entre unos cuantos estudiantes hispanoamericanos, que me hizo darme cuenta de los lazos culturales que tenemos como comunidad y el importante papel que ocupamos en el mundo. Finalmente, también hubo tiempo para salir y pasarlo bien.

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La parte 2.0 de este curso ocurrió cuando llegue a Corea del Sur, para acomodarme en la ciudad de Chuncheon, pequeña ciudad cercana a la capital, de la que sin duda recomiendo el plato típico de allí, el “Dakgalby”. La verdad es que al principio me sentía como el niño de Karate Kid, pues el inglés en las ciudades pequeñas de allí es reducido, por no hablar de mi coreano.

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Como dato de interés, y salmantino que soy, me llamo especialmente la atención como Castilla y León y Corea del Sur comparten una extensión de territorio prácticamente igual. La diferencia es que en Castilla y León somos dos millones y medio de paisanos mientras allí son cincuenta millones de surcoreanos.

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Vivía en una residencia con un gran porcentaje de estudiantes internacionales, en su mayoría procedentes de China, del este de Rusia, Filipinas…  Convivir con personas de distintos países asiáticos me ha permitido ver y comprender otras formas de entender la vida y de priorizar las cosas, más allá de los patrones occidentales, que a menudo tendemos a reivindicar como mundiales.

En definitiva, un gran año…

Jorge Bautista Pérez.