Vida ELU

Vida ELU

Elus por el Mundo – Jaime Osorio

Por: ELU Admin

¡Hola a todos! Aquí Jaime Osorio, desde La Haya, Países Bajos. Este es mi último año de uni, pues estoy en 5º de Derecho y Relaciones Internacionales en la UFV y 4º de ELU. Si ya de por sí iba a ser un año “divertido” con prácticas, dos TFGs y el TFELU, ¿por qué no meter un Erasmus entre medias? Por supuesto que esta no era la idea que tenía al principio (pretendía haber venido aquí hace dos años), pero sinceramente creo que está siendo un buen momento para vivir esta experiencia.

Han pasado ya más de tres meses desde que aterricé en esta ciudad. Venía con miedos, dudas e inseguridades, pero también con ganas de cambiar de aires y demostrarme que podía desenvolverme perfectamente alejado de las comodidades de Madrid. Afortunadamente, ya a estas alturas puedo comprobar las numerosas ocasiones en las que me he puesto en juego y las mejoras que he conseguido a nivel personal.

¿Cómo es la vida aquí? Pues resido en un edificio de estudiantes, tengo mi propia habitación y comparto cocina y baño con David (República Checa), Ángel (Barcelona) y Klaudius (Alemania). Es una suerte tener unos compañeros con los que sentirte cómodo y considerarles amigos, pues la convivencia es mucho más fácil. Por no hablar de lo increíble que es tener a tus mejores amigos de aquí dos/tres pisos arriba o abajo; nos podemos ver tanto que parecemos una familia.

Por continuar escribiendo sobre los habitantes de La Haya, me sorprendió la enorme cantidad de españoles (e hispanohablantes) que han venido aquí. No me avergüenza reconocer que mi grupo más cercano está compuesto mayoritariamente por madrileños, pero son personas que la vida pone por delante y a las que probablemente no habría conocido si no hubiera venido aquí.

Sin embargo, quiero destacar que La Haya es una ciudad increíblemente internacional (yendo a misa, por ejemplo, me percaté de que habría más de veinte nacionalidades distintas allí presentes), y gracias a ello he ganado soltura tanto para hablar en inglés como para cambiar rápidamente de este idioma al español y viceversa en una misma conversación. No pocas veces nos hemos juntado con nuestros amigos alemanes para visitar algún lugar, montar una fiesta, jugar a las cartas o al póker… y también me vienen a la cabeza todas las personas que he conocido por compartir clase, facultad, deportes o amistades.

Respecto de la uni (The Hague University of Applied Sciences), esta es un ejemplo más de la multiculturalidad de la ciudad. Hay un sinfín de asignaturas (la mayoría de 15 créditos, por tanto, como dos o tres de España) en inglés y están enseñadas de una manera mucho más práctica que en España, algo que se agradece como estudiante de Derecho. Destaco especialmente la asignatura que he cursado de Unión Europea, donde he realizado desde un podcast simulado hasta una infografía, haciendo también las veces de abogado en cuestiones de ciudadanía europea. Esto, junto con dos trabajos más académicos y sin necesidad de un examen, me ha permitido comprender por fin cómo colaboran entre sí la Comisión, el Parlamento y el Consejo.

Además, la universidad tiene actividades prácticamente todos los días, y a los estudiantes de Erasmus nos trataron muy bien desde el principio. Por ejemplo, la asociación de estudiantes de Derecho nos explicó cómo hay que redactar y citar los trabajos aquí, lo cual fue de gran utilidad. También nos llevaron a conocer la ciudad de Delft, y gracias al departamento de deportes he podido jugar al bádminton o al ultimate frisbee (juego por equipos en el que hay que pasarse el frisbee sin que lo intercepten). Tampoco me olvido de la feria de prácticas, el torneo de FIFA y otros videojuegos o la proyección de películas como Grease. En definitiva, estudio en una universidad enorme y dinámica, y encima vivo a cinco minutos de ella.

Erasmus es, asimismo, tiempo de viajar y conocer (a poder ser como peregrino y no como turista, según las palabras de Juan Serrano). Si dentro de La Haya visité el Mauritshuis con el archiconocido conocido cuadro de La joven de la perla, por un precio reducido me he podido acercar a otras ciudades como Ámsterdam, Leiden o Róterdam, tierra de Erasmo. Y fuera de Países Bajos, disfruté muchísimo caminando por Budapest (donde me encontré con Clara, de 4º de ELU) y estaré disfrutando cuando se publiquen estas líneas (saludos desde Cracovia, Polonia). Precisamente volviendo de Budapest, me sorprendí experimentando la sensación de que estaba retornando a mi “casa”, una habitación de un edificio gigante de La Haya. Si esto me lo dicen hace no tanto tiempo… vamos, ni me lo imaginaba.

Pero sí, La Haya es mi casa. Una ciudad tranquila de un país más acogedor de lo que pensaba, con sus molinos, canales, bicicletas y habitantes en su mayoría angloparlantes (asignatura todavía un poco pendiente en España). En ella sigo viviendo una experiencia que supone un cierto alto en el camino, en la que me sorprendo exponiéndome en situaciones en las que antes no me atrevía y que por supuesto me hace valorar con cariño todo lo bueno que tiene mi país de origen. Animo a todo aquel que pueda a sumergirse en esta experiencia pero, como ya hemos aprendido, se puede admirar y buscar bien, verdad y belleza en los rincones más insospechados.
Un abrazo, ¡y a seguir viviendo!

Cultura

mARTEs – El rapto de las sabinas

Por: ELU Admin

El rapto de las sabinas, 1582. Juan de Bolonia.

A lo largo de la historia, este episodio mitológico ha sido objeto de una representación artística ampliamente heterogénea, quedando plasmada en la obra de autores tan emblemáticos y variados como Rubens o Picasso.

Hoy, os traemos esta impresionante escultura de más de cuatro metros de altura modelada por Juan de Bolonia, también conocido como Giambologna, un artista franco-flamenco activo en Florencia durante el siglo XVI.

Al contemplar esta obra, es inevitable fijarse en la compleja torsión de los cuerpos que dota a la figura de un gran dinamismo, además de concederle una proyección cambiante, dependiendo del punto desde el que sea observada.

Actualmente, la escultura original se puede encontrar en la Academia de Florencia, aunque se conserva una réplica en la Piazza della Signoria, en Florencia, donde fue colocada inicialmente por orden de Francisco I de Médici.

Sin categoría

Una gota de agua más- Jorge Úbeda

Por: ELU Admin

Este verano tuve la oportunidad de pasar el mes de julio cooperando en un orfanato en Perú. Esta era la primera vez que me embarcaba en un proyecto así: lo tenía en mente desde hacía tiempo, pero quizás nunca lo había emprendido por el miedo o el vértigo que genera a primera impresión. A lo largo del año 2022, fui a distintas reuniones organizada por la fundación ESYCU para ir conociendo poco a poco en qué consistiría el proyecto, y para entender las condiciones del orfanato en el que estaríamos realizando la labor los voluntarios que íbamos.

Principalmente, los voluntarios trabajamos en el Orfanato Casa de la Divina Providencia, que se encuentra en Abancay; a cuatro horas de Cuzco. Abancay es una ciudad muy pequeña, pero con muchos habitantes, todos ellos sin recursos. El orfanato allí acogía, mayoritariamente, a niñas que habían sufrido violencia o maltrato por alguno de sus progenitores. Hablamos de niñas de 6 a 15 años de edad, de las que sus padres renegaban: niñas heridas física y psicológicamente. Y por ese motivo, necesitaban mucho cariño y tacto. Las religiosas que llevaban el centro, intentaban hacerse cargo, como buenamente podían, de dar alimento y techo a las menores.

El día a día de los voluntarios variaba dependiendo de la semana de la que se tratase y el nivel de distracción (colegio y visitas) que tuviesen las niñas en el orfanato. Por las mañanas, mientras las niñas acudían a la escuela o al instituto, los voluntarios preparábamos los juegos y actividades que a su vuelta realizaríamos con ellas; o en otros casos, ayudábamos en la panadería que tiene el Orfanato adscrita para sacar fondos con los que poder mantener a las niñas. Otras veces, echábamos una mano en la construcción, reparación y aseo del Hogar: arreglábamos las salas comunes, construíamos tabiques para separar edificios que por su pobreza conectaban con el resto del vecindario, limpiábamos y acondicionábamos lo que en su momento era la guardería del orfanato…

Más tarde, cuando las niñas regresaban del colegio (les encantaba que fuésemos a recogerlas del colegio, como hacían los padres del resto de niños), les dábamos toda nuestra atención y nos dedicábamos enteramente a ellas: talleres, juegos, deportes, refuerzo escolar… Al final, se trataba de hacerles sentir un poco acompañadas y queridas, en el oasis que era el orfanato para ellas.

En los talleres dividíamos a las niñas en dos grupos: el grupo de primaria y el grupo de secundaria; para que pudiese ser más colaborativo y participativo, y adecuábamos el contenido a lo que podrían entender. Así, con cuentos y cinefórums tratamos temas como la sinceridad (con el cuento de Pinocho), tratamos el compañerismo, la autoestima, la bondad, la importancia del trabajo y del estudio…

Les intentamos enseñar la importancia de la universidad y de los estudios. Es mucho lo que tienen que trabajar y estudiar para poder ir a la universidad. Sabiendo que carecen de sustento económico, necesitan recibir una beca para irse a Lima a estudiar una carrera. En otros casos, las niñas, al cumplir la mayoría de edad, abandonaban el orfanato para realizar trabajos precarios, inseguros y abusivos.

Cuando abandonamos Abancay a finales de julio, pudimos entender que al final para los niños del orfanato, solo éramos una persona más que pasaba por esos lugares; pero para nosotros había sido algo transformador. Aprendí mucho de todas las niñas del orfanato; de la gente de allí: desde su actitud para afrontar las cosas, su sencillez, su gratitud, su “saber lo que importa de verdad”. Y me volví a España “lleno” de haber podido aportar, aunque sea pequeño; milésimo, un granito de arena en la felicidad y futuro de lasa niñas.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Nacho Artero

Por: ELU Admin

Querida comunidad ELU, soy Nacho Artero, alumno de 4º de la Escuela de Liderazgo y de Derecho y Business Analytics en la Universidad Pontificia de Comillas, ICADE. Hasta diciembre estoy viviendo una experiencia hasta ahora inolvidable: poder realizar mi Erasmus en Roma.

Visto que el anterior Elus por el Mundo versa también sobre la Ciudad Eterna, y que Alberto hace de la experiencia de vivir en ella una descripción magnífica, en esta columna me centraré en lo práctico.

En primer lugar, conviene destacar que el Erasmus, antes que nada, es una experiencia académica. Este dato de no menor importancia parece perderse entre tantas otras vivencias, pero conviene no olvidarlo del todo. Mi universidad aquí es la LUISS Guido Carli, una prestigiosa institución privada de muy difícil acceso para los romanos y con tres campuses repartidos por la ciudad y que consisten en amplios palacetes con jardines. Durante mi estancia en Roma estoy cursando Derecho, y debo confesar que estoy fascinado con el plan de estudios de esta universidad: los profesores son excelentes y las asignaturas que he podido elegir, muy interesantes.

Además de la LUISS, que no es de las universidades más concurridas, los Erasmus estudian en otros muchos centros. De entre ellos destaca la Universidad de La Sapienza, una macro universidad pública situada cerca de la estación de trenes de Termini y muy prestigiosa también a nivel internacional. Si tienes la oportunidad de ir a Roma de Erasmus, lo más probable es que te toque esta institución.

En segundo lugar, me gustaría advertiros acerca de la odisea que es conseguir piso de estudiantes aquí. Mi consejo es que una vez sepáis vuestro destino, os pongáis a buscar piso inmediatamente y no confiéis en el “llego allí sin piso y busco inmobiliarias”. Eso pensaban también cientos de estudiantes españoles y muchos han tenido que volverse por falta de oferta. Los mejores portales son Spotahome y similares, y recomiendo no reservar por webs poco conocidas, ya que la cantidad de estafa de las que he oído hablar es sorprendente. Por otro lado, el alojamiento en Roma deja mucho que desear casi siempre: las casas, por mucho que puedan tener todo lo necesario para vivir en ellas, suelen ser cutres. Olvídate de tener salón, por cierto.

Por último, no puedo despedirme sin aportar un par de consejos acerca de la gastronomía romana. Os pediré un favor, no vayáis a Fortunata ni a Tonnarello. Sí, lo sé, Instagram y Tik Tok babean con estos restaurantes, pero si vais a Roma de Erasmus debéis comportaros como romanos y no como turistas. Por lo general, si escucháis hablar inglés entre los clientes del local, suele ser un “tourist trap”. Con una excepción: el magnífico Da Enzo al 29, custodio de la mejor carbonara de Roma según dicen. Tendrás que hacer un poco de cola en la calle pero merece la pena. Asimismo, te recomiendo que vayas a Baffeto para probar una auténtica pizza romana.

Roma es inagotable y de ahí su encanto. Si vienes, déjate llevar por sus calles y ¡deja el reloj en casa!

Vida ELU

Los elus van al teatro

Por: ELU Admin

Ignacio Cascón, elu de 3º

El pasado sábado 5 de noviembre un grupo de 10 elus nos juntamos por iniciativa de mARTEs de arte para ir al teatro

La obra que vimos fue: La cabeza del dragón, escrita por Valle-Inclán a principios del siglo XX. Se trata de una farsa, un cuento (en principio infantil, pero la verdad es que de infantil no tenía mucho) del que se podían hacer multitud de lecturas y estaba magníficamente traído a la actualidad por la directora Lucía Miranda. Una obra muy divertida que nos sorprendió y no dejó indiferente a nadie.

Jimena Rodríguez, de 3° lo relata así: “Creo que no hay nada mejor que disfrutar una de obra de teatro en compañía, y si esa compañía son elus ya ni os cuento. Gracias a lo que compartimos tras la obra (una buena cena en el Vips) fuimos capaces de darnos cuenta de cosas que nos habían pasado desapercibidas . Así, pudimos sacar más juguillo a lo que acabábamos de ver y elevar a la máxima potencia la experiencia del teatro.”

El despliegue visual y la puesta en escena eran impresionantes, todo un espectáculo de marionetas traído al María Guerrero, invadiendo asientos y palcos indistintamente. Un espectáculo con música en directo, bailes aflamencados, voces fuera de lo común…

Sin olvidar el texto, lleno de guiños y críticas mordaces e irónicas a la tradición, al conformismo, al egoísmo…
Nos hizo replantearnos principios, sacó temas de conversación para la cena, recomendamos lecturas, poemas, conferencias… y sobre todo sirvió para ponernos al día! (Elumnis y profesor incluido).

¡Sin duda, lo pasamos genial y esperamos repetir pronto! ¡Os esperamos a todos!

Vida ELU mARTEs – Día Mundial de la Radiología

mARTEs – Día Mundial de la Radiología

Por: ELU Admin

¿Sabéis qué día es hoy? Bueno, además de ser martes, y de ser 8 de noviembre, es el Día Mundial de la Radiología. Si os habéis hecho una radiografía alguna vez, ¡tenéis mucho que celebrar! El mundo del arte también estuvo de enhorabuena al descubrirse los rayos X: en 1897, dos años después de que Wilhelm Röntgen los detectara, se realizó la primera radiografía a una obra de arte. Actualmente, es un procedimiento muy común en museos de todo el mundo.

Prueba de su relevancia son dos casos que os presentamos hoy:

  • Las hilanderas, de Diego Velázquez. El hecho de que esta obra apareciese en un inventario en 1664 con unas medidas, y un siglo más tarde, con unas mayores, hizo sospechar a los historiadores del arte que se había realizado un añadido posterior. Esta hipótesis se pudo comprobar al realizar una radiografía al cuadro: la pintura original absorbe más los rayos X, lo que delimita bien el añadido (se cree que se pintó para poder exponer la obra en el nuevo Palacio Real). Gracias a estos límites exactos, el Museo del Prado pudo diseñar en 2021 un marco que devuelve el cuadro a sus dimensiones originales.
  • El Jardín de las Delicias, de El Bosco. Ya hablamos de esta inagotable obra en la tercera entrega de nuestra sección Favoritos, que os recomendamos. Pero no dijimos todo… Inspirado por el uso de rayos X, al holandés van Asperen de Boer se le ocurrió aplicar la radiación infrarroja a cuadros. El carboncillo utilizado por los artistas para dibujar absorbe más estos rayos que la pintura; por tanto, esta técnica (reflectografía infrarroja) permite ver el dibujo inicial y su proceso creativo. Como un fantasma, sobre el rostro de Dios Padre en la escena del Paraíso aparece un rostro con barba completamente distinto, revelándonos el cambio de idea de El Bosco.
Vida ELU

mARTEs – Interior

Por: ELU Admin

¡Qué privilegio poder continuar nuestro proyecto! Hoy, nos sentimos afortunados de contar con las palabras de Rosa Leal, estudiante de primero de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid (y de tercer curso de la ELU). Verdaderamente, se ha sumergido en la obra que nos trae, deteniéndose en cada detalle y lo que significa para ella. Una reflexión genial sobre la mirada en el Arte:

«Clive Smith es un artista inglés nacido en 1967. Esta obra pertenece a la colección ‘Interiors’, la cual es iniciática en cuanto a la producción artística de Clive Smith, situándose en los años cercanos al 2000. La colección inmediatamente posterior se centra en la figura humana de nuevo; sin embargo, el resto de sus colecciones contienen estudios de aves, nidos y plantas. El carácter aséptico de las obras, la falta de interacción entre las figuras y la soledad que irradian sus composiciones caracterizan la colección.

En Interior el protagonista masculino se encuentra sedente, entre dos puertas aparentemente iguales, aunque incapaz de abrir ninguna de las dos. Sus manos se entrelazan sobre su regazo, ambos brazos quedan ocultos bajo la camiseta blanca que lleva puesta, por lo que las mangas esta?n vaci?as, dando una apariencia inicial de no tener brazos. Incluso podría recordar a una camisa de fuerza, aunque claramente no lo es. Este vestuario estándar, compuesto por una camiseta blanca y unos pantalones caquis, es utilizado a lo largo de numerosas obras pertenecientes a ‘Interiors’, despojando a las personas de rasgos distintivos entre ellas. La mirada se dirige hacia abajo, la expresión es neutra. Es difícil hablar de inexpresividad cuando la pesadumbre y el cansancio acompañan al rostro.

La incapacidad de decisión es clara. A pesar de haber dos caminos por los que discurrir, la figura decide quedarse en el centro de esta ambivalencia, completamente incapaz de tomar una decisión. La libertad ilusoria ante la abundancia de posibilidades le abruma, conteniendo sus brazos en su camisa de fuerza particular, dejándole indefenso, despojado de vitalidad y de cualquier iniciativa. Se limita a reclinarse sobre ambas puertas, siendo consciente de que es uno más, que solamente es un hombre con una camiseta blanca y unos pantalones caquis, como muchos otros. Su identidad es desconocida, el espectador no sabe nada de él y, aun así?, es familiar su angustia, su silencio, su indiferencia. No pronuncia palabra porque no tiene a quién llamar, no hay ninguna ventana, únicamente dos paredes y dos puertas cerradas. Ni siquiera hay cerradura, sería absurdamente fácil abrir una de ellas, pero la opresión de la ambivalencia se lo impide.

Lo verdaderamente tétrico de Interior es la frontalidad, relacionada por los griegos con la otredad. El encuentro con el Otro cara a cara, donde realmente el espectador no descubre diferencias, sino similitudes con aquel que parece tan lejano. Clive Smith muestra un espejo donde dos personas, en un intento de mirarse, bajan unos ojos inundados por la culpa o la vergüenza».

Vida ELU

Una gota de agua más – Jaime López

Por: ELU Admin

Hace ya un año tuve la gran suerte de entrar a formar parte de una de las asociaciones de mi universidad; Perunidad se llama y desde el primer momento que supe de la existencia de esta, me llamó la atención. Su labor consistía en encargarse de la organización y realización de varios proyectos, en colaboración con distintas ONGs, que buscan ayudar al desarrollo de la educación y la sostenibilidad en regiones desfavorecidas de Perú, comenzando con la recolección de fondos, durante todo el año, a través de organización de eventos, competición por subvenciones y premios solidarios, etc. Hasta la realización en sí del proyecto, con nuestras propias manos, en el lugar escogido.

El enfoque particular de este proyecto me atrajo debido al hecho de que este no se nos daba ya organizado, había que montarlo entero. Además, estaba un poco más relacionado con aquello que estudio, ingeniería, al estar centrado en la construcción de infraestructura.

Es así, que a mi y a otros tres de mis compañeros nos tocó colaborar con una pequeña ONG, llamada Earth Perú, creada por el carismático Luis Fernando Abanto. Un hombre que tras haber dedicado bastantes años de su vida a colaborar con diferentes organizaciones, decidió fundar su propia ONG para ayudar, en concreto, a los diferentes colegios de las zonas más desfavorecidas de la ciudad de Trujillo, ciudad a la que llega mucha de la inmigración descontrolada de la sierra, la cuál se establece en los barrios periféricos como puede, careciendo de medios e infraestructuras.

De este modo, comenzó la búsqueda y planificación del proyecto, con reuniones de trabajo y llamadas con nuestro apreciado Luis, que sin embargo no estuvieron desprovistas de sustos e imprevistos, como el de tener que reorganizar la mayor parte del mismo a dos meses de partir, puesto que una de las escuelas con las que nos habíamos decidido a colaborar dejó de comunicarse con nosotros; inesperado cambio de opinión.

Finalmente, llegó la fecha de partir a Perú. Durante el próximo mes y medio nuestro objetivo sería el de construir una clase en el colegio “Marcial Rebaza”, en la Campiña de Moche, pueblo agrícola y humilde a las afueras de la ciudad. De esta forma, el excedente de niños del pueblo que la escuela no podía asimilar y que debían buscar otros sitios donde estudiar, podrían continuar su educación en el colegio del pueblo.

Así, una vez allí, tras conocer el lugar, las profesoras y a los niños, comenzamos las obras, fundamentalmente, gracias a la ayuda de nuestro maestro albañil, Juan, el que con mucha paciencia nos enseñó los secretos de esta profesión, por la cuál siento actualmente una gran admiración. Seríamos estudiantes de ingeniería, pero no teníamos ni idea de como poner un ladrillo al lado de otro.

Las semanas fueron pasando, y como en todos los proyectos de este mundo, las dificultades y retos inesperados fueron apareciendo, haciendo difícil el mantener la moral y la esperanza arriba; al fin y al cabo, la logística y los medios que allí teníamos eran limitados, sin embargo, poco a poco fuimos superándolos, y tras remover bolsas y bolsas de cemento, colocar una infinitud de ladrillos y dejarse los brazos enluciendo paredes, logramos que la clase se convirtiera en un espacio funcional. Mención especial a lo importante que durante todo el proyecto fue la ayuda y colaboración con la comunidad local, incluyendo a las profesoras y a madres y padres, que cuando necesitamos una mano, nos pusieron todas a una.

Sin embargo, aquí no terminó la historia, puesto que siendo Earth Peru una ONG que busca favorecer el desarrollo sostenible de estas escuelas, aún quedaba acabar con la guinda del pastel. En Perú, hasta el 2022, los padres de los niños debían pagar la electricidad de las escuelas, y es por ello, que hasta ese año, nuestra asociación había estado financiando la instalación de paneles solares en las escuelas donde colaborábamos, puesto que ayudaban a que estas fueran más verdes y permitían a la comunidad realizar un gran ahorro económico. No obstante, habiendo cambiado la situación, la escuela no estaba interesada en la instalación de los paneles, siendo estos más una carga que una ayuda.

Así pues, debimos cambiar de nuevo el desarrollo del proyecto y ponernos en búsqueda de un nuevo lugar donde estos pudieran tener un mayor impacto, siendo de utilidad. Encontramos así, un orfanato situado en la zona industrial de Salaverry, el cual, a pesar de trabajar para el Estado, no recibía ninguna ayuda, al estar dirigido por una congregación religiosa. Allí nos recibieron con los brazos abiertos, y pudimos instalarlos, con la seguridad de que aportarían una gran ayuda y serían bien cuidados.

Durante las seis semanas que allí estuve, pude aprender muchas cosas, además de ser testigo de las condiciones de vida tan diferentes que tienen tantas otras personas en la otra punta del mundo, las cuales tienen que vivir su día a día, con muchos menos recursos y muchas más barreras, y aunque sintiéndome en cierto modo egoísta por haberme tenido que desplazar allí para ser más consciente de cómo es la cruda realidad, creo sinceramente que mereció la pena, porque aquello que construimos podrá permitir, a partir de ahora, que unos cuantos niños, en las afueras de la ciudad de Trujillo, tengan un futuro un poco mejor. Y eso ya lo vale todo.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Alberto Pradas

Por: ELU Admin

¡Hola a todos! Soy Alberto Pradas, alumno de 4º curso de la ELU y de 5º en Derecho y Relaciones Internacionales en la UFV. Durante estos meses estoy viviendo una experiencia increíble en mi último año académico, tanto de universidad como de la ELU, disfrutando un Erasmus en Roma, Italia.

Mucho se ha escrito sobre la Ciudad Eterna, y no voy a ser el primero que lo haga en esta newsletter, pero como un gran historiador alemán del siglo XIX dijo, “en Roma se encuentra lo que uno lleva consigo”. Y eso hace que cada una de las personas que pasen por ella se sientan interpeladas de una manera única y especial. ¿Qué significa Roma para mí? Roma es hermosa y descuidada, ilustrada y disoluta, de los césares y de los papas, milenaria y cosmopolita. Como decía antes, cada uno de nosotros llevamos una Roma singular en nuestro corazón.

Pero vivir una experiencia plenamente internacional no siempre puede ser fácil en esta ciudad. A cada pocos pasos que des en la calle escucharás a alguien hablando español, y si algo tenemos en común italianos y españoles es que, allá a donde vamos, tendemos a ser conformistas y cerrarnos en nuestro grupo hispanohablante. Esto se hace particularmente evidente en lo que al ocio nocturno se refiere: se sale a las fiestas de los españoles donde suena reggaeton o a las internacionales con música comercial. Cuál de las dos es mejor ni se discute.

Un día bromeaba con un amigo diciendo que una “iglesia de barrio” de las docenas que tiene Roma sería considerada catedral en cualquier otra ciudad. En estos meses he aprendido a disfrutar las tardes de visitar Caravaggios, los atardeceres en el Giardino degli Aranci, deambular por los Museos Capitolinos, fantasear con la historia que se vivió en los foros imperiales, a perderme entre las calles estrechas y desembocar en un monumento impresionante.

Viajar dentro de Italia en tren o autobús tiene un coste muy económico, lo que sumado al precio reducido en museos públicos que disfrutan los menores de 25 años, anima a que los estudiantes de Erasmus puedan moverse y conocer la inmensa riqueza cultural del país. Por ello, es común que los estudiantes que se encuentran en Italia prioricen desplazarse dentro de ésta en lugar de viajar a otros países europeos, porque Italia es mucho más que Roma o Milán: es también el sueño renacentista de Florencia, el patrimonio cultural árabo-bizantino de Palermo, las ruinas silenciosas de Pompeya, el viaje al medievo en Siena, los pueblos blancos de pescadores en la región de Apulia.

El Erasmus me ha permitido revivir lo que en los siglos XVIII y XIX se conocía como el Grand Tour. El “viaje continental” atraía a jóvenes aristócratas e intelectuales europeos a recorrer Europa y llegar hasta Italia, movidos por conocer la cultura grecorromana y las obras de arte renacentistas y barrocas. Para los “grandtouristas” que emprendieron este viaje se consideraba una especie de iniciación fundamental para acceder a la vida adulta y descubrir los orígenes de la civilización europea. ¿No os recuerda un poco a Becas Europa?

Ahora que escribo habiendo superado el ecuador del Erasmus me siento profundamente agradecido porque Roma sea mi hogar durante estos meses. Roma ha reanimado en mí el sentido del asombro, y lo ha hecho de la mano de unos amigos junto a los que he podido descubrir y compartir la alegría de esta aventura. Más allá de haber despertado la sensibilidad para sorprenderse y preguntarse, este viaje compartido me ha permitido descubrir lo valioso y bello que late en cada uno de nosotros, pero que muchas veces no somos pacientes ni estamos interesados en descubrirlo. Me gusta llamar a estas experiencias “recordatorios”, porque creo que existen en todas las personas, pero que hasta que alguien o algo no los desadormece, permanecen pasivos e indiferentes en nuestro interior. Y conviene que nos recuerden las cosas a diario.

Hay una sensación extraña que me acompaña desde el primer día que llegué a la ciudad. Me siento turista a la vez que nativo de Roma. Camino embelesado entre sus maravillas, como si fuera la primera vez que las contemplo, a la par que con orgullo las aprecio como propias, como si me sintiera en casa. Quizá de esta sensación nazca el adagio que reza que todos los caminos llevan a Roma.

Vida ELU

mARTEs – Brigitte Bardot

Por: ELU Admin

¡Esperemos que estéis descansando en este martes festivo! Nosotros, desde luego, estamos agradecidos de contar con vuestra atención otra semana más. Esta vez, el generoso amigo que ha compartido obra y texto es Ignacio Cascón, estudiante de tercer año de Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid y también de tercero de la ELU. Su elección ha sido Brigitte Bardot, obra del artista oscense del siglo XX Antonio Saura, fundador de una escuela abstracta de posguerra muy prolífica. Su producción se caracteriza por el uso de una escala prácticamente monocromática, a partir de blancos, negros y grises. Sus formas son siempre cortantes, realizadas de un solo brochazo, pero a menudo no se abstraen completamente de su objeto.

¿Le habéis dado una oportunidad al arte abstracto? Ignacio reflexiona sobre ello:

«He elegido esta obra para compartir aquí porque siempre me hace pensar y no puedo decir cuándo la vi por primera vez. Recuerdo cuando con el colegio nos llevaban de excursión al Museo de Arte Abstracto Español, en las Casas Colgadas de Cuenca y nos la enseñaban.

Nos decían que la actriz retratada era una de las personas más guapas de su época, todo un mito del erotismo y la sensualidad. Y éramos muchos los que no lo podíamos entender. ¿Cómo iba a ser eso un retrato de una actriz guapa?

Con el tiempo, he ido dándome cuenta de lo que el autor propone, un juego posmoderno sobre teorizar el arte. ¿Por qué no le damos una oportunidad a Saura y al arte abstracto y nos replanteamos qué es la belleza o para qué está el arte? Párate a pensar cómo plasmarías tú la sensación que te despierta una persona».

Vida ELU

mARTEs – Desayuno

Por: ELU Admin

¿Qué tal estáis? En la publicación de hoy, al menos dos pares de ojos (que podamos apreciar en la escena) nos reciben como si acabáramos de irrumpir en la estancia. Estos ojos tan atentos pertenecen a los hijos de la pintora, Zinaida Serebriakova. Esta artista rusa (que nació en la actual Ucrania) de principios del siglo XX tuvo la maldición de no encontrarse nunca en el lugar correcto: durante sus primeros años, sus influencias postimpresionistas eran recibidas como demasiado poco convencionales por el público ruso; sin embargo, tras la revolución de 1917, el arte soviético, que seguía las vanguardias abstractas del constructivismo, la descartó como demasiado conservadora.

Mónica Solís es estudiante de cuarto curso de Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona y nos comparte esta obra, en gran medida, por la sensación de sosiego que supone en la convulsa vida de su autora:

«La verdad es que llevaba mucho tiempo queriendo colaborar con vuestra cuenta, pero no sabía qué obra elegir. Os voy a ser sincera: al final no decidí yo, sino que la casualidad lo hizo por mí. Me encontré con un hilo de Twitter sobre esta artista tan desconocida y supe que era la indicada.

Aunque, cuando vi esta obra, lo primero que se le ocurrió a mi cabecita caprichosa es que parecía de todo menos un desayuno: ¡¿a quién le apetece una sopa por la mañana?! No podía sentirme menos identificada con estos tres pequeños, separada de ellos por más de cien años y por una cultura lejana y ajena.

Pero entonces vi el plato con las palmeras de chocolate: mi dulce favorito. Y, en esa milésima de segundo, volvieron a mí, como en un comprimido intenso, todos los recuerdos de cientos de desayunos de mi infancia. Todas las sonrisas que me producía ese manjar chocolateado y, sobre todo, el estar rodeada de mis hermanos. Ahora vivo con dos compañeras de piso a las que quiero mucho… pero nuestros horarios nos impiden desayunar juntas, algo que me encantaría hacer.

El marido de Zinaida moriría cuatro años más tarde de la fecha de la que data la obra, y la vida de la artista se dificultaría mucho. Pienso que ella, también, querría volver a ese preciso y precioso instante en el que todo era tan simple como compartir una palmerita con sus hijos. Y en eso, de alguna forma, más allá de los siglos y los idiomas, estamos juntas».

ELUMNI

Elumni – ¿A qué se dedican?

Por: ELU Admin

¿Alguna vez te has preguntado a qué se dedican los #ELUMNIUFV? Resulta muy interesante saber en qué profesiones han desarrollados todos sus talentos y virtudes.

Vida ELU

Una gota de agua más – Alonso Císcar

Por: ELU Admin

¡Buenas tod@s! Soy Alonso Císcar, estudiante de 3º de la ELU, y quiero aprovechar esta edición de Una Gota de Agua Más para contar mi experiencia de voluntariado, en el European Youth Parliament. Esta es una historia de como hasta en los lugares más inconvencionales, podemos encontrar un foco de crecimiento.

Muchos podemos coincidir que nos encontramos en un proceso de aprendizaje constante, y en el camino, buscamos oportunidades para crecer, para contribuir y compartir una parte de nosotros con el mundo. Poco a poco, vamos dando forma a nuestra huella, y lo maravilloso es que tenemos mucho control en el impacto que queremos que tenga.

Si bien mi vocación siempre se ha encontrado en la ciencia, tuve la gran suerte de encontrarme en mi camino con el European Youth Parliament (EYP), una organización presente en 40 países del continente europeo que busca empoderar y dar voz a la juventud, creando espacios seguros para debatir y compartir nuestras opiniones. Tras participar en uno de sus eventos en 2018, descubrí la importancia de alzar nuestra voz y ser escuchados y sobre todo encontré un lugar seguro para crecer y salir de mi zona de comfort.

Pero… ¿Qué se hace exactamente? Jóvenes de todo el país y a veces de toda Europa, se juntan para debatir sobre temas de calibre global, como la participación democrática juvenil, los derechos laborales o la crisis de los refugiados, cada grupo de trabajo tiene asignado un tema, y pasando por una fase de Teambuilding y otra de trabajo en grupo, se elabora una resolución que se debate en Asamblea General. Lo que me fascinó, fue el hecho de que con 16 años, pudiera expresar mis ideas y proponer soluciones que luego se presentan a instituciones.

El factor cautivador del EYP es su carácter internacional, la posibilidad de participar en todo tipo de eventos por toda Europa y de ser voluntario con diferentes roles (y gastos cubiertos), como facilitando los debates, organizando los eventos o formando parte del equipo mediático.

Encontré en este proyecto, una oportunidad para empoderar y fomentar el crecimiento de los jóvenes, sacándolos de su zona de comfort y ofreciéndoles un lugar para alzar su voz y reconocer la importancia de una juventud crítica, participativa y comprometida. Creyendo en los valores y siendo consciente de lo que me ha aportado, decidí implicarme activamente, hoy puedo decir que soy el Presidente del comité español del EYP.

Este último año, hemos podido acercar la toma de decisiones a más de 2000 jóvenes de toda España, con la participación de alrededor de 300 voluntarios de todo el continente, además gracias a ello, uno ha de enfrentarse a liderar equipos a partir de una visión, gestionar crisis e innovar en método educativos. El ambiente de pasión que se respira en cada evento, la experiencia de viajar y sobre todo, de poder equivocarme y aprender en un entorno seguro, me lleva a seguir luchando por este proyecto.

Y un aprendizaje de todo esto es que el talento está ahí, y que con las herramientas correctas se puede pulir y dar brillo, y son estas iniciativas las que desvelan todo el potencial que tenemos los jóvenes de hoy en día. Ya sea en esta iniciativa o en cualquier proyecto en el que uno se embarque, potenciar el talento y usarlo en servicio de otros debe ser nuestra meta.

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Elus por el mundo – Carmen Godoy

Por: ELU Admin

Hola, otra vez. Soy Carmen Godoy, de cuarto de la ELU y quinto de Derecho y Ciencias Políticas, y aunque me presente más o menos igual que la última vez que me pasé por ELUS por el Mundo, no puedo decir que sea la misma persona que entonces.

A unos 6255 km de distancia, os saludo desde Washington and Jefferson College, el que es mi nuevo hogar desde el pasado agosto. Ojalá tuviera la habilidad de haceros entender con solo palabras lo feliz que me siento aquí. No se parece a nada que haya vivido antes, y, sin embargo, está siendo una experiencia que me está ayudando a recordar, pararme un segundo en mitad del perfecto caos que es mi vida aquí y sentirme orgullosa del camino recorrido.

Este es mi último año de universidad, una experiencia que he vivido a vuestro lado y que ha exprimido lo peor y mejor en mí para hacerme la Carmen del hoy.

Si me hubierais preguntado hace cinco años donde me vería a día de hoy, habría dicho que aquí, porque los que me conocen saben que soy de estas personas con la vida planificada desde que tuvieron uso de razón (y acceso a calendarios de google). Sin embargo, lo que nunca me habría imaginado es lo dura, intensa y bonita que iba ser la travesía y lo plena que me siento en esta pequeña universidad al oeste de Pennsylvania.


Todos los estudiantes de W&J vivimos en diferentes residencias en un acogedor campus, a media hora de Pittsburgh, con edificios históricos y un encuadre realmente de película (de hecho ha sido protagonista en la serie de Netflix; “la Directora” por si queréis echarle un vistazo). Es un campus pequeño al tratarse de una universidad privada, pero sus más de 50 clubs y departamento atlético ofrecen la oportunidad perfecta para que cualquier persona encuentre el complemento ideal a sus estudios. Una de las cosas que más me ha llamado la atención en este país es la habilidad de los estudiantes de compaginar una carga de trabajo académico diaria mucho más exigente que a la que estamos acostumbrados en España, una vida paralela como atleta semiprofesional y, aun así, encontrar tiempo y energía para desarrollar alguno de sus hobbies en los diferentes club, formar parte de una sororidad o fraternidad y tener una vida social activa. En esta universidad a veces da la sensación de que el día tiene más de 24 horas y, sin embargo, todo el mundo tiene tiempo para saludarte, interesarse por ti, tu cultura y hacerte sentir como en casa. Aquí me he rodeado de personas que no están dispuestas a pasar por la universidad de puntillas, que buscan dejar una huella en su comunidad y que definitivamente deberían considerar dormir un par de horas más al día.

Es mi segundo año académico en este país, pero la diferencia entre las aulas de un instituto y las de una universidad privada es abismal. Mis amigos aquí, la mayoría con becas deportivas, son auténticos privilegiados de un sistema que no impulsa a los jóvenes estadounidenses a recibir una educación superior. La mayoría es consciente de estos privilegios y trabajan duro para mantenerlos, lo cual no es fácil y los somete a una presión que, como beneficiaria de un sistema de educación universitaria público, me sorprende. De hecho, me impactó tanto que he decidido probar ese tipo de vida en primera persona. Durante estos meses me he visto crecer, dar más de lo que pensaba que podría dar, física y mentalmente. Mis días empiezan a las 6’30 de la mañana en el que las risas con mis compañeras de Lacrosse en el gimnasio hacen que me olvide momentáneamente de las agujetas de la noche anterior. Siguen con un desayuno de equipo y clases (de asistencia obligatoria) de entre 5 y 15 alumnos que me exponen a un debate multicultural sobre temas de los que jamás me imaginaría hablando en un aula, con profesores interesados en lo que tengo que decir y en las que estoy desarrollando habilidades que ni era consciente que necesitaba. Luego llega el momento de sacar mi yo creativo en el coro o de mis sesiones de estudio y charlas con Niouma (Francia) en una de las mesas a la sombra de los árboles que, camaleónicos, van cambiando de tonalidades para conjuntarse con la estación entrante. A las 6 de la tarde los lunes, miércoles y viernes me convierto en cheerleader, y los martes, jueves y sábados cambio los pompones por la equipación de Lacrosse y doy lo mejor de mi en cada entrenamiento. A las 10 de la noche llego a CASA, donde siempre hago una parada obligatoria en el tercer piso para ver a Noa (Países Bajos), Juliette (Francia), Harriet (Ghana), Emiru (Japón), Franka (Alemania) y Julia (España), mi pequeña familia internacional, ponernos al día y planear nuestros findes porque si, a pesar de mi no demasiado flexible horario, siempre hay tiempo para disfrutar de viajes y excursiones juntas.

Por último, llego a mi cuarto agotada, pero feliz, en el que Lou (Francia), mi roommate, siempre me espera con el abrazo que necesito. Jueves de pub, viernes de Feel Good Friday, sábados de football, animadoras y fraternidades o de partido de béisbol y explorar Pittsburgh con Jackson, domingos de tour por las Iglesias de la zona con la asociación cristiana y prácticas en el Partido Democrático, y celebrar cada festividad (literalmente todas las que os podáis imaginar) a lo grande.

En esta universidad hay algo para todos y yo he decidido que decir SI iba a ser mi personalidad durante mis meses aquí. No es fácil jugar a estar en todos lados al mismo tiempo, pero en W&J he recordado que no se VIVE con mayúsculas desde la cama viendo Netflix, sino dibujandote cada mañana una sonrisa y saliendo de casa dispuesto a ser tu mejor versión.

En 2017, cuando me fui de este país tras mi año en un instituto en Oregón, me prometí que me llevaría conmigo a España las ganas de SER y ESTAR PRESENTE, de ponerme siempre al límite y no ponerme límites, de vivir en COMUNIDAD y de aprovechar cada oportunidad que la vida me pusiera en el camino. En una semana vuelo a Oregón a visitar el que hace tiempo fue mi hogar. Probablemente todo siga casi igual, pero estoy segura de que, 6 años después, veré todo distinto. Y eso es lo que, después de esta experiencia en W&J, me llevaré en la maleta y el corazón de vuelta a casa este diciembre: la inspiración, las ganas, el espíritu y el recuerdo de de dónde vengo con la ilusión y el corazón puesto en aquello que vendrá.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Clara Sánchez, Blanca Lirio y Jorge Úbeda

Por: ELU Admin

¡Hola, elus!

Somos Blanca Lirio, Clara Sánchez y Jorge Úbeda: una veterana y dos alumnos de 4º de ELU, respectivamente, que estamos cursando un cuatrimestre universitario en Budapest, Hungría, y queríamos contaros un poco lo que está siendo nuestra experiencia aquí.

Cuando llegamos, a finales de agosto, la ciudad aún acogía muchos turistas que aprovechaban los últimos días de verano para visitar la ciudad. Y nosotros, recién llegados, nos sentíamos un poco como ellos; “de paso”: ninguno asimilábamos mucho que esta se iba a convertir en nuestra casa durante los siguientes cinco meses.

Poco a poco, nos hemos ido instalando, y hemos descubierto una ciudad que tiene un sinfín de cosas para hacer y visitar. Y, es que, dividida por el río Danubio en dos partes, Buda y Pest; Budapest es una de las ciudades con más ambiente nocturno, y planes día a día que hemos conocido: tiene desde islas convertidas en parques, hasta castillos de lo que fue el gran Imperio Austro-Húngaro; pasando por el parlamento más grande de toda Europa, y los “ruins-bars” más icónicos de la zona.

Sin embargo, es una ciudad que no necesita de grandes planes para disfrutarla; pues, por ejemplo, pasear por la ciudad es una experiencia genial, que, aprovechando el buen tiempo que está haciendo ahora; (el invierno en Budapest puede alcanzar los -10º C) a todos nos encanta hacer.

En lo que respecta a la universidad, estamos teniendo experiencias algo distintas. Cuando quedamos para hablar de cómo vivimos los retos académicos, a dos de nosotros nos pareció que había que estudiar más de lo esperado, mientras que hubo un “voto particular” en el que se opinó que la vida académica para un Erasmus en Budapest es más bien relajada. Suponemos que depende mucho de la universidad a la que vayas.

Sobre las amistades internacionales, nos parece muy curiosa la forma en la que los españoles nos relacionamos de Erasmus. Tras estar aquí un mes y medio, nos hemos dado cuenta de que los estudiantes españoles somos los únicos que, por regla general, no hacen piña con los alumnos del resto de países. Así, está el grupo de italianos, franceses, alemanes, etc. y, por otro lado, el grupo de españoles. Lo hemos estado hablando con amigos que están o han estado de Erasmus en otros países, y pasa lo mismo en todos los destinos. Salvo honrosas excepciones, somos mucho más gregarios de lo que en un primer momento se pueda pensar. Culturalmente somos gente simpática y abierta, pero en el Erasmus nos acomodamos. No nos complicamos mucho la vida.

Después de charlar un rato, caímos en la cuenta de que podía ser por tener que hablar en inglés. Ya no es que ser sociable en un idioma que no es el tuyo requiera un esfuerzo extra, que también, sino que, además, nos da corte hablar en inglés delante de nuestros propios compañeros españoles. Es muy difícil mezclar grupos y que nazcan verdaderas amistades porque nos ponemos a hablar entre nosotros en castellano a la menor oportunidad. Sería buenísimo que nos quitáramos ese complejo de encima porque nos estamos perdiendo a mucha gente estupenda.

Por otro lado, en un primer contacto con los autóctonos te puede sorprender la diferencia de comportamiento que tienen dependiendo del grupo generacional en el que se encuentren. Si tienes cualquier duda o necesitas ayuda en la calle, la gente joven es muy abierta y está dispuesta a ayudarte en lo que necesites; los de mediana edad lo harán también, pero si después de intentarlo no consiguen entenderte, seguirán su camino sin dedicar más atención. En cambio, los mayores tendrán una actitud distante y fría desde el principio, sin posibilidad de entablar contacto con ellos. Es importante entender que esto es reflejo de los tiempos que han tenido que vivir, puesto que la etapa comunista en este país no acabó hace mucho y marcó fuertemente a la sociedad en un clima de desconfianza y discreción extrema. También nos ha sorprendido la cantidad de “homeless” que puedes encontrar en las calles, tanto si es una avenida principal como una más secundaria. No obstante, la ciudad es muy segura, tanto de día como de noche hay mucha gente y el ambiente de la ciudad te hace sentir rápido como en casa.

Una de las mayores joyas que tiene Budapest es su transporte público. Tranvía, metro, bus, trolebús, conectan prácticamente todos los puntos de la ciudad permitiéndote ir, de una manera muy intuitiva y rápida, a cualquier parte. Aunque si tienes la oportunidad y las ganas, te recomendamos alquilar una bici y recorrer las calles de Budapest con ella. Desde el Puente de la Libertad, cualquier mirador o incluso a orillas del Danubio puedes disfrutar de un atardecer espectacular y deslumbrarte con la iluminación de la ciudad de noche. Tampoco te puedes ir sin probar el famoso Goulash, una sopa densa con trozos de ternera, verduras y paprika (también muy popular aquí) o el Langos, pan frito caliente al que le puedes añadir diferentes ingredientes como queso, jamón, nata, etc. y que está delicioso.

Nosotros sólo llevamos un mes y medio aquí y ya estamos enamorados de la ciudad. Sabemos que todavía tenemos muchas cosas por descubrir y vivir durante los próximos meses, y esperamos seguir creciendo personalmente como lo estamos haciendo con esta gran experiencia.

¡Un abrazo a todos y nos vemos pronto!

Cultura

mARTEs – The Passion of Creation

Por: ELU Admin

Subimos esta publicación a nuestra cuenta de Instagram un miércoles, no un martes. ¿Nos hemos equivocado? Podríais pensar que sí, no os culparíamos… El caso es que la obra de hoy tiene mucho que decir sobre el error y la frustración.

Leonid Pasternak fue un pintor ruso que, como muchos otros jóvenes artistas europeos, experimentó una transición estilística desde la Academia, con sus formas bien delimitadas, a las manchas de colores del impresionismo. Su camino creativo, seguramente plagado de muchos dolores de cabeza, ha encontrado ecos en las reflexiones de nuestra compañera Marta Morcillo, con la que sin duda os sentiréis identificados:

«Puedo verme tan reflejada en ese cuadro. Es de noche, no te ha dado tiempo a hacer todas las cosas que querías hacer, le das un beso a tus padres de buenas noches tras una brevísima cena y te sientas en tu escritorio. Ese momento de decir: ¿en qué momento decidí yo todo esto? Cuando todo te sale mal o sientes que no puedes y te replanteas toda tu existencia y tus decisiones hasta el momento. Pero este cuadro no se llama la desesperanza o la frustración. Se llama la pasión de la creación. Porque muchas veces te preguntas qué estás haciendo, y aunque no tengas respuesta, sigues haciéndolo porque intuyes que hay algo bueno en ello. Algo más allá te dice que ese es el lugar donde tienes que estar. Y parece una contradicción, pero a mí me parece apasionante cómo podemos seguir diciendo que sí cuando todo lo de alrededor parece decirnos que no. Los pintores más famosos del mundo tiraron cuadros suyos porque no les parecían lo suficientemente buenos. Ellos no estaban seguros de que su obra fuese a ser “la obra”. Y estoy convencida de que más de una vez se quedaban sin pintura a mitad o tenían que entregar un cuadro al día siguiente y les estaba quedando mal. Pero existe esa pasión por la creación que todos llevamos dentro. Somos seres creativos y necesitamos transformar nuestro entorno para el bien de los demás. Por eso, aunque estés superado, y aun así al día siguiente sigues diciendo que sí (aunque sea tímidamente), enhorabuena, sientes pasión por la creación».

Vida ELU

Proyecto Vuelta al Mundo

Por: ELU Admin

María Parra, 2º ELU

¡Hola a todos! Soy María Parra, de segundo de la ELU, y vengo a compartiros una experiencia que hemos tenido la suerte de vivir este verano tres alumnos de segundo: Marisa Rico, Ramón Rodríguez y yo. En marzo nos enteramos de que, con el fin de conmemorar el quinto centenario de la Expedición Magallanes-Elcano, se había puesto en marcha un programa de aventura, solidaridad, sostenibilidad y cultura llamado Proyecto Vuelta al Mundo.

El programa consistía en un viaje de tres semanas con una mochila en la espalda, una esterilla y un saco de dormir como únicas pertenencias, recorriendo España y Portugal. Iba dirigido a estudiantes de entre 18 y 19 años de países iberoamericanos. Entre los organizadores se encontraba Jesús Luna Torres, excoordinador de la conocida Ruta Quetzal (dirigida por Miguel de la Quadra-Salcedo), y durante el viaje predominó en todo momento el espíritu de esta.

El proceso de selección consistía en la redacción de un proyecto que tratara de impulsar alguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en nuestro entorno cercano, y en la realización de un vídeo respondiendo una serie de preguntas sobre la Primera Vuelta al Mundo. Si tras haberlo completado resultabas seleccionado, se te brindaba la oportunidad de participar en el viaje, con todos los gastos sufragados gracias a patrocinadores como Renfe, la Universidad Autónoma de Madrid o Panama Jack, entre otros.

La expedición recorrió múltiplos destinos de España, entre ellos Madrid, Valladolid, Navarra, País Vasco, tres tramos del Camino de Santiago, Oporto, Cáceres, Andalucía y Ceuta. En cada lugar asistíamos a conferencias muy interesantes sobre cómo podíamos ser más sostenibles y cómo se podía contribuir actualmente a la sociedad. Descubrimos otras formas de vida alternativas respetuosas con el medio ambiente en un lugar llamado Cachilandia, hablamos cara a cara con el actual presidente del Senado, escalamos la cima del Mulhacén, visitamos la Alhambra, bailamos sevillanas en Córdoba, realizamos una convivencia con menores no acompañados y visitamos una mezquita y un templo hindú en Ceuta.

Fueron tres semanas de vivir con lo mínimo, de dormir en el suelo de polideportivos, teatros e incluso de un monasterio. De desconexión total, pues dejábamos depositados los móviles para aprovechar al máximo la experiencia. De poner en cuestión todo lo que habíamos dado por sentado hasta entonces, de abrir nuestra mente y nuestros corazones a mil maneras diferentes de ver la vida. Si algo en especial nos marcó del viaje fue la convivencia con personas de nuestra edad de países latinoamericanos. Emprendimos el viaje con jóvenes de Bolivia, Colombia, El Salvador, Argentina, Chile, Cuba, México, Costa Rica, Paraguay y Ecuador. Para la mayoría de ellos era su primera vez visitando España, muchos no habían visto nunca el mar, algunos no habían tenido siquiera oportunidad de aprender a nadar. Tenían muchísimas historias que relatar sobre sus tradiciones y sus países, uno de los participantes hasta se había criado en una tribu indígena. Ver España por primera vez a través de sus ojos llenos de ilusión fue un auténtico regalo.

Ramón Rodríguez, 2ºELU:

Uno podría pensar que el verano, o al menos momentos de él, no tienen nada que ver con el resto de la vida que uno lleva. ¿Puede estar el verano (¡entero!) relacionado con la vida del día a día, con la vida en la universidad y con la familia? ¿Es acaso deseable? Sobre la segunda pregunta estoy convencido de que sí, en relación a la primera todavía no lo sé… Lo que sí sé es que este viaje y el tomármelo en serio me ha despertado multitud de inquietudes y preguntas, pero lo que es aún mejor, me ha dado unos buenos amigos con los que lanzarme a buscar respuestas. Las respuestas a las mismas preguntas que en el fondo se me despiertan en la universidad y que tantas veces el trajín del día a día acaba acallando.

Marisa Rico, 2º ELU:

Excepcional, L. Giusanni da palabras a aquello que yo no puedo verbalizar: “Algo excepcional es cuando corresponde adecuadamente a las expectativas originales del corazón (…) Lo excepcional es, paradójicamente, la aparición de lo que natural para nosotros, que suceda lo que deseamos” esto es el viaje que fue y sigue siendo. El viaje fue un SÍ constante, fue responder con un Sí por delante, dar un SÍ a conjugar el verbo desaprender, a cuestionar, a reordenar, a cambiar, a agradecer y sobre todo a conocer. Fue un SÍ a reeducar la mirada a través de aquellos que te miraban desde su cultura y su realidad, a abrazar el instante, a vivir profundo. Fue un SÍ encontrar descanso en el cansancio, a sorprenderse con la superación constante haciendo aquello que nunca te habías planteado hacer y sobre todo fue una revalorización de lo cotidiano, llevarse lo mínimo para exprimirlo al máximo, a hacer de aquello pequeño una gran celebración.

Ser los primeros en acontecer y ser parte del acontecimiento y a no poder sino compartirlo. Fuimos a dar la vuelta al mundo y nos encontramos dando a nuestro mundo la vuelta, con la certeza de saber que siempre hay alguien que te espera desde la cubierta de la Nao Victoria hasta la cima del Mulhacén.

Vida ELU

Jornada de Inicio de Curso ELU 2022/2023

Por: ELU Admin

Elena Sánchez González, alumna de 3º de ELU

“Lidera quien sirve”. Así arrancaba la Jornada de Inauguración de la ELU en este nuevo curso, 2022-2023. Una frase que nos conmueve y nos incita a la reflexión después de unos años marcados por la pandemia, distanciados por los confinamientos y en los que, aprendimos, prácticamente por inercia, qué es lo más importante y a valorarlo lo suficiente, para que nunca deje de serlo.

Reencuentros después del verano, abrazos que hablan por sí solos y miradas llenas de ilusión: son los tres ingredientes perfectos para volver a “casa”; los que siempre nos abren sus brazos, los que ya llevamos algunos años y los que se estrenan en esta aventura. Muchas caras nuevas que llenaban de frescura, de dinamismo y de expectación aquel lugar. Qué ganas de escuchar sus historias vitales, sus inquietudes y sus ganas por involucrarse en esto que comienza. Qué ganas de ponernos en acción todos juntos.

Los “veteranos” nos veíamos reflejados en el entusiasmo de los más pequeños y, aunque podría resumirse de múltiples maneras, me quedo con las palabras de Juan Serrano: “A nosotros nos vuelve a suceder lo que nos sucedió cuando vemos qué les sucede a los que les sucede por primera vez”. Y tanto que nos volvió a suceder aquello que ya nos transformó y, en tan solo un día, volvimos a recordar (y a pasar por el corazón) nuestros inicios en aquella andadura. Qué privilegio poder ser espectadores de sus “primeras veces” y de verlo todo a través de sus ojos.

El servicio a la sociedad es uno de los grandes pilares del ser humano; un servicio que da sin esperar recibir a cambio, que se entrega plenamente y que insufla un sentido a nuestra vida. Ese servicio, entendido como una mejora que impulsa el crecimiento personal y profesional de cada uno de nosotros, nos permite cuestionarnos a quién queremos servir y cuál es el fin último de hacerlo. No cabe duda de que, ante preguntas así, generamos una mirada de mayor alcance y ampliamos nuestras perspectivas futuras.

Estar atento a las necesidades de los demás es, quizá, la prueba más grande de cómo uno puede llegar a liderar con el servicio. Es más, no conformándose con que las cosas son como son, ponemos en valor nuestro crecimiento personal; al mismo tiempo que, aunque la realidad se impone constantemente ante nosotros; también tenemos la posibilidad de convertirnos en “sujetos activos” de nuestras propias circunstancias y, como no, decisiones. Nuestra transformación sí depende de nosotros mismos.


Tomar las riendas de nuestro propio camino implica convertirnos en conocedores de todas sus bifurcaciones, sus atajos y sus secretos más recónditos. Sin embargo, saber de la mano de quién lo recorremos, nos salva. Es a través de los demás a partir de quienes puedo admirar capacidades en mí que yo antes no había visto; al mismo tiempo, que florecemos y admiramos las de los otros.

Para la primera lección magistral del curso, contamos con Rocío Solís; madre, periodista, coordinadora del Instituto Newman y apasionada del conocimiento y de la vida. No queremos dejar pasar la oportunidad de agradecerle su presencia, su cariño y su tiempo. A lo largo del tiempo que compartimos con ella, nos habló de José Jiménez Lozano: un líder al servicio de la sociedad.

A través de la biografía del autor y su recorrido de vida, pudimos aprender cuál era su forma de relacionarse con el mundo, con los otros y con él mismo. Así pues, al igual que su gran amigo Miguel Delibes, ambos comparten la certeza de que “la vida es un misterio de libertad” y que, uno, “no solamente desea ser libre, pero además, debe serlo”. Además, la fe se convirtió en un pilar fundamental de su vida, gracias a la cual pudo entender y cuestionar sobre los afanes y miserias del corazón humano.

Gracias Rocío por darnos a conocer la vida de un amante de la verdad, de un enamorado de las pequeñas cosas y de un servidor de hombres.

La jornada continuaba con ilusión y es que, después de todo el verano, era el momento de reencontrarnos con nuestros mentores y profesores. Con ellos, siempre nos sentimos acompañados y queridos. Ellos nos permiten aprender a su lado, nos impulsan a salir de nuestra zona de confort y a ponernos en juego ante todo aquello que está aún por suceder o, todo aquello que sucederá, si nos lo proponemos.

Gracias Carola y Juan por seguir apostando por este regalo y gracias a todo vuestro equipo por su incondicionalidad.

Poder pertenecer y ser parte de algo así es un privilegio de unos cuantos afortunados. Como bien dice Laura Llamas, “a todos los lugares importantes, hay que ir haciendo un Viaje”. Un Viaje en mayúsculas, que merezca la pena ser vivido y por el que ir dejando huella y no pasando de puntillas.

Gracias por ser los “mejores compañeros de viaje”, llenáis de sentido la palabra “amistad”.

¡Qué suerte tuvimos!

Vida ELU

Una gota de agua más – Lucía Pina

Por: ELU Admin

Lucía Pina Rodríguez, 4º ELU

TOUBABOU POR UN MES

Empezaré con una pregunta que a los pocos días de estar allí me hizo mi amigo Hannibal: ¿Por qué has venido aquí a pasar tus vacaciones? Tras esta pregunta se esconde un gran deseo por venir a Europa, “el país de los sueños”, al que muchos no podrán llegar debido a su condición económica.

A pesar de esto, algo en mí despertó para dar respuesta: –yo he venido aquí a conocerte a ti-.

Desde que era pequeña, una vez al año venía un hermano marista y nos enseñaba todo lo que hacían en África, veíamos videos, fotos, escuchábamos anécdotas… y pasé de verlo a desear vivirlo. Los años de pandemia habían paralizado todos los campos de trabajo y parecía que el verano del 22 iba a continuar con la racha de los dos anteriores, pero gracias al trabajo de mucha gente, un día mi móvil sonó, un mensaje de mi hermana María: – ¿Nos vamos a Costa? –

Hay veces en que te das cuenta de los regalos que recibes y como bien nos enseñan desde la ELU, hay que acogerlos con un: SÍ, GRACIAS. Y así fue, el 4 de Julio salimos de Valencia en representación de la ONG SED (solidaridad, educación y desarrollo), tres cooperantes con una ilusión desbordada dispuestas a servir en Costa de Marfil.

Nuestra primera labor tuvo lugar en una ciudad al norte del país llamada Korhogo. Allí participamos en una colonia de verano que se hacía en el colegio Maristas. Recibíamos todas las mañanas 250 niños con un brillo especial en los ojos por aprender y disfrutar el día. Hacíamos talleres por la mañana: de danza, oratoria, manualidades, periodismo… A las 13:00 comían en el cole y después nos íbamos al “cine” (una salita con alfombras donde se proyectaba una película) y al terminar, se iban a casa.

Las últimas semanas estuvimos en una aldea a 30 minutos de Korhogo, llamada Koni, donde las Hermanitas de la Anunciación tienen un dispensario. Desde que entramos por la puerta nos consideraron médicas, más incluso de lo que me hubiera gustado (ya sabemos que todo poder conlleva una gran responsabilidad). Pudimos sentirnos parte de la familia que todos los trabajadores formaban y convivir con el detallismo, la sencillez de corazón y la felicidad personificadas en todas las hermanas que allí vivían.

Pero como ya había dicho al principio, al llegar allí me di cuenta, de que yo había ido a conocerles. Es difícil explicar la forma tan profunda que tienen de mirarte, de dejarte entrar en su corazón, de convertirte en su hermana, de contagiarte la ilusión, de bailar hasta que se les desencaje una cadera, de darte y darse todo lo que son, sin duda alguna, son profundamente auténticos.

Una parte de mí se quedó allí con todos ellos y una parte de ellos se vino conmigo. Me siento tremendamente afortunada de haberme convertido en una niña de nuevo (como bien dice el evangelio) y de haber podido ser una TOUBABOU (blanca en Senoufo, dialecto local) por un mes. Me han enseñado cómo llevar una vida que merezca la alegría ser vivida, realmente he podido ver LA VIDA en y a través de los ojos de Victoire, Fatime, Willyfried, Josephine, Raissa, Bankolé, Soeur Nicole, Bouba, Yves, Vincent y muchos más que me acompañan todos los días. Gracias por haberme abierto las puertas de vuestro hogar.


ELUMNI

¿Dónde están los Elumnis?

Por: ELU Admin

¿Sabías que hay Elumnis en todos los continentes de la tierra? Desde los rascacielos de Nueva York hasta una aldea de Benín, sin dejar pasar las principales capitales europeas.  ¿Quizás alguno vive donde estás estudiando ahora mismo? Descubre en estos mapas de #Elumniporelmundo dónde puedes encontrar a los Antiguos Alumnos de la Escuela de Liderazgo de Universitario.

Vida ELU

Elus por el Mundo – Inma Arrebola

Por: ELU Admin

¡Hola a mis queridísimos elus!

Soy Inmaculada, de 4º curso, y estudio Medicina en Córdoba. Este año he tenido la inmensa suerte de haber pasado el mes de agosto haciendo prácticas hospitalarias en Polonia con IFMSA, la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina. Allí estuve en Lublin, una ciudad de tamaño medio situada al sureste y cercana a Ucrania. 

Cuando a finales de junio me adjudicaron la ciudad me sorprendió mucho, pues ni siquiera estaba entre mis prioridades, pero al final donde realmente puedes impregnarte de la cultura y vivirla más en profundidad es en una ciudad no tan grande ni tan cosmopolita como una capital. Así que me puse en marcha repleta de ilusión y el 2 de agosto llegué a Lublin. Era la primera vez que estaba fuera de mi casa tanto tiempo y sin ser un viaje organizado como tal, así que me invadía la incertidumbre, tanto por cómo sería vivir la cultura polaca como por ver cómo me desenvolvería.

Una vez allí, mi contact person, Julia, me enseñó la residencia de estudiantes donde me alojaría, y me presentó al resto de estudiantes que venían de otras partes del mundo también con IFMSA. Estábamos 14 estudiantes de diferentes nacionalidades: tenía compañeros de Indonesia, Pakistán, Marruecos, Croacia, Rumanía, Portugal, Italia, Egipto, Turquía, Albania y la India. Yo era la única española, y compartía habitación con Goesfen, de Egipto, y Aleksandra y Alicja, otras dos chicas polacas que estaban de apoyo parte de la asociación. Desde el primer día la convivencia fue muy curiosa, y en ocasiones todo un reto, pero ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en esta experiencia. Cada día conversábamos acerca de nuestras culturas, tradiciones y religiones, y nos maravillábamos al discutir las similitudes inesperadamente encontradas entre tantas diferencias. Ha sido precioso experimentar el entendimiento, el apoyo, el respeto y la amistad que hemos cultivado a pesar de tener orígenes y circunstancias vitales diferentes. Vivir el significado de la palabra tolerancia ha hecho que adquiera sentido nuevo en mi vida y que me sienta increíblemente afortunada por ello.

En cuanto a mis prácticas, yo roté en el Hospital Clínico nº4, donde pasé dos semanas en Cirugía Torácica y otras dos en Neumología. Mis tutores fueron muy amables, y en todo momento me explicaban y traducían todo, además de dejarme hacer exploraciones a los pacientes. Tuve la oportunidad de rotar por Oncología, consultas externas de asma y pruebas diagnósticas, por lo que he podido adquirir competencias de numerosos ámbitos relacionados con la salud del pulmón, y ha sido muy enriquecedor. A veces sentía cierta impotencia por no poder comunicarme con los pacientes, pero he aprendido que una sonrisa con un dzi?kuj? bardzo también pueden ser sanadores.

Por otra parte, tengo que hablaros del choque cultural que me he llevado con el sistema sanitario. No creí que la sanidad fuera a variar mucho de la española, pero en cuanto llegué comprobé que tienen muchos menos medios que aquí, las infraestructuras son más antiguas, hay poco personal disponible y la atención al paciente ingresado es más escasa. Los estudiantes de ciencias de la salud solemos ser más conscientes de las carencias de nuestro sistema, pero en Polonia realmente he podido constatar lo afortunada que soy de poder estudiar en el sistema sanitario español, la gran cantidad de medios que tenemos y lo bien tratados y atendidos que están nuestros pacientes.

Tras salir de las prácticas y almorzar teníamos el resto del día libre, y los polacos de la asociación siempre nos hacían actividades para sumergirnos en la cultura, como excursiones, visitas gastronómicas, talleres de educación médica, clases de idioma… Se portaron fenomenal con nosotros, fueron muy acogedores y atentos, y han sido la pieza clave para que haya disfrutado tanto de la vida polaca. Una de las cosas que más he disfrutado ha sido la comida, a pesar de los horarios tan extraños por los que se rigen. En la región de Lubelskie no se suele comer pescado por su lejanía al mar y a los lagos (al contrario que otras partes de Polonia), entonces comían cerdo y pollo prácticamente todas las comidas. Lo suelen acompañar con ensalada de apio, pepino o remolacha (es la verdura que más comen), además de añadir gran cantidad de salsas muy cremosas y de sabor intenso. Otros platos muy típicos eran las sopas de, por ejemplo, remolacha o fermentos de pan, así como tortitas de patata, las tortitas dulces o nalesniki y los famosos pierogi.

Un aspecto que me resultó curioso y bastante coherente es que allí los cristianos no comen carne ningún viernes del año, así que en todas las cafeterías ponen menú vegetariano. En el aspecto religioso me he sentido muy acompañada y acogida, y he experimentado la Fe de una forma distinta y muy bonita.

Y sobre el polaco… ¡qué os puedo decir! Uno de los idiomas más complicados del mundo, con numerosos sonidos que no tenemos en castellano, 8 formas de pronunciar la S y letras que no tenemos en nuestro abecedario. Como curiosidad, os contaré que cuando llegué allí, pronunciaba la ciudad ?ód? como la leeríamos nosotros, y resultaba que en polaco se dice “wuch”. Yo hice lo que pude y aprendí las palabras, aunque por respeto casi siempre pedía en polaco en restaurantes y bares gracias a las frases que me chivaban nuestros amigos locales.

Una de las cosas más impactantes ha sido visitar museos de la II Guerra Mundial y saber que eso que nos contaban había ocurrido sobre el suelo que pisábamos. Me resultó bastante duro salir a pasear y caminar sobre las entradas de los guetos, y de hecho uno de los más grandes se encontraba en Lublin, junto con Majdanek, el primer campo de concentración en ser liberado por los rusos. Tuvimos la gran suerte de que uno de los chicos polacos que nos acompañaba fuera judío y siempre estuviera abierto a explicarnos sobre su religión; ¡incluso nos llevó a visitar su sinagoga! Para que os hagáis una idea de la situación, en Lublin antes de la guerra el 39% de la población era judía, y ahora solo quedan 40 judíos. También nos explicaron que debido a todo lo que habían tenido que soportar, los polacos y especialmente los judíos polacos se identificaban con el pueblo ucraniano y estaban acogiéndolos en sus casas y sus templos. Igualmente, era sorprendente que en cada lugar del país encontrabas carteles ofreciendo ayuda, y había un constante flujo de gente que llegaba a estaciones y puestos de ayuda, además de todas las familias ya asentadas. Todo el mundo se desvivía por las personas que huían de la guerra, y me ha conmocionado aprender la historia de un continente y ver tan de cerca cómo se está repitiendo.

Para mí todo el mes en Polonia ha sido un descubrimiento constante y un choque con la realidad. Ha sido, en todos los sentidos, una experiencia real. Digo esta palabra porque mientras estaba allí vi este post de RC que describía perfectamente el modo en que estaba viviendo mi experiencia, aprovechando lo que se me presentaba sin un ápice de idealización (algo ocurre frecuentemente cuando se habla de este tipo de experiencias). He exprimido al máximo una realidad nueva y emocionante, pero que en ocasiones se hacía complicada, en la que encontraba dificultades y aspectos que quizá no me gustaban tanto. Y he sido feliz viviendo eso, disfrutando la experiencia no a pesar de lo menos bueno, sino con ello. Este ha sido quizá el mayor de los numerosos aprendizajes que he podido reflexionar y que realmente me ha dado una paz indescriptible y ha hecho que mi mes allí sea maravilloso.

Muchas gracias a todos por haber leído hasta aquí y por haberme permitido compartir con vosotros esta parte tan especial de mi verano. ¡Nos vemos muy pronto! 

Vida ELU

mARTEs

Por: ELU Admin

¿Qué es mARTEs?

El año pasado, un grupo de elus nos embarcamos en este proyecto, que pretende ser un espacio de divulgación del arte donde favorecer el flujo natural de ideas entre personas que contemplan una misma obra.

En el núcleo de la propuesta se encuentra la publicación de una obra en Instagram (@martes_de_arte) todos los martes, que después se recoge en nuestro espacio del Módulo de Acompañamiento y, cada dos semanas, en esta Newsletter de la ELU.

Además, realizaremos otras actividades que tuvieron muy buena acogida el curso pasado, como visitas a museos. Una novedad es que este año incluiremos en mARTEs visitas al teatro, organizadas por el elu de tercero Ignacio Cascón.

¿Qué debo hacer para participar?

1. Disfruta del arte y escoge una obra (de artes plásticas: pintura, dibujo, escultura, arquitectura o fotografía) que te guste particularmente. Si te interesa contribuir pero aún no has escrito nada, puedes rellenar este formulario para estar en contacto: https://forms.office.com/r/tUZzPXDVUs.

2. Escribe un breve texto en el que nos cuentes por qué la has elegido, qué te transmite, la forma personal en la que la interpretas…

3. Si además te interesa, busca información que te permita elaborar un apunte histórico de la obra: una pequeñísima nota biográfica del autor, el movimiento artístico al que pertenece, el museo en el que se encuentra… Si esto te resulta más pesado, estaremos encantados de hacerlo por ti.

4. Finalmente, envíanos la obra y el texto, junto a tu nombre, apellidos y ocupación, a Instagram (@martes_de_arte / @davidroma12) o por correo (deartemartes@gmail.com).

¿Quién puede participar?

mARTEs está totalmente abierto: no solo los alumnos de la ELU pueden participar, sino que, si algún amigo o familiar tuyo está interesado, también recibiremos con gusto sus contribuciones a través de nuestro correo (deartemartes@gmail.com) y la cuenta de Instagram. Este criterio se suele aplicar también a las visitas a museos o teatros.

Verás que al final del cuestionario anterior te preguntamos si quieres ser parte del equipo. El año que viene nos renovaremos, ya que la mayoría de organizadores de mARTEs estamos en cuarto de la ELU. Es una oportunidad de convertir el proyecto en una tradición con continuidad en la Escuela, aprendiendo mucho sobre arte y gestión de actividades y, sobre todo, disfrutando juntos. Estaremos encantados de enseñarte cómo funcionamos… ¡solo tienes que hablar con nosotros! ¡Te necesitamos!

¡Feliz Jornada de Inauguración de la ELU!

Vida ELU

Una gota de agua más – Sara Jurado

Por: ELU Admin

¡Hola a todos!

Antes de nada, me presento: mi nombre es Sara Jurado y actualmente curso mi tercer año en el doble grado de ADE y Comunicación. Soy cordobesa y estudio en la Universidad Loyola Andalucía, pero ahora mismo no me encontraréis allí porque estoy disfrutando de un Erasmus en Noruega, aunque esa historia la dejaremos para más adelante. Estoy aquí para compartiros una de las experiencias que más me han marcado en mi vida:

Todo comenzó el 24 de febrero de 2022 cuando Rusia invadió Ucrania. El mundo se sobrecogió y aunque fuimos testigos de lo cruel que puede llegar a ser el ser humano, también lo fuimos de toda la bondad que puede llegar a albergar. Cientos de miles de personas comenzaron a movilizarse y se fueron a ayudar a la frontera, a acoger refugiados en sus casas, mandar ayudar humanitaria…

A una amiga y a mí nos sorprendió la situación hasta tal punto que también nos sentimos llamadas a colaborar en la frontera de Polonia. Planeamos todo para poder ir, pero por factores externos no lo conseguimos.

Terminó el curso y me fui a Cataluña a hacer un retiro espiritual con la universidad para recorrer los lugares donde había estado San Ignacio de Loyola y así seguir aprendiendo de él. Durante el retiro, tuvimos la oportunidad de escuchar varios testimonios de personas que habían decidido entregar su vida y su trabajo poniéndose al servicio de los demás.

Uno de los testimonios fue el de Sor Lucía Caram. Muchos la conoceréis como la monja del hormiguero o como la monja de Operación Triunfo, pero yo le seguía la pista desde hace varios meses porque se estaba volviendo conocida por viajar a Ucrania llevando ambulancias.

Su testimonio de vida fue muy interesante y en la parte final mientras nos relataba todo lo relacionado con Ucrania nos preguntó si alguien quería acompañarla la semana que viene en su próximo viaje.

Así fue como una semana después estaba de nuevo en Cataluña rodeada de 20 ambulancias, 2 pick-up y 45 personas rumbo a Ucrania gracias a la colaboración de la Fundación Santa Clara, la Fundación La Caixa y el dinero donado de miles de españoles.

El voluntariado era relativamente sencillo: 5 días conduciendo hasta Ucrania pasando por Francia, Alemania y Polonia. Sin embargo, el viaje tuvo varios retos que fuimos superando a medida que pasaban los días: las ambulancias tenían más de 400.000 km y muchas se estropeaban por el camino; éramos un grupo demasiado grande y a menudo nos dispersábamos; algunos tuvieron problemas con el GPS y, en mi caso, contaba con el problema de la inexperiencia de conducir en carretera teniendo solo 1 año de experiencia con el carnet.

Por suerte, todo salió bien y pudimos dejar las ambulancias en la base militar de Leópolis sin mayor complicación. Las tropas ucranianas nos protegieron durante todo el viaje y antes de que se pusiese el sol ya estábamos de vuelta en Polonia.

Ucrania es un país en guerra y eso se notaba: había muchísimos militares en las calles de la ciudad, todos los accesos estaban bloqueados por barricadas y muchos edificios estaban destrozados. Sin embargo, me sorprendió que los ciudadanos intentaban llevar una vida relativamente normal: las familias disfrutaban en el parque, la gente iba a trabajar con normalidad, todos los comercios estaban abiertos, etc. Tanto fue mi asombro que le pregunté al comandante de la guardia fronteriza y me estuvo explicando que la situación estaba más calmada porque las tropas rusas se estaban preparando para atacar durante el otoño-invierno que era cuando iban a tener más ventaja e iban a ser superiores a las tropas ucranianas.

La verdad es que salí de esta experiencia de voluntariado con el corazón encogido, con mucha impotencia, pero con el corazón lleno gracias a la hospitalidad de los ucranianos y por los consejos de vida que me dieron todos los que me acompañaron durante el voluntariado. Solo puedo dar gracias por haber vivido este voluntariado y por toda la suerte que tenemos y que a veces no valoramos.

Vida ELU

María Parra viaja a Ommen en un proyecto de sostenibilidad y ODS

Por: ELU Admin

¡Hola! Soy María Parra, de primero de la ELU. Hace unas semanas dejé mi ciudad, Murcia, para embarcarme en un viaje hacia un pueblecito de los Países Bajos, Ommen. Allí tuve la oportunidad de convivir con una treintena de jóvenes de otros países, a la vez que participábamos en un proyecto de concienciación sobre sostenibilidad y los ODS. Fue una experiencia que voy a recordar siempre con mucho cariño, y desde la ELU me han animado a compartirla con vosotros.

Se trataba de la primera vez que viajaba hasta otro país sola, y estaba bastante nerviosa por cómo iba a llegar hasta el lugar donde se desarrollaba el proyecto. Cogí un vuelo primera hora de la mañana, desde el avión se podía ver el amanecer, coincidiendo con una de las españolas que también había sido seleccionada. En los Países Bajos quedé fascinada por la buena organización del sistema ferroviario y de las estaciones, se podía llegar prácticamente a cualquier sitio en tren y estos pasaban continuamente. A pesar de que para llegar a nuestro pueblo había que coger varios trenes en ciudades diferentes, nos fue muy fácil aprender a utilizarlos (los elus que están estudiando en Holanda fueron de mucha ayuda en este aspecto), y antes de darnos cuenta ya habíamos llegado a nuestro pueblo.

Durante el trayecto no pude mantener los ojos cerrados ni un segundo, la mayoría de los trenes tenían cristaleras por las que se podía ver el paisaje holandés: praderas verdes en las que pastaban vacas y caballos, muchísimos caballos. El cielo estaba repleto de nubes blancas y espesas y era todo tan precioso que parecía un sueño. Cuando llegamos a Ommen nos encontramos con un montón de holandeses disfrazados por la calle, y ante nuestro visible estupor un local nos aclaró que habíamos aterrizado justo el mismo día que se celebraban las fiestas del pueblo.

Algo que me llamó mucho la atención es que la mayoría de las viviendas tenían grandes ventanales por los que se podía ver con facilidad desde la calle todo lo que ocurría en el interior. Tanto el pueblo como Holanda parecían estar muy comprometidos con el medio ambiente, era frecuente encontrarse placas solares y ciclistas por todos lados. Llegamos a ver hasta carritos de bebés y gente paseando a sus perros en bicicletas.

Nos alojamos en una casa antigua de Ommen que contaba con muchísimas habitaciones. Los organizadores las distribuyeron de manera que todos nosotros compartiéramos habitación con una persona de un país diferente al nuestro, y así conocí a Eleni, mi compañera de Grecia. En este proyecto en específico participaban varios países de los Balcanes, y tuve la oportunidad de convivir con jóvenes de Macedonia del Norte, de Bulgaria, de Grecia, de Lituania y de Turquía.

Además de las intercultural nights, en las que cada país presentaba su cultura de manera divertida y se organizaban mesas con comidas y bebidas típicas, aprovechamos el tiempo libre para entablar amistades y mantener conversaciones muy interesantes sobre el estilo de vida en nuestros países. Me contaron cómo estaba el tema de la corrupción, la seguridad o del cuidado de la salud mental en los Balcanes, y aprendimos mucho los unos de los otros.

Tuvimos un día libre para explorar Holanda en el que mis amigos y yo aprovechamos para ir a La Haya y a Rotterdam. Vimos la Corte Internacional de Justicia, visitamos el museo en el que están expuestos La joven de la perla y Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, y nos quedamos absortos observando la imponente arquitectura de los edificios modernos de Rotterdam.

Vida ELU

mARTEs – La muerte de Sócrates

Por: ELU Admin

¡Feliz mARTEs! Hoy contamos con la aportación de Sammy Ades, estudiante de 2° curso de Derecho de la UAM y de la ELU que nos comparte la obra La muerte de Sócrates, del pintor francés Jacques-Louis David. Este artista fue uno de los máximos exponentes del estilo neoclásico, que volvía la mirada a las figuras, temáticas y canon de las antiguas Grecia y Roma.

Las palabras de Sammy son fruto de la reflexión que para él suscita este cuadro y con ellas nos deja preguntas que necesariamente nos interpelan. ¡Esperamos que las disfrutéis tanto como nosotros!

«Sócrates, filósofo, cuya misión era la de molestar con sus preguntas (o por lo menos así lo percibían sus coetáneos). Sócrates, a pesar de ser muy respetado, quizás, por hacer tantas preguntas se ganó más de un enemigo…

Pero vamos a lo que importa. Este cuadro de Jacques-Louis David (1748-1825) se llama La Mort de Socrate. Pretende representar la muerte de Sócrates.

Sócrates fue sentenciado a muerte al haber sido declarado culpable de los cargos de los que le acusaban, que eran ni más ni menos que “introducir nuevos dioses y corromper la moral de los jóvenes”.

Es relevante, en primer lugar, destacar que todos en el cuadro representan en su expresión tristeza y horror. Desde el discípulo de Sócrates Critón, el cual intentó convencer hasta el final a su maestro para que no tomara la cicuta (el hombre de la túnica naranja que agarra la pierna de Sócrates) hasta el propio carcelero, el cual no puede si quiera sostenerle la mirada a Sócrates (el hombre de la túnica roja que le está dando la cicuta a Sócrates).

Todos, menos uno, él, Sócrates, que lejos de sentir miedo parece aceptar su condena de forma bravísima.

Jacques-Louis consigue transmitir de forma sincera y cruda ese sentimiento de angustia mediante sus pinceladas, pero también, transmite ese feroz convencimiento que parece invadir a Sócrates. ¿Cómo pudo trasmitir el pintor tanto sentimiento sin ni siquiera haber estado presente? Simplemente, alucinante.

Además, Jacques-Louis, creo que se esmera en contraponer dos formas de afrontar esta tragedia, la de la incomprensión y el miedo que transmite a través de todos los personajes que aparecen en el cuadro a excepción del protagonista y por otra parte, la del convencimiento y la seguridad mostrada a través de Sócrates; es increíble cómo en un solo cuadro hay tantas emociones y tan contrarias.

¿Qué tiene de especial este acontecimiento? Pues para mí lo que lo hace tan especial no es que se trate de un filósofo muy relevante o que este hecho tuviera importante repercusión en ese momento, sino que lo que lo hace único es que, aunque tuvo la opción de exiliarse y asumir un destierro, él no aceptó y prefirió tomar la cicuta, delante de muchos de sus discípulos mientras daba una última lección a sus pupilos sobre la inmortalidad del alma.

¿Por qué Sócrates pudiendo huir prefirió tomar la cicuta y cumplir la condena? Es algo que sin duda alguna me genera confusión, pues pudiendo huir ¿cualquiera no hubiera escogido vivir frente a morir? Quizá, reside la cuestión en eso, en su discurso sobre la inmortalidad del alma.

Para muchos una muerte evitable y para otros una muerte con un mensaje de aceptación y resignación.

Yo creo que no se limita solo a eso. Seguramente, nunca sabremos por qué decidió tomar la cicuta, pero si algo se percibe en el cuadro es el convencimiento de estar haciendo lo correcto. Se fue con la conciencia tranquila y como él mismo dijo “la buena conciencia es la mejor almohada para dormir”.

Aún con todo esto, no me termina de convencer su decisión y me sigue asombrando, al igual que a sus discípulos, esa determinación por aceptar la condena a muerte, sin duda alguna es un misterio sin resolver, pero remitiéndome a él de nuevo “El mayor de todos los misterios es el hombre” y Sócrates nos lo demuestra de forma muy personal.

¿Estamos entonces, ante un convencimiento de muerte o una muerte con convencimiento?».

Vida ELU

mARTEs – Favoritos (III): El jardín de las delicias

Por: ELU Admin

Ya es junio… así que falta cada vez menos para disfrutar del verano, ya sea en la playa, en la montaña o, por qué no, ¡en el museo! Hemos compuesto para vosotros la última entrega (por ahora) de Favoritos, con una obra que es imprescindible contemplar durante una visita al Museo del Prado de Madrid. Estamos ante El jardín de las delicias, obra del pintor flamenco Jheronimus Bosch durante, se cree, la década de 1490. Bosch, también conocido en nuestro país como El Bosco, mostró un estilo único que jugaba con las perspectivas clásicas del Renacimiento para introducir formas y personajes que inspirarían a los surrealistas siglos más tarde. Es el cuadro favorito de nuestro seguidor @lagartigato, a quien agradecemos su contribución. ¡Esperamos que os gusten los siguientes detalles, tan solo unos pocos de los cientos que tiene!

1. ¿Qué es un tríptico? Los que hayáis tenido la inmensa fortuna de ver el cuadro en persona no tendréis esta duda. Para quienes no: un tríptico es el formato de ciertas obras de arte, compuestas por tres paneles, normalmente uno central de mayor tamaño y dos laterales, que se pueden plegar sobre el primero. Fueron muy populares en la pintura flamenca por su diseño ingenioso, que permitía incluir una cuarta escena, solo apreciable cuando el tríptico está cerrado. En este caso, El Bosco la aprovechó para representar el tercer día de la Creación mediante la técnica de la grisalla, que imita los relieves escultóricos con una escala de grises, la cual contrasta especialmente con la viveza del interior.

2. El Paraíso. El panel izquierdo representa el Edén o Paraíso de la religión cristiana, en el momento en el que se presenta Eva a Adán. Dios Padre parece mirarnos, como si acabáramos de irrumpir en una escena serena e íntima… pero esa serenidad es frágil. Hay dos detalles escondidos que presagian el Pecado Original: por un lado, una lechuza que se asoma por el hueco de la Fuente de los Cuatro Ríos, al fondo (las lechuzas eran mal augurio en la superstición medieval); por el otro, una roca en el estanque cuya silueta representa el rostro del Diablo, cubierta por anfibios (que también eran considerados malignos).

3. El Falso Paraíso. El panel central muestra la vida terrenal, en la que el ser humano se desenvuelve con la mayor de las lujurias, en posturas eróticas impredecibles. El Bosco critica que sus coetáneos crean disfrutar del Paraíso (lo cual sugiere también el horizonte, que se continúa con el del panel izquierdo), cuando tan solo es una copia frágil del real. Así, la imitación de la Fuente de los Cuatro Ríos está surcada por grietas y los tamaños de numerosos seres parecen estar invertidos: frutas, aves, almejas…

4. El Infierno. El Bosco sentencia el único futuro que le puede esperar al hombre si continúa en el pecado: la condena eterna. Al fondo, aparece una ciudad en llamas, que algunos han relacionado con una vivencia de la infancia del autor, que experimentó el incendio de su lugar de nacimiento. Sin embargo, lo que más llama la atención es el conjunto de actividades que se consideran pecaminosas: el disfrute de la música profana, los juegos de azar… Destacamos una pareja peculiar: un hombre siendo besado por un cerdo vestido de monja. ¿Podría ser una crítica del pintor al clero? No es seguro, pero la Reforma protestante comenzaría un año después de su muerte…

Vida ELU

Elus por el Mundo – José Antonio Pérez de Paz

Por: ELU Admin

¡Bonjour!

Soy José Antonio Pérez de Paz. Estudio Derecho y Estudios Internacionales en la Universidad Carlos III de Madrid, pero este año lo he cursado en París, en la Université Panthéon-Assas Paris II en el marco del programa Erasmus.

Primeramente, os respondo a las dudas que me hace cada persona que me pregunta sobre la universidad en la que estudio. ¿Es La Sorbona? ¿Por qué hay un número después del nombre? La respuesta no es sencilla, como no lo es nada en esta ciudad. Debemos remontarnos a los años 60, una década complicada para Francia marcada por la Guerra de Independencia de Argelia. En las famosas revueltas estudiantiles de mayo de 1968 contra el gobierno de Charles de Gaulle, la Universidad de París, heredera de La Sorbona fundada en el Siglo XII, colapsó, dando lugar a trece universidades distintas e independientes. De ahí el número. ¿Podemos decir entonces que es La Sorbona? Eso os lo dejo a vosotros.

Ahora, a lo importante: París. Al ver que se me ofrecía la posibilidad de cursar un año universitario en la Ciudad de la Luz no dudé ni un segundo en tomar la decisión. Todos tenemos una idea, aunque sea meramente vaga, de lo que es y representa la capital de Francia: la Torre Eiffel, la Catedral de Notre-Dame, el Arco del Triunfo, el Sena, Montmartre, la Revolución, los grandes valores de Occidente, el glamour, la “grandeur française”, Napoleón… Una ciudad a la altura de las grandes metrópolis del planeta como Nueva York o Londres. Una ciudad que podría bien ser un cliché viviente, hasta el punto de hacerla menos atractiva para aquel que jamás la ha visitado. No serías el primero si piensas que no te apetece descubrir París porque sientes que es una ciudad masificada por el turismo y que, como consecuencia, ha perdido su encanto. No obstante, los clichés, al fin y al cabo, tienen una razón por la que existen, y el hecho de que todo habitante de este mundo conozca esta ciudad tiene sus motivos. Dejadme que os los cuente a través de mi experiencia.

Para comenzar, si vuelas a París por la noche y conforme desciendes para aterrizar ves la ciudad iluminada y la Torre Eiffel destellando, uno ya pierde la cabeza. Pero es cuando sales de la boca de metro por cualquier calle y ves esas paredes de color beige y esos tejados azules con sus buhardillas que uno cae enamorado. Y desde entonces, tu estancia va en volandas. Es en esos breves momentos en los que eres verdaderamente consciente de dónde estás en los que te das cuenta del porqué de la fama y el encanto de esta ciudad. Yo he tenido la suerte de poder disfrutar de ella sin la prisa y los agobios de aquel que viaja por turismo e, indudablemente, se trata de una experiencia que jamás de los jamases podrá abandonar mi memoria.

No es para nada fácil describir París. Es imposible no sentirse abrumado por una tarea de tal magnitud. París son las terrazas repletas de los cafés que dan vida a la ciudad. Son los parisinos tan elegantes pasando las tardes de primavera, verano y otoño a lo largo del río Sena, en los Jardines de Luxemburgo, en los Campos de Marte o en el Jardín de las Tullerías. Son sus museos rebosantes de obras artísticas extraordinarias que van desde el Renacimiento italiano hasta el Impresionismo francés. Es la vida bohemia de Montmartre. Son sus universidades y “grandes écoles”, donde perduran las ideas de Voltaire, Rousseau o Comte. Es su historia como la ciudad de la Revolución, la capital del Imperio, el hogar de la Comuna y súbdita de la ocupación alemana. Son tantas las cosas que me dejo que siento que he de pedirle perdón a aquel que esté leyendo estas palabras.

Vivir en esta ciudad te otorga una amplia variedad de oportunidades. En términos sociales, su carácter internacional, el ambiente que se respira por las calles, sus fiestas… facilitan enormemente conocer a nueva gente. Respecto a la comida… ¿qué decir? Las baguettes, los crêpes, los pains-auchocolat, los croissants, las raclettes… Si no fuera porque todo es extremadamente caro, volvería a España rodando. En cuanto a viajar, en tanto que Francia es un Estado centralizado, París está estupendamente conectada con prácticamente la totalidad del país. Esto me ha permitido visitar Burdeos y las playas de Biarritz, la preciosa Normandía, poblada por municipios de ensueño como Saint-Malo, Étretat, Honfleur y Deauville; Estrasburgo, caracterizada por su arquitectura única fruto de situarse en la históricamente problemática frontera entre Francia y Alemania; y muy pronto la Costa Azul bañada por el Mediterráneo.

En atención a la universidad, sinceramente no me costó nada adaptarme. El sistema que se utiliza al menos en mi universidad no difiere de aquel que se aplica en mi alma mater española. El hecho de estudiar Derecho en francés no ha sido tampoco realmente complicado. He de decir que el nivel de exigencia ha sido bastante alto, no haciendo distinciones entre los estudiantes Erasmus y los locales, salvo en lo que a posibles errores lingüísticos se refiere. Mis compañeros españoles y yo hemos conseguido rendir bastante bien ante un reto nuevo, por lo que estamos muy orgullosos. Venir a París a cursar el Erasmus no es sólo estar de diversión. También es trabajar duro.

Obviamente, París es lejos de ser perfecta, y hemos de ser críticos con los problemas que sufre. Por un lado, podemos decir que la película “Ratatouille” refleja fielmente la realidad. No hablo de ratas que cocinen, aunque en esta ciudad habitan tantos amigos roedores que no me extrañaría que alguno de ellos hubiera desarrollado esa habilidad. Por mi experiencia, sí he tenido el privilegio de ver animalitos intelectuales con ganas de expandir su conocimiento recorriendo los anfiteatros de mi universidad. Lo peor es que está normalizado. Por otro lado, si bien nos encontramos en la ciudad del amor y del lujo, su crecimiento desmesurado ha provocado una caída de la seguridad en cuanto dejamos el centro. Un ejemplo claro fueron las escenas que se vivieron en los alrededores del Stade de France el pasado 28 de mayo en el contexto de la Final de la Champions League. Yo mismo fui testigo de altercados sufridos por aficionados españoles e ingleses que acudieron a ver el partido en vivo.

A pesar del sabor agridulce que puede dejar este párrafo anterior, he de decir que París es una ciudad de ensueño donde cursar tu Erasmus. Estoy totalmente enamorado de ella. Su esencia elegante y bohemia, internacional y francesa, clásica y moderna crea un vínculo inquebrantable con aquel que tiene la suerte de habitarla. Tampoco puedo olvidarme de deciros que iros de Erasmus es la mejor decisión que podéis tomar durante vuestra vida universitaria. Las amistades que se crean, las experiencias que se viven y los conocimientos que se adquieren me llevan a desear poder vivir este año de nuevo. ¡Aprovechad mientras podáis!

Merci París, por todo lo que me has dado. Entre las melodías de Erik Satie te digo: “la vie, c’est Paris! Paris, c’est la vie!”.

Vida ELU

LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME

Por: ELU Admin

Amaya Vizmanos, 3º ELU

Hace apenas dos semanas aterrizaba en Ben Gurion, el aeropuerto de Tel Aviv. Un lugar abarrotado, lleno de personas que van y vienen de un sinfín de países del mundo. Nada más salir, un calor húmedo te toca la piel y los rascacielos atraviesan el paisaje y el mar en el horizonte.

Mi nombre es Amaya Vizmanos y acabo de terminar 3º de la ELU y de Derecho y Economía bilingüe. Por haber formado parte del Student Innovation Team de Innovation Factory, la unidad de emprendimiento e innovación de la Universidad de Navarra, he podido disfrutar del Innovation Trip que se organiza una vez al año. ¿Destino? Israel. El paraíso de las startups, con un ecosistema alucinante para emprendedores de los cinco continentes. El mundo del emprendimiento me apasiona desde que hace unos años estuve en Uganda y descubrí cómo las ideas bien aterrizadas pueden transformar comunidades y mejorar la calidad de vida de las personas.

Cuando hablaba con mi mentora, Esther, de esta experiencia, solo podía sonreír. Ha sido una de esas veces, que se pueden contar con los dedos de las manos, en las que me he sentido plena, con el corazón muy lleno. Cuando me preguntó por qué, me di cuenta de que en este viaje se han conjugado cinco pilares fundamentales en mi vida.

En primer lugar, aprender. Ojos abiertos, oídos abiertos, manos abiertas y corazón abierto. Y así, con apertura y caminando como un peregrino, como nos enseñó Juan Serrano, un nuevo lugar se convierte en una fuente de aprendizaje constante, porque cada detalle esconde una pista sobre cómo se concibe el mundo en otras culturas. En relación con la innovación, es muy interesante ver lo distinta que es la mentalidad de los CEOs, buscando continuamente cómo superarse y aprender de cada error para ampliar su campo de visión. Además, tienen el foco muy puesto en la tecnología y el país se ha convertido en un referente en el campo de la ciberseguridad (gracias a factores tan curiosos como el servicio militar obligatorio, con una unidad especial de servicios tecnológicos de inteligencia).

Como segundo pilar, las personas, porque va a ser verdad eso de que “la felicidad solo es real cuando es compartida”, el lema del pasado curso de la ELU. Hace unos años soñaba con coger la mochila y patear el mundo, acompañada solo de los objetos básicos y un cuaderno. Sin embargo, a día de hoy, me doy cuenta de que los mejores momentos son los que se comparten. Y no puedo estar más agradecida por haber vivido esta aventura con otros estudiantes, que apenas conocía, y que se han convertido en muy buenos amigos.

En tercer lugar, la sensación de no tener nada planeado, de “probar y ver qué pasa”. En general, la gente en Tel Aviv es muy abierta y tiene un espíritu muy mediterráneo. Enseguida entablas conversación y están encantados de ayudarte o recomendarte lugares. Hay tantos contrastes en “la ciudad que nunca duerme” que cada día es una nueva aventura y nunca sabes qué te espera.

Cuarto, la belleza. Los paisajes son increíbles y hay unos atardeceres mágicos, que se pueden disfrutar desde la carretera, en la última planta de un rascacielos o sentado a la orilla del mar. Las edificaciones son muy especiales, por todos los símbolos que esconden. Las calles están llenas de colores, tanto por las pinturas de los muros como por las flores o todas las especias que se venden en los pequeños puestos de los mercadillos.

Y, en quinto lugar, he de mencionar la fe. El último día visitamos Jerusalén y uno siente un abrazo interior, sabiendo todo lo que ha pasado por sus calles y rincones. Esta ciudad es el destino de millones de peregrinos cada año, con distintos credos. Separados en cuatro barrios, están los musulmanes con sus mezquitas, los judíos con sus sinagogas y el imponente Muro de las Lamentaciones, los armenios y los cristianos (católicos, protestantes, ortodoxos o incluso coptos). Me quedé fascinada con lo distinta que era su forma de vestir, de hablar, de mirar, de rezar. Y a la vez, lo similar que era la emoción de los viajantes al llegar a los lugares santos, y la paz interior que sentían.

Todo lo demás, es algo para lo que las palabras se quedan cortas. Así que solo me queda animarte, lector o lectora, a que prepares la mochila y lo vivas en primera persona.

Vida ELU

mARTEs – Favoritos (II): La balsa de la Medusa

Por: ELU Admin

¡Último mARTEs de mayo! Os traemos otra entrega más de nuestra nueva sección, Favoritos. Esta vez os compartimos el trasfondo histórico (y un detalle difícil de detectar) de la obra La balsa de la Medusa (1819), favorita de la elu de primero Sara Simarro. Fue pintada por el romántico francés Théodore Géricault, aprendiz del maestro Pierre-Narcisse Guérin; este último también enseñó la pintura a Eugène Delacroix, autor de la famosísima La Libertad guiando al pueblo. Volviendo al cuadro que nos ocupa, os resolvemos 3 interrogantes que quizá os habéis hecho:

  1. ¿Dónde está la Medusa? El título podría hacernos pensar que la obra tiene alguna relación con este personaje de la mitología griega… ¡pero no la vemos por ningún lado! La Medusa fue una fragata de la marina francesa que participó en las guerras napoleónicas y naufragó en 1816. 151 de sus ocupantes evitaron ahogarse amarrándose al esqueleto de vigas de madera del navío.

2. ¿Qué pasó luego? Los marineros estuvieron 13 días a la deriva, sobreviviendo con muy escasos víveres (toda su comida se terminó el primer día tras el naufragio). Con el paso de los días, había más y más muertos, que son representados por Géricault en la parte inferior del cuadro, pálidos y derrumbados. Por no hablar de las historias terribles que aparecían en los diarios de la época y relataban el canibalismo al que tuvieron que recurrir los marinos…

3. ¿Cómo se resolvió? La obra plasma el momento exacto en el que los 15 marineros que sobrevivieron finalmente encuentran su salvación. Hay un detalle muy sutil, prácticamente imperceptible si no se observa el enorme cuadro original: en el horizonte, como un mínimo punto sobre la superficie del arma, se observa la brigata de la marina inglesa Argus, que dio con ellos de forma accidental y los rescató.

Vida ELU

mARTEs – Favoritos (I): Descanso en la huida a Egipto

Por: ELU Admin

Hoy tenemos algo muy distinto: ¡una sección nueva! En Favoritos, aprovecharemos las respuestas a nuestras encuestas de obras favoritas para aportaros curiosidades sobre alguno de los cuadros que hayáis mencionado. En este caso, tenemos Descanso en la huida a Egipto, pintado entre 1518 y 1520 por el pintor flamenco Joachim Patinir y que es el cuadro favorito de nuestro seguidor @mgarjou. Patinir fue un artista visionario, precursor del género del paisaje (que en su época era relegado a perfilar el fondo de las figuras humanas, pero nada más). ¡Allá van 3 datos que esperemos que disfrutéis!

  1. El tema de la huida a Egipto de la Sagrada Familia para evitar la persecución del tirano Herodes es común en la producción de Patinir. La Virgen María y el Niño Jesús ocupan un lugar central, como petrificados en mitad del atropellado escape. Pasa mucho más desapercibido San José, que asciende por la colina de la izquierda con un cántaro en sus manos; e incluso se representa al asno de la familia, pastando a la derecha.

2. El artista aprovecha para adoptar un tono moralizante al reflejar los riesgos del paganismo. En el tercio izquierdo de la obra se encuentra la ciudad egipcia de Heliópolis, que era conocida por su culto a diferentes ídolos; así, se ve una urbe en decadencia, con la muralla derruida y grietas en los edificios. De igual manera, una pequeña esfera de piedra a la derecha de la Virgen muestra únicamente lo que podrían ser los pies de un antiguo ídolo.

3. Finalmente, en línea con el tema de la huida, a la derecha se representa la Matanza de los Inocentes (la orden de Herodes de ejecutar a los niños de Jerusalén menores de dos años) y, algo más delante, otra historia menos conocida, pues pertenece a los Evangelios Apócrifos: el Milagro del Trigo. Cuenta cómo, perseguida la familia muy de cerca por soldados de Herodes, cruzaron por un campo preparado para la siembra y se encontraron con un labrador. La Virgen le pidió a este hombre que, si los soldados le preguntaban por ellos, dijera la verdad: que los había visto mientras sembraba; inmediatamente después, la semilla recién plantada germinó y creció a gran velocidad. Cuando los soldados llegaron, el labrador dijo la verdad, que llevó a los perseguidores a abandonar su búsqueda: ¡si había visto a los tres buscados cuando sembraba, debía haber sido hace meses! Si hubieran sabido que se encontraban a escasos metros, en esta colina…