Estados Unidos

Vida ELU

Elus por el Mundo – Santi Bercedo

Por: ELU Admin

¡Hola a todos!

Soy Santiago Bercedo alumno de 4º de la Escuela de Liderazgo Universitario y estudio un doble grado de Ingeniería Industrial y Administración y Dirección de Empresas, en I.C.A.I.

El año pasado se me presentó la oportunidad de aplicar para cursar el último año de ingeniería en un país extranjero y desde septiembre estoy viviendo en Estados Unidos, concretamente en Minnesota, el estado de los 10.000 lagos.

La vida en un campus americano.
Estoy estudiando en la University of Minnesota, cuyo campus cuenta con aproximadamente 51.000 estudiantes y se encuentra repartido por dos ciudades, las Twin Cities o, mejor dicho, las ciudades gemelas: Minneapolis y Saint Paul, divididas por el río Misisipi. El hecho de que la Universidad sea tan grande permite albergar grandes laboratorios y recursos enfocados en la investigación y de los cuales he podido hacer uso en alguna asignatura.

En cuanto a la gente, sobre todo las primeras semanas, Vicente (otro compañero de I.C.A.I.) y yo, nos rodeamos del resto de alumnos internacionales por tener la misma sed de conocer y descubrir todo lo nuevo que se nos presentaba por delante. Hemos conocido a gente de todos los rincones del mundo: de China, Australia, Alemania, Suecia, Inglaterra, Colombia, Francia o Noruega, además de otros muchos españoles.

Después, durante los primeros días recorriendo las calles de Minneapolis, nos quedábamos sorprendidos de que todo el mundo nos sonriera al cruzarnos con ellos. Y es que aquí, en Minnesota, hay una expresión conocida como Minnesota Nice, entendida como que la gente tiende a ser inusualmente cortés con los desconocidos.

Así que no tardamos mucho tiempo en hacernos nuevos amigos americanos y descubrir la verdadera cultura desde el “interior”. España gusta, y gusta mucho. Cada vez que digo que soy de España la gente se queda impresionada y empezamos a hablar de Madrid o Barcelona y, como no podría ser de otra manera, del fútbol español. El caso es que no tardamos en empezar a ir a los partidos de fútbol americano o hockey sobre hielo de la universidad. ¡Menudo ambiente! Los estudiantes de Minnesota nos llamamos los Gophers y a los equipos deportivos Minnesota Golden Gophers. El estadio de fútbol americano tiene una capacidad de 51.000 personas y todos los allí presentes (antiguos alumnos, padres y actuales estudiantes) animan al grito de Go Gophers!

La universidad también cuenta con su frat row, con sus fraternidades y hermandades, pero eso ya es otra historia. Lo que especialmente me gusta de esta universidad es que puedes intercalar vida de campus con vida de ciudad, teniendo Minneapolis y Saint Paul a tan solo unos minutos en trasporte público.

El frío no nos para.
El frío era una de mis grandes preocupaciones antes de venir a este estado. La universidad cuenta con pasadizos subterráneos, el gopher way, para conectar los diferentes edificios y no tener que salir a la calle. Además, en Minneapolis existe el skyway system que se podría definir como pasarelas climatizadas entre los grandes rascacielos para recorrer el centro urbano sin tener que salir a la calle.

Yo ya he llegado a experimentar lo que supone una sensación térmica de -20ºC. Pero pensé que iba a ser mucho peor; buen abrigo, buenas botas y para delante. También os diré que me han dicho que lo peor todavía está por llegar, será en el mes de enero donde, según los locales, “no podrás a salir a la calle con el pelo mojado porque por las bajas temperaturas se te congelará y te lo podrás cortar con la mano.”

El intercambio da para mucho.
Durante mi estancia aquí he tenido la suerte de recorrer algunas de las grandes ciudades de Estados Unidos como Nueva York, Chicago o Los Ángeles. Y no os voy a engañar, impresiona ver como cada estado es totalmente diferente.

Es la primera vez que “cruzo el charco” y me esta encantando poder conocer la cultura americana de primera mano. Este intercambio está siendo una experiencia única. Nueva gente, nuevos sitios, nuevo estudio y sobre todo muchísimo disfrute. Ahora tocan exámenes finales, así que muchísimo animo a todos.

Aprovecho para desearos una feliz Navidad y muy felices fiestas.

¡Un saludo fuerte!

Santi.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Isabella Romero

Por: ELU Admin

¡Hola! Yo también me uno a compartir mi experiencia internacional por la newsletter. Soy Isabella, alumna de tercero de la ELU y de Ingeniería biomédica en la Universidad Politécnica de Madrid.

Al empezar la universidad sabía que una de las cosas que no me podían faltar en estos cuatro años era la de vivir una experiencia internacional. Cuando llegó el momento de elegir destino, por tema de idiomas y asignaturas, el único destino al que podía optar era Estados Unidos. Es curioso que desde siempre he sentido especial interés por la vida universitaria americana, puede ser debido a todas las películas que he visto.

Estoy haciendo un año escolar en George Mason University, una universidad pública situada al norte del estado de Virginia, a poco más de media hora en coche de Washington DC. Su nombre viene del patriota revolucionario norteamericano George Mason, uno de los tres representantes que rechazaron firmar la Constitución federal, ley suprema de EE. UU. El campus en el que estoy ubicada es el de Fairfax. Es el típico campus de universidad americana alejado de la ciudad, en el que aparte de los edificios donde se da clase y las residencias de estudiantes, hay muchísimos restaurantes, gimnasios y pistas de tenis, futbol… alguna tienda, un supermercado a diez minutos andando… Además, la característica más importante y destacable de esta universidad es la diversidad e interculturalidad de los estudiantes y profesores.

El estado de Virginia es uno de los estados más bonitos de Estados Unidos por la variedad de paisajes que tiene. En la costa al sur tiene zonas de playa, al norte está la montaña, tiene ciudades importantes como Richmond, capital del estado, pero a la vez pueblecitos costeros como Occoquan. Aprovechamos a conocer los lugares que están alrededor. Solemos ir bastante a visitar Washington DC, es una ciudad preciosa, con mucha historia, y fuimos una vez a ver un partido de la NBA, ¡Go Wizards!

Además, estamos a cuatro horas en autobús de Nueva York, y allá que nos fuimos en noviembre. Estuvimos una semana recorriendo las calles de Nueva York, viendo el Empire State, la Estatua de la Libertad, paseando por Central Park…

La vida universitaria aquí es bastante diferente a la de España. Las clases son más interactivas, hay una planificación fuerte de trabajos y deberes hay que completar cada semana y que en ocasiones cuentan más para la nota que los exámenes y se promueven mucho los trabajos en grupo… Además, este cuatrimestre una de mis asignaturas es un laboratorio, de bioinstrumentación, y una vez a la semana vamos a hacer proyectos muy interesantes. Desde mi primer día de clase mis compañeros me han acogido muy bien y nos ayudamos con los deberes y trabajos.

Aparte de las clases, he buscado participar en otras actividades y así, por ejemplo, el semestre pasado me apunté en el club de baloncesto. Los deportes en Estados Unidos son muy importantes y fue una buena oportunidad para retomar el baloncesto, que solía hacer en España, y conocer nuevas amigas, la mayor parte de ellas americanas.

He tenido muchísima suerte con mi grupo de amigos. Desde la primera semana formamos un grupo con cuatro chicos americanos que nos han ayudado a los extranjeros con una inmersión rápida y entender ciertos aspectos de la cultura americana, los mejores restaurantes, actividades y lugares de la zona, y como no podía ser de otra manera el funcionamiento de la lavadora en la lavandería de la residencia. Son mi familia aquí y pasamos muchas horas juntos. Sin duda, son una parte muy importante en esta experiencia.

Un consejo que daría a la gente que está pensando en hacer cualquier experiencia de estudio internacional el año que viene es que no se lo piensen, que aprovechen la oportunidad y que nunca se van a arrepentir. Es una experiencia que enriquece, te hace crecer personalmente y guardas recuerdos para el resto de la vida.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Gonzalo Aranda

Por: ELU Admin

Gonzalo Aranda, 3º ELU

¡Hola a todos! Soy Gonzalo Aranda y estoy en mi tercer curso de la ELU. Normalmente vivo en Sevilla y estudio el doble grado de ADE bilingüe y Comunicación en la Universidad Loyola Andalucía. Sin embargo, como algunos ya sabréis, este cuatrimestre ha sido un poco especial para mí. He tenido la suerte de poder estudiar unos meses en Estados Unidos como estudiante de intercambio en la Universidad de San Francisco, California, así que me he animado a compartir con vosotros un poco de esta experiencia.

Siempre he planeado hacer un intercambio académico como universitario. Además, una de las mejores oportunidades que ofrece mi universidad, como parte de la Compañía de Jesús, es la posibilidad de estudiar en muy buenas universidades por todo el mundo. Así que, cuando llegó el momento de solicitar el destino, mi cabeza ya estaba pensando en Estados Unidos y ni la incertidumbre del COVID pudo quitarme la ilusión por esta aventura.

Y así fue, después de meses de preocupaciones por vuelos, visados, convalidaciones y demás, aterricé en la bahía de San Francisco. Una de las zonas económicamente más prósperas del mundo, cuna de startups y grandes multinacionales tecnológicas, con una ciudad que ha servido de escenario a tantas películas clásicas y actuales, y que además es uno de los focos de los grandes movimientos sociales en la historia reciente de este país.

Durante mi estancia aquí, mi casa ha sido la residencia Pedro Arrupe. En “Pedro”, como la llamamos nosotros, he encontrado una familia de estudiantes nacionales e internacionales que me han acogido y han sido mi día a día durante cuatro meses haciendo de este semestre una de las etapas más felices de mi vida. Quizás muchos de los que viváis fuera de casa entendáis mejor a lo que me refiero, pero he tenido la suerte de tener un grupo de más de 10 hermanos y hermanas, de países, edades y estudios distintos, con los que compartir y comparar cada uno de nuestros descubrimientos y experiencias en estos meses.

En cuanto a la universidad, me he encontrado con un sistema completamente distinto al que estaba acostumbrado. El número de clases semanales aquí es mucho menor, los exámenes no tienen tanta importancia, el trabajo en equipo es fundamental y, y esto es lo que más me ha impactado, prácticamente todos los universitarios trabajan y tienen cierta experiencia profesional que vuelcan en las clases. Personalmente, ver a tantos jóvenes de mi edad compaginando sus estudios con trabajos reales que les permiten ir conociéndose en el ámbito laboral, me ha animado a esforzarme yo también por crecer en este aspecto, dentro de mis posibilidades, y aplicar para prácticas laborales durante este verano.

De la ciudad, y lo que he podido visitar del estado, solo puedo decir cosas buenas. Las personas que he podido conocer han sido muy acogedores, siempre dispuestos a ayudar y con un gran sentido de la responsabilidad social y el liderazgo. Me ha gustado ver que el legado español sigue muy presente mediante la lengua que compartimos con muchos de ellos, pero también en las misiones históricas que conservan por todo el territorio.

Una visita casi obligada durante estos meses era Los Ángeles, la otra gran ciudad de California, así que aprovechamos nuestras primeras vacaciones para ir a explorarla. En comparación con San Francisco, diría que es una ciudad más salvaje y caótica, lo cual era de esperar estando cuatro veces más poblada que esta otra. Pero, si algo me encanta de Los Ángeles, es que representa perfectamente todo aquello que hemos visto en el cine desde pequeños sobre Estados Unidos. Muchas de sus lugares icónicos, como el Paseo de la Fama o el Pier Santa Mónica se sienten familiares, aunque sea la primera vez que los visitas fuera de una pantalla.

Por último, como amante de la naturaleza que soy, no puedo acabar sin escribir algunas palabras de la de California. Sus parques naturales, bosques, lagos, playas y montañas que merecen muchísimo la pena. Si me tuviera que quedar con un lugar me quedo con el lago Tahoe, una enorme masa de agua cristalina rodeada de montañas con picos nevados y bosques de pinos. Tuvimos la suerte de visitarlo dos días y nos encontramos con algunos de los paisajes más impresionantes que hemos visto estos meses.

Para terminar, solo me gustaría animar a aquellos que tengáis la posibilidad a realizar un intercambio académico. Merece mucho la pena y puede ser muy útil para coger fuerzas y afrontar con ganas y nuevas perspectivas nuestros estudios universitarios.

Espero veros pronto.

Un saludo,

Vida ELU

Elus por el Mundo – Marta Yarto

Por: ELU Admin

¡Hola! Me llamo Marta Yarto, estoy en tercero de la ELU y en tercero de ADE bilingüe en ICADE y de Educación Primaria en la UNIR. Ahora estoy de intercambio de la parte de ADE en Marquette University en Milwaukee, Wisconsin. La idea de irme de intercambio nunca me atrajo pero sabía que debía hacerlo porque era muy buena oportunidad. También sabía que si me iba sería a EEUU para poder vivir la experiencia americana, quería lo más distinto a mi experiencia universitaria en Madrid.

Tomé la decisión de irme sin pensármelo mucho, sabía que si lo hacía no me iba a ir, así que me presenté y aquí estoy y ha sido una de las mejores decisiones de mi vida! Si alguno está dudando en ir, si tienes la oportunidad, ¡no te lo pienses! Soy de las que piensa que en esta vida hay cosas que no hay que pensar mucho, y esta es una de ellas.
Lo que a mí me ayudó es que pensar en irme, en salir de mi ciudad, de mi casa tanto tiempo, salir de mi zona de confort me generaba “ansiedad” así que decidí no pensar en el tema hasta el día que me fuera y cuando llegó el día de irme hay tantas emociones juntas que ni lo piensas.

Os cuento un poco de cómo es mi vida aquí. Marquette es una universidad católica, jesuita y privada, esto no lo supe hasta que llegué. Se encuentra en Milwaukee, en una zona especialmente peligrosa, hemos tenido algún pequeño susto pero la verdad es que tenemos policía propia de la Universidad y servicios que se encargan de la seguridad. Vivo en una residencia donde todos somos internacionales y en cada apartamento también vive un americano y es una de las cosas que más me gustan. Conoces gente del mundo entero pero a la vez te integras con la vida y cultura americana porque vives con americanos.

Nuestro campus es una pasada. Lo que más me gusta es que tenemos de todo en el campus, supermercados, lavandería, restaurantes, cafeterías incluso una bolera, no hace falta salir del campus para nada y lo que más me gusta de eso es que todo el mundo que trabaja en estos negocios son los propios estudiantes de la universidad. Otra cosa que me encanta, que además es muy importante para mí y que desconocía de esta universidad, es que al ser jesuita el campus cuenta con varias iglesias y capillas, hay misa diaria, exposiciones del Santísimo, retiros, actividades de pastoral etc.

He aprendido mucho de la cultura americana, pero resumiendo una de las cosas que envidio de ellos es el sentimiento de pertenencia y amor a su país que tienen, ojalá en España, todos los españoles estemos tan orgullosos de nuestro país como los americanos de América. Otra cosa que me gustaría resaltar de su sociedad es que es muy heterogénea, eso hace que todo les parece bien, respetan más de lo que se hace en España y me da la sensación de que se juzga mucho menos que en España. Tenemos mucho de lo que aprender de ellos. Sin embargo, por mucho que haya disfrutado de esta experiencia, me atrevería a decir que nunca viviría aquí. Comentando con amigos, hemos llegado a la conclusión de que nos da la impresión que ser verdaderamente feliz en este país es más difícil que por lo menos en España, o por lo menos lo sería para mí. Es una sociedad para mi gusto muy superficial, completamente comida por el consumismo y materialismo. Dejan a su familia a los 18 para irse a otros estados a estudiar la carrera y ya no vuelven a casa… Se van a trabajar a otros estados y es muy difícil mantener las amistades.

En cuanto al tema académico, la verdad es que nada que ver con España. Las horas de clase son la mitad de la mitad que en España, eso me ha permitido tener más tiempo libre para hacer otras cosas y sacar adelante proyectos que en España no hubiera podido. La ELU, al ser online, ¡la he podido seguir fenomenal!

Por otro lado, aunque he estado solo cuatro meses me ha dado tiempo a hacer de todo, tenía una lista de las experiencias americanas que quería tener, y creo que puedo decir que la he cumplido entera. Un consejo que daría si alguien se va fuera es que se apunte a todo lo que se le propone. Es una oportunidad para conocer a más gente, conocer mejor la cultura… He hecho voluntariado, me he ido de convivencias a un campamento de YMCA, partidos de NBA, games de la universidad, partidos de hockey sobre hielo, tradiciones americanas como Thanksgiving o ir a una granja a recoger manzanas etc.

Además, hemos podido hacer varios viajes. Hemos ido varias veces a Chicago, ciudad de la que estoy completamente enamorada, está solo a hora y media de mi ciudad. También hemos ido a Nueva York y Miami. ¡Todos estos viajes los hemos hecho con todos nuestros amigos internacionales y ha sido una pasada!

En conclusión, estoy muy orgullosa de haber salido de mi zona de confort y haber tomado la decisión de irme. Me siento una auténtica afortunada por esta experiencia, por la suerte que he tenido con la universidad de la que me siento muy parte de ella, de la gente con la que he vivido estos meses y de poder vivir la experiencia americana universitaria al 100%. Habiendo conocido esta cultura, puedo decir que como en España, en ningún sitio. Somos unos afortunados por vivir en el país en el que vivimos y creo que es necesario salir de él un tiempo para poder darse cuenta de esto y valorarlo.

¡Si tenéis la oportunidad no dudéis en iros!

Un saludo,
Marta Yarto

Vida ELU

Carmen Montoya – ELUs por el Mundo

Por:

San Diego. Una pequeña ciudad en el Estado de California caracterizada principalmente por días de playa, atardeceres de ensueño y personas de lo más sociable posible. Así es San Diego.

Esta aventura comenzó hace ya cinco meses, que se dice pronto, y hasta ahora puedo decir que es una de las experiencias que más me ha marcado, principalmente a nivel personal.

Al ser de Madrid y estudiar ahí, nunca había tenido la posibilidad de vivir fuera de casa llegando a ser completamente independiente.

La vida en San Diego es bastante distinta a la vida en España, y concretamente, porque es a partir de donde yo puedo hacer una comparación, en Madrid. A pesar de que fue una colonia española y restos de esa historia perduran en las personas que viven en la ciudad, muchas de ellas sabiendo hablar español fluidamente, o por los diferentes monumentos que hacen referencia a la cultura española como Balboa Park, la cultura americana tiene también un papel importante.

Una de las diferencias principales que he encontrado en San Diego es el horario en el que realizan las diferentes tareas del día. En San Diego amanece a una hora muy temprana, alrededor de las seis y media de la mañana durante todo el año y anochece entre las cinco y las seis de la tarde. De ahí que sea una sociedad de mañanas más que de noches como sucede en el caso de España.

La vida universitaria también tiene sus pequeñas diferencias. Para empezar, todos los estudiantes, o la mayoría de ellos, compaginan la vida laboral y la vida universitaria. Al tener un coste tan elevado las universidades en San Diego muchos de ellos no tienen los recursos económicos necesarios para poder afrontarlos. Es por ello que pasan parte del día trabajando y la otra parte yendo a la universidad.

En relación con esto, los estudiantes son conscientes del esfuerzo económico que les supone ir a la universidad, por lo que el nivel de involucración tanto en la participación en las clases como en las actividades universitarias o la inclusión de nuevos estudiantes es mucho más elevada que en España.

Podríamos decir que la universidad en España tiene un carácter más pasivo, ya que el estudiante llega a clase, toma apuntes y luego se va, mientras que en San Diego, y podría decir que en la mayoría de las universidades americanas, el estudiante tiene un papel activo, donde él es el protagonista y participa constantemente en la asignatura.

Por otra parte, Estados Unidos se caracteriza por su carácter individualista, contrario a lo que ocurre en España. Esto también se ve reflejado en las clases. Los estudiantes son individuos que organizan su carrera cogiendo materias según les convenga y no van a una clase con un grupo de amigos si no que van de forma individual a las diferentes asignaturas.

Dejando el ámbito académico y la vida aquí y entrando más en el ámbito personal, he de decir que San Diego es una de las experiencias que más me han cambiado la vida.

Para empezar, y principalmente, por las personas. En este año he conocido a personas que a día de hoy, me han cambiado la vida. Aquí los meses, las semanas, e incluso los días son tan intensos que parecen años en casa. Y esa intensidad viene acompañada de personas que lo hacen cada vez más especial.

Aparte de adquirir conocimientos impresionantes sobre ADE y Estudios Internacionales, viendo casos prácticos más que teóricos y abriendo mi mente a diversas formas de actuar en el ámbito laboral, he aprendido principalmente a conocerme a mí misma.

Cuando llegué a España en Navidad me preguntaban acerca de la vida en San Diego y cómo me sentía yo allí. Mi respuesta era siempre un poco escasa y a veces hasta banal porque es muy difícil explicarlo con palabras.

Esta experiencia se podría resumir en la palabra “aprender”. Aprender a salir de tu zona de confort, aprender a convivir con gente nueva y distinta a ti, aprender de las pasiones de otras personas y crecer con ellas, aprender a valorar lo que tienes porque el tiempo vuela y a disfrutar de los pequeños momentos, aprender a conocerte, aprender a potenciar lo bueno y a cambiar lo malo, aprender a dejarse llevar por lo que uno quiere, pero sobre todo, aprender a vivir viviendo en el presente y no quedarse anclado en pasado o proyectar la mirada solo en el futuro.

Mi motto en San Diego es “Carpe Diem”. Es una experiencia que se vive una vez en la vida, por eso lo único que podemos hacer es arriesgarnos, pensando en el presente y disfrutar de ella.

Vida ELU

Narci Soto – Elus por el Mundo

Por:

Empecemos por el principio… Bueno, os ahorraré las 6 horas de tren de Cádiz a Barajas y las veinte horas de vuelos hasta llegar al aeropuerto de Chicago. La historia de mi año en EEUU empieza en un autobús a las 2 de la mañana en medio de los (Muchos) campos de maíz que hay en el estado de Indiana, estado de EEUU donde se encuentra la universidad de Purdue.

Tuve la suerte de disfrutar estudiando un año en esta universidad que, aunque poco conocida, ha sido el hogar de Neil Armstrong y de muchísimas mentes brillantes que impulsaron la carrera espacial y que hoy día continúan ensanchando las fronteras del ser humano. Llegaba esperando, supongo que como todo el mundo, Estados Unidos tal y como te lo pintan en las películas: rascacielos y ciudades gigantescas que se extienden hasta donde llega la vista.

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Y aunque este país sea uno de los países donde los estereotipos se cumplen más a rajatabla, la realidad no tardó en romperme los esquemas. Recuerdo despertar en el autobús que me llevaba del aeropuerto de Chicago a la universidad de madrugada, por una carretera totalmente a oscuras y en tan mal estado que parecía que el autobús fuera a desmontarse. Y tras un buen rato de desorientación y un poco de miedo, apareció el campus universitario de la nada. Una ciudad de casi 100000 habitantes donde más de la mitad de la población son estudiantes universitarios como nosotros y donde todo se ha construido con el propósito de desarrollar al máximo las capacidades de los alumnos de la Universidad.

Como os imaginaréis, este es un entorno vibrante donde uno tiene la sensación de que puede pasar de todo, desde luego no era nada que yo pudiera imaginarme conociendo los campus universitarios españoles. Para poner un poco en contexto la magnitud del asunto, os arrojo algunas cifras: El campus cuenta con casi 20 residencias Universitarias, un workshop dedicado únicamente a proyectos personales de los alumnos que requirió una inversión inicial de casi 2 millones de dólares, estadio de fútbol americano y estadio de baloncesto (Con capacidad para 57000 y 14000 personas respectivamente) y para rematar, aeropuerto propio. Esto sumado a la infinidad de laboratorios, infraestructuras e instalaciones con las que cuenta la universidad.

En definitiva, un entorno donde las posibilidades son tan amplias como tu imaginación y donde es muy fácil sentirse muy pequeño.
Podría hablar de los muchos viajes que he hecho o del frío que hace en Indiana en invierno (En serio, hace mucho frío, especialmente para un andaluz), pero en lugar de eso me gustaría explicar lo que me ha enseñado este año fuera de España:

El mundo es enorme, y es sorprendente salir de tu país y de tu zona de confort y ver que muchas cosas que damos por sentado a diario – estructuras sociales, esquemas de vida, formas de relacionarnos con el mundo – son tan diferentes incluso en otro país occidental. Es una experiencia que te abre la mente y que es imposible explicar, hay que vivirlo.

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Recursos no equivalen a desarrollo o a bienestar, ni siquiera garantizar el progreso tecnológico. Empezaba comentando que la Purdue está rodeada de campos de maíz, y para que comprendáis a lo que me refiero, me gustaría que buscarais Purdue en el mapa y os empecéis a alejar (Spoiler: Vais a tener que alejaros mucho hasta encontrar algún otro lugar habitado). Estados Unidos es un país con muchísimos recursos y desde el exterior se ha idealizado por eso, sin embargo, es un país donde una buena parte de la población viven en granjas y nunca han salido de su estado. El estado de Indiana no es un caso aislado.

Si pudiera achacar el nivel de desarrollo estadounidense a una única causa, diría que se debe a que hacen una gestión de los recursos que apoya casi en exclusividad al talento. Y aunque se debería tomar ejemplo en España, el nivel de calidad de vida en nuestro país es infinitamente mayor. Con esto también quiero destacar que no es que los estadounidenses sean las mentes más brillantes del mundo, más bien al contrario. La apuesta tan grande que hacen por el talento hace que el talento se acomode. El ingenio surge de la necesidad, y podría apostar sin miedo a equivocarme que en España tenemos muchísima mas materia prima humana para triunfar que los estadounidenses. El mundo lo mueven personas como tú y como yo.

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Como reflexión final, os diría que no tengáis miedo. Irse fuera de casa siempre impone, y es más difícil cuanto más lejos te vas. Pero nosotros tenemos capacidad de sobra para defendernos allá donde vayamos, y hay que ser dignos representantes de nuestro país, de nuestras universidades y nuestras familias, y no dejarse intimidar por lo grandes que parezcan los retos. Nosotros podemos dar mucho más de lo que creemos.

Y por supuesto, si os vais de movilidad, viajad, conoced gente, buscaros algún trabajo a tiempo parcial, prácticas, haced deporte, apuntaros a asociaciones… Todas estas cosas hicieron de mi año un año diferente e inolvidable y me han abierto las puertas para quedarme otro par de años más estudiando un máster allí, y espero que vosotros lo exprimáis aún más y disfrutéis la experiencia. Quién sabe, tal vez nos veremos en alguna esquina del mundo.

Vida ELU

ELUS POR EL MUNDO – RICARDO SOTOS

Por:

Hola a todos!!

Para los que no me conozcáis, me presento, mi nombre es Ricardo Sotos Carrillo, estudio Derecho y Economía en la Universidad Carlos III de Madrid y actualmente me encuentro haciendo mi cuarto año en la Universidad de California en San Diego.

Comenzaré hablando un poco de la que está siendo mi ciudad este año, para seguir tratando el tema académico y acabar por tratar un poco mi experiencia o visión hasta el momento.

Como europeo, español y más concretamente madrileño, todo lo que descubrí al llegar a San Diego, la ciudad con los mejores atardeceres del mundo, me impresionó a un nivel que no me habría imaginado, por varios motivos. En primer lugar vivir en una ciudad con playa (y que mejor playa que la californiana) estaréis de acuerdo conmigo que es un gran cambio, tanto por la cantidad de recursos y opciones que te brinda como por esa forma de ser tan auténtica que suelen tener aquellos que viven del mar. Por otro lado, el clima, mucho más suave y constante durante todo el año que en España, lo que hace que cualquier europeo esté impresionado de poder bañarse en la playa en diciembre o salir en bermudas en pleno enero. Las distancias son otro gran punto pues, para los que no hayáis tenido la oportunidad de visitar Estados Unidos, en este país las distancias entre puntos son abismales, y el transporte público no suele ser la mejor opción, no obstante, y pese a que el condado de San Diego es uno de los más grandes de Estados Unidos, su localización es óptima. A dos horas en coche de Los Ángeles, tres de Las Vegas y apenas veinte minutos de Tijuana, hace que desde aquí puedas moverte con relativa facilidad a lugares muy diversos, como playa, montaña, desierto, grandes o pequeñas ciudades y, por otro lado, implica una diversidad cultural espectacular.

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En lo referido a la Universidad, en uno aparecen sentimientos encontrados. En primer lugar, el nivel de las clases en comparación con España es más bajo, no obstante la intensidad de estas es superior. Partiendo de la base de que la Carlos III aplica las mismas metodologías que la Universidad de California en muchos cursos, la intensidad del día a día es mayor, constantemente tienes papers que leer, pequeños trabajos (ya sea individuales o en grupo) y tareas que hacen que, obligatoriamente, tengas que llevar las asignaturas al día.

Por otro lado, quizás mi aspecto favorito de la Universidad aquí es que, dado que la mayoría de la población se independiza y se muda a vivir a la universidad o sus alrededores, la etapa universitaria es plena: perfectamente puedes estar una semana sin salir de la universidad pues todo tu entorno (alojamiento, comida, clases, deporte…) gira entorno a ella. Este hecho hace que el estudio sea una actividad social, pues encontrar a grupos de amigos que quedan para estudiar a diario está a la orden del día. Esta característica me parece especialmente importante puesto que incentiva a los estudiantes a investigar, a ir más allá de lo tratado en clase y, por otro lado, favorece que conozcas a gente con inquietudes similares.

Por último, otro aspecto bastante llamativo es el tema de la elección de tus estudios. El sistema universitario norteamericano permite que aquellos estudiantes que no tengan claro qué quieren estudiar, puedan permanecer “undeclared” durante los dos primeros años y coger asignaturas de una gran variedad de grados para intentar descubrir a qué están llamados. Esta posibilidad es sin duda increíblemente valiosa pues resulta en que los estudiantes escojan sus estudios mucho más conscientemente así como que, previo a la especialización, adquieran una serie de conocimientos integrales.

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Por estos motivos, ciudad y universidad, a día de hoy puedo afirmar que tomé la decisión correcta al aplicar para este destino de movilidad no europea. En lo personal, salir de mi zona de confort, afrontar situaciones como una mudanza o amueblar la casa, conocer a gente de todas las partes del globo y hacer todo esto en un entorno como California es una experiencia que le recomendaría a cualquier persona.

Por ello, desde aquí lanzo una invitación para todos aquellos que no tengáis pensado estudiar fuera o que lo estéis pensando a que deis un paso adelante pues lleva implícito una serie de vivencias que te hacen crecer en innumerables aspectos de la vida.