Descanso en la huida a Egipto

Vida ELU

mARTEs – Favoritos (I): Descanso en la huida a Egipto

Por: ELU Admin

Hoy tenemos algo muy distinto: ¡una sección nueva! En Favoritos, aprovecharemos las respuestas a nuestras encuestas de obras favoritas para aportaros curiosidades sobre alguno de los cuadros que hayáis mencionado. En este caso, tenemos Descanso en la huida a Egipto, pintado entre 1518 y 1520 por el pintor flamenco Joachim Patinir y que es el cuadro favorito de nuestro seguidor @mgarjou. Patinir fue un artista visionario, precursor del género del paisaje (que en su época era relegado a perfilar el fondo de las figuras humanas, pero nada más). ¡Allá van 3 datos que esperemos que disfrutéis!

  1. El tema de la huida a Egipto de la Sagrada Familia para evitar la persecución del tirano Herodes es común en la producción de Patinir. La Virgen María y el Niño Jesús ocupan un lugar central, como petrificados en mitad del atropellado escape. Pasa mucho más desapercibido San José, que asciende por la colina de la izquierda con un cántaro en sus manos; e incluso se representa al asno de la familia, pastando a la derecha.

2. El artista aprovecha para adoptar un tono moralizante al reflejar los riesgos del paganismo. En el tercio izquierdo de la obra se encuentra la ciudad egipcia de Heliópolis, que era conocida por su culto a diferentes ídolos; así, se ve una urbe en decadencia, con la muralla derruida y grietas en los edificios. De igual manera, una pequeña esfera de piedra a la derecha de la Virgen muestra únicamente lo que podrían ser los pies de un antiguo ídolo.

3. Finalmente, en línea con el tema de la huida, a la derecha se representa la Matanza de los Inocentes (la orden de Herodes de ejecutar a los niños de Jerusalén menores de dos años) y, algo más delante, otra historia menos conocida, pues pertenece a los Evangelios Apócrifos: el Milagro del Trigo. Cuenta cómo, perseguida la familia muy de cerca por soldados de Herodes, cruzaron por un campo preparado para la siembra y se encontraron con un labrador. La Virgen le pidió a este hombre que, si los soldados le preguntaban por ellos, dijera la verdad: que los había visto mientras sembraba; inmediatamente después, la semilla recién plantada germinó y creció a gran velocidad. Cuando los soldados llegaron, el labrador dijo la verdad, que llevó a los perseguidores a abandonar su búsqueda: ¡si había visto a los tres buscados cuando sembraba, debía haber sido hace meses! Si hubieran sabido que se encontraban a escasos metros, en esta colina…